Obispos españoles y dimisión
Con el mismo título que encabeza esta entrada, aparecía el pasado domingo una esquela, en el ABC de Sevilla (sección sociedad, página 78).
Justo debajo de la noticia donde se informaba de las declaraciones vertidas por José Montilla, presidente de la Generalitat, durante la inauguración de la nueva sede del Obispado de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), y junto a la columna de Jorge Trías Sagnier, aparecía la susodicha esquela que muestro a continuación:
Se comenta sola.
Curiosidades que se leen en la prensa
37 comentarios
Es la degeneración del "cigoñismo".
No deja de ser curioso que salga en el ABC de Sevilla.
En cualquier caso el análisis de la esquela está muy bien hecho: no solo en España la Iglesia sufre una rebeldía silenciosa, un multi-cisma, el Papa está rodeado de lobos mitrados, eso es lo que hay, y no van a dimitir.
Recemos por la conversión de los lobos, pero recemos mas todavía por el Papa y por nosotros mismos para que no seamos víctimas del asesino.
Se me ocurren mejores motivos por los que pedir la dimisión de obispos que no la de abstenerse de anunciar la "mala nueva", el anti-evangelio de la mala noticia de que el hombre, con lo malo que es, es capaz de superar a Dios en bondad.
Pues, que yo sepa, no, no predican nada sobre el Infierno. Pero tampoco conozco, ni de lejos, todas sus homilías, así que no puedo asegurarlo. Al único Arzobispo al que le he escuchado citar una vez la condenación eterna fue al Cardenal Rouco, en la Misa funeral por las víctimas del 11-M. Y punto.
Si es cierto que los Obispos españoles no predican sobre el Infierno, entonces, no predican el Evangelio entero. No es sólo ya lo que diga el Papa. Las alusiones del mismo Cristo al Infierno en el Evangelio son numerosas. Y, si los Obispos sí predican sobre el Infierno, entonces la "esquela" está gravemente equivocada. En fin...
Hay gente muy desquiciada entre los que se dicen católicos. Y es preocupante. Copio sólo un texto, por si alguien alberga algún tipo de duda:
"c.- La libertad humana, es tal que no se puede excluir la posibilidad real de la perdición eterna
27. No se puede entender el régimen de gracia querido por Dios para su creación si no se toma realmente en serio el misterio de la libertad. La oferta de salvación contenida en el mensaje evangélico supone la respuesta libre de sus destinatarios; sin esta respuesta, dicha oferta caería en el vacío. El ser humano tiene, pues, la capacidad de acoger libremente la oferta de comunión de vida con Dios. Pero ello significa, a la vez, que está capacitado también para rechazarla. Lo cual quiere decir que es necesario contar con la posibilidad real de la perdición eterna. Tal posibilidad no reposa, pues, sobre la voluntad de Dios, que "quiere que todos los hombres se salven" (1 Tim 2, 4), sino sobre la libertad del hombre.
28. El hombre moderno ha valorado tanto la libertad que ha llegado a caer en la absurda exageración de pretender hacer de ella un absoluto, erradicándola de "su relación esencial y constitutiva con la verdad."33 Pero, "paralelamente a la exaltación de la libertad, y paradójicamente en contraste con ella, la cultura moderna pone radicalmente en duda esta misma libertad"34. El escepticismo frente a la real capacidad humana para la libertad se debe tanto a una valoración exagerada de los descubrimientos de las ciencias humanas sobre los condicionamientos de todo tipo en los que se desarrolla la vida del hombre, como a un curioso fenómeno de reacción frente a la absolutización de la libertad que se manifiesta en el llamado "miedo a la libertad". No son pocos hoy quienes no creen en el libre albedrío del ser humano o quienes consideran que las opciones y decisiones por él tomadas son en realidad insignificantes. De aquí que la doctrina de la Iglesia referente a la posible frustración total de la vida en virtud de un mal uso de la libertad resulte para algunos especialmente difícil de comprender y de aceptar.
