No puedo acostumbrarme
Monseñor Nicolás Bux ha escrito un interesante libro - ¡ojalá lo veamos pronto traducido al español! -, llamado «Cómo ir a Misa y no perder la fe». Algo parecido me ocurre a mí, cuando voy a Misa a las Parroquias cercanas a mi casa. Se podría decir que en esas Misas, el prescriptivo rito del lavatorio de las manos antes del Orate Fratres, ha sido abrogado.
De todas formas, esto es una cuestión menor si lo comparamos cuando llega la hora de administrar la Comunión, entonces los fieles se acercan y reciben al Señor con las manos extendidas, depositando a continuación el Cuerpo de Cristo - si es que no la cogen antes –en la mano.
Lo que empezó como indulto hoy es costumbre. Y el caso es que ya se ve con total naturalidad. Pero, ¡es el Señor!.
Cuando el Presidente de cualquier Gobierno, va de visita a una ciudad, a inaugurar un monumento, o cualquier otra cosa, sin duda los que acuden a dicho acto se ponen sus mejores galas. Los invitados a una boda, van en traje; los novios incluso se visten de chaqué – no puede haber cosa más hortera que el don sin din -; sin embargo, cuando el que nos visita es el Rey de la Gloria, del cual no somos dignos, el pueblo fiel no duda en cogerlo en la mano. ¿Hay conciencia de a Quién se recibe?
A pesar de todo, pienso que no toda la culpa deba recaer sobre los sacerdotes. A pesar de las deficientes catequesis que hayan podido impartir, también los fieles tienen mucho de culpa. Si no, no hay explicación que esta manera de comulgar se haya extendido tan rápidamente, en el espacio y en el tiempo.
Yo, lo siento, pero no me acostumbro; es más, no me quiero acostumbrar. No quiero caer en la rutina, en ver cómo se ha degradado tanto la práctica de administrar y recibir al Señor.
El argumento de San Cirilo ya ha sido exhibido hasta la saciedad. Ahora bien, ¿es suficiente? ¿Es posible que se imponga el testimonio de un Padre de la Iglesia – destacando sólo lo que interesa, no el texto entero – sobre la práctica continuada durante siglos en la Iglesia? ¿Es posible dar un salto de varios siglos y orillar el desarrollo de la piedad sacramental en la Iglesia? No parece razonable desde luego.
Lo externo tiene que ser reflejo de lo interno. Y en la Eucaristía recibimos al Rey de la Gloria.
Ante ese Misterio, ¿cómo no caer de rodillas?
162 comentarios
Aún no les he hablado de este punto, pero ya estoy viendo como entienden perfectamente la diferencia entre comulgar de una manera u otra y como se decantaran por hacerlo de rodillas y en la boca.
En Cristo y María.
Es muy triste,pero los que tocan este tema siembran siempre división entre los fieles y eso nunca es bueno para La Iglesia tan necesitada de la unidad de los que la formamos.
Yo no te voy a poner un ejemplo de un Padre de la Iglesia ni de un doctor, te voy a poner el mío....No me podría imaginar a Jesucristo, en la Ultima Cena y la mas ansiada...repartir el pan a los que ya llamaba amigos y que estos se pusieran de rodillas y por humildad no quisieran tocarlo con las manos.Eso si Jesucristo sabia la disposición interior de cada uno de ellos,como conoce la nuestra,mejor que nosotros mismos.
Nicola Bux sugiere que se puede perder la fe yendo a misa.
Filolefebrista enragé...
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¿Y tú cómo lo sabes? ¿Acaso estás en la conciencia de todos los pastores del mundo? Me da la impresión de que crees estar por encima de los demás. Y me parece un disparate que argumentes que estás a favor de la "unidad", cuando fueron justamente quienes forzaron esta innovación lamentable quienes rompieron una unidad que se mantuvo por más de 1.000 años en la Iglesia. De terror, simplemente de terror es lo que hay que leer.
El mismísimo JPII aceptaba de mala gana este indulto concedido por su antecesor, aunque estimó, igual que el papa reinante, no ser oportuno derogarlo por razones pastorales, seguramente. Y me consta que hay sacerdotes a los que les repatea tener que poner algo tan santo y precioso en manos sin purificar de conocidos y desconocidos, que vaya uno a saber que cosas han estado tocando.
Pero hay algo más, grave también, en esta pésima costumbre, y es que deroga de hecho la genuflexión adoratoria, tan apropiada para ese momento tan sublime. Y ello es así sencillamente porque a nadie se le ocurriría recibir la comunión en la mano y de rodillas.
Este post me ha decidido a incluir en mis oraciones de la adoración nocturna, el pedir por el fin de este insoportable indulto.
El Santo Padre habla y actua con autoridad, no hace cosas muy importantes de mala gana.
Amo a La Iglesia, y deseo que sea UNA...PARA QUE EL MUNDO CREA.
Por lo que soy yo, no quiero que mi amor por la Eucaristía se quede en los colerones que me llevo cada vez que noto un abuso en la Liturgia, me explico?
A vivir la Eucaristía así es a lo que rotundamente no quiero acostumbrarme.
Por lo demás, confío que poco a poco irá el Santo Padre y quienes están con el encauzando las cosas por la ruta que nunca debieron haber perdido.
Nos alegraremos juntos cuando todo se haya rectificado, ya lo verás.
Todos a recibir la comunión como la reciben quienes comulgan con el Papa.
Éso es lo que quiere el Papa. Y eso debemos querer también todos los católicos.
Yo concurro a una parroquia donde la gran mayoría comulga en la boca, incluso hay una `pequeña minoría - la gran mayoría jóvenes - que lo hace de rodillas, a pesar de que el sacerdote aún no se decidido a poner el reclinatorio. (pero lo va a hacer pronto, según em anticipó). Cuando veo a esa escasa minoría que comulga en la mano no siento cólera sino dolor. No puedo evitarlo. Saben cuál es la mejor forma de recibir a Jesucristo. Saben qué es lo que quiere el Papa. ¿Qué les cuesta?
Conocí una chica ortodoxa en Rusia que se hizo católica: le impresionaba poder tener al Señor en las manos, tan indefenso, entregado, tan cercano... tan físico.
Le molestaba su desaparición en miguitas en el vino de la comunión ortodoxa-bizantina.
Lo que quiere el Papa es lo que está escrito: que se comulgue con reverencia según esté establecido en cada diócesis. Y yo creo que el "sentido del pueblo" mayoritario prefiere comunión en mano.
Todo mi respeto y cariño a los que prefieran la comunión al estilo bizantino, o en la boca. Que también nos vean ellos con respeto y cariño si tenemos al Señor en las manos.
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Te contaré una anécdota que ilustra que eso no es tan así, que depende en gran medida del sacerdote.
En un pueblito pequeño (4.000 habitantes) estaba un cura que enseñaba que la forma más digna de recibir la comunión era en la boca y mejor todavía, de rodillas. O sea, lo que quiere el Papa. Y a la gran mayoría de parroquianas más cercanas se las veía comulgar en la boca, de pie pero jamás en la mano.
Cuando le tocó dejar la parroquia ofició una misa con su sucesor, un cura que violentaba a la feligresía a comulgar en la mano mediante burlas mordaces a quienes no se le plegaban. Pues en esa misma misa el cura viejo vio como algunas de sus cercanas colaboradoras se "adaptaban" rápidamente a la nueva situacion, comulgando ahora en la mano.
Lo que ejemplifico con esto, es que hoy día a muchos se les olvida el VERDADERO sentido de la Comunión, que no es de ninguna manera levantar polémicas políticas.
"Mi carne es verdadera comida", dijo el Señor (Jn 6, 55), y como verdadera comida, no permitiríamos en casa que un hermano armara tal alharaca por usar tenedor mientras otro prefiere usar la cuchara, mientras todos coman en paz y dignamente.
Gracias a Dios, aquí todavía somos "indios ignorantes", como nos llaman en los países "civilizados", y creemos en lo que el cura nos dice. Y si el cura dice que está bien tomar la comunión con las manos y de pie, todos decimos "amén" y nos vamos a sentar. Pido al cielo que no nos lleguen esos "modernismos-tradicionalistas" que no quieren a Cristo, sino sólo alimentar sus agendas políticas.
Y nosotros decimos "Amén". Yo comulgo de pie y en la boca, otros lo hacen en la mano y hay quienes se arrodillan, sin hacer ningún tipo de alharaca sino que simplemente hacen eso : arrodillarse. A veces la alharaca la hacen quienes la reciben en la mano, porque les choca la genuflexión ajena, pero ésa es otra historia.
Mi párroco no es lefebrista, y sostiene respecto de éstos lo mismo que el P. Iraburu, a quien conoce por haber concurrido a retiros que ha predicado en Argentina. Es un buen cura diocesano que se lleva perfectamente bien con el obispo, el cual se autodefine como "progresista"(!). Claro que el cura no lo es. En la última Navidad ha logrado habilitar la primera Capilla de Adoración Permanente (24x7) que hay en mi diócesis, a cuya inauguración el obispo mandó a su vicario.
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Meri, deja ya de creerte oráculo. JPII manifestó su desagrado a sus allegados y eso se filtró. Todos quienes tenemos funciones de gobierno( en un país, en una empresa, en una familia, en la Iglesia) tenemos que "tragarnos sapos", no hay otra. Más o menos según las circunstancia, pero siempre debes tolerar cosas que no te gusten, pues hay que poner el bien común por delante de las preferencias personales.
La mismísima Madre Teresa, gran amiga de JPII, llegó a decir en público que una de las mayores desgracias que sufría la Iglesia era la moda de la comunión en la mano. Era (y es) una gran santa, ciertamente.
Y se me ha ocurrido algo : voy a recurrir a su intercesión para pèdirle el fin del indulto. Ella se va a "mover" mucho, con toda seguridad.
Que si es una "memez", que si vamos a una religión de judíos (mírese el antisemitismo, amigo, que es muy "políticamente incorrecto), que si prefiere ser un "indio ignorante" (usted ojo con el racismo. Ya sea blanco o de otra raza).
No hay nada tan personal como la Comunión con nuestro Señor. El Papa bien lo sabe, y actúa en consecuencia: catequizando a los fieles que la reciben de sus manos de la manera más venerable posible.
Las manos de nuestros sacerdotes están consagradas. Normalmente se las lavan antes de misa, y el lavatorio reescenifica esa pureza de sus manos. ¿Cómo vas a considerar que las tuyas, que vienen a veces de la calle, que has estrechado otra mano en el "signo de la paz", con todos sus gérmenes incluidos, son dignas de recibir al señor?
No. No se trata de "en la mano o en la boca"... Se trata de recibir a Dios de la manera más digna posible, con el corazón contrito, como hijos obedientes.
Esto hay que pensarlo sin soberbia alguna en oración delante del Santísimo. Os prometo que os encantará recibirlo dignamente.
Ya lo dijo el Señor, que no es lo que entra por la boca lo que daña al hombre sino lo que sale de su corazón. El argumento de los gérmenes (que se ha usado para apoyar igual una que otra forma de comulgar) es francamente ridículo y hasta el mismo Cristo lo señaló (Mt 15, 2), porque no es nada nuevo, fariseísmo del más auténtico.
Yo prefiero mil veces recibir mi comunión como el cura quiera darla, sea de pie, sentada o haciendo malabarismos, que hacer aspavientos de rodillas, como los escribas y fariseos que hacen tanto escándalo para que los vean (Mt 23, 1-7).
La extensión de la comunión en la mano o incluso -como he sufrido alguna vez- la administración de la Sagrada Forma por parte de chavales no consagrados (e incluso chicas) es indicio de que hemos perdido la conciencia de nuestra absoluta indignidad ante el sublime regalo, absolutamente inmerecido, que se nos hace con la Eucaristía. "Si conociéramos el Don de Dios... (Jn. 4,19), si realmente lo supiéramos, deberíamos recibirla arrodillados, con lágrimas de inmenso agradecimiento y el corazón gritando: "¡Señor, bendita tu misericordia ante mi miseria!"
¿Quién soy yo para recoger con mis pecaminosas manos tal Don? Por eso debería ser obligatorio haber reclinatorios para que todo aquel que lo desease pudiera comulgar en la boca y de rodillas. Y seguro que la mayoría de fieles nos mirarían mal.
Te permites, de vez en cuando, unos ejercicios de potestas que claman al cielo, sin perjuicio de que el tono puede ser más atenuado, de que las expresiones puedan ser más caritativas, ¿por qué no empiezas con Isaac, que caricaturiza la comunión en la mano de "sus parroquias cercanas", y, todo por una cuestión de "sensibilidad, no de fe?, ¿cómo sabes que hay soberbia y no despecho ante el enésimo escrito de ridiculización de la comunión en la mano?, ¿por qué?.
Que se tiene que "tragar sapos" y tolerar cosas que no le gusten, por un bien común" nunca había leído cosa semejante,es mas hace daño leerlo y escucharlo, claro que si encima leo que te enteras de lo que quería JPII por cuchicheos, es ya para llorar.En que poco tienes la autoridad del Santo Padre.
