Si es por Gales....

El final de Un hombre para la eternidad es sencillamente apoteósico.

Una película recomendable siempre. Actualidad. Para el mundo la presencia de un católico es insoportable. ¿Por qué? Porque como lee al inicio del Evangelio de San Juan, Evangelio que se lee siempre, al final, en la Misa según la Forma Extraordinaria:

La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre

El poder de los hijos de Dios.

Sin embargo, el mundo se aprovecha de la debilidad de nuestra naturaleza y buscamos componendas con él, trapicheamos, contemporizamos, poniendo en almoneda la fe, lo más precioso que tenemos.

Falta santidad.

¿Para qué queremos ganar el mundo si perdemos nuestra alma?

Pero claro si es por Gales….

Santo Tomás Moro, ¡ruega por nosotros!

12 comentarios

  
Ricardo de Argentina
"Si es por Gales" me recuerda al "París bien vale una misa". Dos coronas que terminaron corroidas por la tiranía absolutista más feroz, una alejada de Roma, la otra no atrevíéndose a dar el paso formal pero practicando un galicanismo que de hecho, la equiparaba a Inglaterra en orden a avasallar la potestad espiritual de la Iglesia.

El liberalismo, hijo bastardo del absolutismo, continuó ese abuso de impronta netamente tiránica, que ahora vemos brillar sin tapujos en las modernas democracias.

Cuando el poder político pretende gobernar las conciencias, Dios y la Iglesia son vistos no como colaboradores sino como insoportables competidores que deben ser neutralizados a toda costa.
Y es esta insana obsesión la que marca toda la historia de la modernidad.
11/12/10 1:15 AM
  
Joaquín
Gran película.

Otra de mis escenas favoritas, aparte de estas palabras de Moro en juicio, son las del cardenal Wolsey (Orson Wells) agonizante: “Si yo hubiera servido a Dios con tanta diligencia como he servido a mi rey, no me habría abandonado en mi vejez”.
11/12/10 7:26 AM
  
Pedro
¡Increíble película!
11/12/10 2:16 PM
  
Gregory
Una de mis escenas favoritas dentro de esta pelicula es la entrevista entre Wosley (Orson Welles) y Tomás Moro (Paul Scoffiel) donde el primero dice al segundo en son de burla: "servis para clerigo" a lo que el segundo responde: "¿cómo voz?"

Al entender el momento histórico que se refiere nadie duda de la santidad de Moro frente a un clerigo que se dejo llevar por las mieles del poder.
11/12/10 2:18 PM
  
Semper Fidelis
Ya no quedan hombres de ese calibre... Ahora todo son componendas, doblarse ante el poder de turno y ofrecer no la otra mejilla, sino la trastienda...Los Kennedy en EEUU son una estirpe de políticos que se han podrido, que apoyan la agenda gay y el aborticidio y que reciben anulaciones matrimoniales cuando se les pega la gana. Y cuando mueren, se les hace una apología como si hubieran sido grandes católicos. Santo Tomás Moro perdió todo, pero ganó el Cielo. Ruega por nosotros!!
11/12/10 6:20 PM
  
José Ángel Antonio
Hombre, Isaac, no es frecuente, pero me ha encantado tu post. Realmente es fantástica esta escena, y la película, y más aún que se basa directamente en las Actas del juicio y el testimonio de Roper, el yerno de Moro. En esta misma sala fue donde el Papa, hace unos meses, recordó a Santo Tomás, 5 siglos después, y con los anglocatólicos a punto de volver a Roma. Fue emocionante. Yo he puesto la película a mis alumnos de universidad (unos 300 en total). Por desgracia, llegan a la escena final muy cansados, distraídos, dicen que "tiene mucho texto" (no es MTV)... de todas formas les hago estudiar mucho el caso.
11/12/10 8:49 PM
  
José Ángel Antonio
He de decir que la versión con doblaje antiguo, la del VHS, me gusta mucho más que esta, la del DVD. En la antigua, por ejemplo, decía "el Parlamento no es competente" (para declarar la supremacía del Rey sobre la Iglesia de Inglaterra) y Tomás hace estremecer a quien le escuche. La versión de este corte está bien, pero la antigua sobrecoge.
11/12/10 8:52 PM
  
José Ángel Antonio
"No es por esa supremacía por la que me quitáis la vida, sino porque no me inclino ante ese matrimonio"...

Estremecedor pero, ¿tenía razón Tomás? Quizá entonces sí pero, ¿y hoy?

Occidente (Jáuregui, por ejemplo, que debería ver la peli) odia que los cristianos no nos inclinemos ante el matrimonio gay, el matrimonio divorciable, el sexo sin compromiso y sin fertilidad y sin fidelidad, etc... a Occidente le fastida esto más que nada.

Pero al comunismo chino, que ha creado su propia iglesia dócil al poder, como hizo Enrique lo que le fastidia no es nuestra moral sexual (aunque odia que no abortemos nuestros bebés y que amemos más a nuestra esposa que al Partido) sino que les fastidia más la supremacía del Papa (y de Dios) sobre la del Gobierno.

Hemos de admirar a los católicos chinos: han dado y siguen dando ejemplo con decenas de obispos sanos y mártires, actualmente desaparecidos, encarcelados, "reeducados" en el laogai etc... En tiempos de Tomás Moro TODO el episcopado (menos San Juan Fisher) se vendió en bloque a Enrique.
11/12/10 9:02 PM
  
Ricardo de Argentina
JAA, no sé si a los chinos les molesta la "supremacía" del Papa, porque entiendo que no hay tal cosa. En cuestiones de potestad política, el Papa no pretende supremacía de ningún tipo. Pero claro, el gobierno chino pretende gobernar también las conciencias de los ciudadanos, avasallando una potestad espiritual que le es ajena, y ello debido a su impronta tiránica, que no se sacia con disponer a su antojo de bienes y de cuerpos.

En esto se comporta exactamente igual que las democracias occidentales.
11/12/10 9:25 PM
  
Luis López
Realmente conmovedora escena, paradigma de la actitud el cristiano ante el martirio y la injusticia (fe, firmeza, sobriedad y un pizca necesaria de ironía, ante la estupidez, la ignominia y la cobardía de jueces y acusadores).

Quiero recordar aquí también las emocionantes imágenes del martirio de Tomás Moro y John Fisher de la serie "Los Tudor".
13/12/10 9:32 AM
  
Nova
A mí me gusta también la escena del principio de la película en que el cardenal Wolsey pregunta a Tomás Moro cómo es posible que mantenga su postura sobre la conducta de Enrique VIII respecto a Catalina de Aragón y Ana Bolena; el Santo le responde entonces que, cuando un político deja de lado su conciencia en relación a sus deberes públicos, conduce a su Patria por el camino más corto hacia el caos.

Me parece una respuesta sublime y de rabiosa actualidad, al igual que otros momentos de la película, efectivamente.

13/12/10 8:56 PM
  
Luis I. Amorós
Si es por Gales...
Cuán brevemente se puede resumir la motivación de los actos de los hombres, cuando se pierde el honor.
13/12/10 9:40 PM

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