A colación de «Mi marido me viola»
Escribía ayer el conspícuo Hugues sobre una serie (Querer, Movistar) y una película (Bajo terapia, Netflix). La primera no la he visto, la segunda la aguanté los primeros minutos. Ambas tratan sobre un asunto escabroso: la violación en el matrimonio. Este asunto es muy peliagudo porque como afirma Hughes, ya no estamos en un ambiente festivo, por llamarlo de alguna manera, sino en el ámbito íntimo del matrimonio.
Y es complicado, como hemos dicho primero porque hablamos de algo que, fuera de la catolicidad no existe. La Iglesia se ha quedado sola en la defensa del matrimonio, la unión de hombre y mujer para toda la vida, algo que pertenece al orden natural propiamente dicho.
En España, una de las primeras cosas que hizo el régimen del 78 es aprobar la ley del divorcio, con lo que terminaba de una vez y para siempre con el matrimonio, lo que es ciertamente muy grave porque acaba demoliendo la estructura natural de la comunidad. Si como escribe Aristóteles en la Política, la semilla de la comunidad se encuentra en la unión de hombre – mujer y su perfección es la ciudad, ¿qué pasará si la semilla se encuentra defectuosa? Pues que como en cualquier ente natural, crecerá estropeada. En el momento en el que la unión entre un hombre y una mujer se puede deshacer, permitida, sancionada y promovida por el Estado, la comunidad se acabará deshilachando, rompiendo las relaciones donde el hombre, como ser comunitario por naturaleza, se acaba desarrollando. Habrá átomos asociados pero no entes comunitarios.
El matrimonio es una institución compleja bajo la que se unen dos seres débiles, el hombre y la mujer, y donde una de esas columnas lo constituye el consentimiento – muy fácil de convertir en un consentir – mentir -. Una muestra de su complejidad se ve si visitamos aquellos viejos manuales de Teología Dogmática y comprobamos cuánto ocupa el capítulo dedicado al matrimonio, tanto en su exposición positiva como en la enumeración de vicios que pueden anular un matrimonio. Tan complejo como la mente humana. Tan complejo como que sólo Dios conoce los corazones y, por ende, nos conoce mejor que nosotros mismos.
Estas series, tan tramposas, vienen delicadamente y sutilmente, para arrasar definitivamente con lo poco institucional que queda del orden natural. Como una termita, que se come la madera, atacan al corazón bajo el cual las dos personas se dan el sí, ahora y para siempre, el matrimonio católico. Son los nuevos acusadores creadores de mala conciencia, los mejores amigos del capital.
24 comentarios
Un problema es ver el matrimonio como una institución natural. No es correcto. No vivimos en un plano natura sino de naturaleza, es decir, de natura lesa por el pecado original. Entonces, el matrimonio, si no es católico, no cuenta con la Gracia que santifica la unión, y por tanto, es difícil que pueda perdurar sin la asistencia de la Gracia.
Durante el franquismo había que haber distinguido entre el matrimonio sacramental del institucional, dejando claro que el sacramental no admitía la disolución del vínculo,y el civil sí.
Hubiera sido justo con quienes no tienen fe o no quieren esforzarse, pero sobre todo, además, habría sido mucho más difícil que tras la constitución del 78 un partido laico hubiera legislado la ruptura del vínculo de un matrimonio católico, puesto que la ruptura civil ya estaba implementada y que nadie estaba obligado a casarse con un vínculo irrompible.
Hoy, la respuesta de la Iglesia debería ser la inversa. Es decir, como los partidos políticos han desvirtuado la institución del matrimonio religioso equiparándolo al civil, la Iglesia debería exigir a los contrayentes que para que el matrimonio católico fuera válido por la Iglesia, no pudieran firmar el matrimonio civil, sino que a nivel institucional funcionaran como una pareja de hecho no registrada.
Esto último protege mejor al matrimonio católico, porque la legislación del matrimonio civil está hecha paradójicamente para romper dicho vínculo.
