¿Por qué no se ponen la casulla?
La casulla es un ornamento litúrgico, una vestidura que se coloca sobre el alba y la estola. La lleva el celebrante o el celebrante principal de la Eucaristía. Según la Ordenación general del Misal Romano, el sacerdote llevará al menos el alba, la estola y la casulla.
La casulla representa la caridad de Cristo: «Pero por encima de todo esto, vestíos de la caridad, que es vínculo de perfección» (Col. 3,14). En el marco de la celebración de la Santa Misa, este símbolo de caridad debe preceder al símbolo de la autoridad, de ahí que se ponga la casulla se ponga por encima de la estola.
En la instrucción Redemptionis Sacramentum, se recuerda que:
123. «La vestidura propia del sacerdote celebrante, en la Misa y en otras acciones sagradas que directamente se relacionan con ella, es la casulla o planeta, si no se indica otra cosa, revestida sobre el alba y la estola». Igualmente, el sacerdote que se reviste con la casulla, conforme a las rúbricas, no deje de ponerse la estola. Todos los Ordinarios vigilen para que sea extirpada cualquier costumbre contraria.
¿Y a qué viene todo esto? Muy sencillo. El pasado Domingo fui a Misa en el lugar donde paso mis vacaciones, un pueblecito de la costa de Málaga; la Eucaristía la concelebraron dos sacerdotes. Ninguno llevaba casulla. Estaban revestidos únicamente por el alba y la estola. Aunque la casulla sólo es obligatoria para el celebrante principal, ninguno la portaba. Haría mucha calor, claro.
La Sacrosanctum Concilium dice que
(..) la Liturgia, por cuyo medio “se ejerce la obra de nuestra Redención", sobre todo en el divino sacrificio de la Eucaristía, contribuye en sumo grado a que los fieles expresen en su vida, y manifiesten a los demás, el misterio de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia (SC 2)
La Liturgia «es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza» (SC 10).
A pesar de lo anterior, los abusos litúrgicos se siguen cometiendo, gracias a un clero indolente y a un pueblo ignorante. Dice la Redemptionis Sacramentum que se repruebe el abuso que los sagrados ministros realicen la Santa Misa:
126. Sea reprobado el abuso de que los sagrados ministros realicen la santa Misa, incluso con la participación de sólo un asistente, sin llevar las vestiduras sagradas, o con sólo la estola sobre la cogulla monástica, o el hábito común de los religiosos, o la vestidura ordinaria, contra lo prescrito en los libros litúrgicos.(216) Los Ordinarios cuiden de que este tipo de abusos sean corregidos rápidamente y haya, en todas las iglesias y oratorios de su jurisdicción, un número adecuado de ornamentos litúrgicos, confeccionados según las normas.
Sin embargo el exceso no concernía únicamente al ornamento litúrgico, sino a la forma de distribución de la Eucaristía, que fue bastante deprimente: parecían que estaban repartiendo estampitas.
Patético.
A pesar de los recomendado por la Redemptionis Sacramentum, es dudoso que el pueblo tenga la suficiente preparación como para indicarle al sacerdote que se ha excedido. Otra cosa son los Obispos. Ellos tienen potestad para acabar con estos abusos litúrgicos. ¿Por qué se permiten estos excesos?
Existe un adagio en la Iglesia que dice «Lex orandi, lex credendi», cuyo significado explica perfectamente el catecismo:
1124 La fe de la Iglesia es anterior a la fe del fiel, el cual es invitado a adherirse a ella. Cuando la Iglesia celebra los sacramentos confiesa la fe recibida de los Apóstoles, de ahí el antiguo adagio: “Lex orandi, lex credendi” ("La ley de la oración es la ley de la fe") (o: “legem credendi lex statuat supplicandi” ["La ley de la oración determine la ley de la fe"], según Próspero de Aquitania, siglo V, ep. 217). La ley de la oración es la ley de la fe, la Iglesia cree como ora. La Liturgia es un elemento constitutivo de la Tradición santa y viva (cf. DV 8).
1125 Por eso ningún rito sacramental puede ser modificado o manipulado a voluntad del ministro o de la comunidad. Incluso la suprema autoridad de la Iglesia no puede cambiar la liturgia a su arbitrio, sino solamente en virtud del servicio de la fe y en el respeto religioso al misterio de la liturgia.
1126 Por otra parte, puesto que los sacramentos expresan y desarrollan la comunión de fe en la Iglesia, la lex orandi es uno de los criterios esenciales del diálogo que intenta restaurar la unidad de los cristianos (cf UR 2 y 15).
Si desnaturalizamos la Liturgia, ¿no estamos al fin y a la postre desnaturalizando nuestra fe?
100 comentarios
Puede ver por ejemplo, en un video de diócesis tv, como muchos sacerdotes que asisten en la catedral al entierro del que fuera obispo de Málaga, Emilio Benavent, no van ni con el traje de clérigo, incluso entre los concelebrantes que se sitúan en el presbiterio.
Los textos indican la obligatoriedad de la casulla en la celebración de la eucaristía, por parte, por lo menos, del celebrante principal.
El "criterio", Joaquín está en esos textos que no encierran ninguna interpretación distinta y a los que debe ceñirse el sacerdote. Si un sacerdote no cumple con esa obligación, un laico no sólo está en su derecho, sino que tiene la obligación de decirlo para que se respete el correcto desarrollo de la liturgia.
