Los catastróficos números de seminaristas de Turull
Al finalizar el pasado curso, los nervios eran evidentes entre los miembros del equipo de formadores del Seminario de Barcelona, con el Rvdo. Josep Maria Turull a la cabeza. Y no era para menos, los números de futuros seminaristas para el siguiente curso se movían en una horquilla de 0 a 2. Por eso no se dieron datos como se hacía otros años, cuando n.s.b.a. cardenal y el propio Rvdo. Turull iban presumiendo todo el verano de los muchos seminaristas que iban a entrar el próximo curso, números que siempre al final quedaban muy reducidos, pero que servían a ambos eclesiásticos para sacar pecho durante los meses estivales.
Este año el silencio ha sido absoluto, y los nervios también. Finalmente los ingresos se han reducido a dos seminaristas latinoamericanos. Con todo el respeto hacia estos hermanos nuestros, que han traído juventud y vitalidad eclesial a nuestras comunidades maltrechas barcelonesas, uno se pregunta si no hay un sólo joven nacido en nuestra diócesis que quiera ser sacerdote en nuestro seminario. Ante tal desesperación el Rvdo. Turull y el Sr. Arzobispo tuvieron que buscar soluciones de emergencia y recurrieron a los de siempre, al Opus Dei, que corrió a ayudar a nuestro desesperado cardenal. Así que a los dos seminaristas que tenían en cartera se le añadieron tres “pamplonicas” (denominación cariñosa para llamar a los jóvenes dirigidos espiritualmente por el Opus Dei y que se encuentran estudiando principalmente en el Seminario Internacional de Pamplona pero también en otros seminarios de todo el mundo).
Total que finalmente con todos los esfuerzos realizados los ingresos se han quedado en cinco nuevos seminaristas, una cifra que se me antoja ridícula para una diócesis de las dimensiones de Barcelona. Porque uno se pregunta que diócesis del calibre de Barcelona puede presentar unos números tan malos, y también ¿que arzobispo viendo el declive evidente de su seminario mantiene a su rector contra viento y marea y no lo destituye fulminantemente y busca una persona que pueda dar mejores resultados?.
De nada sirve decir que la realidad de Barcelona es muy compleja. Ahí está la diócesis de Terrassa con la misma realidad sociológica que Barcelona, pero mucho más pequeña, que dobla el número de ingresos de nuestro seminario. De hecho el Seminario de Terrassa que ya supera los cuarenta seminaristas ha tenido que hacer obras porque sus seminaristas ya no cabían en las antiguas dependencias. Ahí está la diferencia: un seminario que funciona bien con un obispo y un rector formados en la escuela del gran Don Marcelo, y un cardenal y un rector formados en la escuela del progresismo barcelonés.
Lo que también llama la atención es que el Rvdo. Turull se salve del Cero Patatero, gracias al Opus Dei y a las parroquias más tradicionalistas de Barcelona (Santa Teresita, San Juan María Vianney…) Es decir que el hombre del megáfono en la manifestación contra Roma, el promocionado y protegido del progresismo barcelonés, el docente de dudosa ortodoxia, y aquel que viste de paisano cuando sale por la puerta del Seminario (como ilustra la foto del artículo realizada en una cafetería en el año 2007) puede maquillar algo (que muy poco) sus números, gracias a lo más conservador de nuestra diócesis.
Pero ya sabemos que por ejemplo el Opus Dei juga en todos los campos y en todas las partidas. Mientras en Barcelona saca del ridículo al cardenal y a Turull, también envía seminaristas a Girona, donde el nuevo obispo Don Francesc está haciendo un nuevo seminario que en breve tendrá unos números más que aceptables, aunque sea a base de acoger seminaristas originarios de Barcelona que no quieren al Rvdo. Turull como rector, con el consiguiente disgusto por parte de éste.
Antoninus Pius