¿Se está aplicando realmente el Motu Proprio Summorum Pontificum?
El Papa Benedicto XVI quiso con el Motu Proprio Summorum Pontificum restablecer en toda su plenitud el Misal del Beato Juan XXIII, como forma extraordinaria de la Liturgia de la Iglesia.
El Santo Padre hace una reflexión muy atinada en la carta que dirige a los Obispos y que acompaña al Motu Proprio Summorum Pontificum en la que dice lo siguiente:
Enseguida después del Concilio Vaticano II se podía suponer que la petición del uso del Misal de 1962 se limitaría a la generación más anciana que había crecido con él, pero desde entonces se ha visto claramente que también personas jóvenes descubren esta forma litúrgica, se sienten atraídos por ella y encuentran en la misma una forma, particularmente adecuada para ellos, de encuentro con el Misterio de la Santísima Eucaristía.
Muchos que no tuvimos la suerte de conocer el usus antiquior, gracias al Santo Padre hemos encontrado una forma litúrgica, hemos podido encontrar en esta forma litúrgica una manera muy especial de encontrarnos con el Señor.
Quizás esto explique que, como en el caso de Sevilla – precisamente a donde me quiero ceñir -, a pesar de lo que se pueda pensar, la mayoría de las personas que asistimos en Sevilla a esta Misa, sea gente joven.
Sin embargo las dificultades son muchas, empezando por la renuencia de los sacerdotes a celebrar la Santa Misa según los libros litúrgicos del Beato Juan XXIII, con lo que los fieles nos vemos en dificultades. En Sevilla hay sólo tres sacerdotes - ¡siendo la diócesis que es! -, de los cuales uno sólo puede atender con regularidad la Misa de los domingos. En el momento que este sacerdote falla, porque tiene que atender su Parroquia, los fieles nos quedamos sin la Misa, ya que los otros dos sacerdotes no pueden desatender sus sus quehaceres parroquiales. Es cierto que no es algo habitual, pero también es cierto que si se contara con un sacerdote para atender a estos fieles, la Misa fructificaría en otros sitios, como ya se ha demostrado.
Los Obispos tienen que hacer algo más. No es lógico que a teólgos que vienen con sus impiedades y herejías se les abra las puertas de la Iglesia, y por el contrario se le pongan impedimentos a lo que es católico cien por cien.
¿Es justo que a Pagola se le reciba en loor de multitudes, mientras que no se designa a un sacerdote para que atienda a los fieles que siguen la forma extraordinaria de la Iglesia? Y no me vale la escusa del número porque no son/somos cuatro gatos.
Este domingo por ejemplo no se podrá celebrar la Misa en San Bernardo. Posiblemente para el Domingo de Ramos haya dificultades. Y no se podrá celebrar el Triduo Pascual.
Por eso, aunque el se haya promulgado el Motu Proprio materialmente encuentra muchas difilcultades por su aplicación. Por fas o por nefas, lo cierto y verdad es que no se atiende a los fieles tal como es la voluntad del Santo Padre.
La oposición que no hubo en España para la implantación del Misal de Pablo VI, la encontramos hoy veladamente, contra Benedicto XVI.
Introíbo ad altáre Dei
Ad Deum, qui laetíficat juventútem meam
23 comentarios
Más claro, agua.
Es un hecho evidente que en España hay muchos obispos, bastantes arzobispos y algún cardenal que están haciendo todo lo posible no sólo para no hacer nada ante el Motu Proprio, sino para que nadie haga nada ante el Motu Proprio.
Así, aunque lo acaten y obedezcan, no sólo logran no ponerlo en práctica, sino que evitan que otros lo hagan.
Ciertamente, es todo un ejemplo de humillde fidelidad a la Iglesia extraordinariamente esclarecedor tanto en la forma como en el fondo.
ADVENIAT REGNVM TVVM.
La comisión pontificia Ecclesia Dei debe de estar desbordada con los informes y cartas de asociaciones de fieles explicando la situación y, sin embargo, no han hecho ningún comunicado sobre este tema.
El objetivo de los anti-misa tradicional es dar largas, ignorar, y cuando pasen los tres años de prueba que menciona S.P. decir "ya lo habiamos dicho, no hay ninguna demanda para la misa tradicional".
Una noticia reciente que nos da un poco de esperanza es que la comisión pontificia Ecclesia Dei ha ordenado al obispo de Killala en Irlanda que aplique S.P. y le ha hecho saber que ni el obispo ordinario ni el consejo presbiterial pueden poner restricciones a S.P. Es la primera vez que Ecclesia Dei hace uso del "poder ejecutivo" que le concede el motu proprio S.P.
Aunque lo deseable es, desde luego, que empecemos a ser resolutivos: un amigo en Puerto Rico, seglar, se aprendió la misa de pé a pá para poder formar él a sacerdotes. El resultado es que tiene una buena "plantilla" de sacerdotes, y si no puede uno, tiene a otro. El problema es el mismo que comentas en el post: falta de apoyo institucional. Una misa al mes y gracias...
Aunque, Isaac, hay que reconocer que el caso de las celebraciones de Semana Santa es especial, si no hay sacerdotes ni para celebrar en el rito ordinario en tantos y tantos pueblos, no creo pueda ponerse como ejemplo. Lo que sí sería muy deseable es que quienes pueden enseñar -creo que en España sólo los del ICRSS, aunque tal vez vinieran, si les llamasen, de otros institutos en Francia, Italia o Alemania- fuesen invitados, y pagados, para enseñar -pongamos en una semana- a los seminaristas de los últimos cursos, de todas las diócesis. Más aprovechada sería esa semana que los miles de cursillos y jornadas a los que tantas veces se ven obligados a asistir y que tienen poco que ver ni con la liturgia ni con la formación ni con la pastoral católica.
