¿Protestante o católica?
La foto está tomada de la web de la Asociación Una Voce en Málaga, página, por otro lado, interesantísima.
Es una celebración de la cena del Señor de una comunidad protestante. ¿Hay alguna diferencia sensible con la forma en la que algunos sacerdotes distribuyen la Eucaristía? En lo externo desde luego no se ve ninguna.
Explica el Catecismo (CEC 1071)
La Liturgia, obra de Cristo, es también una acción de su Iglesia. Realiza y manifiesta la Iglesia como signo visible de la comunión entre Dios y de los hombres por Cristo. Introduce a los fieles en la Vida nueva de la comunidad. Implica una participación “consciente, activa y fructífera” de todos (SC 11).
Además, en la Sacrosantum Concilium leemos que:
La Liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza. Pues los trabajos apostólicos se ordenan a que, una vez hechos hijos de Dios por la fe y el bautismo, todos se reúnan para alabar a Dios en medio de la Iglesia, participen en el sacrificio y coman la cena del Señor. (S.C. 10)
Por desgracia, siguen abundando los abusos litúrgicos gracias a una liturgia creativa que carga la suerte en la horizontalidad, en la comunión del pueblo, olvidando que la liturgia es el culto que la Iglesia rinde a Dios.
Es posible que detrás de esta devaluación de la liturgia se encuentre en la lectura radical que ha hecho cierta teología postconciliar del ser de la Iglesia, concibiéndola a lo sumo como pueblo de Dios, en un sentido totalmente sociológico, es decir, como construcción humana que por tanto, puede adaptarse a las necesidades de los tiempos.
Sin embargo, la Iglesia es Pueblo de Dios, Templo del Espíritu Santo, Misterio, Cuerpo Místico de Cristo y Sacramento tal como la define el Concilio Vaticano II:
La Iglesia es en Cristo como un sacramento o signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano (LG 1)
La liturgia no es del sacerdote que oficie en cada momento, la liturgia es del Señor. Igual que la Iglesia es la Iglesia del Señor. Si nos quedamos sólo en lo superficial, en lo sociológico, en la comunidad, entonces darán igual las vestimentas, el pan, el vino y todo, pero en ese momento no estaremos celebrando la liturgia del Señor, sino la nuestra.
Ahora bien, este desastre eclesiológico ¿no revela en el fondo un desabarajuste cristológico? Si no sabemos quién es Cristo, ayer nos informaba nuestro periódico que el Papa había recordado de nuevo que el cristianismo es un encuentro con Cristo, ¿cómo vamos a saber qué es la Iglesia?
A partir de aquí se explica como algunas celebraciones litúrgicas estén protestantizadas.
De ahí que sea muy difícil discernir si la foto pertenece a una celebración católica o no.
14 comentarios
Por desgracia, soy muy mal católico y me cuesta sentir la Eucaristía como el Cuerpo de Cristo. Pero lo que tengo claro es que lo és...así que cuando se consagra me arrodillo como signo de ADORACIÓN A DIOS VIVO Y PRESENTE.
Me cuesta ir a comulgar...porque si ese trozo de pan es DIOS MISMO...¿acaso yo, que soy una persona corriente...con más defectos que virtudes...soy digno de que entre en mi casa? (En este punto...qué razón tiene el texto anterior "Señor, no soy digno que entres en mi casa..".
Simplemente cogerlo con las manos no me acostumbro...me dá "palo" que se caiga al suelo...(vale que debo ser carca).
Por todo ello, si la Eucaristía es el Cuerpo de Cristo...simplemente no entiendo que la gente no se postre ante DIOS VIVO, no se acojone a la hora de comulgar....sino que después de haber tenido palique y cachondeo durante la celebración...se vaya a comulgar como otro paso más de misa...y que aquí todo el mundo pueda dar de comulgar..en muchos casos siquiera sin preparación sobre la Eucaristía...
Y si no es el cuerpo de Cristo...¿a qué "co*o vamos a la Iglesia?¿qué razón tiene la celebración de la Eucaristía?
Y todo esto lo expongo dado que es uso común el charlar durante la celebración, el estar de pié, el entrar y salir...e incluso en algún caso "de noticia" el comulgar con rosquillas....y todo esto no solo con la aprobación...sino con la motivación de los mismos sacerdotes de las iglesias...
Un saludo
El empeño de muchos (no de todos) en esta traducción responde a una exigencia de respuesta ferente a este equívoco de los fieles, que es lo que más está dañando a la Iglesia en la actualidad. ¿Quién no ha ido por la calle y ha escuchado los equívocos de tantos y tantos fieles a partir de esta traducción errónea? Por favor, que lo cambien ya, o no sé si llegaremos al año que viene vivos.
