¡Qué bien se está con Ella!
“Si quieres encontrar a Jesús con seguridad, búscalo entre los brazos de María” (R Andrés Prevot)
Comienza el mes de mayo y, como viene siendo habitual en mi familia, lo empezamos buscando alguna ermita o santuario cercano para hacer una romería, a ser posible con un grupo de amigos. Y allá vamos.
Hoy éramos un grupo grande, que, como solían decir nuestras abuelas, “daba gozo vernos”. Mamás dando papillas a sus pequeños, padres cocinando paellas para todos, niños jugando al fútbol, y adolescentes, uff! … adolescentes “tirando” de su cuerpo, que ya es todo un logro para una mañana de primavera. Pero eso si, todos empeñados en dirigir nuestra oración a la Virgen para agradecerle sus sonrisas y para rogarle su intercesión para cambiar todas esa roña del corazón, que muchas veces nos empeñamos en esconder.
Y, ¿por qué no? También para pedirle que nos saque de esos apuros que parecen más fáciles -seguramente sin su ayuda no podríamos conseguirlo, puesto que Ella sabe más- como son aprobar los próximos exámenes, o mantener el puesto de trabajo, o mejorar la salud de un familiar enfermo,…
Ya que María, como la mejor de las madres, nos acaricia en su regazo haciendo gala de sus privilegios: “Madre digna de ser amada”, “Madre digna de ser admirada”, “Madre del buen consejo”, “Virgen poderosa”, “Virgen clemente” , “ Ideal de santidad” , “Modelo de entrega a Dios”, “Salud de los enfermos”, “Refugio de los pecadores”, “Consuelo de los afligidos”, “Puerta del cielo”, “Reina de la familia”,…
¡Que bien se está con Ella!
14 comentarios
Eramos !tan felices!
A veces me pregunto porque se ha perdido esa sensación de gratitud y amor incondicional. Sensación que aun ahora de adultos podemos recordar con una gran sonrisa no sólo en nuestros labios sino en nuestro corazón.
En la capilla donde voy a confesarme hay una imagen de la Virgen que dice: "Cuanto más tú me honres, más yo te honraré". Si uno lo piensa, honrar a la Reina de Israel y del Cielo es un privilegio precioso. Yo vivo en Virginia una tierra que fue dedicada a la anticatólica Isabel I de Inglaterra pero el nombre y la proximidad de Maryland (Mary-land, se entiende?) me dan la pauta de que ella no está muy lejos. También tenemos por aquí una hermosa basílica dedicada a la Inmaculada Concepción, donde el Papa visitó el mes pasado.
Bienvenida! Que María te acompañe al escribir tu blog.
!Qué bueno es recordar (al menos durante este mes quien no lo haga siempre) a la amada Madre de Jesús¡
Siempre ha sido, al menos lo era, el mes de mayo, el de María. Tiempos de infancia que no volverán ya por el devenir del siglo. Siempre con recuerdos especiales para la que quiso dar el fiat, entre la sorpresa y el miedo, al ángel enviado a su casa.
Acordarnos de María Madre debería ser obligación grave de los que nos consideramos hijos de Dios.
Aquí te mando un poema mío (siento mucho tener que citarme habiendo tantos buenos escritores que tanto quieren a la Madre de Cristo) del poemario-prosario "Agradecido afán". Quiero compartirlo contigo y con los lectores de tu Blog. Tiene un título que dice bastante de lo que luego sigue.
Así somos hijos tuyos
Cuando, con esperanza no caída,
estamos ante la desgracia
tratando de aliviar al alma triste
y, cuando, somos testigos de un mundo ajeno
a Dios y, por voluntad propia, tibio,
y damos nuestro corazón
y nuestras manos a obras en desagravio
del Padre…entonces somos hijos tuyos.
Cuando vemos a lo mundano del hombre
prevalecer, dejarse vencer por la desidia
y entregar su vida a la tentación y al pecado,
como olvido de Dios,
y oramos pidiéndote intercesión
ante su clemencia y misericordia…
entonces somos hijos tuyos.
Cuando, en cada amanecer de nuestra vida,
no podemos evitar que la lágrima recorra el rostro
ante el triste devenir de los hermanos
y ante la victoria del maléfico sobre sus almas
y, entonces, y por continuar con la lucha,
demandamos auxilio y demandamos luz
para contrarrestar tamaño desamor…
entonces somos hijos tuyos.