Vivimos unos momentos dentro de La Iglesia cuya intención principal es la de "remar mar adentro"hay que ir a buscar al hombre que sufre ....y ofrecerle ..la salvación gratuita que Cristo desea para ellos, creo que todos sabemos , que por AMOR al mundo Dios nos envió a su Hijo.
Pero mientras tanto los cristianos que tenemos la gracia de estar en La Iglesia, y digo gracia porque no estamos por nuestro merecimiento sino por Su Amor,.....perdemos nuestro tiempo en cosa como......comunión en la mano o en la boca, sencillamente creo que esto solo lo puede propiciar,"el enemigo de la fe" lo suyo es crear división dentro de La Iglesia,
Y añadiria, no buscar la paja en ojo ajeno.
D. Isaac, estoy convencido de su buena fe cuando critica a fieles y sacerdotes que no comulgan o imparten la comunión de la forma que Vd. considera más ortodoxa, y que probablemente lo sea. No obstante no creo que afeando la conducta de los demás sea la forma adecuada de hacer apostolado, antes bien creo que es el ejemplo y un cariñoso convencimiento lo que puede conseguir una modificación de esas conductas.
En el zócalo del altar de una capilla de Salamanca, hay grabada una leyenda: "Noscere te ipsum".
Tal vez conviene observar nuestro propio comportameinto antes de condenar el comportamiento ajeno.
A ver, me presento: no soy ni modernista ni tradicionalista. Precisamente, mi opinión, es que ese tipo de "divisiones" son una lacra en la Iglesia, porque la mayoría andamos en medio y nada más que vemos:
- a unos intentando convertirlo todo en "no hay reglas" (los modernistas) como si Jesús no hubiera dicho: "No he venido a derogar la ley... ni una sola coma dejará de cumplirse"
- a otros intentando aplicar los mínimos preceptos de pureza farisíaca (los tradicionalistas) como si Jesús no hubiese clamado contra aquellos en Mateo 23 y diciendo: "¡Olvidáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe!"... y "No dejáis pasar el mosquito y os tragáis el camello".
Y los demás somos cristianillos corrientes que nada más que os vemos pelear (y a mí personalmente me llena de amargura... ¡si Cristo os viera!).
Ahora bien, doctrinalmente y espiritualmente la Iglesia es PERFECTA. Y ambas formas de tomar la comunión están reconocidas. Por consiguiente ambas son válidas... ¿Pero alguien sabe qué pide la Iglesia para poder comulgar con la mano? Porque no es tan sencillo como el indulto:
"1. PON LA MANO IZQUIERDA SOBRE LA MANO DERECHA, A LA ALTURA DEL PECHO.
2. QUIEN DA LA COMUNIÓN DICE: "EL CUERPO DE CRISTO". TU RESPONDERÁS: "AMEN".
3. LA HOSTIA CONSAGRADA ES DEPOSITADA EN LA PALMA DE TU MANO EXTENDIDA.
4. ACOGE LA HOSTIA EN LA PALMA DE TU MANO IZQUIERDA, CON LA DEBIDA REVERENCIA.
5. ANTES DE RETIRARTE, TOMA LA HOSTIA CON LA MANO DERECHA Y LLEVALA CON DEVOCIÓN A LA BOCA."
Además que el Sacerdote debe revisar que efectivamente las manos se encuentran limpias.
Estas instrucciones no se siguen en absoluto. Y muchísimo menos la prácticas de recoger con Reverancia y tomar con Devoción... La mitad de las veces parece que estamos en la cola de la charcutería y que nos dan a catar un trocito de algo.
Yo por eso empecé a comulgar en la boca y de rodillas cuando puedo (y no me levanta el sacerdote de un empujón xD que me ha pasado).
En resumen: comulgues con la mano o con la boca... comulga con reverencia y devoción y plenamente consciente en lo que haces... y sobre todo ¡sin prisas! Disfruta del momento íntimo con el Señor :)
Además, no sé pensar que en la Última Cena Jesús diera a sus discípulos la comunión del Pan en la mano. El Cáliz si dice Marcos que lo "repartió"... Pero a Judas en Juan le da el trozo de pan mojado (en salsa)... Y supongo que se lo metió en la boca (da la sensación al leer el texto de que se lo da en la boca). Entonces quizás pudo ser que diera la comunión del pan a todos los discípulos en la boca. No lo veo demasiado descabellado.
¡¡Un saludo!!
Respecto al pabnmojado de judas... mejor no hacer "religión-ficción" preguntándose de qué formas se puede dar un pan mojado
Tienes razón. Solo comentaba lo de la "religión-ficción" porque en unos cuantos comentarios para arriba alguien había ASEGURADO PLENAMENTE que los apóstoles recibieron la comunión en la mano (como si hubiese estado recostado sobre el pecho de San Juan jaja).
Entonces por eso planteé que no es descabellado que no sucediera así y que es posible que Jesús hubiese optado también por darles la comunión directamente en la boca. Al fin y al cabo es un gesto de Amor... es como alimentar a tu hijo. Y si Él nos quiere como amigos, ¿no sería posible que lo hiciera así?
Pues eso jajaja solo podemos especular como bien dices Marcos, no afirmar categóricamente: "mano o boca".
En el tiempo de Jesús en oriente se estilaban las mesas bajas (como hoy en día)... Así que estarían sentados en el suelo para recibir la comunión.
Y cuando uno está sentado y alguien le ofrece algo, el modo de incorporarse en esas mesas es ponerse de rodillas (no vas a hacer la gansada de hacer el balancín xD jaja y menos en una cena tan solemne).
Así que en la mano o en la boca, lo más probable es que se incorporasen de rodillas para recibir lo que el Señor les daba.
Pero como dice Marcos, sigue siendo "religión-ficción". Solo hipótesis.
En realidad, es mucho peor lo de omitir el lavabo. Porque quien lo omite, está saltándose las normas litúrgicas, mientras que la comunión en la mano está permitida por la Iglesia.
Y hay que tener un poco de sentido común. Nuestra boca no es "más santa" que nuestras manos. Ni es más digno en sí recibir al Señor en la boca que en las manos. Es puramente una cuestión de la liturgia que establece la Iglesia.
"Hoy se pretende evitar que nos arrodillemos... El mundo diabólico no pude arrodillarse... Sé muy bien que la genuflexión es extraña a la cultura moderna --por la simple razón de que esta cultura está alejada de la fe. No reconoce más a Aquél frente a quien la genuflexión es el único gesto necesario. La fe nos enseña a arrodillarnos. De ese modo una liturgia que no conoce más la genuflexión será intrínsecamente enferma. Es necesario volver a aprender a arrodillarnos, reintroducir la genuflexión en todas las partes donde desapareció, para que, por nuestra oración, permanezcamos en comunión con los apóstoles y los mártires, en comunión con el cosmos entero, en unión con Jesucristo." (Joseph Card. Ratzinger, L’Esprit de la liturgie, Ad Solem, 2001.)
Eso es lo que me responde la mayoría de las personas con las que he conversado.
Yo estoy comulgando de rodillas en el templo en el que, tras consultar, me dijeron que no había problema, pero eso fue tras una larga búsqueda.
Cuando asisto a misas donde no he consultado comulgo de pie y en la boca porque además -por lo regular- no tiene reclinatorios.
Tener escrúpulos para recibir al Señor en la mano tampoco ayuda a que todo este asunto alcance equilibrio porque si las manos son indignas, más indignos son los intestinos.
Para que exista equilibrio tendrían todas las parroquias, por mandato de los Obispos, explicar que nada de esto ha sido nunca prohibido y además colocar los mentados reclinatorios.
Con un gesto tan sencillo de los Obispos se arreglaría buena parte de todo este malentendido.
Yo, por los hermanos que se resisten a comulgar de rodillas no me encolerizo, lo hago con los sacerdotes que no celebran la misa de forma cabal.
Con los hermanos que se resisten a comulgar de rodillas, igual que tu, lo que siento es dolor pero no porque hagan uso de su libertad sino porque no saben de lo que se pierden; ese sencillo gesto de ponerse de rodillas le da un giro espectacular a la conciencia.
pues eres una verdadera privilegiada, en Buenos Aires la comunión de rodillas está prohibida por orden del cardenal Bergoglio. Hay que asistir a alguna Misa "clandestina" para poder hacerlo. Incluso su liturgo de cabecera, quizo imponer la comunión en la mano en una Misa bajo la forma extraordinaria (¡!).
Yo ya llevo seis años que tomo la comunión únicamente de rodillas y en la boca, con toda mi familia. Y no me ha pasado nada. Y ésa es la forma como el sacerdote lo prescribe, para niños y adultos. Y si el Señor está realmente presente en la SAgrada Forma, debemos tomarlo con la reverencia máxima.
A Dios gracias, no hay saludo de paz, lo que es una distracción cuando uno se está preparando espiritualmente para recibir al Señor.
2. En la Forma Ordinaria el gesto de la paz no es obligatorio sino que es "según las circunstancias" (pro opportunitate) se puede hacer la invitación (IGMR, 181).
Saludos.
Pues la realidad argentina es la que le ha correspondido vivir ahora las opciones que observo que se le ofrecen son dos opciones:
a. Arremeter contra ella
b. Abrazarla
Yo, si fuera usted optaría por la b., es lo que he hecho en mi caso y le aseguro que en el suyo notará también la diferencia.
Y que conste, abrazar la realidad no implica pasividad, sino ante todo uso de la razón a la luz de nuestra fe en Cristo.
No veo porque hay gente que se podría molestar al verme comulgar en la mano. Es mi momento de intimidad, ¿por qué no se meten en sus propios asuntos?
Le recomiendo a quien se dedica, en el momento de la Comunión, a ver cómo comulgan los demás y hacerse cruces porque no lo hacen como él o ella, que cierre los ojos sentadito o de rodillas en su sitio y pida perdón porque criticar tambien está muy feo y mas cuando acabas de comulgar.
Me imagino a uno de estos "maestros en el arte de comulgar" sentado en el banco de misa, intentándose despegar la hostia con la lengua que se le ha quedado pegada en el paladar y pensando : mira ese, no se arrodilla....directo al infierno....uff! Señor yo no soy así, eh?.... yo te adoro que me pongo de rodillas y todo....!!!
- no somos los apóstoles.
- no somos el Patriarca.
- ni somos la Santísima Virgen.
Allá aquél que se quiera elevar a ese nivel, yo no puedo.
Bruno: lo que se omite es el gesto del lavatorio - la oración supongo que la mantienen -. Ahora bien, el tema de la Comunión no es que esté permitida por la Iglesia: está indultada por el Papa - hay que leer muy bien el documento donde se escribe el indulto - y permitida por los Obispos y las Conferencias Episcopales.
¿Es peor saltarse el lavatorio de las manos que la falta de reverencia al Santísimo Sacramento? Lo primero es un abuso, pero en el Santísicmo Sacramento está el Señor, realmente su Cuerpo, su Sangre y su Divinidad. Tanto es así que para recibir al Señor se requiere disposición de cuerpo y alma.
Y la cuestión aquí no está en el sujeto que recibe al Señor - al final cada uno acaba haciendo de su capa un sayo -, sino de a Quién se recibe: al Rey de la Gloria.
Y si a un Monarca se le hace una reverencia, ¿al Señor se le recibe en la mano, con total tranquilidad?
Yo, desde luego, no me quedo tranquilo.
En fin, habrá que hacer discernimiento de espíritus y definir si Cristo está realmente presente y si la transubstanciación tomó lugar. Si la transubstanciación no tomó lugar, entonces pueden hacer de su capa un sayo y hacer panquekes, mofins, galletas y pan de munición. Y tomarlo con leche, cerveza, vino o soda. Porque hoy día de todo se ve.
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¡Exactamente Isaac! Aquí está el punto : la disposición ha de ser es figura de la necesaria disposición del alma. Así, la reverencia interior tiene en la postura su correlato exterior.
No sirve la postura reverente si no está acompañada de las debidas disposiciones del alma. Es hipocresía.
No sirve ir a comulgar como quien va a comprar el diario porque, aunque la disposición espiritual sea excelente, causa escándalo y es además, un torpe contrasentido.
Lo que enseña la Iglesia es que se debe dar una adecuada conjunción entre la debida disposición interior y las formas exteriores.
¡Es Dios que entra en mí, adorémosle!
Lo que jamás hice ni voy a hacer es comulgar en la mano, porque como argumenté más arriba, esa actitud deroga la genuflexión adoratoria.
Y eso está mal, no debe abrogarse la milenaria costumbre de caer de rodillas ante ese inefable misterio e inmerecido privilegio.
Puede ser un problema personal de humanos escrúpulos, más que de amor a las cosas santas: siéntete a gusto en la Casa del Padre con los hermanos que comen en su banquete.
Respecto a lo de que "no somos los apóstoles, no somos el Patriarca, - ni somos la Santísima Virgen, Allá aquél que se quiera elevar a ese nivel, yo no puedo".... mira... YO ESTOY EN ESE NIVEL.