Al no formalizar el vínculo civil sacas al Estado de tu matrimonio religioso, y por tanto, casos como éste, de "mi marido me viola", son más difíciles de resolver jurídicamente porque en realidad no hay un vínculo legal.
La situación es la que es, pero lamentarse no es suficiente. Hoy la institución matrimonial está siendo atacado particularmente según el eje hetero-patriarcal, y la Iglesia debe proteger al elemento débil, que para la legislación es el fuerte e inmoral, es decir, el patriarcal, que es lo que hay que proteger especialmente.
Si no hay matrimonio civil más fácil será que los cónyuges católicos signa unidos aun en los casos de las dificultades de pareja que tarde o temprano llegan a los matrimonios, invitando a la esposa a romper el matrimonio por resultar favorecida, y contribuyendo a la creación de actividades antieconomicas como son los abogados de familia diseñados para romper familias.
Parece una locura, pero a estos extremos hemos llegado.
Y es muy curioso verlo porque se coge una ficción (donde el autor se inventa a los personajes y por tanto éstos son todo lo malos o buenos que se quieran, y actuarán tal y como el autor desee) y ésta se toma como modelo de lo que hacer o no en la sociedad. Y películas y series que nos presenten al matrimonio y familia como algo negativo las tenemos a espuertas, de igual manera que te presentan como modelos ideales japiflower cosas que en realidad distan de ser ideales.
Pero claro tengamos en cuenta que esto funciona solo en mentes infantilizadas que ven realidades donde solo hay cuentos chinos, como por ejemplo los EEUU ( y todos los que copiamos su modelo). Un claro ejemplo lo tuvimos con cosas como el código da vinci, novela de ficción total y "peazo inventada" de su autor que se acabó tomando como un ensayo científico anti iglesia católica, o con el cuento de la criada, distopía feminazi que no existe en ningún sitio.
Si a esto le añadimos que la Iglesia creo que se equivocó con su "admito a todos al matrimonio" y devaluó éste a un mero trámite, si el mundo actúa como tal, y el catolicismo (supuestamente diferente) mira hacia otro lado... El pastel social está servido.
No es el divorcio lo que mata al matrimonio sino lo que viene cuando ya está muerto.
Puesto que el vínculo religioso nunca se rompe no veo que el divorcio civil vaya a matar al matrimonio eclesiástico.
Lo que pasa es que los españoles estamos mal acostumbrados a la unión Iglesia-Estado y considerar que los curas son funcionarios y la gente se casa y bautiza los niños como quien va al registro civil, porque si eres español tienes que ser católico de lo contrario eres "moro".
La solución debería ser como en Francia, que solamente tiene validez civil el matrimonio civil y las bodas religiosas exclusivamente cuentan para la Iglesia, así no hay confusión.
El que de verdad quiera comprometerse de por vida por motivos religiosos que se case por la Iglesia.
Si luego además quieres consecuencias burocráticas y civiles pues vas al juzgado o al ayuntamiento.
Por otro lado no veo que el artículo aclare el título.
En cualquier caso dentro del matrimonio por desgracia también se pueden dar violaciones y malos tratos y son comportamientos delictivos.
Es la huella de Satanás. El matrimonio, el primer peldaño
Están definiendo lo típico en el mundo pagano, musulmán... Los cristianos nos regimos por otros parámetros. Aunque no estamos exentos de cosas que limpiar y mejorar. Si no recuerdo mal, los chistes respecto al matrimonio cristiano eran #los dolores de cabeza femeninos# para espaciar peticiones sexuales, no las violaciones. Los cristianos eran puestos como #aburridos#, frente a los #fascinantes malotes# (en realidad unos auténticos cabro...) Ahora en el imaginario colectivo eran todos maltratadores y violadores. Toma ya. Como no pueden defenderse porque ya va buena que no hay cristiandad. Están bajo tierra y no respetan ni a los muertos. La realidad es que no han hecho más que fabricarlos. Ahora las mujeres están mayormente empleadas, y a menudo viven en promiscuidad (sin responsabilidades conyugales), y hay muchas más relaciones tóxicas (como les gusta llamarlas ahora). Sin Dios nada bueno podemos. Todas las soluciones humanas serán en vano.