[184.] "Cualquier católico, sea sacerdote, sea diácono, sea fiel laico, tiene derecho a exponer una queja por un abuso litúrgico, ante el Obispo diocesano o el Ordinario competente que se le equipara en derecho, o ante la Sede Apostólica, en virtud del primado del Romano Pontífice. Conviene, sin embargo, que, en cuanto sea posible, la reclamación o queja sea expuesta primero al Obispo diocesano. Pero esto se haga siempre con veracidad y caridad."
Exponer algún tipo de abuso en internet, sin haber antes formulado queja al Obispo diocesano, además de faltar gravemente a la caridad, constituye ya en sí mismo una infracción a las instrucciones de la Santa Sede.
http://www.laiglesiaenlaprensa.com/2008/08/un-papa-que-rec.html
.
Si el hecho de no respetarlos obedece a una intención papal de luchar contra el "moralismo" y el abuso de "normas", estamos ante una novedad teológico-práctica de primera magnitud, y hay que anunciarlo urbi et orbi.
En cuanto al comentario anterior de Joaquín, entiendo entonces que no le parece mal que el "laico" reaccione cuando ve una violación de las normas littúrgicas, pero que debe hacerlo conforme a unas "normas" muy precisas, dirigiéndose a la autoridad eclesiástica y no por internet.
O sea que aquí las normas sí importan, si comprendo bien el razonamiento...
No sé por qué, tenía la impresión que ése no era el motivo de la crítica de Joaquin en su primera intervención, pero debo de ser un mal pensado y poco caritativo.. "laico"
¿Han hablado ustedes con el cura? ¿Han seguido ustedes el procedimiento de la instrucción Redemptionis Sacramentum, elevando queja al obispo diocesano?
Ustedes gustan de cargar con pesadas cargas y obligaciones a los demás, y no miran si cumplen con lo principal, que es la caridad, "que todo lo disculpa".
Se lo comunique al Sr. Obispo y han seguido igual.
Ahora voy siempre, a santuarios, o a la Catedral de Barcelona, donde, el silencio en la iglesia y los ornamentos son los correctos.
En mi caso puedo elegir donde ir, pero conozco casos de personas a la que se ha negado la comunión en la boca, en la única iglesia del pueblo.
No vale la pena discutir, esto no hay quien lo arregle.
Como diría el viejo Tevye (protagonista de El Violinista en el Tejado), Joaquín tiene razón, pero, vaya, los demás también.
Aunque quizás Joaquín esté sacando un poco las cosas de madre. El artículo no pretente "reducir la vida cristiana a un conjunto de normas y reglamentos que hay que seguir para evitar la condenación eterna", sino, simplemente, comentar un hecho muy concreto.
Es verdad que no podemos quedarnos en las formas externas, pero también es verdad que las formas no son arbitrarias sino manifestación de lo que existe en el fondo. Sería bueno releer "Carta a los revolucionarios bienpensantes", de André Pietre.
En cuanto a la publicidad que se le da al tema, la novedad que está aportando Religión en Libertad es precisamente que no sea sólamente la voz de lo que George Weigel llama la "cultura de la disidencia" (yo prefiero llamarla la "carcoma eclesial") la que se oiga. No deja de ser curioso que las manifestaciones de aquellos nunca se califiquen de faltas de caridad, sino de estupendo espíritu crítico (¿?).
Y la publicación de este artículo no excluye (incluso podría considerarse una forma de hacerlo) la queja al Obispo.
Aquí no se trata de un sacerdote que puntualmente no se reviste con la preceptiva casulla, si fuera así nadie diría nada. Sino de una voluntad deliberada de no respetar la sagrada liturgia. En Málaga como dije muchos sacerdotes no se revisten, yo mismo tuve que asistir a una misa en el seminario diocesano donde el celebrante, nos invitó a ponerno en cola en la parte del altar del sacerdote y tomar nosotros mismos la sagrada forma, mojalarla en en cáliz, y metérnosla en la boca, me quejé por escrito, pero se sigue haciendo.
A nadie se le ocurre protestar porque al sacerdote en un momento dado se le olvide algo, no se asiste al santo sacrificio con vocación de crítico teatral. Lo malo es cuando el sacerdote sí que interpreta un papel, el suyo, que se inventa y que se obstina en hacerlo así, obligando a los fieles a seguirle a él en vez de a Cristo.
Me parece particularmente grave. las dos formas de recibir la comunión son válidas desde Vaticano II.
De hecho, al revés de lo que mucha gente piensa, la norma (sí, Joaquín, la norma) es la comunión en la boca, y la comunión en la mano es un "indult", que puede ser revocado por la conferencia episcopal de un país (recientemente en Filipinas) y hasta por el obispo de una diócesis.
Pero en ningún caso, en ninguno, se puede negar la comunión en la boca.
De hecho, en la mayor parte de países donde he viajado, el hábito es la comunión en la boca (recientemente en Nazaret y Jerusalén, donde los cristianos, árabes en su inmensa mayoría, nos dan una extraordinaria lección en el desarrollo de la eucaristía).
