InfoCatólica / Remedios Falaguera / Categoría: General

4.02.10

La “Reserva” de la sabiduría animal

Decía San Antonio María Claret en sus Escritos autobiográficos que El Espíritu Santo le espetaba: “Perezoso, aprende de la hormiga la prudencia (Prov. 6, 6), y yo la aprenderé no sólo de la hormiga, sino también del gallo, del burrico y del perro”. Y añadía: “El burrico es un animal muy paciente; lleva las gentes y las cargas y sufre los golpes sin quejarse. Yo también debo ser muy paciente en llevar las cargas de mis obligaciones y sufrir con resignación y mansedumbre las penas, trabajos, persecuciones y calumnias”.

Es más, si nos acostumbramos a descubrir que mucho de lo que es Dios lo podemos conocer a través de la naturaleza y de la ley natural, no resulta extraño que al reflexionar sobre las palabras de Isaías, Perros mudos, que no pueden ladrar (Is. 56, 10), este gran santo hiciera hincapié en las cualidades del perro como estimulo en la practica de las virtudes necesarias para nuestra vida personal, social y espiritual.

Decía así: “1º. El perro es un animal tan fiel y tan constante compañero de su amo, que ni la miseria, ni la pobreza, ni los trabajos, ni otra cosa alguna es capaz, de hacerle separar de su dueño. l o mismo debo hacer yo; tan fiel, tan constante he de ser en el servicio y amor de Dios, que pueda decir con el Apóstol que ni la muerte, ni la vida, ni otra cosa alguna pueda separarme.

2º. El perro es más leal que un hijo, más obediente que un criado y más dócil que un niño. No sólo hace voluntariamente lo que el amo le manda, sino que además mira la cara del amo para conocer su inclinación y voluntad, a fin de cumplirlas sin esperar que se lo mande, lo que hace con la mayor prontitud y alegría, y aun se hace participante de los afectos del amo; por manera que es amigo de los amigos del amo y enemigo de sus enemigos. Yo debo practicar todas estas bellas cualidades en el servicio de Dios, mi querido Amo. Sí, gustoso haré lo que me mande, estudiaré su voluntad para cumplirla, sin esperar que me mande; ejecutaré con prontitud y alegría todo lo que disponga por sus representantes, que son mis Superiores. Seré amigo de los amigos de Dios y trataré a los enemigos de Dios como El disponga, ladrando contra sus maldades para que desistan de ellas.

3º. El perro vigila de día y por la noche redobla su vigilancia; él guarda la persona del amo y todas las cosas que al amo pertenecen; él ladra y embiste a cuantos conoce o barrunta que pueden perjudicar a su amo y a sus intereses. Yo debo procurar vigilar continuamente y declamar contra los vicios, culpas y pecados, y contra los enemigos del alma.

4º. El perro el mayor gusto que tiene es el estar y el andar a la presencia de su amo. Yo procuraré andar siempre con gusto y alegría a la presencia de Dios, mi querido Amo, y así no pecaré nunca, y seré perfecto, según aquella palabra: Ambula coram me, et esto perfectus (Gen. 17,1: Anda en mi presencia y se perfecto.)”.

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31.01.10

La puerta del dragón

Últimamente no tengo mucho tiempo para actualizar esta columna.Así que espero que no les moleste si les cuento una leyenda de la que podemos extraer una buena enseñanza.

¡Vamos allá!

Resulta que en la parte alta del Rio Huang (Rio amarillo),en la quela corriente del agua desciende con más fuerza, existía una puerta llamada “La Puerta del Dragón”.

Cuenta la leyenda que el pez que pudiera nadar contra la corriente del río y superarla podría convertirse en un dragón.(Para los orientales el dragón es considerado un ser poderoso, de gran sabiduría y al que todos le tenían un gran respeto)

Varios peces lo intentaron, pero, únicamente, una pequeña carpa de colores brillantes y alegres, el koi, tuvo éxito. Nadando río arriba, escalando rápidos y cascadas, sin dejar que nada le apartase de su camino, llego hasta la puerta. A pesar de encontrarse agotada por el esfuerzo realizado, nada le impidió superar su último obstáculo. Sin pensarlo dos veces, la carpa saltó por encima de ella y se transformó en un dragón.

