Haberlas, haylas

Una mujer es como una bolsa de té, no sabes lo fuerte que es hasta que la metes en agua hirviendo. Eleanor Roosevelt.

Últimamente, y desgraciadamente, veo como muchas mujeres abandonan a sus maridos e hijos, por una mal entendida necesidad emocional que no ha sido cubierta durante los años de matrimonio.
Es verdad que después de muchos años de matrimonio, y si no se han cuidado los pequeños detalles de cariño, gratitud y respeto día a día, se abren unas heridas que son difíciles de curar.

Muchas de ellas se quejan de la falta de atención y reconocimiento, de frialdad en la comunicación, de ausencia de intereses comunes, de un aumento de críticas y quejas cruzadas, de tener que mendigar miguitas de amor…

No soy quien para juzgar a nadie, pero comportarse como adolescentes tardíos para solucionar tus problemas, querer recuperar lo que no vivió durante años, eludir sus responsabilidades, malentender su “necesidad” de autonomía sin asumir responsabilidades considerando el compromiso como un obstáculo para su libertad, su negación a envejecer, exigir que los de alrededor satisfagan sus necesidades, culpar a los demás de todo lo que les sucede,… eso, obviamente, pasa factura.

Tal vez, o no, es por lo que me gustaría recordar el texto de la “mujer virtuosa” que encontramos en el libro de Proverbios, capítulo 31.Todo un manual de conducta que enseña de manera maravillosa la contribución única que pueden hacer las mujeres a la vida como esposa, madre y ama de casa.

Unos consejos “para llevar una vida feliz y provechosa (…) para que el hombre alcance la felicidad que discurre entre las actividades ordinarias de la vida humana”1 que no pierden vigencia y a los que nos podemos aferrar cuando los necesitemos. Dice así:

Una mujer fuerte ¿quién la encontrara?
Vale mucho más que las perlas.

En ella confía el corazón de su marido,
y no le faltará ganancia.

Le procura bien y no mal
todos los días de la vida.

Busca lana y lino
y trabaja con diligencia.

Aplica sus manos a la rueca,
sus palmas empuñan el huso.

Abre su palma al indigente,
y extiende su mano al pobre.

Falaz es la gracia y vana la hermosura,
la mujer que teme al Señor será alabada.

Dadle el fruto de sus manos,
y que sus obras la alaben en las puertas.

Esta mujer admirable y perfecta, de gran rectitud moral y de extraordinaria calidad humana y espiritual, que sobresale de todas las demás y que sabe actuar correctamente en todos los momentos del día, es un ejemplo para muchas de nosotras que nos consideramos estar muy lejos de ser llamadas virtuosas. Pero haberlas haylas. Se las puede ver a diario entre nuestras amigas, hermanas y familiares. Día a día transforman a los que tienen alrededor con pequeños gestos heroicos. Y lo hacen con amor y por Amor

“El autor no ha ido a buscar a Ia mujer fuerte a un trono, ni a un palacio suntuoso, ni en los consejos del rey, ni en medio de las asambleas humanas; va más bien a buscarla en Ia condición común y ordinaria en Ia cual Dios ha querido colocar a Ia mujer, es decir, en su misión de esposa, de madre, de ama de casa y hasta de señora de los campos, porque es solamente en esa condición sencilla y modesta en Ia que ella está llamada a mostrarse fuerte, Io que significa inteligente, activa, previsora, ordenada en todas las cosas, únicamente ocupada en Ia práctica de sus deberes y de Ia virtud…

Las naciones paganas, que habían asignado a Ia esposa un grado subalterno y una misión casi obscura en Ia casa del esposo, jamás tuvieron para Ia mujer semejantes elogios”.2

De hecho, esto no ha hecho más que empezar. Aunque muchas de nosotras estemos lejos de ser la mujer perfecta, si ponemos a funcionar nuestra sensibilidad, nuestro servicio al otro, nuestra fidelidad, nuestra fortaleza y piedad, nuestra laboriosidad,…. Estoy segura que, poco a poco, contribuiremos a hacer más humana nuestra familia, nuestro trabajo, a la Iglesia, a la sociedad, y por supuesto, a nosotras mismas.

Puesto que “la fuerza moral de la mujer, su fuerza espiritual, se une a la conciencia de que Dios le confía de un modo especial el hombre, es decir, el ser humano. Naturalmente, cada hombre es confiado por Dios a todos y cada uno. Sin embargo, esta entrega se refiere especialmente a la mujer —sobre todo en razón de su femineidad— y ello decide principalmente su vocación (…) La mujer es fuerte por la conciencia de esta entrega, es fuerte por el hecho de que Dios «le confía el hombre», siempre y en cualquier caso, incluso en las condiciones de discriminación social en la que pueda encontrarse. Esta conciencia y esta vocación fundamental hablan a la mujer de la dignidad que recibe de parte de Dios mismo, y todo ello la hace «fuerte» y la reafirma en su vocación. De este modo, la «mujer perfecta» (cf. Prov 31, 10) se convierte en un apoyo insustituible y en una fuente de fuerza espiritual para los demás, que perciben la gran energía de su espíritu. A estas «mujeres perfectas» deben mucho sus familias y, a veces, también las Naciones".3

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1.Biblia de Navarra, Eunsa, pag 841
2.Citado por Girottí en La Sacra Bibbia (M. M. sSales - P. G. Girotti) VI
(I Sapienziali; Torino 1938) p. 122).
3.Juan Pablo II,Mulieris dignitatem,n.30

10 comentarios

  
José Manuel Genovés
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Claro que las hay... ¡mi esposa es una de ellas!

