Capítulo 18: Octubre 1963: Frenazos y acelerones

14 DE OCTUBRE: UN CAPÍTULO LITÚRGICO A PIQUE

“Hoy sorpresa relativa: el capítulo de la misa en el esquema litúrgico al proponerse a la votación definitiva no ha llegado a los dos tercios necesarios para su aprobación. Necesitaba 1495 votos y se ha quedado en 1417. ¿Qué ha pasado? ¿Es que los obispos se oponen a la reforma litúrgica? ¿Y cómo es posible esta votación con 781 votos negativo (o más exactamente, condicionados “juxta modum”) cuando este mismo capítulo superó siempre largamente los dos tercios cuando fue votado párrafo por párrafo?

Ya hable el otro día de la preocupación de muchos obispos que no eran amigos de que parte de las decisiones litúrgicas pudieran quedar en manos de los superiores religiosos, causando quizá discrepancias dentro de una misma diócesis. Hace unos días 315 apuntaron ya esta preocupación, que hoy se ha extendido a varios cientos más que sea sólo el obispo quien pueda conceder ciertos permisos (el de la concelebración, concretamente) Y como en un Concilio se hila delgadísimo, el capítulo no pasa con que un tercio de los obispos no esté de acuerdo con una pequeñísima minucia. Y tendrá que volver a la comisión para reelaborar este párrafo”

15 DE OCTUBRE: SIGUE ADELANTE LA REFORMA LITÚRGICA

“Junto al remate de los grandes temas, la sesión de hoy trajo otra buena noticia: las votaciones masivas que aprobaron los nueve puntos del esquema litúrgico, en que se ordenaba que los sacramentos se administren–salvo la estricta fórmula sacramental- en lengua vernácula, y no en latín, y los que hablan de revisar y mejorar los ritos del bautismo y de la unción de los enfermos. En ninguno de los casos el número de votos negativos llegó a los cincuenta, y los positivos superaron siempre los dos mil. ¿Y quién dijo que el Episcopado del mundo era conservador?”

18 DE OCTUBRE: A PIQUE EL TERCER CAPÍTULO LITÚRGICO POR CULPA DE MARTIMORT

“Parece que todo estaba hecho y hoy 1054 Padres, votando “`placet juxta modum”, han devuelto el capítulo al taller.¿Qué pasa? ¿Acaso los Padres se han vuelto atrás en sus afanes de reforma litúrgica? Aquí basta una minucia para que el esquema tenga que ser reelaborado hasta quedar a gusto de todos…hoy el punto en que más obispos coinciden pidiendo correcciones es un voto preparado por el canónigo Martimort, pidiendo que en los sacramentos todo pudiese decirse en lengua vulgar, incluso la fórmula que en el esquema se sostenía en latín…”

No es de extrañar que los Padres se sintiesen manipulados: tres días antes habían votado una cosa y ahora, uno de los expertos miembros del Consilium les quería hacer votar otra distinta…

22 DE OCTUBRE: LA REFORMA DEL BREVIARIO

“La sesión de hoy ha sido más viva e importante que las pasadas. Un mejor nivel medio en las intervenciones y, sobre todo, la reforma del breviario, ya definitivamente puesta en marcha.

Ningún tema fue tan debatido como éste en la sesión del año pasado. Desde los Padres que deseaban una reforma íntegra, de arriba abajo, del Oficio Divino, hasta el de los que preferían que no fuera tocado, toda una larga baraja de opiniones desfiló por los micrófonos conciliares. ¿Qué ha quedado de todo ello?

Una postura media, como en todo, si bien con más puertas abiertas que cerradas: hay que ir hacia una reforma del Breviario, no para quitar oración a los sacerdotes, sino para hacerla más fructífera y verdadera. Y hoy, con sus votos, el Concilio ha aprobado estas líneas de reforma que ahora realizarán las comisiones posconciliares: un breviario levemente más corto, mejor ordenado, con más equilibrada distribución de los textos escriturísticos y poniendo en las manos de los obispos una gran facilidad para conceder a sus sacerdotes permutas, dispensas y posibilidades de rezo en lengua vulgar.

Una reforma que tardará aún unos años en ponerse en práctica, pero que caerá como buena lluvia sobre la vida de los sacerdotes.”

Poner en manos de los obispos la potestad de arbitrio de esta cuestión, en el fondo, y vista la situación en la que se encontraba el episcopado mundial era someter el rezo canónico de las horas litúrgicas a una peligrosa arbitrariedad. No se trataba aquí de las razonables dispensas cuya potestad el código de derecho canónico ya ponía en manos del Ordinario. Sino de entrometerse en la edición de breviarios en lengua vulgar a discrecionalidad de los obispos. En el fondo era alterar la exclusividad que Roma poseía de legislar en materia litúrgica. Y entrar en esa pendiente podía conducir a un peligroso precipicio como luego la historia reciente ha demostrado. Sin embargo, no pongo en duda que las reformas introducidas a partir de la edición de la nueva Liturgia de las Horas, haya aportado importantes beneficios a la vida de la Iglesia

No obstante, y según mi opinión, estamos ya en situación de poder elaborar un riguroso juicio sobre los aspectos positivos y negativos, tanto de esta como de otras tantas reformas de la Iglesia en estos últimos 50 años.

Dom Gregori Maria