Porque Juan Bautista era mayor que cualquier otro antes que Él, más que Elías, más que Moisés... pero el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande... porque tiene al Novio.
Yo, después de confesarme, después de escuchar el evangelio en misa y de rezar las oraciones de perdón, estoy al nivel de los apóstoles, lleno de Espíritu Santo, santificado por la Gracia, templo vivo de Dios, más que Elías, Moisés o el Bautista.
Yo no me elevo a ese nivel: el Señor es quien lo hace en mi, quien nos eleva.
Si tenemos gracia y santidad (vía confesionario y oración purificadora en misa) como para comulgar, la tenemos para comulgar en la mano.
En general, me gusta usar el cuerpo para rezar.
Pero NO me gusta arrodillarme para comulgar: me parece incómodo, me distrae de Dios.
Requiere logística que a mi me parece complicada, no soy bueno coordinando boca y rodillas al mismo tiempo (están en extremos distintos del cuerpo: agacharse-abrir boca agachado-levantarse, no dar al cura con la cabeza, no chocar con el de atrás... pfffff), de verdad, me agobia. ¿Soy torpe? Sí, ¿y qué?
Igual que me agobia, por las mismas razones, la comunión al estilo bizantino. Más de una vez he preferido no comulgar, pese a desearlo y estar en gracia, porque me parecía agobiante y peligrosa la comunión bizantina: que si el mantel, que si la cuchara, que si las miguitas... bffff... Una vez sí llegué a comulgar así y lo pasé fatal.
Ojalá todos los que experimentan intimidad y cercanía con Dios comulgando de rodillas o a la bizantina lo hagan muy a menudo y sin que se les dificulte, pero a mí... y sospecho que a unos cuantos millones de los 1.200 millones de católicos que somos, personalmente, no nos ayuda.
Pido solo que se nos respete en la libertad que la Iglesia, con sabiduría pastoral, nos ha concedido.
Recibir al Señor en plena reverencia, que no es ni más ni menos, que arrodillados y directamente en la boca, tendría que salir espontáneamente de uno mismo. Sin pensar, en pleno acto de fe.
Un indulto es una excepción ante determinadas circunstancias, no un deseo de implantarse en costumbre.
El problema es que se ha convertido en una práctica común por la comodidad de algunos. Es increíble que se hable de comodidad, como si se estuviera en el salón de casa.
¿Dónde está el límite? ¿Se podrá comulgar algún día en traje de baño y alpargatas si el pastor así lo determina?
Indultados los que vengan de la playa!!!
Según la costumbre habitual de la Iglesia, "lavabo" es como se ha llamado siempre al gesto del sacerdote de lavarse las manos, por la primera palabra de la oración que se dice al hacerlo. En cualquier caso, puedes estar seguro de que nadie dice la oración si no hace el gesto, no tendría ninguna lógica.
No tiene sentido que digas "el tema de la Comunión no es que esté permitida por la Iglesia" y digas a continuación "permitida por los Obispos y las Conferencias Episcopales". Es contradictorio.
"Y si a un Monarca se le hace una reverencia, ¿al Señor se le recibe en la mano, con total tranquilidad?"
¿No ves que esa pregunta no tiene sentido? Es igual de indigna nuestra boca de recibir al Señor de la Gloria que nuestra mano. ¿O es que tu boca es más santa que tus manos? Él se abaja hasta nosotros, por pura misericordia.
Recibir en las manos o en la boca es puramente cuestión de norma litúrgica de la Iglesia.
"Yo, desde luego, no me quedo tranquilo."
Pues escucha los argumentos y usa tu razón, porque, en este caso, no hay ni la más mínima causa para ello.
Esto pudo ser importante cuando la gente desobedecía la forma establecida por la Iglesia para comulgar, pero desde el momento en que la Iglesia lo permite, no hay absolutamente ninguna razón para la intranquilidad.
Si te empeñas en cosas como ésta, que no tienen sustancia, pierde fuerza tu defensa de las cosas importantes.
Saludos
Desgraciadamente, lo que Pablo VI reconoció como abuso fue consentido por su célebre falta de carácter como indulto. Pero el argumento sobre la mayor reverencia del rito permanece, y el abuso sigue siendo abuso, desgraciadamente tolerado por los pontífices, que sólo pueden introducir, como ha hecho Benedicto, ceremonias ejemplarizantes para intentar persuadir a los fieles de imitar el modo como da la comunión. Es tal el desastre introducido por el principio de iniciativa y experimentación litúrgica (contra el expreso deseo de la Sacrosanctum Concilium, que vedaba expresamente que nadie enmendara, agregara o quitara nada del texto o de las rubricas del rito romano sin PREVIA autorizacíón de la Santa Sede) que los Papas se han limitado a reaccionar ante el hecho consumado e intentar limitar los abusos por temor a introducir el escándalo en los fieles. Es duro, pero es lo que hay. De hecho, estos abusos se introdujeron contra el derecho litúrgico, y su indulto fue más arrancado que solicitado a Pedro. Un caso de desobediencia, porque si alguien quiere introducir una modificación litúrgica tiene que solicitarlo previamente a la Santa Sede, no desarrollar el abuso, y después, sobre el hecho consumado, entablar una "guerra con el dicasterio romano" -para citar a Carmen Hernandez- a ver qué concesión arrancas.
Es muy habitual en la argumentación neocon encontrarse con el desprecio de los "formalismos" en base a un análisis ahistórico y aexistencial. Lo cierto es que la comunión en la mano fue descartada en la Iglesia rápidamente, por motivos de reverencia y por prestarse a abusos, por lo que volver a ella ha sido un arqueologismo lamentable, inscripto en el típico desprecio posconciliar a la tradición de la Iglesia. Lo mismo se ha hecho con los ministros extraordinarios de la Eucaristía, que sólo pueden ser empleados cuando no hay sacerdote. El abuso al uso establece que se recurre a ellos, como ordinarios, y bien ordinarios. Ni hablar de la antitradicional presencia de mujeres ministras y monaguillas. Todos estos desarrollos anómalos, planteados al calor de la experimentación litúrgica anticanónica de los sesenta por el liturgismo subversivo y por algunos nuevos movimientos -podríamos citar la comunión sentados, propio de la "liturgia neocatecumenal", abuso aparentemente derogado por la Santa Sede, o las parahomilías laicales del mismo CNC, excusadas como "ecos de la palabra"- manifiestan parejo desprecio por la tradición litúrgica. Me dirás que un laico es tan digno como un sacerdote, que una mujer es tan digna como un hombre... pues te contesto lo mismo. No está en discusión la dignidad, porque sino los neocones terminarán no encontrando razones para no ordenar sacerdotisas más que la pura voluntad de Pedro. Es la tradición, estúpido (sin alusión personal).
Por la vía del análisis ahistórico y aexistencial, cualquier fiel puede pensar que tomar la hostia con la mano y llevársela a la casa también manifiesta devoción. ¿O la casa de un cristiano no es también un templo?
Cito a Pablo VI, Memoriale Domini:
"Es verdad que según el uso antiguo en otros tiempos se permitió a los fieles tomar en la mano este divino alimento y llevarlo a la boca por si mismos, y también, en tiempo antiquísimo, llevar consigo el Santísimo desde el lugar en que se celebraba el sacrificio, principalmente con el fin de aprovecharse de él como viático en el caso de tener que luchar por la confesión de la fe.
Sin embargo, las normas de la Iglesia y los documentos de los padres manifiestan con abundancia la máxima reverencia y la prudencia suma con que se trataba a la Sagrada Eucaristía. Porque «nadie... come aquella carne sin adorarla antes» , y al sumirla se amonesta a todos: «... tómala, y está atento para que no se te pierda nada» : «Porque es el Cuerpo de Cristo» ,
Además, el cuidado y el ministerio del Cuerpo y la Sangre del Señor se encomendaban de modo verdaderamente peculiar a ministros sagrados u hombres designados para eso:
«Después que el presidente terminó las preces y todo el pueblo hizo la aclamación, los que entre nosotros se llaman diáconos, distribuyen a cada uno de los presentes, para que los participe, el pan y el vino con agua, sobre los que se dieran gracias, y los llevan a los ausentes».
Por eso, en seguida el oficio de llevar la Eucaristía a los ausentes fue confiado exclusivamente a los ministros sagrados, para asegurar mejor la reverencia debida al Cuerpo de Cristo y servir al mismo tiempo a la necesidad de los fieles. Andando el tiempo, después de estudiar más a fondo la verdad del misterio eucarístico, su eficacia y la presencia de Cristo en el mismo, bajo el impulso ya de la reverencia hacia este Santísimo Sacramento, ya de la humildad con que debe ser recibido, se introdujo la costumbre de que el ministro por si mismo depositase en la lengua de los que recibían la comunión una partícula del pan consagrado.
Este modo de distribuir la santa comunión, considerando en su conjunto el estado actual de la Iglesia, debe ser conservado no solamente porque se apoya en un uso tradicional de muchos siglos, sino, principalmente, porque significa la reverencia de los fieles cristianos hacia la Eucaristía. Este uso no quita nada a la dignidad personal de los que se acercan a tan gran sacramento, y es parte de aquella preparación que se requiere para recibir el Cuerpo del Señor del modo más fructuoso .
Esta reverencia significa la comunión, no de «pan y bebida común» (7), sino del Cuerpo y la Sangre del Señor, por la cual «el pueblo de Dios participa los bienes del sacrificio pascual, renueva la nueva alianza con los hombres, establecida por Dios de una vez para siempre en la Sangre de Cristo, y prefigura y anticipa en la fe y la esperanza el banquete escatológico en el reino del Padre» .
Por lo demás, con este modo de obrar, que se ha de considerar ya común, se garantiza con mayor eficacia la distribución de la Sagrada Comunión, con la reverencia, el decoro y la dignidad que convienen, para alejar todo peligro de profanación de las especies eucarísticas, en las que «de manera singular está presente todo y entero Cristo, Dios y hombre, sustancial y permanentemente» ; y para tener, finalmente, con lo mismos fragmentos del pan consagrado el cuidado diligente que la Iglesia ha recomendado siempre: «Porque si dejas caer algo, piensa que es como si lo perdieses de tus propios miembros».
Memoriale Domini, Pablo VI.
Y la defensa del gesto de recibir la comunión en la boca y de rodillas, no es algo sin sustancia ni importancia. Es algo absolutamente clave para la fe. Se juega, ni más ni menos, que la conciencia del cristiano en la Presencia Real. Objetivamente, este gesto es más adecuado, exteriormente, para manifestar la certeza interior de la Presencia Real. Y los resultados, de 20 o 30 años de comunión en la mano, están a la vista. Hagan una encuesta en cualquier parroquia.
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Disculpa Bruno pero creo que debes tener cuidado en calificar a esta cuestión como "no importante", pues así, de un plumazo, estás juzgando y descalificando a todos los papas que dieron al tema una especial relevancia.
¿Sabes cuál es el abuso que ha seguido al de la comunión en la mano? Pues nada menos que poner el copón en el medio del templo e inducir al autoservicio. Esto ha pasado en mi ciudad y el sacerdote era español, marianista por más señas.
Yo no sé si esto afecta a la sensibilidad kika, pero a mí me produce escalofríos.
¿Qué más quieren los neocones? ¿Cómo se puede ser tan necio, ante la evidencia y la profecía cumplida de Pablo VI?
Yo voy a hacer una confesión: me gusta recibir la comunión en la mano. Pero mis gustos son lo de menos cuando de obedecer se trata. Y obediencia iluminada a la tradición, no abuso cuya concesión se arranca en base a "guerras", como dijo Carmen Hernández, Dirigente Vitalicia del Camino Neocatecumenal
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" Porque «nadie... come aquella carne sin adorarla antes»
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Pues eso.
Respecto a lo segundo, no veo la contradicción. Al menos que lleguemos a un acuerdo previo a lo que tú y yo entendemos por permitir. La comunión en la mano es un indulto que las Conferencias Episcopales la han igualada al resto de formas de comulgar, por arte de birlibirloque, en base a no se qué argumentos. Porque el único razonamiento que se expone es el de San Cirilo y pocas prácticas más. Ésto se antepone frente a la práctica de comulgar llevada por la Iglesia durante siglos.
Como ahora los Obispos se han asustado, intentan recular, pero están presos de sus propias palabras y acciones.
Volviendo al tema, aparte de la incorrección que he cometido, el uso de la palabra "permitir" en ambos casos no es el mismo (tampoco la cosa tien más recorrido. Espero que se haya entendido).
Y respecto al tema de la pureza de la boca o la mano, eso es un paralogismo, ¿no crees? El Cuerpo de Cristo está para comerlo, y se come con la boca, no con la oreja. La mano hace referencia al gesto con el que se recibe al Señor. Y no es lo mismo en la mano - cosa que hacen los sacerdotes, actúan in persona Christi -, que de rodillas.
