La ignorancia de la fe
«Como ya dijimos al hablar de la necesidad de la ffe, hay obligación grave de aprender las cosas necesarias con necesidad de medio y de precepto y, en general, todas aquellas verdades de fe que son necesarias para llevar una vida auténticamente cristiana y para el recto desempeño de los deberes del propio estado. El que descuida por culpable negligencia este deber, comete un pecado muy grave de ignorancia voluntaria, que puede traerle fatales consecuencias en este mundo y en el otro.
Es deber gravísimo de los párrocos adoctrinar al pueblo fiel en las verdades de la fe (cf. cn.776). Y este deber alcanza proporcionalmente a los padres, amos y padrinos con relación a sus hijos, criados o afiliados (cn. 774,2º).»
Teología moral para seglares, Antonio Royo Marín, O.P. B.A.C.7ª ed., 2ª imp, 2.007; p. 301