Breves notas en torno a la instrucción Universae Ecclesiae
A poco más de una semana de la publicación de la instrucción sobre la aplicación del Motu Proprio Summorum Pontificum, los comentarios y escolios en la red se han venido sucediendo a dicho texto. Para unos, el documento se queda demasiado corto, para otros, es un avance, en todo caso, es un motivo de alegría. La Liturgia Usus Antiquior es un tema que suscita el interés, lo que no deja de ser altamente positivo.
Que el Papa haya dedicado un motu proprio a tal asunto y que la comisión Ecclesia Dei haya dedicado una instrucción sobre la aplicación del motu propio, quiere decir que no es un asunto para nostálgicos, sino que está poniendo la Liturgia en el centro de la vida de la Iglesia. Como decía el Papa en la audiencia concedida a los miembros del Instituto Litúrgico San Anselmo, la Liturgia es el «sujeto capaz de renovar la vida cristiana». En este sentido, dicha instrucción está en continuidad con las enseñanzas del Romano Pontifice sobre Liturgia, enseñanzas que se encuentran espigadas tanto en sus catequesis como en sus homilías. En este sentido, el documento es un hito más en el camino iniciado por el Papa reinante.