¡Yo soy español!
Más difícil de lo que esperaba, especialmente por la dureza con la que jugaron los holandeses, al límite del reglamento, aprovechando la pusilanimidad de un árbitro que no quería dejar a un equipo en inferioridad. Pero la patada de De Jong fue una auténtica animalada. Y Van Bommel repartió estopa por un tubo. Ninguno se fue a la calle.
Pero al final carrera del Duende de los Palacios por la banda - ¿qué tal Cruyff? ¿te has enterado donde quedan Los Palacios? -, con los anaranjados corriendo detrás suyo, pase de Cesc, control de Iniesta y para adentro.
La copa para España.
¡Viva España!
2 comentarios
Puyol fué el más católico de todos. Enhorabuena, hermanos del otro lado del Atlántico!
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