Jóvenes católicos entusiastas con la llegada del Papa
El pasado martes día 5 tuvo lugar en una céntrica parroquia barcelonesa la reunión de coordinación de jóvenes de diversos Movimientos y Parroquias que preparan entusiastas tanto el acto espontáneo de bienvenida al Santo Padre a su llegada al Palacio Arzobispal, como la despedida de los jóvenes el día de su partida desde el Aeropuerto de El Prat.
Sobre este último acto de agradecimiento y despedida del Papa después de su visita a Barcelona, únicamente subrayar que todos los que deseen acceder al Aeropuerto para tal fin, deben ponerse en contacto con sus movimientos y parroquias a fin de cumplimentar el formulario para obtener el pase a las instalaciones aeroportuarias.
Pero centrémonos en la llegada. Resulta más que evidente que tras su jornada en Santiago de Compostela y la apretada agenda que todo ello le acarreará, el Santo Padre llegará cansado a las 9 de la noche al Aeropuerto de Barcelona. El breve acto de recepción por parte de las autoridades, sin duda diplomático y estrictamente formal, por mucha calidez que llegase a conseguir estará marcado por un tono protocolario. Acto seguido, el traslado del Papa en su recorrido por la Ronda Litoral, atravesando pasadas las 9 de la noche de un 6 de noviembre los polígonos industriales de El Prat y Hospitalet, así como los tinglados logísticos de la Zona Franca, pueda resultar más que frío, gélido de matar. Sólo el embocar el Portal de la Paz con la estatua de Colón iluminada y el palmeral del Paseo Colón hasta la Vía Layetana, le podrán ahorrar la sensación de frialdad que de nuevo le sobrecogerá al iniciar el paulatino ascenso por la más que lóbrega parte inferior de Layetana desde Sindicatos hasta Princesa.
De nuevo la Muralla Romana iluminada a su izquierda, a la par que todo el conjunto catedralicio, pueden darle la sensación física de calidez.
Pero no basta. No bastan las piedras y los focos. La panorámica turística no es lo más importante. Lo realmente trascendental es que el Santo Padre en su entrada por la explanada de la Catedral encuentre el calor de los jóvenes católicos que le den su bienvenida y lo reciban calurosamente.
A este efecto, y después de las diversas vigilias de oración que se habrán realizado en algunas parroquias y que comparten el común denominador de empezar a las 6 de la tarde, todos los jóvenes están convocados a acudir a la Plaza de la Catedral a partir de las 8 de la tarde.
Los vocales de los siguientes movimientos: Movimiento Apostólico de Schönstatt, los jóvenes de Schola Cordis Jesu, la Unión Seglar de San Antonio Maria Claret, Regnum Christi, la Coordinadora de Jóvenes Cofrades, los chicos del Camino Neocatecumenal, la Asociación Cruz de San Andrés y algunas parroquias de la Archidiócesis, han sido coordinados por un buen y celoso sacerdote diocesano, incansable apóstol de la juventud, amén de un hombre bien preparado en tecnologías informáticas,para tal fin. Nos consta que los responsables juveniles de Comunión y Liberación después de la Vigilia en el Colegio de las Teresianas de Ganduxer, organizada por los “Amics de Gaudí” a las seis de la tarde, se sumarán al acto junto con muchos jóvenes de colegios y clubes juveniles de la Obra (nos referimos al Opus Dei, claro está).
No puede faltar nadie. El acto comenzará silencioso con el rezo del Santo Rosario intercalado con cantos y meditaciones hasta la llegada del Papa, anunciada por la Coordinadora Diocesana del viaje en torno a las 21.45. Tras los vítores y aclamaciones de júbilo, eufóricas y agradecidas al Vicario de Cristo y tras entrar éste en el Palacio Arzobispal, esperaremos el breve saludo del sucesor de Pedro por el balcón principal de la Curia.
La presencia juvenil en la Plaça Nova y sus aledaños, no debería prolongarse más allá de las 22.30: el Sr. Cardenal Arzobispo ha requerido el más absoluto silencio para facilitar el descanso del Santo Padre y así dar inicio, al día siguiente, a los actos del domingo. Demostremos civismo y al mismo tiempo obediencia y disciplina a nuestro legítimo Pastor, el Cardenal Martínez Sistach (n.s.b.a.), al menos en este acto tan importante para él y para todos nosotros.
Sobra decir que el acto debe ir acompañado de banderas y pancartas que expresen nuestra cercanía y cariño al Santo Padre, y nuestra más absoluta e incondicional fidelidad y lealtad al sucesor de Pedro.
Benedicto XVI debe sentir que puede contar con los católicos de Barcelona, de Cataluña y de España entera, y muy especialmente con los jóvenes. Debe sentir que esta tierra aún no está perdida para la causa de Cristo y la Iglesia y que necesitamos sus palabras de apoyo, consuelo y fortaleza en medio de las luchas que libramos.
Prudentius de Bárcino