Matrimonio:la armonía de las diferencias
El término «armonía» deriva del griego ἁρμονία (harmonía), que significa ajustamiento, unión y combinación de sonidos simultáneos y diferentes, pero acordes.
A esta armonía se refería el Santo Padre Francisco en la homilía que dirigió a los asistentes del Encuentro de las Familia el pasado 27 de octubre:“la verdadera alegría que se disfruta en familia viene de la armonía profunda entre las personas, que todos experimentan en su corazón y que nos hace sentir la belleza de estar juntos, de sostenerse mutuamente en el camino de la vida.
Sólo Dios sabe crear la armonía de las diferencias. Si falta el amor de Dios, también la familia pierde la armonía, prevalecen los individualismos, y se apaga la alegría”.
Así pues, solo si aceptamos, unimos y combinamos los sonidos diferentes, pero acordes, viviremos en armonía. Una armonía, que como bien dijo Benedicto XVI, se realiza sólo gracias al empeño paciente, fatigoso, que requiere tiempo y sacrificios, con el esfuerzo de escucharse mutuamente, evitando excesivos protagonismos y privilegiando el mejor éxito del conjunto.”
Pues bien, el matrimonio es como la música. Cada sonido diferente se necesita para crear una melodía agradable y extraordinaria, un todo, lleno de ritmo, pausas, equilibrio, tiempos, tensión, reposo,…