La agresividad contra la Iglesia (I)
No por mucho repetir un argumento, éste se vuelve verdadero. Si todos los días nos levantásemos pensando que lo blanco es negro, no por ello el ébano se volvería níveo. La Ilustración con sus revoluciones no trajo la separación de la Iglesia y del Estado. La Ilustración y sus epígonos modernos nunca han querido que la Iglesia se encuentre aparte, sino bajo la férula del poder estatal.
En líneas generales podemos decir que la Ilustración, en su
versión inglesa (por protestante) o en su versión francesa (por anticlerical), ha sido enemiga de la Iglesia, recogiendo estos pensamientos sus herederos hasta el día de hoy. Y digo de la Iglesia, no de la religión.