En otros, como Francia, donde resido, lo habitual en los feligreses es la comunión en la mano, pero los obispos insiten con particular énfasis en la legitimidad de la comunión en la boca.
A Teresa de Calcuta le preguntaron un día qué le preocupaba más en la evolución de la Iglesia. Respondió: "la comunión en la mano".
Yo no iría tan lejos, pero también me sorprende que se haya podido negar la comunión en la boca a alguien en España.
La belleza de la liturgia, con la dignidad de los oranemtos sagrados manifiesta la fe en los misterios que se realizan ante nosotros; se intuye, de alguna manera, la Belleza del propio Dios ; se hace patente a los fieles la catolicidad, pues las normas son parecidas en los distintos sitios del mundo-supongo que, al menos las más importantes, no soy liturgista-haciendo que , estemos donde estemos, se cree un nexo de unión entre los distintos católicos de los distintos países...
Yo no veo más que beneficios en hacer lo que la Iglesia dice porque quiere lo mejor para la salud espiritual de sus fieles.
Por último, hay que recordar a los curas que ellos también son fieles...(¿son, de verdad, fieles?)
-La casulla es de uso obligatorio (para el celebrante principal) en todas las eucaristías que se celebren en el mundo. Es asé, y el sacerdote se compromete, por ser sacerdote, a cumplir esa norma.
-La comunión en la mano es una forma legítima de recibir la comunión, un "indult" a la norma de la comunión en la boca.
-El hecho de que los feligreses franceses, en su mayoría (por lo que observo) opten por la comunión en la mano es algo legítimo, un derecho reconocido en todas las diócesis del país. En otros lugares es lo contrario.
Pero lo impensable es que un sacerdote se niegue a dar la comunión en la boca, sólo en España lo he oído.
Se hacen aspavientos cuando se dedica todo un comentario a que el cura no lleva casulla (cuestión irrelevante para la inmensa mayoría de fieles), y se dicen cosas como estas:
"Sin embargo el exceso no concernía únicamente al ornamento litúrgico, sino a la forma de distribución de la Eucaristía, que fue bastante deprimente: parecían que estaban repartiendo estampitas. Patético."
Mayor denigración de una Eucaristía no cabe.
Me incomoda al menos por las siguientes razones:
1. Se descalifica de ignorantes a la mayoría de fieles que no se hacen cuestión de esto.
2. Se descalifica a los sacerdotes y obispos, por acción u omisión.
3. Se da una imagen penosa de la vida interior de la Iglesia a los alejados o indiferentes (¿esta es toda nuestra preocupación, que los curas lleven o no casulla en la misa?).
4. Desde un punto de vista jurídico-canónico la materia es no grave, y debió resolverse por otro conducto, no aireándolo en internet.
5. Se le hace el juego a movimientos y sectas protestantes y criptoprotestante, que están deseando provocar y alentar la división en la Iglesia (por no hablar de los movimientos laicistas, sin más).
6. No discuto que haya sectores católicos que sí les preocupe que un cura lleve o no casulla en el altar. Pero estos sectores tienen su "circuito litúrgico", y deben respetar las prácticas de las parroquias.
Quizás, piénselo, esté en contradicción con alguno de sus mensajes anteriores, en los que lamentaba que algunos le diéramos tanta importancia a la norma, algo que llamaba impropiamente "moralismo" abusando de una cita del papa sacada de contexto.
A mí, volviendo al fondo de la cuestión, no me parece anecdótico que un sacerdote incumpla una norma obligatoria. Si lo hace una vez, por distracción, algo improbable, no se trataría, efectivamente, como bien sugiere, de una falta grave.
Pero si es habitual en uno o, como se sugiere también por parte de algún participante, en varios sacerdotes de la diócesis de Málaga, no sólo hay que señalar el hecho, "anecdótico" o no, sino que el obispo se esmere por averigüar el porqué de un no cumplimiento consciente y reiterado, si lo hubiere, de la norma.
En cuanto a mi invocación a que para quejarse, hay que seguir un procedimiento, tan sólo trataba de demostrar que cuando se es "legalista", hay que serlo hasta el final. Si uno está pendiente de pillar al prójimo en cualquier falta, se expone a que reciba la misma medida (hay una parábola muy ilustrativa).
Se ponga como se ponga, los católicos aferrados a los rituales son minorías. ¿Por qué le molesta que le llame con ese término neutro, "sectores"?
Debiera usted repasar sus propios comentarios, y contrastar la bilis contenida cuando habla de los "disidentes" de la "carcoma". Puestos a ser disidentes, ¿no se estará viendo la paja en el ojo ajeno?
Recuerdo a don Emilio Benavent, celebrando con casulla, en pleno verano, en la parroquia de San Gabriel de Malaga.
Pero si se discute de liturgia, la decisión del sacerdote es, en principio, inapelable.
Ponte en el lugar de un párroco, al que le llega un feligrés que le discute la forma de llevar la liturgia.
- Ni "sectores", ni "aferrados": son término peyorativos que debería usted evitar; son personas, Joaquin, personas, que no piensan como usted.
-Me confunde con otro, Joaquin, los nervios le perderán: "carcoma" y "disidentes" no forman parte de mi vocabulario, salvo cuando desfilaba hace más de treinta años por las calles de París pidiendo la liberación de Solyenitsine, q.e.p.d.