29. Sin embargo, la existencia de esa real posibilidad de perdición, es decir, del infierno, nunca ha sido puesta en duda por la Iglesia35. También el Concilio Vaticano II exhorta a la vigilancia para que podamos llegar a participar de la gloria de Dios y no "ir, como siervos malos y perezosos (cf. Mt 25, 26), al fuego eterno (Mt 25, 41), a las tinieblas exteriores, donde habrá llanto y rechinar de dientes (Mt 22, 13 y 25, 30)."36 Estas serias advertencias del Señor, y otras que el Concilio no recoge aquí, han movido siempre a la Iglesia a rechazar una supuesta certeza de la salvación final de todos. Tal certeza implicaría, en efecto, introducir un automatismo en la esperanza de la salvación que desposeería al ser humano, interlocutor libre de Dios, de su genuina responsabilidad. Lo que es un diálogo de dos libertades, diversas, pero reales (la divina y la humana) quedaría de ese modo convertido en el monólogo de una única libertad: la divina.
Pero aunque sea temeraria la certeza, es segura, en cambio, la esperanza. Confiados en la sobreabundacia de la gracia salvadora de Cristo (cf. Rom 5, 15-21), los cristianos no sólo podemos, sino que debemos esperar la salvación de todos y orar por ella. De hecho el Magisterio de la Iglesia, al tiempo que enseña inequívocamente la doctrina del infierno, y que confirma la participación de algunos de nuestros hermanos en la gloria -los santos-, nunca ha declarado que alguien se haya condenado. Lo cual no nos da derecho a pensar que no pueda darse en absoluto la condenación, disolviendo la realidad de una posible respuesta negativa del hombre al amor de Dios. Por eso, no nos ayudan especulaciones como la teoría de la apocatástasis37 o la de la aniquilación38. El mensaje de la fe nos invita más bien a la vigilancia seria y a la esperanza gozosa.
"El que me rechaza y no sigue mis palabras, ya tiene quien lo condene: la palabra que yo he hablado, ésa le condenará en el último día" (Jn 12, 48). El juicio divino condenatorio no lo decide Aquel que ha venido a salvar, no a condenar (cf. Jn 12, 47); lo decide una posible repulsa humana a la oferta salvífica39. La antropología cristiana afirma, pues, vigorosamente el carácter personal del hombre y su condición de interlocutor libre de Dios, cosas ambas que resultan insostenibles allí donde se ignora o trivializa la capacidad de quien es imagen de Dios para optar libremente incluso por la negación del Amor creador".
Fuente: http://www.conferenciaepiscopal.es/doctrina/documentos/esperamos_resurreccion.htm
Son muy pocos los que se leen los documentos de la Conferencia Episcopal. Sospecho que unas breves y contundentes palabras de un Obispo, sobre el Infierno, dichas en la homilía de una de esas Misas que llaman la atención de los medios de comunicación, llegarían a mucha más gente, que un tratado sobre los Novísimos publicado por la Conferencia Episcopal. Quizá ésta debiera revisar su modo de hacer llegar el mensaje evangélico a la gente, puede que el problema esté ahí. Lo digo con toda humildad.
Esa esquela seguramente es tonta, pero late en ella un deseo de que los Obispos españoles se hagan oír (y no sólo leer) con contudencia en relación a los Novísimos. Y esto no me parece ninguna tontería, sobre todo, teniendo en cuenta cómo están las cosas en España...
En la religión, el hombre busca a Dios.
En los evangelios, Dios busca a los hombres.
Me pareció realmente interesante.
Con todo el respeto.
Somos muchos ya los que estamos HARTOS de excelentes desarrollos teológicos que se quedan en papel mojado para alimentar a ratones de biblioteca. Hay que predicar al PUEBLO la Palabra VIVA y quiero decir con esto que la predicación debe hacerse con insistencia y fervor en las homilías, no solamente en las ruedas de prensa para periodistas ni en cónclaves teológicos para entendidos. Por favor, no sigamos cayendo mas en esta falacia, escudándonos en tal o cual declaración y no se que documento: flaco favor le hacemos a la Iglesia de Cristo.
Es mas, a mi no me extrañaría en absoluto (mas bien me temo) que no pocos obispos y sacerdotes dicen una cosa pero en su interior no piensan (ni creen) así, porque la teología puede derivar peligrosamente en el interior del "creyente" en mera formulación filosófica y casi matemática pero vacía de fe y de amor. Me temo que eso es una realidad. Y me consta porque cuando he tenido confianza con un sacerdote a veces he escuchado cosas que me han parecido que están en contra de la doctrina católica... y no diré mas.
