Cartas a Dios
Os propongo ver una película y reflexionar un rato sobre ella: digamos que esto pretende ser una especie de video-forum on line. La película la pueden ver en el enlace que les pongo aquí mismo: Cartas a Dios. Tengan a mano unos pañuelos de papel y dispónganse a pasar un buen rato.
Y cuando hayan visto la película… pueden seguir leyendo este post, si les apetece. Este es el texto que les escribí a mis profesores.
Modelando el corazón
Lo más importante es que tengáis un amor profundo y personal al Santísimo Sacramento, de tal forma que encontréis a Jesús en la Eucaristía. Así podréis encontrarlo también en el prójimo y servirle en los niños… A Cristo se le sigue encontrando en la tierra, aquí y ahora, de manera palpable, porque está vivo: ha resucitado y yo doy testimonio de ello. El único que puede modelar nuestro corazón es Cristo y a Cristo lo encontramos en el Sagrario, en la Eucaristía, en el confesionario. Y también en los niños. Si no amamos de corazón a nuestros niños, no podemos decir que amamos realmente al Señor.
Y tampoco podemos llevar a nuestros niños a Cristo si nosotros no lo conocemos, si no tenemos trato con Él. Si no tenemos fe, ¿cómo vamos a transmitírsela a los niños? Nadie puede dar lo que no tiene. Así que lo primero es pedir al Señor el don de la fe. Si nos atrevemos… Porque la fe nos cambia la vida y nos la puede complicar… Pero solo Cristo nos puede ofrecer una vida plena. La felicidad para los creyentes se llama santidad. Sí: estamos llamados a ser santos. Ni más ni menos. Ser santo es posible, es necesario. Pero solo Cristo nos puede hacer santos. Sólo Él.
Cartas a Dios
Necesitamos santos: no meapilas. Rose dice palabrotas y es bastante bruta. Óscar no cree en Dios y se está muriendo de cáncer con 10 años. Ya sé que esta película que os he puesto es una faena. Lo sé… Pero nos invita a reflexionar sobre nuestro trabajo: llevar a los niños a Dios.
Y va siendo hora de que nos preguntemos en qué creemos nosotros. Si es que creemos… Óscar no creía. Rose es quien lo conduce hasta Él. Rose es una educadora cristiana. Esa es también nuestra misión: llevar a los niños a Dios para que su vida tenga sentido; para que los niños vivan sin miedo y con confianza. Rose es una verdadera maestra: educa a Óscar. “Educar” significa “conducir”. Rose conduce a Óscar ante Aquel que puede dar sentido a la vida del niño. Rose hace “Pizzas con amor”. Porque sólo se puede educar a un niño así: con AMOR.
¿Amamos a nuestros niños? ¿Los amamos de verdad?
Rose trabaja al principio sólo por dinero: para vender sus pizzas. Pero Óscar está solo. ¿Cuántos niños tenemos en nuestras aulas que se sienten solos y abandonados? ¿Cuántos necesitan alguien con quien hablar, alguien con quien expresar lo que sienten? “Es que a nosotros no nos pagan por eso…” Ya…
Rose: Ser compasiva no va conmigo. Tengo que vivir…
Doctor: Y Óscar tiene que morir…
Nuestro trabajo es mucho más que un modo de ganarse la vida… ¿O no?
Rose al médico: “No me pierda de vista. Dentro de poco tendrá que tratarme por depresión”.
¿Estamos nosotros también al borde de la depresión? Nuestro trabajo es muy duro. Y tenemos que cuidarnos: unos a otros; entre nosotros… Y también dejar que el Señor nos cuide…
Somos luchadores. “¡Un ring!” (es el regalo de Rose a Óscar).
Óscar: “¿Por qué me hablas de Dios? No seas mentirosa. Eso es sólo una comedura de coco”.
Rose: “Yo creo en Dios”.
¿Creemos nosotros? ¿En qué creemos? ¿En Papá Noel, en el Genio de la Lámpara, en Jesús?
Óscar: “¿Qué le cuento a Dios?
Rose: “Pídele una cosa al día; cosas para el espíritu: paciencia, valentía, que te aclare cosas…”
¿Qué le pido yo a Dios?
Óscar: “¿Por qué tu Dios permite esto? ¿Por qué permite la enfermedad? O es malvado o no debe de ser muy listo.
Rose: “La enfermedad es como la muerte. Sólo es un hecho: no es un castigo”.
Óscar: “Tengo miedo”
Rose: “¿Y si vamos a ver a Dios?”
Óscar: “¿Sabes dónde vive?”
Rose: “¡Claro!”
¿Sabemos dónde vive Dios, dónde encontrarnos con Él?
Rose lleva a Óscar dentro de una tarta delante de un Sagrario y de un Cristo Crucificado. Es probablemente la mejor escena de la película. Algunas frases:
Óscar: “¿Está aquí? ¿Vas a confiar en eso?”
Rose: “¿Por qué no? ¿A quién sientes más cercano: a un Dios que no siente nada o a uno que sufre?”
Óscar: “Si yo fuera Dios evitaría el sufrimiento”.
Rose: “Nadie puede evitar el sufrimiento”. “Hay un dolor físico y otro moral”. “La idea de morir no tiene por qué dolerte. Tememos a la muerte porque es lo desconocido. Ten confianza, como Cristo: no miedo”.
Hay plantas que sólo viven un día… ¿Disfrutamos cada día como si fuera el último? ¡No nos dejemos derrotar por la rutina! ¡Carpe Diem!
“Tú eres el tío infatigable: siempre trabajando. Me contaste tu secreto: mira el día como si esa fuera la primera vez”.
Walt Whitman lo expresa de una manera muy bella en su Carpe Diem:
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber alimentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras
y las poesías, sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y es oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque sólo soñando puede ser libre el Hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes, lucha…
“Emito mis alaridos por los tejados
de este mundo", dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer poesía bella sobre pequeñas cosas,
No traiciones tus creencias.
porque no podemos remar en contra de nosotros mismos:
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron,
de nuestros “Poetas Muertos",
te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los “Poetas Vivos".
No permitas que la vida te pase a ti
sin que la vivas …
¡Ah, por cierto! Que no se me olvide: vosotros no sois Dios. Vuestro trabajo es educar. Pero sólo sois hombres y mujeres. Ni más ni menos. No podemos acabar con el sufrimiento, con el dolor, con las injusticias… Pero Dios, sí puede. Dejad que el Señor también haga su trabajo… a su manera… Nosotros sólo somos colaboradores de Dios. Nada más (y nada menos).
Escribe tu propia carta a Dios y mándasela… Él vive y la leerá (antes en tu corazón que en el papel).
3 comentarios
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Pedro L. Llera
El tema de un niño enfermo de cáncer es duro. En el colegio decidimos ponerla en los cursos de la ESO. En primaria, no.
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