-En cuanto a su paralelismo entre la prohibición "no matarás" y la norma obligatoria de la casulla... me dejó sin palabras, Joaquin; no se me ocurre nada, me ganó. Enhorabuena por el argumento, lleno de buena fe cristiana.
En mi comentario de las 10:47 resumí mi opinión. El blogger, Isaac, dice:
"Sin embargo el exceso no concernía únicamente al ornamento litúrgico, sino a la forma de distribución de la Eucaristía, que fue bastante deprimente: parecían que estaban repartiendo estampitas. Patético."
¿A usted, Dante, le parece bien esta forma de referirse a una Eucaristía? A mi no, me parece una fea denigración.
A continuación, he observado lo siguiente sobre el comentario del blogger:
1. Se descalifica de ignorantes a la mayoría de fieles que no se hacen cuestión del uso o no uso de la casulla.
2. Se descalifica a los sacerdotes y obispos (a unos por obrar mal, según el blogger, y a otros por consentirlo).
3. Se da una imagen penosa de la vida interior de la Iglesia a los alejados o indiferentes.
4. Desde un punto de vista jurídico-canónico la materia es no grave, y debió resolverse por otro conducto, no aireándolo en internet.
5. Se le hace el juego a movimientos y sectas protestantes y criptoprotestantes, que están deseando provocar y alentar la división en la Iglesia (por no hablar de los movimientos laicistas, sin más).
Por lo visto, de todo esto, lo que le ha molestado es el último comentario:
6. No discuto que haya...... católicos que sí les preocupe que un cura lleve o no casulla en el altar. Pero estos católicos tienen su "circuito litúrgico", y deben respetar las prácticas de las parroquias.
No veo ningún motivo para corregir lo dicho, salvo la enmienda indicada. ¿No tiene nada que decir, Dante, a todo lo demás?
Su salida con "¿y lo que dicen los otros fulanos, Dante, no le molesta?" es un poco facilona y demuestra que usted se mueve en un andamio argumental preconstruido. Se lo digo porque eso no viene a cuento a la hora de valorar su desequilibrada, a mi juicio (y sin valoración psiquiátrica por mi parte) crítica de una observación fundada: la que da inicio y cuerpo a este artículo.
Le diré sin embargo, porque sé que le puede tranquilizar y eso le ayudará a razonar, que sí, claro que me molestan las descalificaciones tipo "carcoma": cómo no me van a molestar, si he huído toda mi vida de ellas.
Sigue usted sin explicar su cambio de orientación. Repase sus posts y verá que se refugia, al cabo de un rato, en la "razón técnica" (hay que señalar las faltas según el procedimiento reglamentario) cuando precisamente lo que reprochaba al autor del artículo, en un principio, era ser excesivamente normalista (asimilado, abusivamente por usted a "moralismo", cuando no tienen nada que ver).
Resumiendo, Joaquin, haga un esfuerzo y lea despacio:
1-No hay unicidad arumental en su crítica sistemática, a veces nerviosa, siempre irritada, a lo que es una observación atinada del articulista.
2-Las normas de la liturgia no son "técnicas".
3-Su violación, si es sistemática, no es asunto baladí.
3-La gravedad de una infracción no la podemos valorar ni usted ni yo, pues desconocemos la intencionalidad del presunto infractor.
4-El hecho de que el infractor pueda ser un sacerdote no es un factor despenalizante, sino al contrario: su función y su responsabilidad le obligan a dar el ejemplo ante los fieles.
5.El hecho de que sea sacerdotes no le merece su imprudente juicio según el cual "sabe mejor" que los demás lo que debe hacer.
Al contrario, de forma permanente debe demostrarlo con hechos, y si no, atenerse a las consecuencias /dentro de la proporcionalidad y de la misericordia de la Iglesia).
6-La Iglesia, sus normas y sus reglas están por encima de los comportamientos particulares de tal o cual sacerdote.
6-Son personas ellos también (los sacerdotes), y merecen nuestra misericordia, Joaquin. Yo jamás diré que tal o cual sacerdote pertenece a un "grupo" o a un "sector", o que está "aferrado" a no sé qué . Pero cada sacerdote tiene que respetar las normas establecidas por la Iglesia, él más que nadie; responder por sus actos; mostrarse dispuesto a no repetir errores delante de los feligreses.
¿A usted, Dante, le parece bien esta forma de referirse a una Eucaristía?
P.S. En cuanto a la gravedad del abuso, le dirigo a los apartados 172-174 de la Instrucción, por si todavía no los hubiera leído.
2. m. Cada una de la partes de una colectividad, grupo o conjunto que tiene caracteres peculiares y diferenciados. "Su discurso fue aplaudido por los distintos sectores de la Cámara." "Pertenece al sector privilegiado de la sociedad."
(DRAE)
En definitiva, Joaquín, sus comentarios dejan ver a la luz su gran desconocimiento litúrgico y, con la inocencia que caracteriza a un laico, intenta dejar en buen lugar la opinión, en principio mejor formada, de un sacerdote. Esto, en sentido estricto, es falso. La Liturgia es un tesoro de TODO el Pueblo de Dios y, como tal, TODO el Pueblo de Dios es guardián celoso de ella. De ahí la posibilidad de que cualquier laico pueda remitir sus quejas no sólo al Ordinario sino a la Congregación para el Culto Divino. Y no necesariamente mantener un "conducto reglamentario", de ahí la coletilla "en cuanto sea posible".
