Por favor, rezad por Yolanda
Ayer abrí la puerta del Colegio, como todos los días, a las nueve menos cinco de la mañana, cuando entran los pequeños. Es uno de los mejores momentos de cada día. Disfruto viendo a esa tropa desordenada entrando en tropel en el colegio: unos sonriendo, otros llorando por tener que separarse de sus madres y otros somnolientos o envueltos en sus abrigos y sus bufandas con caritas de frío. De repente, inesperadamente, una madre me echa los brazos al cuello y se abraza a mí llorando. Era Yolanda.
Yolanda tiene dos hijos en el Colegio: uno en segundo de Primaria y la mayor en 1º de Secundaria; niños buenos y sanos. Estando embarazada del pequeño, hace ya seis o siete años, le diagnosticaron leucemia. Siguió con el embarazo y cuando dio a luz, le empezaron a tratar con quimioterapia.
Es una familia muy humilde y buenas personas. Muy buenas personas. No conozco a nadie en el Colegio que hable mal de Yolanda. Y todos tratamos de echar una mano y queremos a Yolanda y a los suyos de corazón. Su madre está pasando un verdadero viacrucis con la enfermedad de su hija.
Hace unos meses sufrió una caída y la tuvieron que operar de la espalda: alguna vértebra había quedado malparada… Estuvo bastante tiempo en una silla de ruedas, pero un día ya la vi caminar y parecía que se estaba recuperando. Sin embargo, en la última revisión, los médicos han visto que aquella primera operación no había salido bien y le acaban de decir hace unos días que la tienen que volver a operar.
“Don Pedro, estoy muy mal. Estoy desesperada. Si me pasa algo en el quirófano, cuida de mis hijos…”
Y a mí se me parte el corazón. Y me vuelvo al Señor y le pido perdón por no ser santo; por no tener suficiente fe: esa fe que si fuera como un grano de arena, sería capaz hasta de mover montañas. Ojalá pudiera yo hacer un milagro - uno sólo - para curar a esta buena mujer. Pero soy un miserable y un pecador y mi fe es tan poca cosa… ¡Qué milagros voy a hacer yo…! Y me acuerdo del Santo Padre Pío, que tantos milagros hizo en vida y también después de muerto y le suplico que interceda por Yolanda. Y me acuerdo de la Santina de Covadonga y pongo a esta mujer y a su familia en sus manos. “Virgen de Lourdes, patrona de Puerto Real, si tú se lo pides a tu Hijo, Él no te lo va a negar: apiádate de esta madre y de su familia, especialmente de sus hijos que todavía son muy pequeños y necesitan a su madre consigo”. Y acudo al P. Ormières, fundador de la Congregación de las Hermanas del Santo Ángel: lo van a beatificar dentro de poco… “P. Ormières: este colegio fue el primero que fundaste en España. Es tu Colegio y tu pueblo: intercede por esta madre de tu colegio para que se cure…”
San Juan Pablo II, patrono de nuestros colegios: desde el Cielo, intercede por esta buena mujer. Intercede por todas las familias de este Colegio pequeño y humilde, pero donde abunda el amor. Porque aquí nos queremos y mucho. No digo que no haya problemas y pecados. No somos perfectos. Pero sí que hay mucho cariño. Te pido que intercedas por los que están en el paro - que son unos cuantos -, por los que están enfermos, por los que están sufriendo a causa de divorcios, de malos tratos… Pero muy especialmente, intercede, Santo Padre, por Yolanda, que ahora mismo lo necesita mucho”.
He visto en Twitter una frase del P. Pío: “Hijos, en todo enfermo está Jesús, ¡pero en el enfermo pobre está dos veces!”. Con Yolanda, el Señor tiene que estar por lo menos tres o cuatro veces. Estoy seguro de que Cristo sufre junto a Yolanda y está con nosotros. Dios sabe mejor que yo lo que es mejor. A mí me cuesta mucho entender el sentido de tanto sufrimiento y de tanto dolor… Por eso Dios es Dios y yo, un miserable pecador. Seguro que Él sabe bien lo que hace y que Él mejor que nosotros sabe lo que es mejor… aunque yo no lo entienda. Seguro que por mucho que nosotros queramos a Yolanda, Tú la quieres infinitamente más, porque es tu hija. Inclina tu oído hacia mí y escucha mi súplica, pero hágase siempre tu Voluntad.
Los que leáis estas letras, por favor, rezad por Yolanda y por las familias de este pequeño colegio de Puerto Real. Y por los que aquí trabajamos en esta obra que no es nuestra, sino del Señor, para que seamos santos y sepamos amar a nuestros niños y servir a sus familias con toda la dedicación que ellos se merecen.
Necesitamos tener al Santísimo en el Colegio: nos hace mucha falta tu presencia. Necesitamos poder arrodillarnos a llorar a tus pies. O a reír, o a darte gracias o a suplicarte… Señor: Tú lo puedes todo. Echamos de menos tu presencia, Dios mío, en el Sagrario, en medio de nosotros. Yo sé que Tú estás igual, pero no es lo mismo… Ya nos darás los medios que necesitamos, pero ahora lo más importante es que consueles y llenes de amor a nuestra hermana Yolanda. Y si es tu Voluntad, que la cures, Señor. De lo demás ya hablaremos.
48 comentarios
Bien es cierto que siempre la tenemos presente en todas las actividades del Colegio, para ayudarla en todo lo que esté en nuestras manos desde hace ya mucho tiempo.