No veo casi la tv ni nada modenno, sencillamente porque no me gusta nada lo que suele producirse en la actualidad. Pero cuando son películas actuales, no históricas, no solo son lavaderos de cerebro, también sirven para mostrar una especie de radiografía de la época. La violencia e hipersexualización que aparecen a menudo ahora era impensable en apenas pocas décadas. Por ejemplo, el salto de Marcelino pan y vino a Camino, de Charlie y la fábrica de chocolate (matrimonio/familia ejemplar) a 50 sombras de grey (no la he visto, pero ha sido definida como degradante). De #Qué bello es vivir a Mar adentro#. De las virtudes, de la Fe, a la degeneración. También todo el tema oscuro, zombie, bandas...
Porque es cierta.
Pueden seguir el caso Pelicot en Francia, donde un hombre drogaba a su esposa para que a lo largo de años docenas de hombres la violaran.
No hay que enfadarse por una serie o una película que son ficciones que palidecen ante la realidad humana.
Por supuesto el caso Pelicot es un extremo, pero es real.
¿Hay alguna cueva perdida en la profundidad de las montalas donde os crían?
Si Cristo levantara la cabeza...
Desde hace años años hay muchas películas de distintos géneros que dejaron la moda ochentera almodovariana.
Desde el género noir o el thriller de Garci que recuperó la saga de El Crack o el film As bestas de Sorogoyen, a grandes producciones de cine de terror o de catástrofes con actores de Hollywood pero dirección y capital español como las producciones de Amenábar (Los otros) o Bayona, (Lo imposible) hasta las comedias familiares como la saga de Padre no hay más que uno de Santiago Segura, etc. todo eso es cine que cualquier persona católica puede ver sin problema.
Pero algunas mentes no funcionan sin prejuicios y clichés negativos y sin algo que odiar.
Sólo durante el año 2023 hubo 931 películas de producción española frente a las 787 producciones del año anterior.
Tu estás mencionando 3 o 4 "perlas" sumergidas en un mar de estiércol desde "Los Otros" hasta " "lo imposible" en un lapso de 20 años.
Usted es de esos campeones del "siempre hay una excepción" que deforman la realidad más rápido que un contorsionista en un circo. Para ellos, si un solo pingüino puede sobrevivir en el desierto (hipotéticamente, claro), eso prueba que todos los pingüinos podrían estar perfectamente bien tomando el sol en el Sahara.
¿Evidencia abrumadora? Bah, detalle menor. Siempre hay un caso, una anécdota o una "prueba irrefutable" que se sacan de la manga, como si ese único ejemplo fuera la norma universal. Si un día alguien logra correr una maratón descalzo sobre clavos, seguro que estos genios argumentarían que eso es prueba suficiente para que todos abandonemos los zapatos. ¡Total, si uno lo hizo, el resto estamos perdiendo el tiempo con comodidad y lógica!
Es como si vieran el mundo con una lupa especial que magnifica tanto la excepción, que la regla desaparece del todo. ¡Quién necesita sentido común cuando puedes hacer gimnasia mental para justificar lo imposible! Pero bueno, hay que reconocerles algo: convertir la excepción en regla es un talento... aunque uno que sería mejor aplicar en un truco de magia, no en la vida real.
PD.- Suponiendo que la película los otros sea una perla. La película Los Otros de Alejandro Amenábar tiene varios elementos que entran en colisión con la doctrina católica, principalmente en lo relacionado con la muerte, el purgatorio y la percepción de la vida después de la muerte.
Percepción de la muerte y los fantasmas: En la doctrina católica, una vez que una persona muere, su alma enfrenta el juicio particular y luego se dirige al cielo, al purgatorio o al infierno, dependiendo de su estado de gracia. Sin embargo, en Los Otros, los personajes están muertos y viven en un estado de negación total, sin conciencia de su fallecimiento. Esta idea de los muertos vagando sin saber que están muertos no encaja con la doctrina católica tradicional, que no contempla este tipo de existencia fantasmal como algo común.