Isaac: en Málaga, como bien dice Juvenal, esto está a la orden del día. Tanto que estadísticamente estamos en torno al 80% de incumplimiento en vestiduras litúrgicas. Esto sin hablar de ornamentos, vasos litúrgicos, ejecución de la Santa Misa, etc.
Realmente no sólo se trata de un grave incumplimiento del deber de un sacerdote de realizar la Sagrada Liturgia como lo manda la Santa Madre Iglesia sino de la autoridad del Ordinario correspondiente por inhibirse o simplemente permitirlo sin más.
Pero esto es sólo una ralla en el agua comparado con la inexistencia de la confesión en la inmensa mayoría de Parroquias, la falta de formación del sacerdote, incumplimiento permanente del Misal, la falta de formación de los catequistas,...
Es decir, el nuevo Obispo tiene mucho trabajo por delante.
En cuanto a la comunión en la mano, sólo recordar que es un "permiso especial" para aquellas Conferencias Episcopales que lo pidiesen a Roma (no recuerdo entre ellas a España). Es curioso cómo aquí, que la manera ordinaria de distribuir la comunión sea en la boca y la extraordinaria en la mano, se compare e interprete justo al contrario por aquellas personas que están en contra de la Forma Extraordinaria del Rito Romano en lugar de la Ordinaria basándose en el mismo argumento.
¿Cómo puede utilizarse el mismo argumento para apoyar lo directo y lo inverso simultáneamente? ¡Principio básico de lógica!
Pues bien cuando en nuestra vida asistimos a celebraciones importantes nos vestimos, nos revestimos, de la forma adecuada a la importancia del hecho. Sería impensable el que un presidente de un tribunal de justicia, o de oposiciones, acudiera en pantalón corto, pues si en la vida civil es impensable, en la Santa Misa en donde invocamos la presencia del Señor, no veo como se puede asistir sin estar revestido de la forma adecuada, efectivamente con casulla el celebrante, de la misma forma que no entiendo a esos feligreses que van en ropa de playa a misa.
Hasta donde llega mi conocimeinto la misa del sábado por la tarde equivale canónicamente a la del domingo. El sábado pasado acudí a misa en una iglesia, que sería por prisas del sacerdote, o por otros motivos lo cierto es que se saltó la homilia, pues bien si empezamos por que desaperece la casulla, seguimos no explicando el sentido del evangelio en la homilia, mañana otro sacerdote puede decidir que determinada parte de la misa no la considera necesaria, puede llegar el momento en que no se considere como necesario la asistencia a la Santa Misa.
Hay quien acusa a quienes denunciamos en internet estos hechos de ser quienes provocamos el abandono de la práctica religiosa. Me pregunto si no serán otros los motivos. Por ejemplo, que algún que otro sacerdote se tome determinadas licencias.
Hermenegildo: si el sacerdote y el laico discuten de fútbol, por ejemplo, tendrá mejor criterio el que sepa más del juego.
Pero si se discute de liturgia, la decisión del sacerdote es, en principio, inapelable.
Ponte en el lugar de un párroco, al que le llega un feligrés que le discute la forma de llevar la liturgia.
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Ese juicio es de un clericalismo o corporativismo absoluto. No me puedo poner en el lugar de un sacerdote. Pero sí puedo conocer, y conozco, lo que es obligado, opcional y libre en la liturgia, al menos en la Eucaristía, mejor que algunos de los sacerdotes que dicen misa. En mi caso, sí que denuncio los abusos ante quien corresponde y en la forma en que corresponde. Y me apena mucho encontrar que bastantes de los sacerdotes que no respetan la liturgia es porque se creen dueños de ella, más o menos como lo explica Joaquín. En todos la causa es el desconocimiento, pero lo malo es cuando va unido a la soberbia. Pues entonces no tiene arreglo. Y no digamos si además de sacerdotes son religiosos, pues los superiores no se atreven con ellos -los obispos creo que en bastantes casos sí-
Creo que aquí se aplica el número 183 de la instrucción, no el 184 -procuren "todos", "según sus medios"- "que el santísimo sacramento de la Eucaristía sea defendido de toda irreverencia y deformación, y todos los abusos sean completamente corregidos"- Es que si hay humildad, la corrección es posible. Si no la hay, imposible, aunque venga el Papa a decirle al cura. Y conozco casos de incorregibles y de corregidos, gracias a Dios.
Señoras, señores, ¿no les escandalizan estas palabras? Me parece que el "affaire de la casulla" se queda pequeño, frente a esta denigración de la Eucaristía.
Hermenegildo: por razón de su oficio los sacerdotes actuales saben mejor que tú y que yo lo que tienen que hacer, sin que se lo tengamos que explicar.
PermaVínculo 04.08.08 @ 22:30
Joaquín: por favor, no generalices, que frecuento la Iglesia desde que tengo uso de razón y conozco de cerca al clero. A mí no me convences.
Y en caso de falta de devoción o de participación, o en caso de abuso, mayor o menor, actuar con suavidad y firmeza, por amor a Dios, que es el primer mandamiento y la primera caridad.
