Ya hay terna para Solsona

Norbert  Miracle

Mn. Norbert Miracle

Mn. Xavier Novell

Mn. Ramon Corts

La preceptiva terna para escoger al sucesor del obispo Traserra ya ha llegado al Palazzo Apostolico donde tiene su sede la Congregación de obispos. La forman los sacerdotes Norbert Miracle Figuerola, Xavier Novell Gomà y Ramón Corts Blay; presbíteros de las diócesis de Tarragona, Solsona y Barcelona, respectivamente.

Norbert Miracle es el actual rector del Seminario de Tarragona y rector del Seminario mayor interdiocesano de Cataluña que agrupa los seminaristas de las diócesis de Tarragona, Gerona, Vic, Urgel y Solsona. Nació en Torredembarra en 1962, siendo ordenado sacerdote el año 1996 y es licenciado en teología fundamental por la gregoriana. Su inclusión en la terna viene absolutamente avalada por el arzobispo Pujol Balcells, del que es su auténtico fámulo. Ya se le conoce como el Turull de Tarraco. Ha sido un rector y formador eminentemente grisáceo, si bien no se ha creado conflicto alguno con ninguno de los obispos. No es que concite general entusiasmo, pero está bien considerado por los epíscopes actuales. Sin embargo, su nombramiento no sería especialmente grato al sector nacionalista, que no le perdona una carta que escribió en La Vanguardia, en la que llegó a afirmar que el benedictino Hilari Raguer sufría de paranoia severa y utilizaba la misma estrategia que Nerón, Pinochet, Stalin y Hitler, cuando el monje-historiador afirmó que a los mártires de la guerra civil no se les había matado por su fe. No obstante, su ambición y carrerismo pueden ser un arma de doble filo.


ll, como hemos relatado desde el mismo día en que el prelado de Solsona presentó su renuncia, ha sido el candidato de Traserra. Nació el 20 de abril de 1969 y se ordenó sacerdote el 6 de julio de 1997. Además del aval de Don Jaume cuenta con el inestimable apoyo del arzobispo Ladaria que fue el director de su tesis doctoral en la Universidad Gregoriana. Vicario episcopal, canónigo y verdadero alter ego de Monseñor Traserra; en los últimos años no se mueve un papel, ni una mosca, que no haya pasado por el tamiz de Xavier Novell. Curiosamente, aunque no sea el patrocinado de Pujol Balcells, está muy bien visto por el Opus Dei, que ha sido particularmente mimado durante el mandato de Traserra. Despierta odios entre las momias progresistas del Fórum Ondara. Téngase en cuenta que en la insignificante diócesis celsonense solo hay once párrocos menores de 50 años. Entre los más jóvenes el propio Novell. A los rencores ideológicos se unen las envidias que suscita su fulgurante carrera. Constituiría su designación un inesperado éxito de Traserra, dado que no es normal que un sacerdote tan joven sea designado obispo de su misma diócesis. No se recuerdan precedentes en los nombramientos catalanes de los últimos cien años.

Ramón Corts Blay es rector de una parroquia germinante: la de la Concepción. Entre sus logros se halla el haber conseguido que fuese proclamada basílica menor. Nació en Mataró el año 1952, ordenado sacerdote el 24 de marzo de 1979 y doctor en historia eclesiástica por la Gregoriana. Es un reputado y eminente historiador y actualmente ocupa el cargo de delegado de enseñanza en la archidiócesis así como el de arcipreste de la Concepción. Aunque pertenezca a la diócesis barcelonesa, no es un hombre de Sistach, ni cuenta con su bendición. Al revés, en tiempos del cardenal Carles fue designado rector del Seminario barcelonés, si bien solo estuvo un curso al frente del mismo, tras soportar una cruel e incesante campaña difamatoria por parte de la gerontocracia progresista local. Es de destacar que lleva la parroquia con un extraordinario celo ortodoxo y con indudable eficacia pastoral. Por algo se la conoce como la Catedral del Eixample. Sería el primer obispo germinante.

No se trata de una terna muy atrevida, pero son tres candidatos medianamente aceptables. Unos más y otro -Miracle- menos, pero en ellos se pueden encontrar aspectos positivos y negativos. Lo verdaderamente importante de esta terna se halla en los que no están. Especialmente (pese a que algunos sigan creyendo lo contrario) por la nula influencia del cardenal Martínez Sistach. Hasta última hora el prelado barcelonés pretendió incluir en la terna a su chevalier servant Turull y visto el escaso predicamento del que goza (incluso entre los propios obispos catalanes) también intentó introducir a su auxiliar Taltavull, con la esperanza de que, promoviendo a éste a Solsona, el solícito chico del megáfono tuviese vía libre para ser designado auxiliar. Pues tampoco. Y ya son cuatro las ocasiones que pierde: el nombramiento de Taltavull, las designaciones de Lérida y Gerona y ahora Solsona. Este empecinamiento va a terminar realmente mal. Sobre todo, porque, después de Traserra, la próxima jubilación es la del mismo Sistach. Se cierra el círculo. Y en Solsona se abre paso a la cantera. No es mala noticia. Porque, además, es la que hay. La cantera progre no existe.

Oriolt