Si os fijáis, para bien o para mal, todo nos viene de Francia. Y si, mi amigo está hecho para resolver problemas, el hombre.
¿La feligresía que asistía? Bien, gracias.
Personalmente, como celebrante en latín (no ha sido suprimido en la celebración ordinaria) que he sido antes de la reforma litúrgica, prefiero hacerlo según los nuevos libros litúrgicos; me implico más en la celebración; hay que tener en cuenta que, si se hace piadosamente y como prescriben dichos libros, es una estupenda catequesis para el pueblo cristiano. Y no he tenido repugnancia, pues es perfectamente legítimo, celebrar de espaldas al pueblo cuando la disposición del altar así lo requería; eso sí, me he vuelto hacia él para los saludos, las lecturas y en algún momento más que entraba dentro de la lógica. (También en el hoy rito extraordinario nos volvíamos para el "Dominus vobiscum" y la Bendición).
Hermanos, las cosas claras, no exageremos sacándolas de quicio.
Con todos mis respetos, el futuro no va por ahí, no nos equivoquemos.
Saludos.
Sería lamentable, como parece en muchos casos cuando se reclama la celebración según la forma extraordinaria, que se tratara más de una novedad o de una forma de oponerse a la liturgia ordinaria por aquello de llevar la contraria.
Desde luego que no stoy conforme con las desviaciones rituales (y algunas aún más graves) que algunos cometen. Pero también en nuestras misas anteriores a la reforma se daban anomalías: muchos celebraban mecánicamente haciéndolo todo exteriormente a la perfección porque así estaba mandado, pero faltaba espíritu, faltaba"alma".
Saludos
La cuestión es que hay comunidades de fieles adscritas al Usus antiquior, y más que asentadas, que no encuentran adecuadas respuestas a sus necesidades por parte de los Obispos. El caso de Sevilla que menciona Isaac en el blog es un ejemplo, y de ejemplos como este está plagada España. La cuestión es que se trata de un derecho de los fieles y que los pastores no pueden desatender las necesidades de esos fieles. Deberían proveer lo necesario, liberando sacerdotes y nombrando capellanes para la forma extraordinaria, erigiendo parroquias personales como ha hecho el Papa en Roma... eso sería una correcta aplicación del Motu Proprio. Andar con cicaterías, a ver si los fieles de la Forma extraordinaria se cansan o, hartos, "meten la pata" exigiendo lo que les corresponde, para así demostrar que no existía esa necesidad, es cualquier cosa menos aplicar el motu proprio del Papa.
Saludos.
En cuanto a por donde ira el futuro Dios dira. Me asombran sus certezas al respecto.
Y le agradeceria que me indicara eel motivo por el cual su interpretación de las intenciones del Papa es la buena y la de los demas que aqui opinan no.
Yo siempre recomiendo, sin ser abogado, una lectura de la normativa vigente. Se puede celebrar la Forma Extraordinaria sin caer en maniqueísmos ni hacerlo "de manera mecánica". Esa forma del Rito Romano es una auténtica joya que muchas parroquias están despreciando y circunscribiendo a los Lefebvristas, cuando no es así: pertenece a TODA la Iglesia, no a un movimiento determinado.
Démosle pues un uso adecuado conforme a lo que soliciten los fieles, y dejemos de contradecir al Santo Padre en materia litúrgica.
Los fieles católicos que bebemos las aguas de la gracia por los sacramentos que administran los sacerdotes de la Farternidad San Pío X, conocidos por "lefebvristas" o "lefebvrianos" en honor al Fundador de la Hermandad, preferimos mil veces la ilegalidad a la falsificación y al engaño. Conscientes de que nuestra ilegalidad es consecuencia del estado de necesidad en que está la Iglesia, estamos contentos y felices porque el Santo Padre, Benedicto XVI, haya promulgado Summorum Pontificum para que miles de católicos re/descubran la vida de piedad que tiene su centro y raíz en la Santa Misa, y según el rito latino codificado por San Pío V, de forma extraordinaria.
A los lefebvrianos no nos hace falta su iglesia, Aquí Sí, pero a muchos de su parroquianos sí. No muestre usted el semblante del celo amargo y coopere, dentro de sus posibilidades, en los que vengan a pedirle la Santa Misa como el Papa les ha reconocido en su derecho. Que yo sea más papista que el Papa se entiende, pero de usted, cabal, obediente y enamorado del CVII no se entendería.
Pax.
Además, no va por ahí precisamente el superior de la FSSPX: Monseñor Fellay está defendiendo a capa y espada el diálogo con la Sede Apostólica.
Para zanjar esto, le remito a la última carta del Papa a los obispos. Desde que Ecclesia Dei va a pasar a las órdenes del Card. Cañizares, se zanja la cuestión litúrgica, y se circunscribe el diálogo a la cuestión doctrinal.
Por tanto hay que tener muy claro que el Rito Romano tiene dos formas, y lo que no se quieren dar por aludidos, sea por una defensa a ultranza de la forma extraordinaria o, en cambio, de un menosprecio del Usus Antiquior (caso del sacerdote que aquí comenta), pues ambos extremos se van a tener que dar cuenta de que no están en lo correcto.
Doy fe, Lefebvriano, de que muchos seguidores de Mons. Lefebvre tienen un amor incondicional al Papa. Más de lo que bastantes católicos "no lefebvrianos" le profesan, pero la primera virtud es la humildad, incluso con esos que le critican.
Aprendamos de San Pablo en el Aerópago.
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