[DE] Capítulo 44: Los Vasos Sagrados secundarios: Vinajeras y crismeras

1º Las vinajeras

 Son los vasos que contienen el vino y el agua para el sacrificio ( amae, amulae, urceoli …) El uso litúrgico debió requerir de ellas desde el principio; de hecho aparecen en los más antiguos documentos como parte de los utensilios de una iglesia. El inventario de la iglesia de Cirta del año 303 comprende 6 ampollas de plata, y el Liber Pontificalis enumerando las ofrendas realizadas por Constantino para las basílicas romanas recuerda muchas de oro y plata. Más tarde en los Ordines Romani , en las rúbricas ofertoriales a menudo hacen mención de las amulae del clero y del pueblo. Conteniendo el vino ofrecido por ellos, y del cual el arcediano (archidiácono) tomaba la cantidad necesaria para la consagración, trasvasándolo mediante un filtro ( colatorium) al cáliz. Hacia finales del siglo V los Statuta ecclesiae antiqua hacen mención del urceolum cum aqua, consignado al subdiácono en el rito de su consagración y del urceolum vacuum ad suggerendum vinum in eucharistiam sanguinis Christi (ampolla vacía para el vino que en la eucaristía será la sangre de Cristo) confiado al acólito durante el rito de su institución como tal.

Una antigua ampolla (vinajera) del género podría ser la encontrada en Concevreux(Aisne). Tiene unos 20 cm de altura y unos 17 de ancha, de bronce, no excesivamente ensanchada en el centro, de forma circular, dotada de pie y puede remontar al siglo VI. Su uso eucarístico está indicado clarísimamente en la inscripción: Calicem salutaris accipiam et nomen Domini invocabo.(Tomaré el caliz de salvación invocando el nombre del Señor)

Hemos de creer que generalmente estas fuesen de vidrio, cristal o terracota, más raramente de ónice o de metales preciosos, con la forma que presentan las ánforas romanas, más o menos como son las actuales. Actualmente la ampolla (vinajera) que contiene el agua destinada al cáliz es distinta en las misas cantadas o solemnes de la que sirve para la ablución de las manos (aguamanil) Esta última es más grande, y en el periodo medieval estaba decorada con figuras de animales (leones, grifones, palomas, etc..) Sim embargo en las misas ordinarias, para simplificar el servicio del altar, la misma vinajera sirve a ambos fines.

Destaquemos sin embargo la llamada “Aguila de Súger” aguamanil en pórfido y bronce del año 1140, de la Abadía de Saint Denís

 

Evolución de las crismeras a través de los siglos

 

2º Las crismeras

Son vasos metálicos, al inicio en forma de paloma, conteniendo el Santo Crisma, que se conservaban colgados en el baptisterio para las unciones del bautismo y la confirmación. La inicial forma de paloma de tales vasos había sido sugerida por el episodio evangélico del bautismo de Cristo, durante el cual el Espíritu Santo había aleteado sobre él en forma de paloma. El uso de estas debe ser antiquísimo ya que Tertuliano alude a ellas; de todos modos en los siglos V-VI eran bastante comunes en las iglesias tanto de oriente como de occidente. Sabemos que en el año 468 el Papa Hilario donó una de oro al baptisterio lateranense. No hemos de excluir sin embargo que para conservas los santos óleos sirviesen las ampollas de terracota o de vidrio de uso común en las iglesias. Optato de Mileto hace alusión a un vaso de tal género, lleno de crisma, que los herejes donatistas tiraron por la ventana sin que se rompiese; parecidas son las ampollas de vidrio o metal, de procedencia oriental en las cuales el sacerdote Giovanni di Monza, recogió un poco de aceite del que ardía en las tumbas de los mártires en Roma, y que llevó como reliquia a la reina Teodolinda.

Durante la Edad Media, junto a las palomas crismales, se usaron ampollas de plata y estaño ( chrismatorium, chrismarium, phialae…) o incluso cuernos de animales fijos sobre una base, o también vasos de cristal montados a manera de píxide. Tal es el chrismatorium del tesoro de San Waast, en Praga que servía para la consagración de los reyes de Bohemia. Los santos óleos se conservaban en la sacristía, o en la iglesia, dentro de un armarito ( armariolo) empotrado en la pared, parecido al eucarístico, de esta manera cuando después de Trento se trasladó la Eucaristía al altar, los tabernáculos murales eucarísticos pasaron a custodiar los santos óleos.

Dom Gregori Maria