La negación del purgatorio: La película evita completamente la noción de purgatorio, que es un concepto clave en el catolicismo para las almas que aún necesitan purificación antes de entrar al cielo. En lugar de eso, los protagonistas parecen estar en un estado intermedio, sin paz ni redención. Esto es más parecido a una versión secular o espiritualista de lo que la cultura popular entiende como fantasmas atrapados en "esta vida", sin ningún progreso hacia una vida eterna o la posibilidad de redención, lo cual está en desacuerdo con la visión católica de la salvación y el purgatorio.
Negación del juicio final: El catolicismo enseña que tras la muerte, todos enfrentarán el juicio final y una vida eterna en la presencia de Dios o alejados de Él. Los Otros presenta una visión más difusa, donde los muertos parecen estar atrapados en una especie de "limbo" o plano paralelo, sin un juicio claro ni una resolución divina para sus almas. Esta visión de los muertos interactuando con los vivos y permaneciendo en el mismo plano va en contra de la idea cristiana de que, tras la muerte, la separación entre vivos y muertos es definitiva hasta la resurrección final.
Creo que eres de esas personas que busca la polémica por la propia polémica.
No he dicho que todo el .cine español sea potable.
Ningún cine es totalmente potable porque lógicamente en cualquier país hay grandes obras, películas para echar el rato y grandes bodrios.
Y siempre serán más escasas las mejores.
Lo que he dicho es que no todo el cine español es un bodrio anticatólico, que es la tesis defendida por algunas comentaristas.
"No es una película. Son todas las películas " pontifica la señora África Marteache.
Debemos entender entonces que ella sí ha visto las 931 producciones españolas y puede juzgarlas.
Por otro lado un católico puede disfrutar una película sin tener que buscar una catequesis.
O de lo contrario tampoco podríamos ir al museo del Padro a ver el cuadro Saturno devorando a sus hijos, porque nos muestra un dios pagano.
No podemos limitarnos a ver las mismas películas de Semana Santa y Navidad de todos los años, que a Charlton Heston en cuadriga ya me lo sé de memoria.
Es probable que la progresiva pérdida de la batalla cultural de las ideologías zurdas y antinatura se vaya reflejando progresivamente en el cine. Disculpe si le ofendí
Se le olvidó mencionar:
La vida es bella (1997) - Es una coproducción italo-española y Ocho apellidos vascos (2014)
Por otro lado un católico puede disfrutar una película sin tener que buscar una catequesis.
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Entiendo su objeción. Pero salvo raras excepciones ( creo que Munilla es el único), se echa en falta comentarios públicos a películas taquilleras que deformen la doctrina Católica de la muerte. Debería haber una comisión especial en la Conferencia episcopal que rebatiera públicamente contradoctrinas al menos de las producciones más taquilleras. Sería una buena Catequesis. Poco se sabe sobre las encíclicas que trantan exclusivamente sobre el cine y TV:
-Miranda Prorsus
- Vigilanti cura
Al menos Mons Munilla cumple con lo anterior; en sus catequesis puso de media vuelta a Banderas por la asquerosa cita llamada 2El Cuerpo"
https://www.ivoox.com/catecismo-641-644-las-apariciones-del-resucitado-audios-mp3_rf_2999928_1.html
https://www.youtube.com/watch?v=FHjbPzJW2Vs&ab_channel=Andr%C3%A9sRom%C3%A1ndelPeral
Bravo Monseñor!
Violar a tu esposa es de degenerado. La Iglesia no consiente tamaña barbaridad y es causa de separación inmediata. Ningún sacerdote de hoy en día, excepto un tarado, aconsejaría a la esposa que aguantara conviviendo con un marido violador.
Gracias por el post. D. Isaac. Larga vida y properidad.
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