¿Tú no ves sustancia en la forma de recibir al Señor? Pues me dejas con las patas colgando, como se dice popularmente. Entonces, ¿la Iglesia ha estado recomendando,profundizando y legislando sobre algo "insustancial"? ¿Los Padres y los santos estaban preocupados sobre una cuestión "insustancial"? El arte, ¿representando una cuestión "insustancial"?
Por cierto, yo sólo espero que los que pensáis que es algo "insustancial", cuando estéis delante de Juan Carlos I, le digáis un "¿qué pasa tronko?, ¿cómo está la Sofi?"
Todo eso está muy bien, pero NADIE ha dado ni un sólo argumento que muestre que recibir la comunión en la boca es más reverente en sí que recibirla en la mano.
Y si no es más reverente en sí, es que es un asunto que la Iglesia puede regular como considere oportuno. Ya he dicho yo que en su época fue un abuso, pero eso no dice nada sobre el tema. Fue un abuso porque se saltaba las normas litúrgicas. Y ahora no lo hace.
Isaac: eres totalmente injusto al tergiversar lo que yo digo. Lo que he dicho es que es insustancial la diferencia entre recibir la comunión en la mano o en la boca, especialmente si la intentas justificar por una mayor reverencia que eres incapaz de mostrar. Está muy bien que prefieras una a la otra, pero darle una importancia exacerbada a esa preferencia es absurdo. La verdad, me parece vergonzoso que digas que yo no veo sustancia en la forma de recibir al Señor cuando yo no he dicho nada de eso.
Dices: "Y respecto al tema de la pureza de la boca o la mano, eso es un paralogismo, ¿no crees? El Cuerpo de Cristo está para comerlo, y se come con la boca, no con la oreja". Si piensas un poco el tema, debería llamarte la atención que los argumentos que das en su defensa sean tan pobres. No sólo se come con la boca. ¿Tú sólo utilizas la boca para comer? Se come llevando la comida a la boca con las manos.
En cualquier caso, de nuevo eso no responde a la cuestión: ¿en qué es más santa tu boca que tus manos? Si son igualmente pecadoras, ¿por qué va a ser algo irreverente usar ambas cosas para comulgar? ¿O es que la reverencia se muestra usando el menor número de partes del cuerpo posibles? En ese caso, ¿por qué no poner una norma que impida morder la Sagrada Forma, para no usar los dientes, que no son necesarios? ¿No ves que es una forma absurda de razonar?
Luis: Si los gustos son lo de menos y lo importante es obedecer, obedece. La Iglesia dispone que se puede comulgar en la mano, pues acéptalo.
Ricardo: "¿Sabes cuál es el abuso que ha seguido al de la comunión en la mano?" Post hoc no implica propter hoc. Como mucho, el hecho formal de realizar abusos puede facilitar que se den otros abusos, pero eso en nada afecta al hecho material de la comunión en la mano.
Lo único que falta es que den consejos los que se la pasaron comulgando sentados durante años, desobedeciendo explícitamente al Concilio y a la Santa Sede.
No. Eso no es cierto. El Papa ha decidido usar esa forma de comulgar en sus misas, pero sin que eso suponga un mandato ni una recomendación "de la Iglesia" para nadie. Cuando el Papa quiere recomendar, recomienda. Si no recomienda, tú no pongas palabras en su boca. ¿O es que hay que usar el arreglo benedictino del altar porque es el que se usa en las liturgias papales?
El tema de la liturgia del Camino nada tiene que ver con esto y es tan amplio que, como comprenderás, no lo voy a tratar en los comentarios del blog de otro.
En cuanto a la "liturgia del Camino", el tema es muy sencillo: se trata del abuso absolutamente anticanónico de un señor que introdujo modificaciones al rito romano, y que después salió, sobre el hecho consumado, a presionar a la Santa Sede ("una guerra") para convalidar las modificaciones. Ante esto, la Santa Sede ("una guerra") censuró los abusos más extrremos e indultó un par de prácticas.
Y si no, muéstrame la promulgación del Ordo Neocatechumenalis.
Je, je. Citemos a la Congregación para el Culto en 1985:
"La Santa Sede, a partir de 1969, aunque manteniendo en vigor para toda la Iglesia la manera tradicional de distribuir la Comunión, acuerda a las Conferencias Episcopales que lo pidan y con determinadas condiciones, la facultad de distribuir la Comunión dejando la Hostia en la mano de los fieles."
Eso no es un abuso, sino lo que dice literalmente, la facultad para que las Conferencias Episcopales que lo pidan, como la Española, distribuyan la Comunión en la mano. Decir que eso es saltarse lo que dijo Pablo VI es como decir que las normas actuales vulneran las de hace cien años en cualquier otro campo. No las vulneran, las sustituyen.
De nuevo, vuelves a hablar de menor reverencia, pero no justificas en qué son menos reverentes las manos que la boca.
De nuevo, hablas de abuso, pero esos abusos (que yo he mencionado) se produjeron cuando la forma establecida por la Iglesia era comulgar en la boca. Si la Iglesia admite comulgar en la mano, no existe abuso ninguno.
Por cierto, me llama la atención que no hayas retirado tu argumento anterior sobre la liturgia del Papa, a pesar de mi respuesta. En ese caso, si consideras que sigue siendo válido, habría que decir que, como el Papa celebra con la forma ordinaria, "la Iglesia recomienda" que no se use la forma extraordinaria. Vaya, parece que no era tan bueno tu argumento ¿no?
Saludos.
Justamente en base a esto yo intuyo que se ha basado el criterio pastoral que ha movido al indulto : un mal menor para evitar males mayores, que se estimaban (y creo que correctamemnte) incontrolables, viendo cómo estaba el patio en esa fatídica época de la Iglesia. Digamos que algo así como una descompresión salvando lo esencial, esto es, el mínimo respeto debido a la Sagrada Forma.
Pero debe considerarse, como fin principal del lavabo, la pureza de alma con que se han de afrontar los acontecimientos salvíficos de la Misa, es decir, el “purificarse” de cualquier resquicio de culpa que en el alma del que se ha confesado, quede. Ciertamente el lavabo realiza una función de limpieza física cuando es necesario, pero vemos que el carácter purificador del alma como primera intención, esconde ante el pueblo la necesidad de lavatorio corporal del celebrante, cuando la hubiere, que siempre es desagradable que se piense de él, que sale de la sacristía al Altar con las manos sucias.
Sólo en el Miércoles de Ceniza, y después de impartirla, tiene un carácter de limpieza “corporal”, por razones obvias, que no habría de suplir el sentido espiritual del lavabo, si no fuera por el sentido penitencial de la ceniza, mucho más importante, y del que sí participa directamente el Pueblo.
En épocas pasadas el celebrante no podía despegar los dedos índice y pulgar hasta el momento de la Comunión (creo recordar), por el sólo hecho de que en las yemas de los dedos podían quedar partículas adheridas. ¿No es demasiado?.
Si las formas están bien cortadas (y separadas en la sacristía), no tienen por qué quedar adheridas a la Sagrada forma partículas “visibles”, y si se sabe dar la Comunión, dichas partículas "visibles" quedarán en la patena. Y atender a las invisibles es demasiado.
Las exageraciones quitan devoción o distraen los esfuerzos necesarios para ella. No se deben comunicar al pueblo escrúpulos que perturben su ánimo con gestos y ceremonias que no se obligan, y que en muchos casos pueden estar de más y quedar en sólo eso, pues ¿cómo despertar en el Pueblo cuestiones que muchos ni se plantearían como más o menos necesarias para su devoción? Sobre todo si les sugiere fijarse en cómo se hace a su alrededor, y juzgar a los celebrantes.
Otra cosa: ¿Qué quiere decir eso de ‘indulto’, para nombrar el comienzo de la libertad de comulgar en la mano por parte de todo el que lo desee? Soy ignorante. ¿Se expresan así las normas?. Esa palabra se emplea para liberar a un culpable del cumplimiento de su pena, lo que me hace pensar que, si está empleada en sentido figurado, no es acertado su uso, y lo que me hace sospechar que no es la palabra utilizada en las normas eclesiásticas correspondientes. Soy ignorante, pues no he leído esas normas. En realidad, no creo que sea importante leerlas. Me basta con que en la Diócesis a la que pertenezco (Madrid) esté permitido.
Lee lo que he escrito. El abusar, es decir, el saltarse las normas litúrgicas, siempre incita a más abusos. Pero eso es algo formal, referente a las normas. Materialmente, el hecho de comulgar en la mano no tiene nada de malo. Al menos, hasta ahora nadie ha sido capaz de dar una sola razón por la que sea malo o menos reverente que comulgar en la boca.
Es muy diferente el caso que tú mencionas del "autoservicio" en la comunión. Eso sí que es intrínsecamente incorrecto, porque, en condiciones normales, los fieles reciben la comunión del sacerdote o del ministro que actúa representando a Cristo y a su Iglesia: la comunión se nos da como un don de Dios, no como algo que nosotros obtenemos por nuestras fuerzas.
De hecho, así lo afirman los documentos de la Iglesia.
Saludos.
Estás tomando el camino que lleva al solipsismo.
Efectivamente, para comer sólo la boca. Lo he intentado por otros orificios pero nada chato. Otra cosa es que te refieras a usar la mano para llevar los alimentos a la boca.
Y echa el freno Magdaleno y no te embales. Primero has dicho que era una sencilla norma litúrgica y después que era algo insustancial, de ahí que te pregunte. Otros también lo han entendido así. Y en este caso, no hay tergiversación, ni injusticia, así que no salgas por peteneras.
Esto es un blog, no un aula académica, ni nos estamos expresando en latín.
Por otro lado, no creo que sea una forma absurda de razonar, si es que existe esa forma, seá si acaso equivocada. Es una conclusión tras ver el desarrollo y la profundización de la creencia en la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía. Esto no es el mundo de las ideas platónico separado del mundo sensible. No hay chorismós entre uno y otro.
Y si da igual una forma que otra, pues nada, acabamos con los signos de respeto y tal.
Lo único que se ha hecho es darles la facultad de seguir indultando abusos (previa introducción aviesa de los mismos por parte de los obispos, violando el espíritu de la concesión y generando artificialmente una costumbre inexistente - me consta y nos consta a todos los comentaristas argentinos de este blog).
En cuanto a por qué el Papa no celebra públicamente la forma extraordinaria -privadamente lo hace, se asegura-, la respuesta es sencilla: la degradación de muchos de sus hermanos, que ostensiblemente odian y persiguen el rito. El Papa, en esta materia, está impedido por la amenaza de cisma. Y esto es obvio, público y notorio, como eran notorias las amenazas que recibió de cisma en otras ocasiones o las persecuciones que recibió cuando levanto las excomuniones.
No siempre la desobediencia es explícita. Como el hijo del Evangelio, algunos dicen sí, y no van. O ahora vamos a canonizar la desobediencia en materia litúrgica de Kiko. Hay mucha hipocresía aquí. Se persigue a Lefebvre por un par de comentarios idiotas realizados en un momento de ofuscación, pero el P. Iraburu no dice nada cuando nada menos que Carmen Hernandez, dirigente máxima el Camino, dice que un dicasterio romano les hizo la guerra.
"Por consiguiente, fueron propuestas a los obispos tres cuestiones, a las que, hasta el día 12 del mes de marzo último, respondieron del modo siguiente:
1. ¿Se ha de acoger el deseo de que, además del modo tradicional, se permita también el rito de recibir la Sagrada Comunión en la mano? Placet: 567. Non placet: 1.233. Placet iuxta modum: 315. Votos inválidos: 20.
2. ¿Place que se hagan antes experimentos de este nuevo rito en pequeñas comunidades, con el consentimiento del ordinario del lugar? Placet: 751. Non placet: 1.215. Votos inválidos: 70.
3. ¿Piensa que los fieles, después de una preparación catequética bien ordenada, han de recibir de buen grado este nuevo rito? Placet: 835. Non placet: 1.185. Votos inválidos: 128.
Por las respuestas dadas se ve que la mayor parte de lo obispos estiman que no se debe cambiar la disciplina vigente; más aún, que el cambio sería dañoso, tanto para el sentimiento como para el culto espiritual de los mismos obispos y de muchos fieles.
"
Y a un obispo que se le ocurrió decir que no lo iba a permitir en su diócesis le hicieron la vida imposible, al punto que se vio obligado a consultar a la Santa Sede si estaba correcto lo que había hecho. Que lo estaba, claro, y así le respondieron.
Ya está bien de caprichosos que por mor de inventarse su liturgia, exponen la eucaristía a abusos innumerables.
Es la Iglesia de los Caprichosos. Si nosotros hacemos la Guerra, está bien, porque somos nosotros. Si nos prohiben los obispos japóneses, está mal, porque somos nosotros. Si comulgamos sentados, no es abuso, porque la Santa Sede no nos dijo nada, aunque violáramos la prohibición de enmendar el rito.
Dices: "¿Recibir la comunión de rodillas y en la boca no expresa mejor la reverencia a Cristo, que es a Quién recibimos, que tomarlo en la mano y llevarlo a la boca?
