La teología feminista y las Irlandesas
La ciudad de Sevilla parece el lugar concitado para la reunión de todas las herejías. Supongo que nos viene de tradición el ser una tierra de santos y, a su vez, de herejes.
Durante la reforma, el monasterio de San Jerónimo fue uno de los centros más importantes de irradiación del luteranismo, tanto que en él se produjo la famosa Biblia del Oso. Hoy el nivel no es tan alto – hasta para hereje hay que valer -, pero también llevamos lo nuestro encima.