Quizá tú, que ignoras que las Misas no se dan; sino que se celebran o se dicen, careces de bastante cultura religiosa como para discutir con un cura. No es el caso de todos los fieles católicos.
Señoras, señores, ¿no les escandalizan estas palabras? Me parece que el "affaire de la casulla" se queda pequeño, frente a esta denigración de la Eucaristía.
En lugar de insultar, ¿no tienen ustedes la valentía de responder a mi pregunta?
En este caso, el escándalo es callarse, y el que denigra a la Eucaristía es el que la trata con poca reverencia, no el que lo señala.
En cualquier caso, el tratamiento irreverente (la crítica) no fue a la Eucaristía sino a la forma de dar la comunión. A usted debe de parecerle que las críticas a la forma de celebrar las misas de Entrevías eran insultos al Santo Sacrificio. O que criticar el uso de cálices no prescritos es un insulto a la Sangre de Cristo. Allá usted, pero yo sé perfectamente lo que digo.
No sé como le va a la Iglesia con los sectores más ultras (¿los fieles que piensan que las reglas litúrgicas están para algo? ¿o de una manera más amplia, los que piensan que la Doctrina, el Magisterio y la Tradición no son materias optativas?), lo que si sé es cómo le ha ido a la Iglesia con los sectores más progresistas durante cuarenta años: una primavera esplendorosa de la Iglesia con iglesias vacías, vocaciones sacerdotales y religiosas en caída libre, ignorancia de las enseñanzas de la Iglesia por parte de los fieles, una influencia en la sociedad tal que los divorcios, adulterios y abortos son asuntos completamente banales, y podemos seguir. Claro que para usted a lo mejor todo esto es positivo. Entonces sí que le doy la razón, con los sectores ultras le va ir a la Iglesia de manera muy distinta de como le va ahora.
Ya tiene poco pase hacer aspavientos porque el cura no llevase casulla (que es un “abuso” que se deba calificar de “leve”). Pero esas palabras denigratorias contra la Eucaristía no pueden pasarse por alto. Por tanto, lamento que no se atreva a censurar la irreverencia de esas expresiones.
Pone usted el ejemplo de Entrevías. Lo conozco muy por encima. Sean cuales hubieran sido los abusos cometidos, nunca pueden justificar la mofa y desprecio de las Eucaristías celebradas en esa parroquia de Madrid, que eran auténticas Eucaristías. Incluso si el celebrante, como se comentaba con exageración más arriba, vistiese vaqueros, o pantalón corto, debemos sin embargo respeto absoluto al Sacramento mismo, siquiera se hubiere celebrado con abuso de algunas prescripciones.
El artículo disimula mal el desprecio a las muchedumbres de sacerdotes y fieles que nos preocupamos menos por si el cura usa o no casulla. Incluso sorprende, como le advertía, que se ponga en cuestión la comunión en la mano, perfectamente lícita, e incluso generalizada en Francia, como nos contaba Dante. ¿Reparto de estampitas, dice?
En cuanto a la Iglesia… Digan lo que digan las aves de mal agüero, la crisis de la Iglesia no se debe a los “curas obreros”, a los que se ha tomado como chivo expiatorio. Es un problema más general (España “pasa” de la Iglesia).
Lo que tengo por seguro es que un modelo de altenativo de Iglesia, en que cupiesen las formas cismáticas de celebración, y en que lo importante es si el cura lleva o no casulla, no va a rescatar a los indiferentes ni alejados. Quizá se pretendan unas comunidades más selectas. Pero ahí advierto un grave peligro de división o cisma de facto entre sectores puristas y sectores, digamos, más a ras de tierra.
¿Y usted tampoco se escandaliza de esta irreverencia: "Sin embargo el exceso no concernía únicamente al ornamento litúrgico, sino a la forma de distribución de la Eucaristía, que fue bastante deprimente: parecían que estaban repartiendo estampitas. Patético."?
¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!
Estos curas retroprogres... que poco les queda ya, señores... La sotana vuelve a estar de moda. Laus Deo Virginique Matri
Menos mal que queda ya cada vez menos de este galimatías. Ya sabe mi lema, D. Joaquín: La sotana está de moda. Laus Deo Virginique Matri
2. Imagen penosa de la vida interior de la Iglesia, con divisiones, donde prevalece la liturgia sobre la caridad.
Tampoco creo que tenga que haber discusión sobre la casulla: se la pone el sacerdote que va a celebrar por obligación, devoción o comprensión -ojalá con los tres factores juntos- y no hay discusión posible.
Entiendo que usted cree que las reglas litúrgicas no son obligatorias aunque así lo digan los documentos pontificios. Desde ese punto de vista, efectivamente el quebrantar una regla no tiene ninguna importancia.
Cuestionar la comunión en la mano no es ilícito, por muy lícito que sea el darla de esta manera. El interés que ha puesto el Santo Padre en dar la comunión en la lengua a fieles de rodillas últimamente debería indicarle qué manera es la preferida por Pedro. Entre proteger al cuerpo de N.S. Jesucristo de posibles profanaciones (que se dan y mucho) y conceder a los fieles una opción de recepción de la comunión que les plazca personalmente, mi elección está clara, ¿y la suya? ¿el respeto debido al Sacramento no merece que los fieles hagan un esfuerzo?