No tengo nada que objetar a sus comentarios acerca de uso abusivo de la liturgia católica (desgraciadamente siempre realizado con buena intención por parte de los celebrantes). Pienso, como ha expresado en alguna ocasión Benedicto XVI, que ese tipo de creatividad llegaba al límite de lo soportable. Todos hemos tenido experiencia de ello. Pero hay que reconocer que este tipo de dislates son hoy casi residuales. No es ése el problema mayor de la Iglesia. Poco a poco, los experimentos litúrgicos tienden a desaparecer. Compararlos con la práctica habitual de las comunidades pseudo-protestantes españolas no es justo.
Ha habido, sin embargo, en la Iglesia Española, un capítulo que creo no ha quedado cerrado: se trata de las famosas "misas" de Entrevías. Aquí no se ha tratado de un fenómeno privado, reservado solamente a la comunidad de base de turno: ha habido todo un impacto nacional e internacional. Como residente en el extranjero, puedo testificar que he seguido el caso gracias a algún reportaje emitido por una cadena norteamericana. En él, quedaba claro que no ha ha habido clarificación, juicio ni enmienda de parte de la jerarquía española. Aun lejano de la patria, puedo asegurar que muchos fieles españoles que viven la fe en ese horizonte eclesial llamado "de base" (que es donde realmente se da el tema de la inflación de creatividad litúrgica) han quedado convencidos de que a la jerarquía no le ha quedado más remedio que aceptar el "ritual de Entrevías" por reflejar éste un verdadero compromiso con los pobres y desheredados (pese a quién más hemos visto zampando pan y bebiendo vino de la copa ha sido a gente del glamour político y del lobby gay; hablo así de ramplón porque estoy convencido de que aquello no es Eucaristía católica). Sin embargo, la Comisión Episcopal para la Doctrina de la fe, pese al impacto mediatico del hecho, no se nos ha dicho a los católicos de a pie, si aquello es o no es Eucaristía. Dicho sea de paso, esto es un verdadero reto teológico, al menos cuando celebran con pan y con vino. Porque cuando lo hacen con turrón y mosto (para acoger así a los musulmanes) está claro.
En una casi coincidencia temporal, la susodicha Comisión se ha apresurado a advertirnos de los riesgos del libro de Pagola, al mismo tiempo que el obispo del autor ha provocado la introducción de unas correcciones, antes de otorgarle el "nihil obstat". ¿Distinta vara de medir? ¿Diferente trato según quien sea el ordinario del afectado? Juzgue cada uno. No me vale que se me responda que el libro de Pagola es más dañino que las "Misas de Entrevías" o que la cristología es el origen de la eclesiología, y que la Comisión atiende hechos "cristológicos" y no práxis "eclesiológicas".
Yo aporto un dato: mi madre asiste cada día a la Sta Misa y de rodillas ora desde las entrañas el ignaciano "Anima Chirsti". Yo también, por cierto; de ella lo aprendí. Nadie me ha enseñado la fe como ella. Me gana en fidelidad y afecto a la Iglesia. Y ella ha leído el libro de Pagola: y nada ha cambiado en ella. Tantas otras personas, con tan buena intención como ella, acaso con menos formación o talante, están convencidas de que a la "perversa jerarquía eclesiástica de Madrid" no le ha quedado otra que aceptar la "verdad" de las celebraciones de Entrevías, propias de una iglesia que debe estar con los tiempos (y bla, bla, bla; ya me entienden). ¿Porqué no se les aclara esto? ¿porqué no se interviene?
El problema, Sr. Isaac, no está, creo, en las residuales (y muy minoritairas) misas que se parezcan a las celebraciones de los pseudo-protestantes españoles. El problema está en el silencio de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, acaso demasiado entretenida en condenar el libro de un ex-vicario general de una diócesis cuyo obispo es, para ciertas corrientes, demasiado incorrecto. Acaso las prácticas litúrgicas de la diócesis donde está Entrevías estén exoneradas del entredicho teológico en razón de su ordinario. Si no, ya me explicarán ustedes la desproporción.
Así que, por ejemplo, cuando nos digan cómo debemos decir en castellano "Pro multis" obedeceremos, que para eso recibimos el Orden (faltaría más), pero nos quedará la rémora de una sonrisa irónica, casi escéptica, por cómo se han tratado otros temas eucarísticos. En desproporción. Así que, permítame el blogger, parafrasear su dicho "este desastre eclesiológico ¿no revela en el fondo un desbarajuste cristológico?": Este desastre disciplinar ¿no revela en el fondo un desbarajuste jerárquico?
Gracias por la atención
Tengo entendido que la obediencia a las órdenes directas del Santo Padre es tenida en cierta estima por algunos sectores, es verdad que harto extremistas, de la Iglesia en España.