Vuelves a hacer trampas. ¿He hablado yo en algún momento de estar o no de rodillas? Sólo he hablado de la boca o en la mano. De nuevo, por falta de argumentos (todavía no has dado ninguno, ni uno solo), lo que haces es deformar lo que yo he dicho.
Dime, por favor, por qué es más reverente la boca que la mano.
Dices: "Otra cosa es que te refieras a usar la mano para llevar los alimentos a la boca".
Claro, exactamente igual que al comulgar en la mano.
Dices: "Y echa el freno Magdaleno y no te embales. Primero has dicho que era una sencilla norma litúrgica y después que era algo insustancial, de ahí que te pregunte. Otros también lo han entendido así. Y en este caso, no hay tergiversación, ni injusticia, así que no salgas por peteneras."
¿Cómo? Me acusas de decir que me da igual cómo se reciba al Señor, que es una cosa muy grave, sin el menor apoyo en lo que yo he dicho de verdad. Lo mínimo después de eso es disculparse, digo yo.
Lo único que es insustancial es la diferencia en términos de reverencia de recibir la comunión en la mano o en la boca. Y, repito, nadie ha dado hasta ahora ninguna razón por la que una cosa sea más reverente que la otra.
Dices: "Por otro lado, no creo que sea una forma absurda de razonar, si es que existe esa forma, seá si acaso equivocada".
Ya te he dicho que puedes perfectamente preferir recibir la comunión en la boca y desear que sea lo único que permita la Iglesia, allá tú. Pero lo que no puedes hacer es afirmar que recibirla en la mano es irreverente sin dar ni una sola razón para ello.
Dices: "Y si da igual una forma que otra, pues nada, acabamos con los signos de respeto y tal".
No, lo que pasa es que no has mostrado que una cosa sea respetuosa y la otra no. Pero estoy abierto a escuchar tus razones, cuando las des.
Saludos.
Pues con la comunión en la mano pasa igual.
Hay una cierta analogía con el libelo de repudio permitido por Moisés a causa de la "dura cerviz" de los judíos.
He mostrado ya que el único abuso era vulnerar la norma litúrgica. Nadie ha dado ni un solo argumento que muestre lo contrario.
En ese sentido, cuando la norma permite algo, ipso facto ese algo deja de ser un abuso.
DIces: "Bruno, los argumentos de Pablo VI no se sustituyen, porque están basados en la tradición.Y pensar que una Conferencia Episcopal puede derogar argumentos es un insulto a la inteligencia".
El "debe ser conservado" de Pablo VI es, obviamente, un juicio prudencial, válido hasta que la Iglesia haga otro juicio prudencial sobre esta cuestión (como ya ha hecho con normas como la que he citado). En cualquier caso, permitir la comunión en la mano no obsta para la conservación de la comunión en la boca.
Y en lo referente a los argumentos en favor de esa tesis, que como ya sabes tienen un grado de autoridad mucho menor o no tienen ninguno, volvemos a lo de antes: ¿alguien puede decirme por qué comulgar en la boca es más reverente que comulgar en la mano?
Dices: "Lo único que se ha hecho es darles la facultad de seguir indultando abusos"
No, eso te lo inventas tú. Ya he citado a la Congregación para el Culto, que no habla en absoluto de abusos ni de indultos.
Repito, que en el pasado algo fuera un abuso por vulneración de una norma, no implica que lo sea actualmente. Celebrar la Misa en lengua vernácula era un abuso hace setenta años y hoy no.
Dices: "En cuanto a por qué el Papa no celebra públicamente la forma extraordinaria ...está impedido por la amenaza de cisma."
Claro, claro. Lo que hace el Papa sólo debe ser imitado exactamente por toda la Iglesia si coincide con lo que le gusta a Luis. Si no, es que el Papa está impedido. Lo siento, pero eso lo que quiere decir es que el Papa eres tú. Y esa no es mi Iglesia. Ni la tuya, así que reconoce que tu argumento de "la Iglesia recomienda" no era válido (que no cuesta tanto) y ya está.
Saludos.
Lo que pasa es que los neocones niegan la evidencia.
Han cambiado el aforismo, "post hoc, ergo propter hoc", que a veces puede ser falso, por otro aún más falso:
"post hoc, ergo NON propter hoc".
Sobre tus votaciones, supongo que eres consciente de que su valor normativo es igual a cero. Por otra parte, es gracioso que se diga que los obispos estaban en contra de la comunión en la mano pero, a la vez, fueron los culpables de introducir la misma, contra la opinión del pueblo fiel.
En cualquier caso, repito mi pregunta, ¿por qué es más reverente comulgar en la boca que en la mano?
Saludos.
Lo que en origen podía ser un abuso más o menos tolerado es algo permitido hoy por la Iglesia. Lee la cita que he puesto más arriba y que no habla de abusos ni de indultos.
Y por cierto, el indulto original no tenía nada que ver con el indulto penal del que hablas. Era, más bien, una excepción a la regla sin derogar la norma existente. No confundamos lo que es diferente.
No sólo no rectifico, sino que insisto: la Iglesia recomienda la comunión en la boca.
Comprendo que para el integrante de un movimiento que estuvo en desobediencia litúrgica durante décadas es difícil de entender. Si uno ve como normal comulgar sentado, y sólo abandona ese abuso porque te lo dice el Papa, obviamente tienes mal la estimativa litúrgica y hay muchas cosas que te parecen igual de válidas.
"En cualquier caso, repito mi pregunta, ¿por qué es más reverente comulgar en la boca que en la mano?"
Bruno, te responde el Papa:
1) "Este modo de distribuir la santa comunión, considerando en su conjunto el estado actual de la Iglesia, debe ser conservado no solamente porque se apoya en un uso tradicional de muchos siglos,
2) "sino, principalmente, porque significa la reverencia de los fieles cristianos hacia la Eucaristía.
3) "Este uso es parte de aquella preparación que se requiere para recibir el Cuerpo del Señor del modo más fructuoso .
4) "Esta reverencia significa la comunión, no de «pan y bebida común» (7), sino del Cuerpo y la Sangre del Señor, por la cual «el pueblo de Dios participa los bienes del sacrificio pascual, renueva la nueva alianza con los hombres, establecida por Dios de una vez para siempre en la Sangre de Cristo, y prefigura y anticipa en la fe y la esperanza el banquete escatológico en el reino del Padre» .
5) "Por lo demás, con este modo de obrar, que se ha de considerar ya común, se garantiza con mayor eficacia la distribución de la Sagrada Comunión, con la reverencia, el decoro y la dignidad que convienen, para alejar todo peligro de profanación de las especies eucarísticas, en las que «de manera singular está presente todo y entero Cristo, Dios y hombre, sustancial y permanentemente» ; y para tener, finalmente, con lo mismos fragmentos del pan consagrado el cuidado diligente que la Iglesia ha recomendado siempre: «Porque si dejas caer algo, piensa que es como si lo perdieses de tus propios miembros».
Saludos
Dices: "es un arqueologismo"
Je, je. Ya te he contestado esa objeción en varios temas, pero parece que no aprendes. El arqueologismo es decir que necesariamente es preferible lo más antiguo a lo posterior en la Tradición de la Iglesia. Necesariamente.
Afirmar que prácticas antiguas y nuevas pueden coexistir o que en un caso concreto una práctica antigua puede ser preferible no es arqueologismo. Si lo fuera, la celebración en lengua vernácula dentro del rito latino sería arqueologismo.
Dices: "No sólo no rectifico, sino que insisto"
Pues tú mismo. Tu argumento supone que la Iglesia recomienda que se celebre sólo con la forma ordinaria. Y que, por lo tanto, según tu propia argumentación, tú eres un desobediente a la Iglesia. Yo no lo creo, pero parece que tú sí.
Dices: "Los argumentos que en ella están"
Yo no los veo, pero quizá necesite graduarme las gafas. Si son tan claros, ¿serías tan amable de señalármelos usando tus propias palabras?
Y puedes seguir, si te place, con el bulverismo y cambiando de tema. Yo no me dejo distraer.
Saludos.
1) es el uso tradicional de muchos siglos
2) entraña un gesto de reverencia extra: sólo los niños reciben el alimento en la boca. El fiel no se apodera del cuerpo de Cristo, sino que el mismo Cristo, pío pelícano, se brinda.
3) complementa la preparación requerida para comulgar.
4) esta reverencia enfatiza mejor la presencia real y la diferencia con un alimento común, que sí se toma con las manos. Este alimento es diferente, no se obtiene con las manos, sino que baja del Cielo
5) reduce las posibilidades de indecoro, irreverencia e indignidad y de profanaciones. Lo que sólo un ciego no ve.
Saludos
No has recogido ni un solo argumento. Ninguno.
"Debe ser conservado" es, como ya hemos visto, un juicio prudencial, matizado por la normativa posterior de la Iglesia.
"significa la reverencia" no es un argumento, es la tesis sobre la que hay que argumentar.
"es parte de aquella preparación que se requiere". Claro, como actualmente es parte de esa preparación la comunión en la mano, adecuadamente realizada.
"con la reverencia, el decoro y la dignidad que convienen" de nuevo es la tesis, no un argumento.
"para tener, finalmente, con lo mismos fragmentos del pan consagrado el cuidado diligente que la Iglesia ha recomendado siempre"
No hay nada en la comunión en la boca que implique un mayor cuidado para que no caigan fragmentos. De hecho, por experiencia te diré que es mucho más frecuente que caiga la Sagrada Forma al suelo comulgando en la boca que en la mano.
Lo siento. Argumentos: 0. Es una buena exhortación a cumplir las normas de esa época, pero nada más.
Me parece muy bien que alguien prefiera la comunión en la boca, pero sigo sin recibir un solo argumento que muestre que es más reverente.
Y a tu resumen:
1) "es el uso tradicional de muchos siglos" Sí, pero hay Tradición y tradiciones. Y, como la práctica contraria es lícita y ha sido utilizada por la Iglesia, también durante siglos, no se puede absolutizar una norma que no es absoluta.
2) "entraña un gesto de reverencia extra: sólo los niños reciben el alimento en la boca. El fiel no se apodera del cuerpo de Cristo, sino que el mismo Cristo, pío pelícano, se brinda".
Aquí haces trampa. Lo de no apoderarse del Cuerpo de Cristo impide, como ya he dicho, el "autoservicio" que, casualidad de casualidades, la Iglesia sí que prohíbe, a diferencia de la comunión en la mano.
3) "complementa la preparación requerida para comulgar".
Sí, igual que las normas para la comunión en la mano, como poner las manos formando un trono, que además simboliza una cruz, etc.
4) "esta reverencia enfatiza mejor la presencia real y la diferencia con un alimento común, que sí se toma con las manos. Este alimento es diferente, no se obtiene con las manos, sino que baja del Cielo"
Repito que lo de no que no se obtiene se muestra por el hecho de que está prohibido el autoservicio. Y es un alimento que no se obtiene con las manos, pero tampoco con la boca, así que la diferenciación no tiene sentido como signo.
5) "reduce las posibilidades de indecoro, irreverencia e indignidad y de profanaciones. Lo que sólo un ciego no ve".
De hecho, eso es falso. Yo he recibido los ministerios de acólito y lector y puedo decir por experiencia que es más fácil que se caiga la Sagrada Forma al suelo comulgando en la boca que comulgando en la mano. Y las irreverencias, por desgracia, son igualmente posibles, así como las profanaciones.
Son hechos, no opiniones.
Y las votaciones aparecen en la Instrucción Memoriale Domini. Supongo que se harían para algo, ¿no?
Un poquito de por favor, Bruno. No te he acusado de nada. Me atengo a lo que has escrito. Y eso no es acusar. Me explico - no entiendo por qué hay que llegar a estos niveles -. Acusar es decir: Bruno afirma que es insustancial la forma en la que recibir la Comunión. Yo lo que he hecho es preguntar, porque me he sorprendido de la frase. Es como si yo te digo que me estás acusando de llevar una discusión no sincera.
Me pides razones. Aquí se te han dado muchas. Es más reverente comulgar de rodillas porque expresa mejor la adoración al Cuerpo de Cristo al que no somos dignos de recibir - igual que hay que arrodillarse delante del Sagrario, etc. -, porque ha sido la práctica de la Iglesia hasta que se dió el indulto de la comunión en la mano, porque esta práctica es el fruto de la reflexión y profundización del Misterio de la Eucaristía. Más argumentos en el Espíritu de la Liturgia de Ratzinger.
¿Qué más quieres? ¿Necesitas más?
Usamos una analogía humana, ¿cómo expresas más y mejor el amor a tu mujer?
Ahora bien, si no te valen, explica tú las tuyas: ¿por qué es igual de reverente comulgar en la mano que de rodillas y en la boca?
Desgraciadamente, la excepción terminó generalizándose, y hoy se le da el mismo valor objetivo que a la regla.
El libro de Mons. Laise tiene toda la documentación e historia sobre el asunto. Recomendable.