Al instante, su pequeño cuerpo se vio henchido de sabiduría, de fuerza, de valentía y de amor, no solo para superar los obstáculos, sino para lograr el éxito de por vida.

Preciosa, ¿No les parece?

He leído en algún lugar, que los antiguos samuráis (“aquellos que sirven”), la utilizaban como alegoría de valentía para enseñar a los jóvenes reclutas, puesto que para estos aguerridos guerreros, la rectitud en el obrar, el coraje, la honestidad, la lealtad, la benevolencia, el respeto y el honor constituyen la base de su código moral.

Por ello, hoy como ayer, nos podemos empeñar en nadar contra la corriente, con esfuerzo y perseverancia, sin miedo a los estorbos del camino, y “pasando” con alegre descaro de los comentarios irónicos y del desprecio, al que nos tienen acostumbrados los “políticamente correctos”.

Con el propósito de conquistar el éxito nos mantendremos vivos y alertas en nuestro empeño.

Como decía Juan Pablo II: “la humanidad entera tiene una necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes, que se atrevan a andar a contracorriente y a proclamar con fuerza y entusiasmo su propia fe en Dios, Señor y Salvador”.

¡Podemos y debemos hacerlo!

14.01.10

"El pacto"

Decía el gran Federico Fellini que “la televisión es el espejo en donde se refleja la derrota de todo nuestro sistema cultural”.

Si por cultura entendemos todos aquellos valores, tradiciones, normas, valores, conocimientos, actitudes, etc. que nos caracteriza como grupo social, y que se transmiten de una generación a otra con el objetivo de sacar lo mejor de uno mismo en beneficio de la sociedad, mucho me temo no vamos por buen camino.

De hecho, asi me parece evidente después de ver el primer capitulo de la nueva serie de Telecinco, “El pacto”. En feedcto, en dicha serie los padres carecen de cualquier proyecto educativo, no tiene ninguna autoridad moral sobre sus hijas, y, a lo mejor, como consecuencia de ello, son continuamente humillados por sus hijas; hijas, que solo unas niñas, han mantenido relaciones sexuales con el único proposito de jugar a ser mamas.

Esta serie recrea una realidad ficticia en la que sus protagonistas se atreven a jugar con la belleza de la maternidad, con la vida humana, con el valor de la amistad, con la vida de familia, etcétera, etcétera, etcétera.

Y todo ello aderezado con un lenguaje soez y ordinario.

En definitiva, no creo esta serie sea beneficiosa para la salud personal, familiar, cultural y social de los jóvenes que nos rodean.

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2.01.10

Feliz Año Nuevo

Les deseamos a todas las buenas personas que conocemos, que el próximo año tengan toda la fuerza y den lo mejor de sí mismos, sin importarles que les recompensen sus esfuerzos para trabajar por un mundo mejor, en el que la paz sea posible, con justicia y equidad… y en el que sobrevivan las utopías aunque parezcan (y sean) imposibles.
Porque trabajar para construir un mundo mejor es la felicidad más posible: Feliz Año Nuevo de TRABAJO para todos!”
(Mafalda & Cia)

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19.12.09

Con la sencillez de los pastores

“El cuerpo canta; la sangre aúlla; la tierra charla; la mar murmura; el cielo calla y el hombre escucha”. (Unamuno)

“Ya se marchan los pastores. Ya se van hacia Belén. Yo quisiera ser pastor para marcharme también.

Cantemos de alegría, cantemos sin cesar, porque un Niño ha nacido para enseñarnos a amar”, rezaba un villancico original de mi colegio.

A este propósito, y mientras coloco las últimas figuras del Belen, me viene a la memoria un pensamiento de Juan Pablo II: “¡Qué bellos y emotivos son los villancicos, que en la tradición de cada pueblo se cantan en torno al nacimiento! ¡Qué profundos sentimientos contienen y, sobre todo, cuánta alegría y ternura expresan hacia el divino Niño venido al mundo en la Nochebuena!”.

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