Obispo con perspectiva de futuro
Lo afirmábamos en el artículo de valoración que apareció en nuestra web en el mismo preciso momento que la Oficina de Prensa de la Santa Sede publicaba el nombramiento de Mons. Taltavull. De todos eran conocidos los movimientos que desde hacía largo tiempo protagonizaban diversos miembros del episcopado catalán: Vives a la cabeza. Soler, tras el decantamiento por Pardo, unió su apoyo al de un Cardenal Sistach que, tras el atoramiento de otros candidatos, empezó a apostar con fuerza por Taltavull.
Jamás llegamos a suponer, ni siquiera en la más perfilada de las hipótesis, que el Cardenal Carles también jugara una baza en favor del menorquín como parece haber sucedido. Caso de ser cierto este hecho, es aquí donde mostramos nuestra mayor perplejidad, y no tanto en el nombramiento en sí.
Pero es una perplejidad siempre susceptible de ser relativizada: Taltavull entra de lleno en el estilo de personalidades eclesiales estimadas y propuestas desde siempre por Don Ricardo, que en cierta manera afirma así su convicción de que hay que dar oportunidades para que la gracia de estado acabe moldeando a los elegidos para el ministerio episcopal.
En general nosotros, que hemos nacido aquí y nos conocemos el percal, tendemos a un grado mayor de escepticismo por no decir pesimismo. Pero sin desesperar.
Ahí tenemos a un Cañizares o a un Rouco en sus etapas salmantinas. Sistach, no. Es harina de otro costal.
Ante el preconizado obispo auxiliar dos retos: colmar las expectativas tras el ministerio del obispo Carrera y librarse de la tentación de pretender agradar a los que lo han aupado, ninguneando otras realidades y acallando otros voces: la del minoritario pero vivo sector de Iglesia diocesana que representamos.
Desde Germinans queremos aprovechar los pensamientos que el episcopado catalán nos trasmite en el reciente documento conmemorativo del año paulino. La comunión lleva a la unidad, y esta a la santidad. Todas estas fundadas sólidamente sobre la Verdad. En esta perspectiva sí que nos encontrará Mons. Taltavull. Como su insigne predecesor el “bisbe Joan”.
Queremos pensar que la aceptación de la carga episcopal, aunque en cierta manera deseada (y no es criticable si la mueve un santo deseo de servicio) ha encontrado en el corazón del “bisbe Sebastià” un espíritu sumamente generoso. Estamos también convencidos de ello. Lo necesitará.
Todo el Directorio de Germinans en pleno, en este día 2 de febrero fiesta de la Presentación del Señor y Purificación de María, deseamos que Mons. Taltavull sea movido por un ardiente deseo de consagración y entrega generosa de su vida al servicio de la Iglesia. Que consiga revelar a los más alejados la luz de Cristo y, elevar al pueblo de Dios, lo santificándolo hasta conducirlo a la gloria.
El Directorio
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