Un consejo, no ponga a la Iglesia Católica francesa como ejemplo, a no ser que sea como ejemplo a no seguir. Resulta que he residido en Francia (ahora resido en Luxemburgo), mi mujer es francesa y conozco bastante bien la situación del catolicismo en Francia. Repito: Francia es un ejemplo de lo que no hay que hacer.
El que la crisis de la Iglesia haya coincidido con el advenimiento de la progresía eclesial a puestos de responsabilidad puede que sea un argumento post hoc ergo propter hoc. Sin embargo, cuando observamos el estado calamitoso de las congregaciones y diócesis progresistas y el estado floreciente de los núcleos fieles a la Tradición, parece que la orientación que debería tomar la Iglesia parece clara. Por sus frutos los conoceréis.
Las formas cismáticas de celebración ¿son aquellas en las que el sacerdote lleva casulla? ¿se refiere a la forma extraordinaria del rito romano, nunca derogada tal como dice el motu proprio Summorum Pontificum? Por favor, ilumíneme sobre qué son para usted las “formas cismáticas de celebración” ya que no le comprendo. Incluso los ritos orientales tienen sitio en la Iglesia Católica.
El peligro de división o cisma de facto que usted indica, es ya un hecho, y no especialmente entre los sectores que usted dice, sino entre conferencias episcopales, entre diócesis, entre “nuevas realidades eclesiales” y entre parroquias. Nadie obedece a nadie y cada cuál hace lo que le da la gana en nombre de la colegialidad. Espero que a los “sectores puristas” nos dejen nuestros “circuitos” sin que se ponga en peligro la unidad eclesial que a usted tanto le importa.
Pisotear ostias consagradas es un delito muy grave. Oficiar la misa en vaqueros con una camiseta del Che es grave. Pero celebrar misa sin casulla no tiene entidad para hacer ninguna denuncia al obispo. Mucho menos para escribir un comentario en internet.
----------------------------Veo que este blog funciona de maravilla deben aparecer todos los comentarios, la mayoria de los otros de Religion en Libertad son un desastrte.
Parece que da vergüenza portar las casulla en verano y... en invierno.
Primero: "Creo que un presbítero, cualquier presbítero, tiene mejor criterio formado que un laico, que cualquier laico, sobre la procedencia o no de usar casulla. Si no la usan, los fieles deben acatar y respetar su decisión, sin discutirla ni criticarla. La discusión y crítica disidente rompe la comunión con los hermanos. "
Esto es un sinsentido. Un presbítero, por el mero hecho de serlo, noo tiene mejor criterio que cualquier seglar para saber cuando debe ponerse la casulla. ¿Por qué ha de ser así? Es una falacia esto que dice. ¿Tendría Lutero mejor criterio que cualquier seglar en los usos litúrgicos?
El uso de la casulla viene recogida en el Misal y es obligatoria para el ra el celebrante principal de la Eucaristía. En cualquier caso, lo único que se puede afirmar es que usted no tiene un criterio formado al respecto.
Segundo: "Exponer algún tipo de abuso en internet, sin haber antes formulado queja al Obispo diocesano, además de faltar gravemente a la caridad, constituye ya en sí mismo una infracción a las instrucciones de la Santa Sede"
Me deja patidifuso que un hombre de letras como usted confunda el derecho con el deber. Los derechos se tienen o no, se ejercen o no, pero nunca son olbligatorios.
Por otro lado, como usted puede comprobar, no he dicho en ningún momento el nombre del sacerdote, ni la población, ni el nombre de la Parroquia., entonces, ¿de qué habla usted sobre faltar a la caridad? Igual que yo no le administro la conciencia a nadie, le rogaría que usted no hiciese lo mismo conmigo.
Tercero: "Ustedes gustan de cargar con pesadas cargas y obligaciones a los demás, y no miran si cumplen con lo principal, que es la caridad, "que todo lo disculpa"." No, perdone, eso es lo que a usted le gustaría que se hiciese, pero no, no es lo que se pretende. Aquí el único que está haciendo juicios de valor es usted. Repásese todos sus comentarios.
Por favor, no se haga conmigo la doncella despechada, no son tiempos.
No me estoy refiriendo a que la Eucaristía se distribuya en la mano, en la boca, de pié o de rodillas. No. Es otra cosa. Me refiero a la unción. En la Eucaristía está Cristo presente. ¿Sabe usted al Misterio con el que nos enfrentamos? ¡Es el Señor! La Eucaristía no se puede repartir como si fuesen estampitas de fútbol. ¡Es la carne del Señor!
¿Le ofende que a los fieles se les llame inorantes en temas de litruggia? ¡Qué demagogia! La mayoría de los fieles no saben nada de temas teológicos ni falta que les hace. Lo que no es justo es que se devalúe la Liturgia, ¿es que los fieles no son dignos? ¿No tienen derecho a ser tratados de la misma forma que el resto de los cristianos? ¿Por qué tienen que participar en una liturgia descafeinada, rebajada? Le vuelvo a repetir, ¿no son dignos? ¿Por qué el sacerdote que oficia la Misa no lleva las vestimentas litúrgicas correspondientes?, ¿porque sus parroquianos son de segunda? Un poco de respeto.
