5.06.09

No cabe un tonto más

El sindicato de la ceja zetapéica no tiene vergüenza ni la conoce. Hacen gala de su cinismo sin ruborizarse siquiera un poquito.

Ahora se han inventado el bautismo laico, algo así como una «ahogaílla piji-progre». Si con el bautismo el bautizado se configura con Cristo, siéndole infundidas las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, con esta «ahogaílla piji-progre» el ser vivo pero no humano – o sí, yo que sé -, quedará configurado con Pedro Zerolo, recibiendo las virtudes progresistas de la alianza de civilizaciones, la sostenibilidad y la solidaridad transversal paritaria, quedando en condiciones el sumergido de luchar contra el cambio climático y la guerra de Irak, que como todo el mundo sabe fue culpa de Aznar.

Leer más... »

4.06.09

Virtudes frente valores. Interesantes palabras de Monseñor Martínez

La ética de los valores surgió como una alternativa a la subordinación de la moral a la metafísica y a la completa autonomía por esta preconizada por Kant. Sobre esta vía media se ha intentado fundamentar la moral sin pasar por la metafísica.

En principio, los valores serían cualidades objetivas que serían aprendidas a través de los sentimientos intencionales de la misma manera que los actos intelectuales conocen la verdad o los sentidos alcanzan la experiencia de los objetos. Existen los valores de la persona, los valores de cosas valiosas – esto es, los bienes -, lo valores de las vivencias intencionales y los valores sociales, colectivos; por último, tendríamos los valores por sí mismos y los valores por referencia.

Los valores se ordenarían según una jerarquía, a saber:

1º.- Lo agradable y lo desagradable.
2º.- Los valores vitales.
3º.- Los valores espirituales.
4º.- Los valores religiosos.

Leer más... »

2.06.09

1.06.09

31.05.09

Pentecostés

Juan 14, 23 - 31

En aquél tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras.Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado.
Os he dicho estas cosas estando entre vosotros.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
Habéis oído que os he dicho: “Me voy y volveré a vosotros."Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder;
pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí.”

Leer más... »