Saludos.
Dices: "Un poquito de por favor, Bruno. No te he acusado de nada. Me atengo a lo que has escrito. Y eso no es acusar"
El problema es, precisamente, que no te has atenido a lo que he escrito, sino que con tu pregunta has puesto en mis labios algo totalmente distinto y además irreverente. Y, cuanto te lo he hecho notar, en lugar de decir que lo sientes, te reafirmas en ello. Eso, además de descortés, es de mal argumentador.
Vuelves a hablarme (¡otra vez!) de la comunión de rodillas, que yo no he mencionado en absoluto. Sólo he hablado de la comunión en la boca o en la mano.
Te lo vuelvo a preguntar, por quinta vez, ¿por qué es más reverente la boca que la mano?
Dices: "porque ha sido la práctica de la Iglesia hasta que se dió el indulto de la comunión en la mano"
Primero, eso no es cierto. Las dos prácticas existieron en la antigüedad. En segundo lugar, si se usaban ambas formas hasta que sólo se permitió una y eso lo consideras "la práctica de la Iglesia" y normativo, yo también puedo jugar a ese juego. Cuando se cambió la normativa anterior, "la práctica de la Iglesia" pasó a ser admitir tanto la comunión en la boca como en la mano. Así que el argumento de la práctica de la Iglesia, si vale de algo, defiende mi postura y no la tuya.
Dices: "¿por qué es igual de reverente comulgar en la mano que de rodillas y en la boca?"
Lo que se prueba son las diferencias, no la ausencia de diferencias. Si nadie encuentra una diferencia, se puede asumir que dos cosas son iguales.
Si las manos y la boca son igualmente partes del cuerpo, ambas se utilizan habitualmente para comer y ninguna es más pecadora, más baja, o más indigna que la otra, resulta de ello que, en principio y salvo norma en contrario, ambas son igualmente reverentes a la hora de comulgar.
Saludos.
Dice: "se verá que el indulto es una excepción que concede en aquellos países en los que está la costumbre (contra legem)."
No, eso pudo ser así en origen, pero ya no es así.
Redemptionis Sacramentum:
"Aunque todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca, si el que va a comulgar quiere recibir en la mano el Sacramento, en los lugares donde la Conferencia de Obispos lo haya permitido, con la confirmación de la Sede Apostólica, se le debe administrar la sagrada hostia".
Nada se dice de indultos ni de abusos. La Conferencia Episcopal lo permite o no lo permite. No impongamos más cargas de las necesarias.
Saludos.
"La Comunión en la mano debe manifestar, tanto como la Comunión recibida en la boca, el respeto a la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Por esto se insistirá, tal como lo hacían los Padres de la Iglesia, acerca de la nobleza que debe tener en sí el gesto del comulgante. Así ocurría con los recién bautizados del siglo IV, que recibían la consigna de tender las dos manos haciendo "de la mano izquierda un trono para la mano derecha, puesto que ésta debe recibir al Rey" (6ª catequesis mistagógica de Jerusalén, n. 21: PG 33, col. 1125, o también Sources chréet., 126, p. 171; S. Juan Crisóstomo, Homilia 47: PG 63, col. 898, etc.)."
Y si "debe" manifestar ese respeto es que "puede" manifestar ese respeto.
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Interesante y importante argumento éste que has referenciado, Luis. Si yo veo una fila india de comulgantes muy parecida a la cola que veo frente a la ventanilla de cualquier institución, y los veo recibir "pan" en las manos, bien podría parecerme un acto simbólico como tantísimos otros. Pero si el receptor se arrodilla, es evidente que allí hay algo más. Y esto queda claro tanto para el observador como para el comulgante.
Es que con el cuerpo también se hace catequesis.
Yo no he hablado en ningún momento de la comunión de rodillas o en pie. Sólo de la comunión en la boca o en la mano.
:)
Saludos
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Bruno, me parece que aquí queda claro que la comunión en la mano depende del juicio prudencial conjunto de la Conferencia y la Santa Sede. Esto es reversible y cuando las Conferencias decidan suspender el permiso, todos a comulgar en la boca.
¡Pero cuánto falta para eso! Sé del caso de al menos un obispo que ha tomado a modo de cruzada personal el conseguir hacer desaparecer la comunión en la boca de su diócesis. Con resultados desastrosos, pues cada vez cunde más la comunión de rodillas, pero él es inasequible al desaliento.
Más: Te vuelvo a repetir, que de la comunión de rodillas y en la boca hablo yo. No sé dónde se corta la transmisión de la comunicación.
Vale, entonces, ¿tomamos como práctica normal de la Iglesia la de la Iglesia perseguida? ¿Volvemos a la reserva de la Comunión en las casas, como narra Wiseman en Fabiola? ¿Volvemos a los tiempos anteriores a Nicea o continuamos con el desarrollo posterior? Y ya puestos, vamos a ir a la verdad, ¿vale Bruno? Acepto tus premisas. Pero volvamos igualmente al orden de los penitentes y a la severa práctica penitencial de los padres. ¿O es que sólo aceptamos lo que queremos?
Por otro lado, la práctica y la norma no cambió, a no ser por la fuerza de los hechos. Lee la Instrucción Memoriale Domini y baja del Mundo de las Ideas.
El problema, dear Bruno, no es que yo no tenga argumentos, es que a tí no te valen. El problema no es que no haya diferencias, que las hay, sino que eres tú - cuidado con el solipsismo - no las ves, o no las quieres ver.
La mano es tan pecadora como la boca, sí, pero como comprenderás, no voy a aplicar tu argumento a otras partes del cuerpo, porque caería en la irreverencia. Como comprenderás, no es plan.
Y que sólo corrigieron dicha práctica tras una "guerra" con el representante del Papa, según la fundadora Carmen Hernández.
Es irónico que tras esta deformación litúrgica, se pretenda enmendarle la plana a los documentos papales.
El voluntarismo causa estragos. Estragos neocon. Da lo mismo comulgar parado, sentado o acostado. En la boca o en la mano. De una laica o de un sacerdote.
Y después se quejan de los progres. Son progres de derecha.
La forma de recibir la comunión es un signo, un gesto. Y los signos son absolutamente convencionales. Es el Hombre el que les da significado, con absoluta prescindencia de cualquier otro referencial objetivo, histórico o tradicional. Al contrario, las tradiciones y la historia arruinan los signos, los envejecen. Hay que aggiornarse.
Los signos que eligió Cristo son arbitrarios, no existen razones objetivas de conveniencia por las que recurrió al pan y al vino. Y del mismo modo, los signos que la Iglesia consolidó a lo largo de milenios pueden ser cambiados cuando el Hombre o la Comunidad deciden adaptarlos a Sí, a su Sentimiento Religioso, a su Experiencia. Es lo que hizo Kiko, cuando el Camino Neocatecumenal no había ingresado en cierto anquilosamiento doctrinario conservador que hoy sufre, y pertenecía al glorioso movimiento innovador y experimental litúrgico de nuestros swinging sixties.
Vestimenta, actitud, gestos: todo es contingente. No hay verdades aquí. No hay tradiciones. Todo vale lo mismo, porque es el Hombre y su Desarrollo Histórico quienes somos Amos y Señores de la Historia. Mujeres lectoras, monaguillas, extremaunción a los mayores de sesenta años sanísimos, vestimentas playeras, comunión sentados, en la mano, bailes en la Iglesia, lectoras polinesias en topless en las misas papales, liturgias pontificias con limpias chamánicas, besos de coranes . No hay criterios. Es todo accidental. Soy yo quien pone el significado. Si beso un Corán, no importa, porque el sentido se lo pongo yo. Y un cuerno.
Lo contrario es ser filolefebrista. Y eso está muy mal, como señala acertadamente mi hermano padre Iraburu. Que acertadamente nunca ha condenado estas innovaciones litúrgicas o las heteropraxis pontificias, que yo sepa.
Esto es bueno, porque preservamos a la Iglesia posconciliar del contagio de la reacción.
¿de un kiko? solo hay que recordar el desprecio vergonzante de Carmen en la audiencia con Benedicto XVI.
Con semejante ejemplo frente al Papa, vas a pedirle a éstos que entiendan "reverencia, respetos y signos ante la presencia real"
El manipular un objeto, un alimento, le quita reverencia al gesto, le quita carácter sagrado al objeto manipulado, como cualquier otro objeto al que se lo manipula. Cuando yo veo algo sagrado, hierático, misterioso, delante mío, no lo manipulo ni lo agarro, como si fuera cualquier cosa. Sino que lo contemplo, reverenciándolo. Este gesto, entonces, objetivamente, implica la reverencia debida, expresa por razones antropológicas objetivas, la adoración propia que debe hacerse al Cuerpo de Cristo, realmente presente en las sagradas especies. La comunión, no es un alimento más, que uno lo toma y lo come como una papa frita, sino que -como es algo absolutamente diferente a cualquier alimento natural-, lo come de una manera diferente, es decir, sin manipularlo. Adicionalmente, este gesto tiene valor pedagógico para el pueblo ("si el alimento se recibe en la boca, evidentemente, no es cualquier otro alimento, allí hay algo único"), y además evita mucho mejor las profanaciones de las pequeñas partículas.
Noli me tangere! le dijo Cristo a la Magdalena.
Por eso lo primero que hicieron los protestantes fue suprimir la comunión en la boca. En la Cena, se come un alimento como cualquiera. Por cierto, si uno lo come sentado ya la diferencia es inexistente.
Ricardo:
Son cosas separadas. De hecho, los documentos de la Iglesia sobre liturgia generalmente las tratan de forma separada.
Para responder a tu pregunta, sí, he visto comulgar de rodillas y en la mano. Lo que sucede es que para comulgar de rodillas la Iglesia tiene que estar preparada (o utilizar reclinatorios) y, en España, la inmensa mayoría no sucede así, por eso es muy poco frecuente ver comulgar de rodillas, sea en la boca o en la mano.
Y otra cosa, la "fila india" se puede producir (o no) igualmente con comunión en pie o de rodillas. Yo he visto con fila y sin fila tanto en comunión de pie como de rodillas.
Saludos.
Muy sugestivo, muy neocon.
El argumento del noli me tangere, si lo piensas un poco, no dice nada sobre este asunto.
En primer lugar, si lees la frase en griego, lo que dice es "suéltame", y no "no me toques", pero bueno, eso es secundario.
En segundo lugar, si te fijas, tocar la forma es necesario para comerla. ¿O no la tocas con los labios y la boca? Y, de nuevo como a Isaac, ¿crees que habría que dar normas para no morder la forma y tragarla entera, para así "tocarla menos"? Ese tipo de argumentos lleva a cosas absurdas.
En tercer lugar, si fuera cierto que "el manipular un objeto, un alimento, le quita reverencia", no manipularíamos la Biblia, ni el sacerdote quebraría la Sagrada Forma, ni alzaría el caliz ni el copón, ni se expondría al Santísimo en la Custodia, etc. Por otra parte, no parece que se manipule menos la Sagrada Forma en la boca que en la mano (excepto etimológicamente, claro).
En cuarto lugar, dices "lo come de una manera diferente, es decir, sin manipularlo". O lo come de una manera diferente, es decir, con las manos formando un trono para el Señor y adorando lo que se come.
En quinto lugar, dices "Adicionalmente, este gesto tiene valor pedagógico para el pueblo". Sí, exactamente igual que el gesto de recibir al Señor haciendo un trono con las manos.
En sexto lugar, dices "evita mucho mejor las profanaciones de las pequeñas partículas". No, eso no es cierto. Se lo digo por experiencia. Lo que sucede (en ambas modalidades) es que hay que explicar bien a los fieles lo que deben y no deben hacer.
Los argumentos que valen igualmente para una cosa y su contraria no suelen ser buenos argumentos.
Saludos.
Es todo convencional y arbitrario. Por eso, da lo mismo la mano que la boca. Por eso, en mi Iglesia Antropotrópica yo bautizo echando el agua en el pecho, porque allí está el corazón, y un lugar es tan noble como el otro. La unción de los enfermos la doy en la espalda, porque es la espalda la que lleva el peso de la opresión. Y la reconciliación, suelo administrarla en la barra de un bar, que es el lugar propicio para confesiones.
La Instrucción que me citas:
1. Es "Sobre ALGUNAS cosas que se deben observar o evitar acerca de la Santísima Eucaristía". No es un tratamiento integral sobre el tema ni deroga las precedentes.
2. "La ley posterior abroga o deroga a la precedente, si así lo establece de manera expresa..." (CIC, 20)Y "En caso de duda, no se presume la revocación de la ley precedente, sino que las leyes posteriores se han de comparar y, en la medida de lo posible, conciliarse con las anteriores." (CIC, 21).
3. La instrucción que me citas usa expresamente un término de significado preciso: "permitido". Seguro que sabes la diferencia entre "permitir" y "aprobar" una costumbre así que no me detengo.
4. La forma jurídica sigue siendo la del indulto...
5. El caso de la comunión en la mano es ejemplo habitual de costumbre contra legem en cualquier obra de derecho canónico. Ejemplo más destacado: el CIC anotado de EUNSA.
