La encuesta de Paix Liturgique
La encuesta encargada por Paix Liturgique sobre el conocimiento del Motu Proprio y la asistencia de los fieles a la Liturgia Usus Antiquior posee, a mi modesto modo de ver, un valor relativo, aunque no por eso ofrezca algunos datos reveladores.
En un principio, la encuesta se encuentra lastrada en cierta manera por el supuesto del que parte. Sin juzgar intenciones ni circunstancias, sino ateniéndonos sencillamente a la clasificación de católico realizada por el encuestador, el considerar católica a aquella persona que incumple sistemáticamente con el precepto dominical, no deja de ser problemático, ya que relaja en exceso las condiciones de pertenencia de un individuo a la Iglesia Católica. Ciertamente, esta consideración lastra en cierta manera las conclusiones que se puedan realizar sobre la encuesta. Aún así, algo de valor se puede obtener de dicho estudio.
Lo primero que sale al paso es la realidad del envejecimiento de la Iglesia Católica. Prácticamente el grueso de los que asisten semanalmente a Misa se encuentra en el arco de aquellos que sobrepasan los 60 años (24’3 %). A pesar de las pastorales intentadas, los acercamientos a los jóvenes y demás, la realidad es la que es, pese a que nos duela.
Respecto al conocimiento sobre el Motu Proprio es desasosegante el hecho de que, en España, el 18’3 % de los católicos – en sentido laxo – conozcan el Motu Proprio. Sin embargo, si relacionamos este dato con el de los católicos practicantes, no carecería de lógica pensar que es mayoritariamente conocido entre los que asisten a Misa dominical. Por el contrario, el grupo de edad que sobresale en cuanto al desconocimiento del Motu Proprio es el de los jóvenes comprendidos entre 15 y 24 años.
En cuanto a la convivencia de las dos formas litúrgicas, a mi modo de ver, el tercer punto sería irrelevante, precisamente por el desconocimiento existente entre la población. Aún así, según la encuesta, el 26’2 % de los encuestados estaría de acuerdo. Sin embargo para obtener este resultado, habría que sumar a los que van a Misa todos los domingos (13’9 %), aquellos que asisten 2 – 3 veces al mes (5’3 %), los que asisten una vez al mes (6’0 %) y parte de los que aparecen en la Iglesia para los entierros (24’9 %). Aunque no hay una correspondencia entre los sumandos y las categorías, es lógico pensar que hay cierta coherencia entre el pensamiento y la vida de los encuestados. Sería realmente rocambolesco que ese 26’2 % saliese en su mayoría de los que no van a Misa nunca, pero de todo hay en la viña del Señor.
Más interesante es el cuarto punto que refleja el porcentaje de personas que, yendo al menos una vez a Misa, estaría dispuesta a asistir o no a la Misa Usus Antiquior, ofreciendo, además, un resultado extraño, por llamarlo de alguna manera. De los 1265 encuestados que se consideran católicos, 90 irían a Misa según la Forma Extraordinaria una vez a la semana, de los cuales, 87 provendrían de los que cumplen con el precepto dominical, mientras que tres de ellos, provendrían de aquellos que rara vez o ninguna, van a Misa. Un 0’24 %, un reducto. Sería interesante conocer sus pensamientos al respecto.
Por otra parte, resulta revelador saber que el 23’9 % de los católicos que van a Misa al menos una vez al mes, no irían nunca a la Misa de Juan XXIII. En este caso, si miramos la distribución por edades nos encontramos que los mayores porcentajes se encuentran entre los que tienen entre 25 y 34 años (34’3 %) y los que tienen entre 45 y 59 años (31’0 %), encontrándose el mínimo en los mayores de 60 años (14’3 %). Por clases sociales, los resultados se encuentran polarizados entre la clase alta (26’3 %) y la baja (25’9), mientras que el porcentaje más bajo se da en la clase media (20’6 %). Por poblaciones, el máximo se encuentra en las urbes de un tamaño comprendido entre los 100.000 y 750.000 habitantes (28’2 %), mientras que el mínimo se encuentra en las grandes urbes españolas (20’8 %). Es una pena, desconocer el porcentaje de aquellos que, yendo a la Misa Gregoriana, nunca irían a una Misa Novus Ordo para establecer comparaciones con el caso opuesto. Que haya casi un 25 % de católicos refractarios al Usus Antiquior es un dato a tener en cuenta.
Volviendo a aquellos que irían una vez a la semana a la Misa según la Forma Extraordinaria, por tramo de edades nos encontramos que su valor más alto se encuentra entre los mayores de 60 años (34’2 %), es decir, aquellos que conocieron en su niñez esta Misa, seguido por aquellos que tienen una edad comprendida entre los 35 y 44 años (27’4 %). Por el contrario, el valor más bajo se encuentra en el tramo de edad comprendido entre los 15 y los 24 años, precisamente aquellos que menos conocen la existencia del Motu Proprio (18’0 %). En cuanto al poder adquisitivo, la palma se la lleva la clase media (30’7 %), mientras que en el caso de poblaciones, podríamos decir que es un fenómeno de pequeñas poblaciones (30’2 % para poblaciones inferiores a 10.000 habitantes; el mismo porcentaje para poblaciones comprendidas entre los 10.000 y 100.000 habitantes).
En otro orden de cosas, la clasificación por regiones, resulta curioso como en mi tierra, el porcentaje de los que irían una vez a la semana a Misa Usus Antiquior (18’3 %) es muy parecido a los que no irían nunca (21’5 %).
En síntesis, a pesar del lastre que puede representar el sentido tan laxo que se le da a la pertenencia a la Iglesia católica, del estudio costeado por Paix Liturgique se pueden extraer datos interesantes como los expresados anteriormente. También surgen varias preguntas que en un futuro, no estaría de más su estudio, como puede ser conocer el medio de información por el cual han llegado a saber de la existencia del Motu Proprio, aquellos que lo conocen. En este caso, pienso que internet en general ha tenido mucho que ver.
Para terminar, sólo resta decir que, a pesar de las dificultades existentes y por todos conocidas, como puede ser la displicencia de los obispos en este asunto, queda claro que hace falta formación e información respecto al Motu Proprio, especialmente entre los más jóvenes.
6 comentarios
Además, como ya es un estándar que la práctica religiosa se mide por la asistencia al culto, eso permite hacer comparaciones con otros trabajos.
Te digo todo esto no es porque difiera de tu punto de vista, sino para iluminar los problemas que se presentan en este tipo de estudios y poner en sobre aviso a los lectores sobre que toda encuesta siempre tiene sus puntos flacos.
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