La Iglesia de Cristo necesita urgentemente confesión, si nos quedamos autocomplacidos con los hermosos discursos teológicos de la CEE... mal vamos, pero que muy mal. La CEE puede estar haciendo muy buena teología pero esa teología luego no se ve plasmada en los hechos y en la obra. Además la CEE estará haciendo algunas cosas muy bien pero otras... mejor no sigo.
Yo creo que ya está bien de desarrollos teológicos: ¿o es que hace falta que nos expliquen alguna novedad? Ya está todo claro así que vamos a dedicarnos mas a la oración y a la obra, porque repetir con otras palabras lo que ya ha sido revelado eso lo puede hacer cualquiera.
Y aprovecho para recordar las declaraciones del padre Gabrielle Amorth, exorcista del Vaticano, que denunciaba que había muchos sacerdotes, y en España también (habló de situación de gravedad en España y otros países), incluso obispos, que no creían en la existencia del diablo. Hablaba de iglesias enteras y diócesis enteras. Y francamente creo que el padre Amorth tiene bastante razón y no habla por hablar y no miente.
Por todo ello he de decir que la esquela no tiene nada de estúpida porque hace un análisis correcto de la situación en términos prácticos y porque está haciendo una legítima y razonada petición de conversión a la Iglesia.
Conste que yo no ataco ni al clero ni a la Iglesia, solo hago una crítica constructiva y creo que razonable porque quiero una Iglesia mas santa y mas fuerte y una Iglesia con ansias de conversión profunda.
Paz en Cristo.
Ahora bien, una cosa es pedir y otra solicitar dimisiones.
Serán, los obispos, unos xxx, puede ser, pero son "nuestros xxx", ¿queda claro?, "nuestros".
La responsabilidad del obispo es muy grande, yo creo que el asunto debe plantearse desde esa perspectiva. No se trata de llevar a nadie al matadero, se trata de la salud de la Iglesia. Un administrador o supervisor que no hace bien su trabajo debe, en mi humilde opinión, dejar el cargo para no seguir haciendo daño. Y no pasa nada.
Por desgracia la situación es peor de lo que estamos hablando. Por eso pido CONVERSIÓN y ORACIÓN a la Iglesia, pues solo nuestro Padre puede ayudarnos. Los frutos están a la vista de cualquiera y yo doy por hecho que detrás de algunas e incluso muchas mitras se están escondiendo verdaderos lobos. Mas aun, creo que al Papa lo tienen rodeado estos lobos y tenemos la obligación de ayudar al Santo Padre. Debemos rezar por el Papa y por la Iglesia y definitivamente hacen falta cambios muy profundos.
En cuanto a lo de pedir dimisiones seguramente hubiera sido mas correcto utilizar otro lenguaje, pero la idea básica creo que es correcta, es decir, que el pastor que está perdido difícilmente puede guiar el rebaño y por tanto debe dejar que se encargue del rebaño otro pastor que sí conoce el terreno y sí sabe guiar de verdad.
Si se da el caso de que un obispo, o sacerdote, en sus fueros internos sabe que no está predicando todo lo que tiene que predicar y de la manera que tiene que hacerlo, entonces puede estar incurriendo en la intimidad y en la práctica en un acto de verdadera rebeldía. Si además se da el caso de que ni siquiera cree en algunos aspectos de la revelación (aquí se está hablando de escatología: diablo, infierno, etc... pero hay muchos mas aspectos doctrinales sensibles) entonces el asunto ya pasa de castaño oscuro. ¿Alguien se atreve aventurar que ninguno de nuestros sacerdotes y obispos se encuentra en ninguna de estas situaciones? Yo no, y mas bien me atrevería a aventurar lo contrario.
No hay que darle mas vueltas, la Iglesia española y la Iglesia universal sufre una fuerte crisis en varios aspectos muy graves. El primer paso para arreglar un problema es reconocerlo y en este caso a la vista de todos están los frutos cosechados en los últimos años, yo creo que esos frutos son "evidencia criminalística" irrefutable. Es evidente que hay problema, reconozcámoslo y demos los pasos que haya que dar para arreglar los problemas con la ayuda de Dios.