Saludos.
Dices: "Por eso lo primero que hicieron los protestantes fue suprimir la comunión en la boca".
Te he leído tantas veces ya este argumento... y cada vez es una cosa diferente "lo primero que hicieron los protestantes".
En cualquier caso, es evidente que, por sí solo, es un argumento sin valor. No todo lo que hacen los protestantes es malo. Los protestantes animaron a todo el mundo a que leyera la Biblia. ¿Es malvado el magisterio actual porque también anima a los católicos a leerla?
Dices: "Repito, y no es un argumento ad hominem..."
Bueno, si eso no es un argumento ad hominem, es que no existen los argumentos ad hominem. Ya sólo te falta decir que digo lo que digo porque soy español y el barroco y los jesuitas...
:)
No deja de ser gracioso, por cierto, que te quejases de esa forma tan exagerada del apelativo de "filo-lefebvristas" que, por otra parte nadie te aplicó, y tu argumentación siempre termine en que los malvados "neocones" no entienden nada.
Saludos.
Es imposible, ser neocat genera daño en la estimativa litúrgica.
Si bien me mantengo en mis trece, no obstante pienso que si la tolerancia vaticana ha servido para acercar y mantener dentro de la Iglesia a Bruno como a los neocats y tantísimos otros, bendita sea.
Ya habrá tiempo de encauzar las cosas. Dios dirige todo para bien.
www.youtube.com/watch?v=ESvvO0250Zw
Y que se vea hacia adónde nos conduce todo ésto. Si el el Corpus Christi, no somos dignos de tocarlo. Si es una galleta, me la pongo en el bolsillo para despúes de la cena.
Pues observe a los moros también, que no sólo se arrodillan, sino que se tumban.
Pues mire, D. Bruno, he leído sus argumentos y aún está por ver por qué considera que es lo mismo recibir la Comunión en la boca que en la mano. Sin embargo Vd. pregunta que le argumenten el por qué no, cuando está sobradamente explicado en los diferentes comentarios.
Si debemos un respeto a la Sagrado Forma y Vd. refiere que la boca puede ser igual de irreverente que la mano, ¿no le parece que cuántos más elementos "adulterados" quitemos de en medio, más sagrado se hace el momento?
De alguna forma tendremos que comulgar y la más directa será en la boca, para evitar el mayor número de "contaminaciones" posibles. Se lo digo por seguir su propio argumento.
De todas formas, se está olvidando lo más importante, que la comunión en la mano se permite como una EXCEPCIÓN y como tal se debe considerar. Hacer defensa de una excepción y elevarla a una igual o mayor categoría que la regla, me parece un querer aprovecharse de las circunstancias.
Dice: "De alguna forma tendremos que comulgar y la más directa será en la boca, para evitar el mayor número de "contaminaciones" posibles. Se lo digo por seguir su propio argumento".
Ése no es mi argumento. El maniqueísmo no es un argumento apropiado entre católicos. Tocar la forma con la mano o con la boca no es una "contaminación". Nuestra carne no "mancha" al Señor puesto que, nuestra fe se basa precisamente en que él quiso asumir esa carne mortal.
En la misma línea, dice "Vd. refiere que la boca puede ser igual de irreverente que la mano"
No, yo digo lo contrario, que la mano puede ser igual de reverente que la boca.
Dice: "¿no le parece que cuántos más elementos "adulterados" quitemos de en medio, más sagrado se hace el momento?"
Lo repetiré: el contacto físico con la Sagrada Forma no es un elemento "adulterado". Cristo se hizo Eucaristía, entre otras cosas, para poder ser visto, tocado y comido por los cristianos. Su argumentación destruye la finalidad misma de la Eucaristía.
Dice: "se está olvidando lo más importante, que la comunión en la mano se permite como una EXCEPCIÓN"
La comunión en la mano se permitió como una excepción en origen, pero ya no lo es. Es la norma habitual en la mayoría de los lugares de la Iglesia. Y, además, era la norma habitual para diversos Padres de la Iglesia.
En cualquier caso, lo que yo he mostrado es que la comunión en la mano y en la boca son igual de reverentes, sin que se haya dado ningún argumento en contra (más allá de repetir una y otra vez "porque sí, porque sí y porque sí"). Por lo tanto, siendo la práctica de la comunión en la mano parte de la Tradición de la Iglesia, elegir una u otra forma es, simplemente, cuestión de lo que establezca la norma eclesial.
Y, ahora mismo, en España y donde así lo decidan las Conferencias Episcopales, ambas formas están permitidas. Si en algún momento, la Iglesia decidiese permitir sólo la comunión en la boca o sólo la comunión en la mano, a mí me parecería bien, porque, como ya he mostrado, ninguna es intrínsecamente más reverente que la otra y ambas forman parte de la Tradición de la Iglesia.
Saludos.
Dices: "no obstante pienso que si la tolerancia vaticana ha servido para acercar y mantener dentro de la Iglesia a Bruno como a los neocats y tantísimos otros"
A mi entender, ese tono de condescendencia es poco apropiado. Eso de hablar de millones de católicos que sólo la "tolerancia vaticana" "ha acercado y mantenido dentro de la Iglesia", a diferencia de los buenos católicos, como Luis y tú, que católicos de pleno derecho y no por tolerancia, me parece disparatado.
¿De dónde sacas la información sobre lo que me mantiene en la Iglesia (porque ya desde ahora te digo que lo que me acercó a ella fue el bautismo cuando tenía unos días de edad y no la "tolerancia vaticana")?
En fin, quizá no te he entendido bien.
El bulverismo no me da ni frío ni calor. Puedes decir que pienso así porque soy neocatecumenal, español, madrileño, traductor, padre de familia, diestro, licenciado, moreno, alto o porque me gusta el chocolate, me da igual. Lo que importa son los argumentos. Y es muy significativo que la carencia de argumentos te lleve a esas prácticas de las que Santo Tomás, como hago yo, se habría reído con ganas.
Basta ver el vocabulario que utilizan los documentos vaticanos para ver que la comunión en la mano no se considera una práctica tolerada, sino una práctica lícita. Por ejemplo, la Congregación para el Culto: "La Santa Sede, a partir de 1969, aunque manteniendo en vigor para toda la Iglesia la manera tradicional de distribuir la Comunión, acuerda a las Conferencias Episcopales que lo pidan y con determinadas condiciones, la facultad de distribuir la Comunión dejando la Hostia en la mano de los fieles."
Y otro documento de la Congregación para el Culto: "El Papa otorga, que en todo el territorio, correspondiente a su Conferencia, cada obispo pueda de acuerdo a su juicio prudente y a su conciencia, autorizar en su diócesis, la iniciación del nuevo rito para dar la comunión... La nueva forma de entregar la comunión, no debe ser impuesta de manera que sea excluída la práctica tradicional".
Un "nuevo rito" no es algo tolerado, sino algo lícito.
Dices: "El caso de la comunión en la mano es ejemplo habitual de costumbre contra legem en cualquier obra de derecho canónico".
Eso que has dicho, a mi entender, es contradictorio consigo mismo. Algo que está permitido no puede ser contra legem. Cuando estaba prohibido, era contra legem, pero ahora no puede serlo.
Si quieres, puedes decir que el caso de la comunión en la mano fue en origen ejemplo de costumbre contra legem (cosa que yo ya he dicho, por cierto). Pero eso es todo. Y, en cuanto se escarba un poco en la Historia de la Iglesia (y en la Historia profana, claro), se encuentran un montón de ejemplos de normas que se originaron de la misma forma.
Cuando, como en este caso, algo no es materialmente mejor ni peor, ni más o menos reverente, es normal que cambien las normas. Y no pasa nada.
Saludos
Esta excepción ha provocado innumerables abusos y sacrilegios y ha promovido que la Comunión en la boca y arrodillados no sea permitida en algunas parroquias. Los fieles que observan esto, consideran que quién comete el error es aquel que solicita esa forma.
Y con eso se ha cumplido la finalidad, que no es ni más ni menos que arraigar una nueva costumbre, menos sujeta a la Tradición que la anterior, ésta mucho más antigua.
No creo que el indulto se refiriera a impulsar una nueva forma, sino a contentar a las Conferencias Episcopales de países que ya mantenían esa costumbre por influencia protestante.
Antes que perder fieles, se dicta una excepción a una norma que SÍ pertenece a la Tradición. ¿Por qué una excepción se ha extendido y convertido en costumbre, casi obligación?
¿Era éste, realmente, el objetivo del indulto? ¿Realmente la Iglesia considera que una u otra forma es igualmente aceptable, en la misma medida? ¿O bajo determinados requisitos?
Me atrevo a sugerirle que debe informarse un poco más sobre la cuestión. Parece que ignora que la comunión en la mano era una de las dos formas utilizadas en la Iglesia de los primeros siglos, como muestran textos de Tertuliano, San Juan Crisóstomo o San Cirilo de Jerusalén. Por lo tanto, decir que la comunión en la mano no pertenece a la Tradición o que la comunión en la boca es mucho más antigua es, simplemente, omitir algunos de los datos más básicos sobre el tema.
Dice: "Esta excepción ha provocado innumerables abusos y sacrilegios y ha promovido que la Comunión en la boca y arrodillados no sea permitida en algunas parroquias."
Por desgracia, siempre ha habido abusos y sacrilegios (consultando un poco la Historia de la Iglesia, encontraría enseguida algunos que le pondrían los pelos de punta). Pensar que están causados por la comunión en la mano es desconocer la Historia.
En cuanto a la Comunión en la boca y de rodillas, la Congregación para el Culto ha declarado varias veces que los fieles siempre tienen derecho a comulgar así si quieren y que los sacerdotes no pueden negarse a darles la comunión. Si incumplen esa norma (y vulneran ese derecho de los fieles) su actitud es despótica e injustificable, pero no puede achacarse eso a que exista otra forma de dar la comunión.
Dice: "aún y cuando se haya convertido en una práctica habitual, no deja de ser excepción, por mucho que exista empeño en convertirse en costumbre."
Bueno, como ya he mostrado, no es eso lo que piensa la Iglesia, cuyos documentos lo denominan "nuevo rito" para dar la comunión. Un rito no es una excepción, sino otra posibilidad lícita (a no ser que entienda excepción en el sentido valorativamente neutro de casos exceptuados de la norma general, en cuyo caso no habría problema en admitirlo).
Saludos.
Yo no sé si esto afecta a la sensibilidad kika, pero a mí me produce escalofríos.
02/04/11 3:06 PM
Hablar de lo que no se sabe es mentir.
Sigo pensando ,como al principio, sacar estos temas, solo conduce a crear división entre cristianos y lo triste es que es a causa del Sacramento del Amor y la Unidad.
Los últimos comentarios...son mas difíciles de entender, el autor del articulo, tergiversa las palabras.
Me gustan los comentarios de Bruno, son sencillos y claros.
ya estaba informada de las prácticas de los primeros cristianos y, realmente, comulgaban en la mano. ¿Y eso era lo perfecto? ¿no es posible pensar que desconocían otra forma?
Tocar con la mano sugiere cierta forma de dominio sobre el objeto.
La Iglesia superó esa costumbre, caminando hacia una perfección.
No obstante, el indulto no se concedió por tradición de los antiguos cristianos ¿o es así?.
Ya se daban estas prácticas por influencias protestantes y se indultó dónde ya estaban arraigadas. No creo que el ánimo fuera el de extenderlo y convertirlo en costumbre y se tuviera que pedir permiso para comulgar en la boca.
Porque el sacerdote, automáticamente, ya se dirige a la mano, no contempla otra posibilidad. Al menos es mi experiencia en varios lugares, no en uno. Quizá yo viva en otro mundo diferente al suyo.
Sólo he señalado que no se puede decir que la comunión en la mano no pertenezca a la Tradición, ni que la comunión en la boca sea más antigua.
Dice: "¿Y eso era lo perfecto? ¿no es posible pensar que [los primeros cristianos] desconocían otra forma?"
De hecho, ambas prácticas coexistían en los primeros cinco o diez siglos de la Iglesia, así que el desconocimiento no parece que sea una posibilidad.
En cuanto a si eso era lo perfecto, yo no he dicho que lo sea. Lo que he dicho es que ninguna de las formas es, en sí, más reverente ni en principio mejor que la otra. Es cuestión de lo que disponga la Iglesia.
Dice: "Tocar con la mano sugiere cierta forma de dominio sobre el objeto."
Bueno, yo toco el autobús, he tocado la basílica de San Pedro y doy la mano a mucha gente, pero no tengo ningún dominio sobre ninguna de esas cosas. En cualquier caso, si lo piensa, si tocar con la mano sugiriese dominio sobre el objeto, mucho más lo sugeriría meterlo en la boca. De hecho, Cristo con la Eucaristía se ha rebajado a hacerse alimento para el ser humano por su inmensa misericordia para con nosotros.
"La Iglesia superó esa costumbre, caminando hacia una perfección".
