Cultura gay
Es indudable que estamos en una revolución de los principios morales que rigen el orden natural.
No es únicamente una cuestión de distracción de la crisis económica, como nos quieren hacer creer el pijiprogrerío ppero, sino una verdadera transmutación de la ecología moral.
Y en eso están.
En Sevilla, la ciudad en la que nunca pasa nada, estamos acostumbrados a ello, por eso noticias como esta, no nos llevan al asombro.