Verso l'alto
“Es a Jesús a quien buscan cuando sueñan la felicidad; es Él quien los espera cuando no los satisface nada de lo que encuentran; es Él la belleza que tanto los atrae; es Él quien los provoca con esa sed de radicalidad que no les permite dejarse llevar del conformismo; es Él quien los empuja a dejar las máscaras que falsean la vida; es Él quien les lee en el corazón las decisiones más auténticas que otros querrían sofocar. Es Jesús el que suscita en ustedes el deseo de hacer de sus vidas algo grande, la voluntad de seguir un ideal, el rechazo a dejarse atrapar por la mediocridad, la valentía de comprometerse con humildad y perseverancia para mejorarse a ustedes mismos y a la sociedad, haciéndola más humana y fraterna.”Juan Pablo II
Tengo que confesar que no conocía la existencia del Beato Pier Giorgio Frassati hasta que el obispo Anthony Fisher, coordinador de la JMJ08 , lo presentó como uno de los diez patronos elegidos para “el evento juvenil más grande del mundo”. Lo siento.
Ahora bien, después de leer sobre este joven, modelo de santidad, no me ha extrañado nada que los organizadores hayan pensado en él para reflexionar estos días en Sydney, puesto que durante su corta vida -murió de poliomielitis a los 24 años- cumplió vivamente el lema elegido por el Santo Padre para este encuentro:“Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos” (Hch 1,8)
Sin menospreciar – sería una osadía por mi parte- al resto de los patronos elegidos para la ocasión (Nuestra señora de la Cruz del Sur, la Beata Mary MacKillop, san Pietro Chanel, el Beato Pietro To Rot, la Beata Madre Teresa de Calcuta, santa Teresa de Lisiuex, santa María Goretti, y santa Faustina Kowalska), el joven Frassatti es quizás, junto al también patrono Siervo de Dios Juan Pablo II, uno de los referentes más atractivos, cercanos y actuales de que la santidad, vivir la Palabra de Cristo y ponerla en práctica, es posible. Es más, que “vivir la vida cotidiana con la mirada fija en Dios” está al alcance no solo de los jóvenes que forjarán la sociedad del siglo XXI, sino de cualquiera que se lo proponga.
Como señaló Juan Pablo II durante la homilía de la misa de beatificación del Siervo de Dios Pier Giorgio Frassati, el 20 de mayo de 1990, “la fe y la caridad, verdaderas fuerzas motrices de su vida, lo hicieron activo trabajador en el ambiente en que vivió, en la familia y en la escuela, en la universidad y en la sociedad; lo transformaron en alegre y entusiasta apóstol de Cristo, en apasionado seguidor de su mensaje y su caridad.
El secreto de su celo apostólico y de su santidad hay que buscarlo en el itinerario ascético y espiritual que recorrió; en la oración, en la perseverante adoración, incluso nocturna, del Santísimo Sacramento, en su sed de la palabra de Dios, escrutada en los textos bíblicos; en la serena aceptación de las dificultades de la vida, incluida la familiar, en la castidad vivida como disciplina alegre y sin compromisos; en la predilección diaria del silencio y la “normalidad de la vida". Precisamente en estos factores nos ha hacho descubrir la fuente de su vitalidad espiritual”.
Y a continuación añadió: Es cierto que, para una mirada superficial, el estilo de Pier Giorgio Frassati, un joven moderno lleno de vida, no presenta gran cosa de extraordinario. Pero, precisamente esto constituye la originalidad de su virtud que invita a reflexionar y lleva a imitar (…) El gusto por la belleza y el arte, la pasión por el deporte y por la montaña, la atención a los problemas de la sociedad no le impiden la relación constante con el Absoluto.¡Totalmente inmerso en el misterio de Dios y totalmente dedicado al constante servicio al prójimo: así podemos resumir su vida terrena!”.
La verdad es que el ejemplo del Beato Pier Giorgio Frassati , es un bálsamo, a la vez que un complejo vitamínico, del alma, para muchos jóvenes- y no tan jóvenes- de que vale la pena gastar la vida en “llevar un soplo de bondad ( a la sociedad) , que sólo puede nacer de la fe en Cristo”.
“[…] como católicos tenemos un amor que supera a cualquier otro y que después del debido a Dios es inmensamente bello, como bella es nuestra religión.
Amor que tuvo por abogado al Apóstol, que lo predico diariamente en todas sus cartas a los fieles. La Caridad, sin la cual, dice el Apóstol San Pablo, cualquier otra virtud pierde valor. Ella puede ser la guía y la dirección de toda una vida, todo un programa.
Ella con la gracia de Dios puede ser la meta a la que tienda mi voluntad. Nosotros podemos estar afligidos en un primer momento, porque es un programa bello pero duro, lleno de espinas y de pocas rosas. Pero confiados en la divina providencia y en su misericordia.¨ (Carta de g. Frassati a Isidoro Bonini - 6 de marzo de 1925)
http://www.pgfrassati.com.ar/
7 comentarios
Los diez patronos de la JMJ08
http://www.aciprensa.com/acitv/video.php?n=21254
¿Conoces alguna manera mejor de presentar a este joven beato que con palabras de Juan Pablo II?
En este blog no hay ni mucho menos sequia sino mucho sentido comun.
Probablemente si buscara encontraría. Casi todo se puede mejorar.
Por supuesto que todo se puede mejorar.Pero no te equivoques, no es sequía en la laguna. No.
Aunque agradezco tu preocupación este artículo está escrito muy a conciencia en el fondo y en las formas.
Por supuesto que no hay sequía en la laguna. Tan sólo me he permitido indicar un futuro indeterminado y condicional...
Aunque la foto de ese pasado donde todos rien, es muy acertada para la ocasión.
Pero se me haría dificil superar esta frase que has transcrito: "como católicos tenemos un amor que supera a cualquier otro y que después del debido a Dios es inmensamente bello, como bella es nuestra religión".
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