Supongo que habrá personas más versadas en teología que el Santo Padre, y hasta es posible que vd. sea una de ellas, por eso le ruego encarecidamente que haga el favor de remitirle también a él sus excelentes razones.
Seguro que el orbe cristiano le quedará eternamente agradecido por sus sin par desvelos.
parsifal39:
"Este desastre disciplinar ¿no revela en el fondo un desbarajuste jerárquico?"
Sí. Pero también revela un desbarajuste teológico, que se refleja en la cristología de Pagola, por ejemplo.
Desde el Concilio Vaticano II ya no hay un Index Librorum Prohibitorum, ya no se habla de anatemas. La condena de obras o autores son excepcionales.
Al no haber casi condenas han pasado dos cosas. En primer lugar, todo el Magisterio ha pasado a ser interpretado como dogmático por unos y como relativo por otros. En segundo lugar, la única forma de hacer universalmente obligatoria una enseñanza sin convertirla en dogma ha sido por la apelación a la disciplina. Es muy clarificador el caso de la encíclica Humanae Vitae del venerable Pablo VI.
Así las cosas, los problemas que aparezcan en la Iglesia ya no estarán relacionados con la hereticidad de las posiciones sostenidas sino con el juicio sobre quién pertenece realmente y quién no a la Iglesia Católica. Tal es el caso de Entrevías.
Benedicto XVI está intentando encauzar el desastre litúrgico posconciliar. Como consultor del Cardenal Frings y discípulo de Karl Rahnner él sabe mjeor que nadie cómo la organización de los obispos de habla alemana monopolizó las comisiones conciliares que decidían qué textos se presentaban a votación y que textos no.
Encauzar la liturgia es paso necesario pero no suficiente para encauzar la teología. Benedicto XVI lo sabe. Sin embargo, por desgracia, no todos los obispos españoles lo saben. O, si lo saben, no todos están dispuestos a hacer algo al respecto.
Más de lo mismo en http://religionenlibertad.com/blog/index.php?blog=20&title=la_resistencia_pasiva_de_los_obispos_esp&more=1&c=1&tb=1&pb=1
Y aún más: http://www.catholicherald.co.uk/articles/a0000351.shtml
Me ha parecido interesante su comentario, yo no creo que sea carca, pero pienso que quizá peca usted de exceso de escrúpulos, yo soy parecido, antes comulgaba con las manos. Recuerdo una ocasión en la que al ir a comulgar con las manos una mosca se me posó en un dedo, me dio aprensión y recibí la Sagrada forma directemente en la boca, no quería tocarla despues de haberme tocado un insecto "coprófago".
Francamente si valoramos realmente el misterio de la presencia de Dios en la Eucaristía ¿quienes somos para no recibirle? (estando preparados) es el Señor el que nos hace dignos, recuerde el pasaje de Mateo 8 donde un leproso dijo, "señor si quieres puedes sanarme" el Señor lo tocó y le dijo "quiero, queda sano". Como ese leproso debemos aceptar nuestra indignidad, pero no podemos tener exceso de escrúpulos como para negarnos a Dios, siendo que el se nos dá asi mismo para nuestra salvación. No se pribe tras prepararse de la Santa comunión, pues El quiere sanarnos através de ella, como al leproso, si vamos limpios de corazón. Y hable con un sacerdote de su exceso de escrúpulos, creame yo lo hice y me vino muy bien. No podemos abusar de ningún Sacramento, pero en amor a Cristo tampoco podemos negarnos a recibir tan grandiosos regalos, en su desprecio tambien hay pecado. Saludos y Bendiciones.
Me ha sacado una sonrisa. Lo que quería decir, aunque quizá lo expresé con sarcasmo, es que esa traducción no es el gran problema de la celebración litúrgica hoy en día; el problema está en los celebrantes en ocasiones, y en otras en la costumbre que ha adquirido la asamblea a causa de ciertas excentricidades bienintencionadas de los celebrantes en otros días.
Un cordial saludo.
De todas formas presumo que el problema viene de mucho más atrás. Tan sólo una prueba: en la Iglesia Ortodoxa es muy difícil, si no imposible, de que se cometan estos abusos. No sólo la praxis pastoral y litúrgica, sino el fundamento teológico es lo que falla en las iglesias de occidente.
De cualquier forma y volviendo al título del artículo, hay celebraciones protestantes (aunque no haya formularios litúrgicos) con más dignidad y decoro que algunas "católicas".
Estoy de acuerdo. Te he malinterpretado.
A veces ese tono irónico es empleado precisamente como excusa por aquellos que están a favor de la "creatividad litúrgica ".
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