Pero lo que denuncia es totalmente cierto; no se escucha casi nunca alguna homilía de los obispos sobre escatología, novísimos.. y muchísimo menos entre los sacerdotes. No se puede tachar una iniciativa de estúpida, cuando en realidad señala un mal de hoy (es una falta de caridad y de humildad para escuchar para mejorar, aún en aquellos continentes que carecen de buenas formas, como la esquela) No estaría nada mal que hiciesen imitación de Cristo, Quien no cesó de hablar de la posibilidad de la condenación para los que no se acogiesen su misericordia.
Con las palabras que estimen más convenientes, sería deseable que los sacerdotes y obispos, imitando a los santos, dijesen de vez en cuando cosas como las siguientes, entre miles de citas posibles:
-Desdichado del que difiere la conversión hasta el día postrero! La penitencia que se pide a un enfermo, enferma es, dice San Agustín (Senn. 37, de tem.)
-Y San Jerónimo decía que de cien mil pecadores que vivan en pecado hasta que les llegue la muerte, apenas si uno se salvará. San Vicente Ferrer afirmaba (que la salvación de uno de ésos sería milagro mayor que la resurrección de un muerto. (Vix de centum millibus quorum mala vita fuit, meretur in morte a Deo)
-Refiere San Belarmino que, asistiendo a un moribundo y habiéndole exhortado a que hiciera un acto de contrición, le respondió el enfermo que no sabia lo que era contrición. Procuró San Belarmino explicárselo, pero el enfermo dijo: «Padre, no lo entiendo, ni estoy ahora capaz de esas cosas.» Y así falleció, «dando visibles señales de su condenación», como San Belarmino dejó escrito. (Aequissime punietur peccator, ut moriens obliviscatur sui qui vivens oblitus est Dei. Serm. 10 de Sanct.)
-A los que dilatan la conversión: ¿De qué paz podrán gozar pensando que en breve van a comparecer ante Cristo Juez, cuya ley y amistad han despreciado? Turbación sobre turbación vendrá (Ez. 7, 26). (San A. M. de Ligorio)
-¡Cuan infeliz el pecador obstinado que resiste a la voz divina! El ingrato, en vez de rendirse y enternecerse por el llamamiento de Dios, se endurece más, como el yunque por los golpes del martilló (Jb.,41, 15). Y en justo castigo de ello, así seguirá en la hora de morir, a las puertas de la eternidad. El corazón duro mal se hallará al fin, Por amor a las criaturas—dice el Señor—, los pecadores me volvieron la espalda. En la muerte recurrirán a
Dios y Dios les dirá: «¿Ahora recurrís a Mí? Pedid auxilio a las criaturas, ya que ellas han sido vuestros dioses» (Jer., 2, 28). (S. Alfonso María de Ligorio)
-Angustia superveniente, requirent pacem et non erit.
No estaría mal una de cal y otra de arena. Por ejemplo: sed buenos conduciendo, respetad las señales de tráfico, estirad las piernas cada dos horas...y otro día: Cristo os ha alcanzado la gracia para vuestra salvación, pero quien libremente decide no recibirla, ha escogido la condenación. ( Bueno lo del trafico es un poco irónico por mi parte y pido disculpas, pero la caricatura, aunque real esta vez, es una buena manera de hacerse entender)
"Dadme la perseverancia; desasid mi corazón de todo amor que no sea el vuestro, e infundid en mi alma firme deseo y verdadera resolución de amar desde ahora sólo a Vos, mi Sumo Bien…
¡Oh María, Madre amorosa, guiadme hacia Dios, y haced que yo sea suyo por completo antes que muera!"
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Ya, claro, nadie puede asegurar nada del fuero interno de nadie. Sólo que es a quien lanza sospechas tan temerarias a quien corresponde la carga de la prueba.
Es una ridiculez que da vergüenza: salpicar de sospechas ¡sobre el fuero interno! de nadie una supuesta argumentación.
Si yo le digo a mi vecino que no me atrevería a asegurar que su esposa, en su fuero interno, le ama fielmente, podría suceder que se sintiera justísimamente ofendido: auque lo más probable es que, siendo persona inteligente, se burlase sonoramente de mí.