Gracias por tu escrito, Remedios. Que Dios te bendiga.

¡Feliz Domingo a todos! (Hoy es el aniversario de bodas de mis padres. $9 años casados. Rezad por ellos)
09/02/14 11:08 AM
  
José Manuel Genovés
$9 quiere decir 49 años.

(Es lo que tiene no leer antes de enviar...)
09/02/14 11:09 AM
  
Carlos Gómez Aviña
*****
Doy gracias a Dios Nuestro Señor por mi esposa Socorro, ella es el mejor regalo que Dios me ha dado, este año cumpliremos 30 de casados. Los 30 mejores años de mi vida.
09/02/14 5:37 PM
  
Teresa Taxonera Isart
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Vale la pena querer así. Aunque no lleguemos a la altura, lo importante es la lucha, el día a día, poner toda nuestra ilusión. Mi vida es mi familia, mi marido primero y después mis hijos y doy gracias a Dios por ella.
Reme un artículo excelente. Muchas gracias.
12/02/14 9:49 PM
  
abc
*****
Es necesario hablar bien claro: La vida del hombre está hecha por Dios sólo para que crea en católico, así viva y se vaya al cielo. La mujer que así lo entienda y lo viva será una mujer chipén. Y si no es así, pues... irá tirando como pueda en la vida. Y hoy, tal como está la sociedad, como esa mujer carece de base o fundamento pues se hundirá, será depresiva, clienta del psiquiatra y tomadora de pastillas antidepresivas.
15/02/14 7:34 PM
  
abc
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Es muy verdadero lo que escribió el Doctor Marañón de la mujer española: Hembra muy buena paridora de hombres recios. sobrios, aguantadores de grandes sacrificios, sanos de cuerpo y sobre todo de alma, por lo que fueron capaces de hazañas que asombrarán siempre al mundo entero. Y todo eso es porque aquellas mujeres eran católicas. Pobres e ignorantes pero católicas de verdad. Ojalá hoy todas las mujeres españoles fueran como aquellas. España sería el país de la alegría, yno el de la tristeza, como hoy día.
26/02/14 4:40 PM
  
sergio
Abc, prefieres una mujer pobre e ignorante, que bajo es eso, prefiero a la mujer sabia e instruida, como la mía, los dos somos iguales e iguales nos tratamos, no la tengo como una paridora, sino como mi esposa, amiga, amante, confidente y compañera.-
27/02/14 12:15 PM
  
abc
Dios hace milagros pero sin aparentar que los hace. Y es que el 8 de marzo es el día de la mujer, según mi no querida ONU. Pues bien, ese día es la fiesta del Beato Faustino Míguez, escolapio y Fundador de la Congregación de las religiosas Calasancias dedicadas a la evangelización de chicas pobres. siglo XIX. Y El Beato considera a la mujer "Alma de la Familia y la Sociedad". ¿ Sabrán los de la ONU esta hermosa coincidencia ?. No importa, ahí está el milagro para los que crean, y para los que no, pues igual de milagro es, pero que se pierden una verdadera enseñanza para la mujer y sobre todo para la mujer española, católica, que a pesar de ser pobre e ignorante durante muchos siglos paría sin enfermedades, ni abortos a españoles capaces de grandes hazañas. Y hoy con tantas pastillas y cosas de esas paren uno, o dos y nada. Y los hijos siempre yendo al médico.
28/02/14 3:06 PM
  
sergio
El 8 de marzo recuerda un hecho luctuoso,en donde muchas mujeres murieron quemadas, asfixiadas o por caida huyendo del fuego, pues el dueño de la fabrica cerro todas las puertas y las pobres mujeres no pudieron salir, de milagro esto no tuvo nada, de insidia humana mucho, todo por explotar a esas mujeres, por eso las prefiero instruidas y sabias, autónomas y libres
28/02/14 3:26 PM
  
abc
En el día de la mujer cantaré un cántico de alabanza a mi madre q. e. p. d., madre de 11 hijos y tres sacerdotes, que me enseñó el Ave María, el Angel de mi Guarda y la oración a San José par tener una buena muerte, que lavaba la ropa a mano, que tenía la casa limpia y ordenada y lloraba mucho por sus hijos cuando nos íbamos de casa, y que rezaba mucho por nosotros y que no se dejó la Misa ni un Domingo, y que tuvo los hijos que Dios le dió. Y sólo había ido a la escuela de primaria. Bendita sea mi madre. Una mujer de un pueblo pequeñito.
08/03/14 6:50 PM

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