Frai Betto nos ofrece una gran basura
Hay personas que a sí mismos se llaman católicos pero lo único que les queda de católico es el nombre. Aprovechan precisamente este marchamo para deslizar sus teorías venenosas para engañar a las personas sencillas: son lobos con piel de cordero.
Uno de ellos es Frai Betto que ha escrito un artículo que se podría sintetizar con una sola palabra: mentira.
Aparte de indocumentado, Frai Betto se presenta como un profesional de la mentira y el engaño. Todo lo escrito en el documento es embeleco. Todo. Desde la apertura - en la que se reconoce a sí mismo como «contrario al aborto» para después construir una apologética del mismo basándose en que, según él, la Iglesia «nunca llegó a tener una postura unánime y definitiva con respecto al aborto» -, hasta el final.
Su artículo es un exponente claro de lo que ese falso espíritu del Concilio Vaticano II – espíritu particular de cada sujeto que lo enarbola y contradictor de la letra y de la interpretación magisterial del mismo -, de esa hermenéutica que a una verdad le contrapone una partícula adversativa de manera que obscurece, modifica, retuerce precisamente esa verdad para llegar a una mentira. Un abuso de la lógica y del intelecto.