He tenido experiencias desagradables de anticatólicos metiéndose con la Iglesia en público y he tenido que dar la cara por ella. Pero cuando regreso a mi casa, entro en Infocatólica y veo a presuntos católicos, presuntamente ortodoxos, actuandos como caínes desde su presunta fidelidad a no se sabe qué y atacando a sus pastores, sea con ridículas esquelas, sea apelando ridículamente al fuero interno de los obispos, entiendo que lo de menos son los problemas que plantea el laicismo desde fuera.
... esto ... o sea, déjeme en paz, ¿quiere? Si no está de acuerdo con lo que digo me parece muy bien, pero de provocar a la gente y deje de tergiversar histéricamente mis argumentos, ¿vale?
Seguro que lo puede entender, como hermanos que somos. Dios la bendiga.
C. 187. El que se halla en su sano juicio puede, con cusa justa, renunciar a un oficio eclesiástico.
C.189. 1- Para que valga la renuncia, requiérase o no su aceptación, ha de presentarse, por escrito de de palabra ante dos testigos, a la autoridad a quien corresponde conferir el oficio de que se trate.
2- La autoridad no debe aceptar la renuncia que no esté fundada en una causa justa y proporcionada.
3-No produce efecto alguna la renuncia que necesita aceptación, si no es aceptada en el plazo de tres meses; la que no necesita aceptación produce su efecto mediante la notificación del renunciante, hecha según norma de derecho.
4.Mientras la renuncia no haya producido efecto, puede ser revocada por el renunciante,; una vez que lo ha producido, no puede revocarse, pero quien renunció puede conseguir el oficio por otro título.
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¡?!
ja ja ja
Qué peligro, Dios mío....
Si se omite la escatología, el Evangelio queda seriamente desfigurado. Yo no he oído NUNCA predicar sobre la condenación eterna. JAMÁS. Pero en los Evangelios Cristo exhorta, anuncia, señala y amenaza unas cincuenta veces con la condenación eterna. Sí, es ciertamente duro. No cabe en cabeza humana una condenación eterna. Pero es lo que dijo Cristo. Y si no se cree eso ¿por qué se creerá lo demás? ¿Es que la realidad anunciada por una noticia va a depender del ánimo del oyente? Y, por otro lado ¿cuales son las consecuencias de esa omisión?
Yo recomiendo los dos artículos del P. Iraburu sobre el tema:
http://infocatolica.com/blog/reforma.php/08-salvacion-o-condenacion-i
http://infocatolica.com/blog/reforma.php/09-salvacion-o-condenacion-y-ii
Ya está bien de catolicismo pret-a-porter, donde cada uno mete el cuchillo donde le parece y se sirve la ración del catolicismo que a él le gustaría. Ya está bien de curas infieles.
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Que es muchísimo suponer, Norberto (fíjate en el tenor de las acusaciones: curas infieles, obispos y sacerdotes que han perdido la Fe, curas que "en su fuero interno" ni siquiera cree en algunos aspectos de la revelación, obispos "lobo"... lo má suave es "fucionarios y políticamente correctos") Acusaciones infinitamente más graves que las que harían muchos ateos agresivos anticlericales. Y, lo más chistoso, algunas basadas en el fuero interno...
¿ soportaréis ser juzgados de la misma forma?.
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Huy , Norberto, ¿ellos? qué cosas tienes...
De otra forma puede incurrir en juicio temerario.
Entre las peticiones hay que pedir por la conversión de la Iglesia, de todos nosotros.
Procuren también ir a misa al menos un día entre semana además del domingo.
Por descontado frecuencia en los sacramentos: penitencia y eucaristía
Me consta que los sacerdotes de todo el mundo en las misas están pidiendo mucha mucha oración incluyendo el Rosario y la conversación amistosa con Dios. Así debe de estar el patio y nuestros sacerdotes saben que el asunto es bastante recio, mas de lo que todos nos pensamos y posiblemente ellos también.
No se olviden de pedir por las intenciones del Santo Padre y para que siempre salga victorioso de los ataques de los lobos, los de todos los sitios.
Por tanto ya sabemos en lo que no podemos faltar.
¿Los que se dicen católicos? ¿Y por qué no crea usted un tribunal para aclarar quienes son católicos de verdad y quienes son sólo aquellos que "se dicen" católicos?
Ilumínenos.
Por lo demás, hay más gente que piensa que se predica muy poco sobre los Novísimos, vean:
http://www.hispanidad.com/noticia.aspx?ID=139654
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