Pero ahora necesita otro tipo de ayuda que no está en nuestras manos, sino en las del que todo lo puede, me uno a la oración que Pedro pide por ella y ruego al Señor para que guie las manos de los cirujanos que de nuevo van a operarla.
Todo está en tus manos Señor, y en tu voluntad confiamos,
Yo la voy a encomendar muy especialmente al Venerable José Rivera.
"Es una familia muy humilde pero buenas personas"
por
"Es una familia muy humilde y buenas personas"
Tal y como lo ha escrito da la impresión de que vincula usted el ser "buena persona" al estatus social y eso...
Saludos.
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Pedro L. Llera
Nada más lejos de mi intención. Ya lo he corregido: así no habrá malas interpretaciones. Yo también soy de familia muy humilde: soy hijo de emigrantes y nieto de agricultores asturianos. Y me siento muy orgulloso de mi familia y de mis orígenes.
Laudetur Iesus Christus.
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Pedro L. Llera
Muchas gracias, Sandra. Si estás cerca de la Virgen del Carbayu, serás de Langreo o, como poco, de la Cuenca del Nalón. Yo viví muchos años en Langreo y trabajé en La Salle de La Felguera. Tengo muchos amigos allí, gracias a Dios. Y quiero de corazón a Langreo y a la gente de la Cuenca.
Un beso y gracias.
Dios te bendiga
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Pedro L. Llera
Laura: como sé que me quieres, te voy a perdonar las exageraciones...
Un beso grande
Padre, me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,
con tal que tu voluntad se cumpla en mí,
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma,
te la doy con todo el amor
de que soy capaz,
porque te amo.
Y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.
" Señor, yo estoy preparada. Acuérdate de mis niños"
No perdáis vuestra confianza. Ella lleva en sí una gran recompensa. Tenéis necesidad de constancia, para que cumpliendo la voluntad de Dios, podáis alcanzar la promesa.
Me críe sin madre y se que es eso, rezo para que esos niños siempre tengan a su madre.
Nuestra madre la Virgen del Rocío velará para que todo salga bien y esa madre coraje seguira criando a sus hijos
Bendiciones.
Ojalá que Dios le bendiga a ella con salud y a nosotros con buenas personas como usted. Sea santo, aspiremos a serlo todos, aunque los mimbres no apuntan a suficientes.
¿Por qué pensáis que Dios puede salvar a Yolanda, pero en cambio no pensáis que la enfermedad de Yolanda sea culpa de Dios?
Si Dios tiene el poder de curar a Yolanda, también tendrá el poder de que no enferme, ¿No?
¿Por qué permite Dios que haya cancer en el mundo?
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Pedro L. Llera
¿Por qué Dios permitió la muerte de Cristo en la cruz? La muerte no es el final de nada. La muerte no tiene poder sobre nosotros. Yo no pido que Yolanda no muera: todos vamos a morir. Yo pido que el Señor le conceda la gracia de ver crecer a sus hijos y a sus nietos y que después de una larga ancianidad, pueda disfrutar eternamente de la gloria celestial en comunión con los santos y los ángeles. Cristo derrotó al pecado y a la muerte y si nosotros morimos en gracia de Dios, esperamos vivir con el Señor. Nuestra esperanza es Cristo. En cualquier caso, que se haga Su Voluntad y no la nuestra. Porque sólo Dios es Dios y Él sabe mejor que nosotros lo que más nos conviene, aunque muchas veces nosotros no lo entendamos.
Pero necesitaría un curso entero de teología católica para explicarle todo esto y este no es el momento ni el lugar. Busque usted y encontrará.
Pero me ha dejado más sorprendido aún. Afirmas que cuando un niño muere de cáncer es por que Dios ha decidido 'llevárselo', y se reza para que Dios se apiade y espere un poco.
¿Y cuando alguien se va, como he conocido muchos casos, con una enfermedad que le provoca dolores terribles? ¿También Dios decide que ese sea su final y no otro?
Por mucha teología católica que menciones, esa idea es macabra. En cuanto al resultado de rezar, ¿En qué casos Dios escucha los rezos y actúa, y en cuales no? ¿De qué depende eso?
En fin. Deseo todo lo mejor para Yolanda, pero no puedo evitar pensar que nada tiene que ver Dios con la enfermedad, ni depende de el el desenlace.
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Pedro L. Llera
Por favor, no digas que yo he afirmado cosas que yo no he afirmado. Eso para empezar.
Para los creyentes, la muerte no es el final de nada, sino el paso a otra vida mejor. Nos entristece la separación de nuestros seres queridos pero creemos que la felicidad y la dicha la alcanzamos tras encontrarnos con el Señor cara a cara. "Vivo sin vivir en mí y tan alta dicha espero, que muero porque no muero". Santa Teresa de Jesús. Te recomiendo que leas a la santa de Ávila. Ella es doctora de la Iglesia. Yo, no.
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Pedro L. Llera:
Yolanda sigue en el hospital. Le quedan dos semanas más de ingreso por lo menos. Ha tenido complicaciones que la han llevado de nuevo al quirófano hace dos días. Le han vuelto a poner drenajes y se lo tienen que vigilar para que no se vuelva a infectar.
Sigamos rezando.
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Pedro L. Llera
Gracias, Beatriz. Dios te bendiga por tanta bondad. Feliz Pascua
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