No Kidding!
Según escribe Moisés en el Génesis, cuando Dios creó al hombre y la mujer los bendijo, diciendo:
Creced y multiplicaos, y henchid la tierra (Gn 1,28).
El Rey David, escribe en el salmo 126:
Don de Yave son los hijos, es merced suya el fruto del vientre. Lo que las saetas en la mano del guerrero, eso son los hijos de la flor de los años.
¡Bienaventurados los que de ellos tienen llena su aljaba! No serán confundidos, cuando hayan de litigar en la puerta con su adversario.
Para a continuación añadir en el salmo siguiente:
Tu mujer será como fructífera parra en el interior de tu casa. Tus hijos, como renuevos de olivo en derredor de tu mesa. Así ciertamente será bendecido el varón que teme a Yave.
Esta doctrina tan clara, de los hijos como regalo, como bendición de Dios al hombre se encuentra passim por toda la Biblia . De hecho, la capacidad generativa del hombre, la bendición que Dios da sobre la primera pareja, queda tocada, pero no eliminada; los hijos se parirán con dolor, pero el hombre y la mujer «participan del poder creador y la paternidad de Dios» (CIC 2367).
El suplemento dominical del Mundo, (El Magazine) se hacía eco ayer de un movimiento internacional, creado por un canadiense capón, Jerry Steinberg, llamado No Kidding, que «a parejas adultas y solteros que por cualquier razón no han tenido hijos».
El número de parejas sin hijos va en aumento, de hecho, se supone que para el 2.010 en USA habrá 31 millones de parejas que habrían decidido no tener hijos. Mientras esto ocurre al otro lado del Atlántico, en España 800.000 parejas de entre 25 y 35 años, han decidido no tener hijos.
En Estados Unidos, se les conoce como childfree (libres de hijos). Dicho colectivo viven su situación como una liberación.
Según la psicóloga Pilar Valera (madre de dos hijas), las mujeres que no tienen niños «son más libres, independientes y dueñas de su futura, porque dan prioridad a su trabajo, a su pareja o a sus intereses personales. Se ha desenmascarado esa falacia de que la maternidad es un valor social cuyas ventajas son para todos, mientras que los inconvenientes, son para nosotras».
Aunque el argumento no deja claro la oposición hijos-libertad, lo que deja claro es su incoherencia, ya que suponemos que la aplicación de dicho principio será sólo a partir de la persona que lo enuncia, ya que si fuese aplicado a su ancestro, sería dudoso que hubiese alcanzado la existencia, cosa en la que seguramente estaría en desacuerdo.
De todas formas lo que menos importa son los argumentos (nadie se arruina por tener muchos hijos, sino por llevar una vida poco virtuosa, tener mala suerte en los negocios, etc; ni hay carrera profesional que valga igual que un ser humano), lo importante aquí es el nuevo fenómeno que está emergiendo. Ya no se trata de de tener pocos hijos, sino de tomar una postura abiertamente antinatalista – no tener ninguno -, de manera que nada nos moleste ni perturbe nuestra supuesta felicidad.
Dios no retiró su bendición inicial, pero el hombre pone todo su empeño en borrar toda el rastro de Dios en él.
7 comentarios
Se lamentarán, pero para entonces ya será tarde.
El futuro es de quien tiene una razón para vivir y para trasmitir vida. Y el nihilismo pagano actual arrasa con las razones para la esperanza de sus víctimas.
Cualquier decisión, tener hijos o no tenerlos, que no tenga presente que por encima de ellos está Dios, lleva al precipicio, tarde o temprano. Y el precipicio es la tristeza, el consumismo, la paganización general, la violencia. A mí me apenan mucho los padres de estos que "deciden" no tener hijos, cuando ellos han estado disponibles para tenerlos, para criarlos, educarlos y ayudarles siempre. Pero mucha más pena me dan ellos, los que "deciden", pues es una rebeldía insensata y animal.
Y es que hay que ser muy tonto para creerse "dueño" de la vida propia, para pensar que uno "decide". Ese es el engaño actual que todos llevamos mas o menos dentro.
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