3.12.08

El PSOE trae la salvación al mundo: paro y aborto

Los santones socialistas nos han traído la paz y la salvación al mundo en forma de paro y aborto. Casi tres millones de parados y 112.138 niños sacrificados. Es muy importante recordar la cifra: ni uno de los justos puede caer en el olvido.

En ningún momento los socialistas instalados en el poder han mostrado conmiseración ni por las criaturas que se quedan en la calles ni por los niños asesinados.

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1.12.08

El Alcalde y el Papa

Los políticos españoles muestran una hipocresía y un fariseísmo descomunal. Tanto los de la izquierda desvergonzada como los de la derecha vergonzante no se cortan un pelo, en lo tocante a la Iglesia, a la hora de exigir posicionamientos y definiciones precisamente a la única institución que lleva 2.000 años predicando lo mismo, a pesar de los avatares de la historia. Una y otra vez los vemos, blandiendo el dedo acusador, inquiriendo a los católicos en general y a los obispos en particular, si el comportamiento es o no evangélico. Se creen unos «superpapas» poseedores del magisterio eclesial.

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30.11.08

Primer domingo de Adviento

Forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesia

Introito. Salm. 24, 1-4

Ad te levávi ánimam meam: Deus meus, in te confído, non erubéscam: neque irrídeant me inimici mei: étenim univérsi, si, qui te exspécant, non confundéntur. Ps.ibid., 4. Vias tuas, Dómine, demónstra mihi: et sémitas tuas édoce me.Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto. Sicut era in princípio, et nunc, et semper, et in saécula saeculórum. Amen. - Ad te levávi…

A ti Señor, levanto mi alma; Dios mío, en ti confío; no sea avergonzado, ni se burlen de mí mis enemigos; pues cuantos en ti esperan, no quedarán confundidos. Ps. Muéstrame, Señor, tus sendas. V. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén. – A ti, Señor, levanto mi alma.

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28.11.08

Cambiar la naturaleza humana

«Quien se atreve con la empresa de instituir un pueblo debe sentirse en condiciones de cambiar, por así decir, la naturaleza humana; de transformar cada individuo, que por sí mismo es un todo perfecto y solitario, en parte de un todo mayor, del que ese individuo recibe en cierta forma su vida y su ser; de alterar la constitución del hombre para reforzarla; de sustituir por una existencia parcial y moral la existencia física e independiente que todos hemos recibido de la naturaleza. En una palabra, tiene que quitar al hombre sus propias fuerzas para darle las que le son extrañas y de las que no puede hacer uso sin la ayuda de los demás. Cuanto más muertas y aniquiladas están esas fuerzas, más grandes y duraderas son las adquiridas, y más sólida y perfecta es también la institución. De suerte que si cada ciudadano no es nada, ni puede nada sino gracias a todos los demás, y si la fuerza adquirida por el todo es igual o superior a la suma de todas las fuerzas naturales de todos los individuos, se puede decir que la legislación está en el más alto grado de perfección que puede adquirir».

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27.11.08

Ser católico

En los países donde la Iglesia Católica es perseguida, profesar la fe católica es un hecho que distingue. Se sabe donde están las Iglesias y los fieles que asisten a ella. En los países musulmanes los católicos son ciudadanos de tercera. En definitiva podríamos decir que el carácter que les imprime el bautismo es conocible por el mundo.

Otro tanto, sin llegar a los extremos anteriores pero también significativo, ocurría no hace mucho tiempo en países de marcado carácter protestante. Para ellos el catolicismo implicaba una cierta dependencia del individuo a Roma que podía afectar a la soberanía de la nación. Por ejemplo, el Venerable Newman, cuando el Romano Pontífice Pío IX proclamó el dogma de la infalibilidad papal, fue objeto de innumerables ataques - además de los motivados por su conversión, of course -, ya que políticos como Gladstone estaban convencidos de que los católicos no podían ser súbditos de la Gran Bretaña dignos de confianza: el Santo Padre tenía ascendencia moral sobre ellos - O tempora, o mores! – por lo cual el gobierno civil se podía ver dañado cuando se produjese una discrepancia entre el poder civil y la conciencia del individuo. Newman, como no podía ser de otra manera, contestó magistralmente en su «Carta al Duque de Norfolk» (la encíclica Veritatis Splendor de Juan Pablo II cita dos veces esta obra).

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