Cuando, en el camino que sobreandamos a diario,
nos encontramos con ciertas actitudes faltas de entrega,
y vemos, entristecidos por esa necesidad imperiosa
de dicha y de gracia,
que sólo invocando tu nombre, María Inmaculada y Madre,
saldremos de esta oscuridad tan voluntaria…
entonces somos hijos tuyos.
Por eso, salvadora nuestra e intercesora,
danos luz y vida para seguir llamándote,
para seguir demandando tu paso por nuestro mundo,
para seguir presente, como entonces,
cuando dijiste sí a quien te pedía esa merced,
de parte de Dios.
Amén.
Muchas gracias, Reme, por recordarnos, otra vez, a nuestra Madre.
Siento haberme equivocado en la última letra de tu acortado nombre en el comienzo de mi comentario. Es que escribir a estas horas de la noche produce cosas así...
Lo siento.
Es lo que el mundo espera y necesita de nosotros. El Evangelio de la Alegría. La alegría verdadera y plena que sólo encontrareos en el regazo de la Madre, de la Virgen. El gran regalo que el Señor nos hizo en la cruz, después de haber entregado su cuerpo por nuestra salvación. ¿Cuánto tenemos que aprender de ella? En su escuela, nos haremos verdaderos cristianos.
¡¡Un fuerte abrazo desde la Tierra de María Santísima!!
Un beso fuerte
Inmaculada Sánchez Ramos
“María, madre del Sí, tú has escuchado a Jesús
y conoces el timbre de su voz y el latido de su corazón.
Estrella de la mañana, háblanos de EL
y muéstranos tu camino para seguirlo en la vía de la fe.
María, que en Nazaret has vivido con Jesús,
imprime en nuestra vida tus sentimientos,
tu docilidad, tu silencio que escucha
y haz florecer la Palabra en la elección de la verdadera libertad.
María, háblanos de Jesús,
para que la frescura de nuestra fe
brille en nuestros ojos y anime el corazón de quien nos encuentra,
como hiciste tu visitando a Isabel, que en su vejez ha gozado contigo por el don de la vida.
María, virgen del Magnificat,
ayúdanos a llevar la alegría al mundo y, como en Caná,
impulsa a todo joven, impregnado en el servicio por los hermanos,
a hacer solo lo que Jesús dice.
María, pon tu mirada sobre el Ágora de los Jóvenes
para que sea el terreno fecundo de la iglesia italiana.
Ruega para que Jesús, muerto y resucitado, renazca en nosotros,
Y nos transforme en una noche llena de El.
María, Madonna de Loreto, puerta del cielo,
ayúdanos a elevar a lo alto la mirada.
Queremos ver a Jesús. Hablar con El.
Anunciar a todos su amor. Oración de Benedicto XVI a la Virgen de Loreto (Ágora de los Jóvenes Italianos)
Animo a los lectores del blog a que dejen sus alegres vivencias de romerías marianas, conversiones,...
Personalmente os he de decir que hasta mis hijos me ayudan a quererla más (generosidad en las oraciones vocales, visitas a ermitas, pequeñas intenciones diarias, etc.)
Gracias por darme la ocasión de hablar maravillas de Ella.
“El Santo Rosario no es una práctica piadosa relegada al pasado, como oración de otros tiempos en la que pensar con nostalgia. El Rosario vive una nueva primavera…En el mundo actual tan disperso esta oración ayuda a colocar a Cristo en el centro, como hacía la Virgen, que meditaba interiormente todo lo que se decía de su Hijo, así como lo que Él hacía y decía. Cuando se reza el Rosario se reviven los momentos más importantes y significativos de la historia de la salvación, se vuelven a recorrer las etapas de la misión de Cristo. Con María se orienta el corazón al misterio de Jesús".
"¡Que María nos ayude -exclamó el Santo Padre- a acoger en nosotros la gracia que emana de estos misterios para que a través de nosotros pueda filtrarse en la sociedad, empezando por las relaciones cotidianas, y purificarla de tantas fuerzas negativas, abriéndola a la novedad de Dios!".
"El Rosario, cuando se reza con autenticidad y no de forma mecánica y superficial, sino profunda, aporta paz y reconciliación. Lleva en sí la potencia salvadora del Nombre santísimo de Jesús, invocado con fe y con amor al centro de cada Ave María".
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