La apuesta por la vida: la única ley progresista


La vicepresidenta Fernández de la Vega está a punto de parir. No, no se asusten, no va a tener un hijo, sino una idea. La ministra tiene un embarazo mental que la llevará a alumbrar una ley vanguardista sobre el aborto: es decir, que nos traerá aborto libre y a tutiplén.

Según la vicepresidenta, la ley actual no cubre todos los derechos «de las personas que se ven afectadas por una situación tan horrorosa como interrumpir un embarazo», cosa que es verdad, ya que la norma no tiene en cuenta el derecho de la persona que se está gestando en el vientre de la madre.

Lo que pasa es que en esta justificación la ministra utiliza unos conceptos que han perdido su contenido semántico para una parte importante de la sociedad. Ella hace referencia a la persona, es decir, lo que los clásicos definían como substancia individual de naturaleza raciona. En este sentido, la palabra persona no significa lo mismo para un regre, más teniendo en cuenta la confusión añadida al extender ciertos derechos humanos a los simios.

Otro concepto oscuro es el de «interrupción del embarazo», concepto horrísono y malévolo que no esconde más que un asesinato.

Sin embargo, lo pero es la afirmación final realizada por la viceministra: «La última palabra la tiene el parlamento». ¿Desde cuándo un Parlamento tiene derecho a promulgar una ley injusta? ¿Cuál es su fuerza? ¿Quién le ha dado permiso para, sustrayendo la voluntad de las personas, legislar sobre este tipo de asuntos? ¿Qué legitimidad tiene un Parlamento para imponer una ley inicua?

Bajo esta confusión semántica se mueven los políticos a los que los ciudadanos dejamos deshacer, como si no fuese asunto nuestro, pero lo cierto y verdad es que se están apropiando el derecho de legislar sobre la vida y la muerte.

Dice la viceministra que quiere hacer una ley vanguardista sobre el aborto. Olvida que la única ley vanguardista, avanzada, es aquella que lo prohíba, que garantice el derecho del niño y que ayude a las madres que se encuentran en una situación difícil a tener al niño.

No hay ley más vanguardista que la que apueste por la vida.

4 comentarios

  
Ana
Es verdad la ley vanguardista es la que garantiza el derecho del nasciturus a la vida . es una señal de civilización y democracia el que haya derechos humanos. El asesinato es asesinato por mucho que lo llamen progresista,derecho, interrupción. ¿Cuando se retoma?.
Una sociedad que elimina a sus hijos se autodestruye
09/07/08 11:01 PM
  
Ciro
Perdón Isaac, te sigo habitualmente, y hubiera querido escribirte un correo personal pero no encuentro cuál. Así que me obligo a preguntarte aquí: Dicen que se espera de manera inmedita al Vicario General de Sevilla, D Francisco Ortiz, sea nombrado obispo auxiar de Sevilla. ¿Sabes algo? Estoy muy intriigado. Si me dejas tu correo electrónico mejor. o si borras mi mensaje y me contestas en mi correo mejor también, no me gustan los bulos.
10/07/08 9:58 AM
  
ciudadano
¡Pues si señor!, seguro que sacarán una ley vanguardista, en la línea de lo que nos tiene acostumbrados los políticos que nos ha tocado en suerte (da igual el partido hay cosas en que no se diferencian), ser fuerte con el débil y débil con el fuerte.

Seria una buena ley limitar los beneficios de grandes bancos, electricas, constructoras, pero eso sería atreverse con los fuertes.

Pues no, vamos a dar facilidades para destruir las vidas más débiles, las de los que estan por nacer, las de los que por enfermedad crónica, dolores agudos, etc., en vez de proponerles unos cuidados paliativos, un entorno amable, destruyamosles. ¿Y lo siguiente?

Lo siguiente es que si tienes una enfermadad crónica, si tienes alguna malformación, si eres -o se te considera- homófobo, si no eres politicamente correcto.........
10/07/08 1:10 PM
  
Cristina Falkenberg
Si pero estamos en la sociedad incapaz de mirar la verdad de frente: verdades como la de su incompetencia manifiesta para afrontar una crisis económica, organizarse, emprender ciertas reformas y ponerse a trabajar... Del mismo modo esta sociedad es incapaz de mirar de frente el aborto y llamarlo por su nombre, y partiendo de esto, decidir si se va a permitir o no. Y van tres cuartos de lo mismo por la eutanasia, por el atropello de los derechos de las personas y por la vida bastante aburrida y miserable que lleva una gran cantidad de personas. Pero mirar la verdad de frente rquiere ser unos valientes, y eso no abunda. Y van por la derecha, la izquierda y el centro.

Ahora... eso sí: en lo tocante al bolsillo ahí la gente espabila. ¿Y el dinero que dan las clínicas abortidtas? ¿Y lo baratito que sale matar al abuelo en lugar de tenerlo con vida y así además todos heredamos unas migajas?

Vivimos en una España mísera: tan mísera como en tiempos del Lazarillo.

10/07/08 5:21 PM

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