La naranja mecánica Sistach
«When a man cannot choose, he ceases to be a man».
(Anthony Burgess)
Sistach, como Vicario General y mano derecha del entonces solo y abandonado cardenal Jubany, fue el orquestador de la entrega unilateral en 1985 del arzobispado a la Unió Sacerdotal. Fue el precio a pagar para comprar la paz eclesial en el último lustro de pontificado de un anciano cardenal de Barcelona. Pura táctica de supervivencia de perfecto burócrata.
Desde su despacho en la curia diocesana, Sistach lo tuvo clarísimo. No había que amargarle la vida a su inmediato superior. A ello le debía su promoción hasta la vicaria general del obispado. La paz al precio que fuera para asegurar a Jubany una vejez tranquila. Comprar el silencio de los protestones con cargos. Aquí se fraguó su futura estrategia a desarrollar cuando años mas tarde, en 2004, llegaría a Barcelona como arzobispo titular.
La composición del Consejo Episcopal del arzobispado en 1985 no puede ser más reveladora del cuadro de honor del despropósito. Los barones de la Unió Sacerdotal repartiéndose el arzobispado como un pastel. Hasta la guinda del festín feudal es de bandera: el P. Serramona como delegado ¡de Juventud! Culminación y apoteosis del nacional-catolicismo pujoliano. No pudiendo presentar obispo, se vaciaba de poder al ordinario –Jubany- que se repartía y entregaba a los capitostes de la Unió Sacerdotal quien proveía de incienso a CiU a cambio de apoyo y fuerza desde la política. El coronel Sistach, el gran estratega, había alcanzado la paz. Cautivo y desarmado el ejército de la fidelidad a la catolicidad de la Iglesia y del amor a su independencia, las tropas de la subordinación eclesial al nacionalismo (aquí en el caso particular catalán*) habían alcanzado sus últimos objetivos. La guerra parecía haber terminado.
1 de octubre de 1985. Aunque la estampa parezca una reunión de la junta liquidadora de la Sociedad Barcelonesa de Cintas e Hilos La Puntual , se trata realmente de la inauguración del curso académico 1985-1986 del Instituto de Teología de Barcelona, presidido por Lluís Martínez Sistach, que actuaba en representación del Cardenal Jubany. A su izquierda Mosén Antoñito Matabosch |
Sistach, nuevo obispo auxiliar de Barcelona, el día de su ordenación en la catedral (27-XII-1987) recibiendo el saludo del nuncio Tagliaferri. | El flamante nuevo obispo auxiliar en Roma. Faltaría más. Que aquí algunos apoyan a los que critican a Roma pero que cuando tocan cargo, cap a Roma falta gent ! ( ¡Todos para Roma! )
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*P.S.: Para evitar que el cateto de turno diga en los comentarios que nuestras criticas solo se producen cuando el nacionalismo es catalán pero no cuando es español, le diré que a ver si aprende a discernir también, en toda ideología, entre la defensa de una causa justa y buena y la conversión de esta en una idolatría a la cual sacrificar todas las demás.
El Directorio de Mayo Floreal
de Germinans Germinabit