Bueno, ese argumento corta en las dos direcciones, porque igual podría decirse que la normativa de los últimos cincuenta años, que permite también la comunión en la mano, es el resultado de que la Iglesia superó la costumbre anterior, caminando hacia una perfección.
En realidad, a mi juicio, no hay diferencia sustancial entre recibir la comunión en la mano o en la boca, de manera que la Iglesia puede dar las normas que estime oportunas sobre ello.
"No obstante, el indulto no se concedió por tradición de los antiguos cristianos ¿o es así?. Ya se daban estas prácticas por influencias protestantes y se indultó dónde ya estaban arraigadas. No creo que el ánimo fuera el de extenderlo y convertirlo en costumbre y se tuviera que pedir permiso para comulgar en la boca".
Bueno, esa pregunta es más compleja. Sin duda alguna, el permiso para dar la comunión en la mano se dio teniendo en cuenta la Tradición de los primeros siglos. Y teniendo en cuenta que la práctica se había extendido contra legem, como dice Martin. Las causas de la extensión de esa práctica, a mi entender, son muy complejas e incluirían un poco de todo (razones de Tradición, influencias protestantes, consideraciones prácticas, deseo de seguir explícitamente el mandato de Cristo, arqueologismos, modas y un larguísimo etcétera).
En cualquier caso, esa cuestión no afecta en nada al hecho de que es una práctica acorde con la Tradición, intrínsecamente equivalente a la de comulgar en la boca y permitida por la Iglesia. Todo eso, en el actual marco jurídico, hace que la cuestión de comulgar en la boca o en la mano sea esencialmente una cuestión de preferencias personales.
"Porque el sacerdote, automáticamente, ya se dirige a la mano, no contempla otra posibilidad. Al menos es mi experiencia en varios lugares, no en uno. Quizá yo viva en otro mundo diferente al suyo".
Bueno, en España mi experiencia es que si el sacerdote ve que pongo las manos, me da la comunión en la mano y si ve que abro la boca, me da la comunión en la boca.
Ya he dicho que, si un sacerdote se niega a darle la comunión en la boca a un fiel, está vulnerando sus derechos y desobedeciendo a la Iglesia. Y no seré yo quien le defienda.
Saludos.
Yo, al menos, he aprendido bastantes cosas en ella.
Y un feliz día del Señor a todos.
Hay conductas lícitas pero no iguales en valor objetivo. El modo que la Iglesia enseña y recomienda es recibir la Comunión en la boca. La comunión en la mano está prohibida como regla, se autoriza mediante indulto, y basta que un obispo no se sume a un pedido de indulto para que no se aplique en su diócesis. Y no será una norma local, sino simple regla universal. Así, por ejemplo, en la Argentina una diócesis no se sumó al indulto solicitado por la Conferencia Episcopal, y no ha hecho más que aplicar las normas universales, y el obispo fue felicitado por la Santa Sede.
La Comunión en la mano, podrá ser lícita pero es objetivamente, de acuerdo con el Magisterio de la Iglesia (ya citado) y la disciplina vigente un modo objetivamente menos reverente y con mayores peligros de profanación.
La costumbre contra legem es la comulgar en la mano en sitios en los que no existe indulto.
Saludos.
No se preocupe, estamos en la Iglesia neocona. Cualquier similitud con la High Church es preterintencional.
Tengo la sospecha de que muchos están siendo injustos con el Posconcilio pues, en el fondo de todo, lo que empezó ocurriendo en el seno de la Iglesia tuvo que ver con una CRISIS DE CRECIMIENTO, pues se estaban necesitando nuevos planteamientos y con el Concilio se dio lugar a ello, (el famoso aggiornamento), algo que hizo derrapar a muchos hacia una pérdida de fe, y esto supuso un cierto torpedeamiento de las buenas intenciones de otros muchos. Ocurrió lo que suele ocurrir en nuestra propia vida, que teniendo las cosas claras, el Espíritu nos empuja a dar un paso adelante, y entonces empezamos a sopesar si lo que tenemos es en realidad lo que debemos tener, y nos cuestionamos los aspectos incómodos de nuestra vida espiritual, llegando a suprimirlos o cambiarlos. Pero aquél que construye sobre roca no resulta confundido.
El Concilio fue piedra de tropiezo en la que muchos cayeron y otros se levantaron. Hubo así una criba de espíritus, inicialmente bienintencionada, pero no siempre con resultado feliz, precisamente, porque “somos humanos”. Pero así es la Iglesia, piedra de escándalo y de salvación, y así somos los humanos, buenos y malos por naturaleza.
Antes de Juan XIII, y a la vista de la Iglesia de aquellas épocas, (yo era niño todavía), oía hablar a algunos adultos si llegaría el momento de tener que encerrarnos en catacumbas. En la época del Posconcilio, los que nos preciábamos de cristianos, sabíamos distinguir perfectamente los abusos de lo que no lo eran: sencillamente, con estar unidos al Obispo y al Papa sin que se rompiera esta Jerarquía, cosa, esta, impensable para la gente sencilla de entonces, por lo que no nos preguntábamos si eran fieles o no a Cristo y su Iglesia: por definición lo eran. A mí particularmente, no me era difícil desechar unas cosas y aceptar otras, incluso siendo un inculto. Y he sabido distinguir también las buenas y las malas enseñanzas impartidas desde un púlpito. Creo que el error que llega a pérdida de fe o de asunción de inmoralidades, ha sido perfectamente distinguible por la gente de buena voluntad, aunque gentes con “la fe del carbonero” pudieran verse afectadas. Pero son así las cosas: que nadie está obligado a ser un erudito para saber dónde está la Verdad, y cuando algo atravesado entra en nosotros, nos chirría nuestra sensibilidad. Todos tenemos una sensibilidad y todos hemos de respetar las sensibilidades ajenas, pues cada uno tiene su camino, cada uno su vocación. Lo que Dios da a cada hombre no puede contradecirse con lo que le da a otro.
CONTINÚA
Y permítaseme ahora un pasaje de los Jueces: (Jc 7, 2-7)
«Yahvé dijo a Gedeón: “Los hombres que te acompañan son demasiado numerosos como para que yo entregue a Madián en sus manos. A ver si Israel se va a enorgullecer de ello a mi costa diciendo: ¡Mi propia mano me ha salvado! Así que pregona esto a oídos del pueblo: el que tenga miedo y tiemble, que se vuelva y mire desde el monte Gelboé”. Veintidós mil hombres de la tropa se volvieron y quedaron diez mil.
Yahvé dijo a Gedeón: “Hay todavía demasiada gente; hazles bajar al agua y allí te los pondré a prueba. Aquél de quien te diga que vaya contigo, ése te acompaña; y aquél de quien te diga que no vaya contigo, ese no ha de ir”.
Gedeón hizo bajar a la gente al agua y Yahvé le dijo: “A todos los que lamieren el agua con la lengua, como lame un perro, los pondrás a un lado, y a todos los que se arrodillen para beber, los pondrás al otro”. Trescientos hombres lamieron el agua (llevándola con las manos a la boca); el resto de la tropa se había arrodillado para beber.
Entonces Yavhe dijo a Gedeón: Con los trescientos hombres que han lamido el agua os salvaré, y entregaré a Madian en tus manos. Que todos los demás vuelvan a sus respectivas casas. »
Ya sé que esto no se puede extrapolar a las maneras (plenamente permitidas) de comulgar. Pero me sugiere un comentario que puede ilustrar la decisión de cada uno de comulgar con la mano o directamente en la boca: y es que no por haber adoptado una postura que eliminaba o escogía al israelita para la misión de vencer a Madián, le hacía más digno o menos digno ante Dios y ante los hombres, sino que todos eran salvados por la acción de los trescientos escogidos: todos intervinieron en ello siguiendo, simplemente, aquello a lo que su sensibilidad les empujaba y el Espíritu de Dios les sugería sin ni siquiera saberlo ellos: todos fueron, en ese sentido, profetas: LO IMPORTANTE ERA NO ENORGULLECERSE POR LA VICTORIA, según dijo el Señor a Gedeón: “A ver si Israel se va a enorgullecer de ello a mi costa diciendo: ¡Mi propia mano me ha salvado!”
Así es la comunión: lo importante no es sentirnos escogidos ni privilegiados por el hecho de comulgar de una u otra manera: todos formamos parte de los “trescientos”, cada uno según su llamada concreta o vocación, y nadie tiene derecho a decir que su actitud es la perfecta ni, simplemente, decir que es más perfecta, ni tan siquiera, desear que con el tiempo llegue el momento de la abolición de una u otra forma por considerarla poco digna del acto que se está realizando. Todas las sensibilidades son IGUALMENTE dignas de respeto, ¿o es que el hecho de que otros comulguen de distinta forma que nosotros nos hace tambalear nuestra fe?, ¿sobre qué construimos, pues? ¿sobre roca o sobre arena?
Que el Señor esté con nosotros y entre notros … y nosotros, con el hermano.
Por lo demás, lea el documento de Pablo VI, que transcribi más arriba: ahí no se equivocará.
Por eso dijo Juan Pablo II:
"El tocar las sagradas Especies, su distribución con las propias manos es un privilegio de los ordenados, que indica una participación activa en el ministerio de la Eucaristía". (Carta Apostólica Dominicae Cenae, 1980).
Otra cosa, esta discusión, hace 30 años, hubiera sido simplemente teórica. Hoy día, luego de la experiencia, debe incluir también los resultados prácticos de haber introducido esa forma de distribución. No creo que ese análisis hable a favor de la misma.
Y por último, no es verdad, en el plano puramente legal, que ambas formas sean totalmente equivalentes.
La prueba es que un obispo puede legítimamente rechazar la posibilidad de acogerse al permiso de distribuir en la mano, pero nunca jamás puede hacerlo a la inversa.
Perdón SACRATISIMO CUERPO Y SANGRE DE JESUCRISTO,
Porque todos nacimos pecadores, desde el vientre de nuestras madres (pecado original )
Libranos del Maligno.
"El dar las hostias a las personas mientras se arrodillan, busca dar valor al aspecto de la adoración tanto como elemento fundamental de la celebración y como la actitud NECESARIA mientras se está frente al misterio de la presencia real de Dios en la Eucaristía".
Todo dicho.
Dices: "La costumbre contra legem es la comulgar en la mano en sitios en los que no existe indulto"
Entonces, tu frase anterior que simplemente decía que comulgar en la mano era el típico ejemplo de costumbre contra legem, sin más, era engañosa e indigna de una buena discusión. TAmbién así podría decirse que celebrar con la forma extraordinaria es un típico ejemplo de costumbre contra legem (con la reserva mental de que me estoy refiriendo al caso específico de las ordenaciones sacerdotales según la forma extraordinaria, que no están permitidas).
Dices: "Hay conductas lícitas pero no iguales en valor objetivo".
Claro. Y ése es el punto esencial, que nadie ha mostrado ni una sola diferencia objetiva sustancial entre comulgar en la mano y comulgar en la boca. Y como nadie lo ha hecho, sigo pensando lo que pensaba al principio: que es materia meramente de regulación por parte de la Iglesia. Y, en la actualidad y en la inmensa mayoría del mundo católico, se permiten ambas formas.
Lo demás son consecuencias lógicas de que se trata de un cambio relativamente reciente de la normativa, restringido por la conocida (y meritoria) inercia al cambio en la Iglesia. ¿Se volverá a cambiar o seguirá así? No lo sé y, francamente, me da igual, porque, como ha demostrado esta discusión con total claridad, no existe diferencia objetiva entre ambas formas y las dos forman parte de la Tradición de la Iglesia.
Saludos.
Citas a Juan Pablo II: "El tocar las sagradas Especies, su distribución con las propias manos es un privilegio de los ordenados, que indica una participación activa en el ministerio de la Eucaristía" (Carta Apostólica Dominicae Cenae, 1980).
Sin embargo, basta leer el original para darse cuenta de que ese ac latino (traducido aquí por una coma) tiene un significado final: se refiere a manipular la Sagrada Forma para distribuirla. Y no hace falta ser un experto en latín, porque, como parecen olvidar muchos de los comentaristas, al comulgar en la boca también se toca la Sagrada Forma con los labios, la lengua, etc., así que interpretar este texto como tú lo haces llevaría a concluir que sólo sacerdotes y diáconos pueden comulgar.
El hecho de que la Biblia tenga una presencia muy distinta de Dios no lo invalida como ejemplo de que "tocar" no significa ninguna ausencia de reverencia. Y repito lo del párrafo anterior: comulgando en la boca se toca también la Sagrada Forma. Y, de hecho, en sí es mucho más irreverente comerse algo que tocarlo con la mano, pero el Señor quiso abajarse así por amor a nosotros.
Saludos.
Saludos a todos y gracias por la discusión.
Por supuesto, dirás que eso no es así, que el Papa no ha dicho eso, etc. Es decir, obedecemos la voluntad del Papa a veces, y otras no.
Ah: el papa es elobispo de Roma, no Jesucristo
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