Memoria histórica, eutanasia y aborto

El fin de las vacaciones nos ha traído tres temas muy importantes que tocan la fibra moral del ser humano.

El primero relacionado con los muertos. Desenterrar y juzgar cadáveres. El segundo, la eutanasia. Y el último, el aborto. Tres temas que el PSOE utiliza con maestría para pasar de puntillas sobre la crisis económica que atravesamos y cuyo fin no se atisba a corto plazo.

¿Iremos al conflicto social? Los españoles tienen muchas tragaderas, como se demostró en la época de Felipe González, ahora bien, los de hogaño no son los de antaño. Esperemos que no, aunque pintan bastos.

Que el PSOE utiliza estos tres temas para cubrir su inoperancia es indudable. Pero no podemos olvidar que todas esas cuestiones las llevaban en su programa electoral. No han improvisado. Están manejando perfectamente los tiempos.

El asunto de la «memoria histórica» no deja de ser una charlotada, ya que lo planteado por Garzón es inviable. Como enredo no está mal. Además, puede verse como una oportunidad. Si se va a saltar la ley de punto final de la Transición, quizás se pueda juzgar a Carrillo. Incluso a la Pasionaria y a Líster, como en tiempos pretéritos. No hay mal que por bien no venga.

Que el PSOE saque adelante la eutanasia es algo más complejo, no desde luego inalcanzable. Lo de la Junta de Andalucía no es más que fuegos de artificios; lo que no implica que no se convierta en la traca final de legislatura.

Otra cosa es el asunto del aborto. Aquí, según lo que han hablado hasta ahora, la reforma podría tener unas consecuencias brutales sobre la vida de los nasciturus y la pobre ecología moral de los españoles. Se repite, a modo de estribillo, que en España sigue siendo delito, pero ¿esto es verdad? Desde un punto de vista formal, posiblemente; desde el material, no. Más a más, ¿se considera, socialmente hablando, el aborto como un mal? En una sociedad donde lo que se impone es el pensamiento el débil, en la cual el hombre busca asideros que le den seguridad para tomar sus decisiones prácticas, que tenga en cuenta sus fines e intereses, la ley – aunque no se confunda con la moral -, demarca, en cierta manera, nuestro obrar; tiene un carácter pedagógico en la enseñanza del bien y del mal.

Nuestra ley, permite el aborto en tres supuestos. Éste sería el fin primario. Pero tiene un efecto secundario, horadar la conciencia de que la vida ya no es un bien, o mejor, que durante un estadio de nuestra vida, se puede prescindir de nosotros. Por lo menos en al menos tres casos, siendo uno de ellos todos los casos, el de la salud psíquica de la madre.

Más aún, los supuestos se nombran con eufemismos: aborto terapéutico, ético y eugenésico. ¿Puede un aborto ser ético? Según la ley sí.

Una vez hecha esta labor de zapa, los españoles están maduritos para un cuarto, un quinto supuesto y lo que le echen. Si ahora estamos en cien mil abortos anuales, la reforma nos llevará a los doscientos mil en menos que se persigna un cura loco. En definitiva, la despenalización.

En definitiva, el aborto libre.

Entonces, el aborto ya no será malo.

Habremos asistido, al fin y a la postre, a la conversión de un mal en un bien.

¿Viviremos para contarlo?

2 comentarios

  
miguel
Sí, hombre. Ya lo hemos hecho varias veces, la promesa de Cristo es hasta el final de los tiempos.
Otra cosa es que ya que la vida del feto no importa nada, y a los viejos se les puede ayudar a morir, ¿qué importa si un cristiano reconocido (por ejemplo, un cura con alzacuellos) se cae al metro? (pero que parezca un accidente) Total, no era más que uno de esos carcas intolerantes que no hacen más que amargarle la vida a la gente... Como además, él dice que se está mejor en la otra vida, eso se puede tomar como una declaración formal de desear que le ayuden a "morir dignamente".
También lo hemos vivido ya. Hace sólo 70 años que los antecesores de estos "tolerantes", en nombre del "pueblo explotado", se cargaron a un pobre hombre por llevar un rosario en la mano.
08/09/08 9:32 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
Durante la 2ª República los cristianos tomaron la opción de no defenderse.

Es una opción que respeto pero que no comparto. La verdad necesita defensores, no cadáveres. Cristo no almacena carne de cordero, apacenta ovejas.

No me interesan los cristianos que callan. Me interesan los que luchan. Si es necesario, nos uniremos al grito de ¡Viva Cristo Rey!

Si los obispos se apuntan, mejor. Si no, allá con su conciencia. Pero esta vez el Papa no tendrá que llorar lágrimas de amargura por la paz que firmen los obispos, porque no serán ellos quienes la firmen.

La firmarán los propios Cristeros.
08/09/08 10:17 PM

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