El mejor obsequio: amor a manos llenas
Debido a una pequeña intervención quirúrgica en el brazo no puedo utilizar fácilmente el teclado del ordenador. Ahora bien, esta pequeña-gran dificultad no me impide regalarles este artículo de una gran amiga. Como dice ella misma: Ui les àvies si en fem de disbarats…! ( ¡Hoy las abuelas sí que hacemos disparates…!)
El mejor obsequio: amor a manos llenas
Me dice el corazón que en tiempos de crisis podemos favorecer la austeridad de los hijos y facilitar que aprendan a valorar mejor los bienes que perduran.
Os hago una confesión. Al comienzo de ser abuela sólo pensaba en qué regalo le gustaría más a mis nietos. Si para mí me dolía gastar dinero, para mis nietos no tenía ningún remordimiento en comprar y perder el tiempo para elegirles ropa y juguetes.
La primera vez que les hice sentarse en el sofá diciéndoles que tenía una sorpresa para ellos y les iba dando los paquetes, ellos rieron mucho y yo estaba muy excitada; la segunda vez noté una mirada especial por parte de los padres, y la tercera intuí que estaban un poco molestos… ¡Los nietos estaban felices, claro! La cuarta vez mi hijo me dijo que no lo volviera a hacer más.