Jo, lo que da de sí una casulla (¡80 respuestas!)
Y sí, todo eso está muy bien, la dialéctica fondo-forma, buen rollito parroquial-feligreses picajosos, y tal.
Pero vamos a lo que vamos ... ¿por qué no se ponen la casulla?
(al final me ha picado la curiosidad)
Creo que el único que ha respondido ha sido don Alberto. Por cierto, me ha gustado lo que ha dicho, ha sido sincero, de una lógica aplastante, y ha terminado con un toque de atención a los Obispos que no ejercen de tales. Mucho ánimo, don Alberto, me da que es usted un gran cura (la Misa de hoy, por usted).
De todo lo que dices, lo que más me satisface, es cierto, es que no identificas la parroquia.
En cualquier caso, analizando las instrucciones litúrgicas, no llevar la casulla es un abuso menor.
La comunión en la mano es lícita, y por tanto no se puede censurar.
Entendería tu rapto de indignación si hubieses presenciado un sacrilegio; pero tu reacción a que el cura no llevase casulla (siendo preceptiva, cierto) me parece desproporcionada. La Iglesia (y el mundo, en general) padece problemas más graves que ése.
El que es fiel en lo poco, sobre mucho será puesto. Y al que en lo poco no es fiel, lo poco que tiene se le quitará.
Respecto a la denuncias de abusos litúrgicos, no creo que nadie esté diciendo que haya que puentear al obispo. Pero desde luego si el obispo no hace ni puñetero caso, la denuncia pública suele ser mano de santo. Aunque siempre habrá prelados dispuestos a mirar para otro lado. Ahí tenemos el ejemplo de Rouco y la parroquia de Entrevías.
Conozco a mucha gente que comulga en la mano, consume la Sagrada Forma delante del sacerdote (¡como hay que hacerlo!), con verdadera devoción. Además, que yo sepa, la Iglesia no lo prohibe.
Lo que no es de recibo es la manera como se distribuyó la Eucaristía en esa Iglesia
¡DE VERGÜENZA!.
Los que no se ponen la casulla, es por vagancia, ya que las hay para verano, muy sencillas y baratitas, léase la Ley del Mínimo Esfuerzo ¡en vez de solidarizarse con obreros o labradores que sí pasan calor de verdad!.
¡DE VERGÜENZA!.
Nunca mejor dicho, la desidia la pereza, la falta de rigor y de respeto, en suma el colmo de la dejadez y del abandono.
Cualquiera que lea estos rasgados de vestidura, pensará que quienes aquí escriben son poco menos que ángeles, que nunca pecan ni se equivocan ni incurren en negligencia en el cumplimiento de sus deberes.
También dice otro refrán: "De dinero y de santidad, la mitad de la mitad".
Pues eso.
Cualquiera que lea estos rasgados de vestidura (como tú dices), lo único que se preguntará es: ¿por qué no se ponen la casulla?
Les da vergüenza vestirse de curas. Y digo vestirse porque lo de revestirse no está ya de moda.
Así que ya vemos. Curas con Lacoste y BMW.
Y esta manía se da mucho más en el clero secular que en el regular, por eso a mí me producen más respeto los frailes que los curas.
¡Qué se le va a hacer, Sres. Obispos!
Ha sido apasionante el nivel del tema de la casulla. Joaquín: eres mi héroe 8en serio, tío, qué aguante tienes y qué envidia me da la capacidad dialéctica que tienes, la paciencia y el temple para no perder las formas)
Tras leer tu comentario me queda la duda de si al final de la misa te dirijiste al cura en cuestión para manifestarle tu protesta. Por otro lado, me sorprende mucho que te alteren tanto estas cuestiones. Hace muchos años que se vienen produciendo "abusos" como éste y mucho mayores y hasta hace muy poco parece que no os preocupaban lo más mínimo a los cristianos obedientes y "conservadores"... Uno al que ahora llaman cardenal primado y hasta acusan de integrista, hace años no sólo no "celebraba" sin casulla; lo hacía sin alba y con camisa de cuadros, con una simple estola bien moderna. ¡Cómo cambian los tiempos! Hasta que no tengáis valor para ir a la raíz del problema, todas estas quejas resultan muy poco convincentes.
Tras leer tu comentario me queda la duda de si al final de la misa te dirijiste al cura en cuestión para manifestarle tu protesta. Por otro lado, me sorprende mucho que te alteren tanto estas cuestiones. Hace muchos años que se vienen produciendo "abusos" como éste y mucho mayores y hasta hace muy poco parece que no os preocupaban lo más mínimo a los cristianos obedientes y "conservadores"... Uno al que ahora llaman cardenal primado y hasta acusan de integrista, hace años no sólo no "celebraba" sin casulla; lo hacía sin alba y con camisa de cuadros, con una simple estola bien moderna. ¡Cómo cambian los tiempos! Mientras no tengáis valor para ir a la raíz del problema, todas estas quejas resultan muy poco convincentes.
"Ubi cáritas est vera, Deus ibi est"
¿Quiere vd. doctrina más sólida".
Por lo que si "sólo doctrina", se basa en este principio, es mucho.
¡Vd. Joaquín, a provocar como los trolls, es lo suyo!.
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