La ofensa de lo más sagrado
En Cádiz se dice que el Carnaval es libertad, sin embargo no hay nada más falso que ese dicho. En Cádiz, como en cualquier otro sitio de esta Andalucía de mis entrañas, la libertad brilla por su ausencia.
Socapa de libertad, se esconde nada más que chocarrería y procacidad, olvidando el doble/triple sentido de aquellas antiguas letras que tanta fama, honor y gloria le dieron al Carnaval gaditano. La guasa ha degenerado en grosería, tema también recogido por alguna agrupación este año.
De uno tiempo a esta parte, la libertad con las que tanto se les llena la boca a más de uno, ha devenido en libertad para insultar, además, contra los mismos, ya que contra el Régimen andaluz muy pocos se atreven. Es el fielato que hay que pagar para ganar el concurso del Falla.