El sexo a lo Aído, por Francisco Contreras
Un sacerdote amigo, me manda este artículo publicado el pasado 4 de Marzo en el diario ABC de Sevilla.
Su autor es Francisco Contreras, profesor de Filosofía del Derecho, de la Universidad de Sevilla. Dice lo siguiente:
El Senado aprobó hace días la nueva ley del aborto. Lo hemos conseguido: el embrión de buitre leonado (hay multas por la destrucción de huevos) tendrá mayor protección jurídica que el feto humano. Hemos superado finalmente nuestra arrogancia «especista»: ¿quién nos había dicho que teníamos más dignidad que los demás animales? ¿Qué nos habíamos creído? Henos aquí por fin equiparados con el hermano lince y el admirable quebrantahuesos.
Querría llamar la atención sobre un aspecto de la ley Aído que ha escapado en general al análisis. Es una ley de 23 artículos. y sólo los arts. 12 a 23 regulan el aborto. ¿De qué tratan los anteriores? La Exposición de Motivos asegura que la nueva ley busca «garantizar los derechos relativos a la salud sexual y reproductiva [SSR]». Los españoles padecemos, según parece, una «salud sexual» muy deficiente, pero la ley Aído va a curarnos (para ir abriendo boca, el Ministerio de Igualdad ha invertido 26.000 euros en un «mapa de la inervación y excitación del clítoris»). Sobre todo, va a curar a nuestros hijos, que gozarán de una «salud sexual» rozagante gracias a la formación que la ley ha previsto para ellos. Los arts. 1 al 11 trasudan obsesión por la pedagogía sexual: el sistema sanitario deberá «proporcionar educación sanitaria integral y con perspectiva de género sobre SSR» (art. 5.2); «los poderes públicos desarrollarán acciones informativas y de formación sobre SSR [.] dirigidas, principalmente, a la juventud» (art. 6); «el sistema educativo contemplará la formación en SSR, incluyendo un enfoque integral que contribuya a [.] b) el reconocimiento de la diversidad sexual; c) el desarrollo armónico de la sexualidad acorde con la personalidad de los jóvenes [.]» (art. 9).
Términos como «integral», «enfoque de género», etc. esconden una densa carga ideológica. Para saber de qué se trata, se puede consultar el Borrador de Estrategia Nacional de Salud Reproductiva [ENSR] de 11/11/2009, elaborado por el Ministerio de Sanidad. Son 192 páginas, la mitad de ellas doctrinales. Su lectura es dura. pero muy reveladora: ahí está la esencia de la nueva izquierda. La ideología que será enseñada en las escuelas (art. 9). Señalemos algunas claves:
-El sexo como centro de la existencia: «el derecho a tener prácticas sexuales no reproductivas» es un «derecho humano universal, basado en la libertad, dignidad e igualdad» [P. 7] (ya la ley Aído revelaba en su preámbulo que «el desarrollo de la sexualidad está directamente vinculado a la dignidad de la persona»). El derecho al disfrute no debe verse obstaculizado ni por el temor a la maternidad, ni por «tabúes» morales. La ENSR aboga por «un concepto positivo de la salud sexual que incluye el bienestar, la satisfacción y el placer, dejando de lado la concepción de la sexualidad ligada a la represión, el miedo y lo moralmente bueno o malo» [P. 14].
-El placer sexual debe ser buscado como un fin en sí mismo; su condicionamiento al vínculo matrimonial (o, siquiera, a la existencia de un sentimiento) es castrante y culpabilizador: «antes se dignificaba la sexualidad mediante el matrimonio, [.] mientras que en la actualidad se exige en cambio su dignificación mediante el amor romántico. Esto indica la vivencia del deseo sexual con culpabilidad y vergüenza por parte de las mujeres [.]» [P. 25] (la ENSR constata que un porcentaje preocupante de mujeres -incluso jóvenes- sigue vinculando el sexo con el amor: este dato es interpretado como el resultado de la persistencia de «estereotipos sexistas» nocivos: cf. p. 38).
-Una vida tan orgasmocéntrica tropezará antes o después con un embarazo indeseado (pues los anticonceptivos pueden fallar, o a veces uno olvida utilizarlos). El derecho al placer es, por tanto, inseparable del derecho al aborto: «uno de los derechos básicos de las mujeres en materia de salud reproductiva es el derecho a decidir libremente [la continuación o no de su embarazo]» [P. 15].-Los rasgos masculinos y femeninos (por ejemplo, la maternidad) no se basan en la naturaleza, sino en la cultura; son «roles» que es preciso deconstruir: «los estereotipos acerca de lo que es ser hombre o ser mujer en nuestra sociedad tienen graves repercusiones para la vivencia de la sexualidad de un modo placentero» [P. 24]. Especialmente nefando es el «estereotipo» de la complementariedad hombre-mujer: «a mujeres y hombres se nos educa en un rol de complementariedad [.]. [A causa de ello] los individuos están mediatizados en sus comportamientos sexuales por las normas y la moral establecida, viéndose auto-juzgados y juzgados socialmente cuando tratan de transgredir lo que se espera para unas y otros» [P. 24].
-La maternidad es otro «mito» perjudicial para la mujer: «el mito del instinto maternal, supuestamente natural e intrínseco, predestina a las mujeres a ser madres para que posteriormente se dediquen al cuidado de las criaturas»; «el rol maternal tiene efectos profundos [.] en la desigualdad sexual» [P. 27]; «la maternidad no es un hecho natural» [P. 28].
-Los niños tienen también derechos sexuales: «las personas tienen y viven su sexualidad desde que nacen hasta que mueren; tendrán diferentes necesidades relacionadas con la salud sexual, y necesitarán de servicios que les faciliten educación, atención, etc.» [P. 30]. Es precisa, pues, una «formación sexual integral desde la infancia»: «a través de ella, mujeres y hombres podrán decidir con autonomía sobre su vida sexual, desde la niñez hasta la vejez. La educación sobre la sexualidad permite vivirla libremente sin temores ni prejuicios» [P. 69].
Esto es lo que se nos viene encima. Quien tenga algún reparo puede manifestarse contra la ley Aído el 7 de marzo, a las 12.00, en la Plaza Nueva (convocan decenas de asociaciones).
Como se puede comprobar, su análisis es muy acertado. El aborto, por así decirlo, es la punta del iceberg, lo más escandaloso, la consecuencia tremenda de una crisis profunda: la pérdida del sentido de virtud.
El hombre se reduce hasta un estado de brutalidad tal, en el que la satisfacción de sus instintos sexuales se torna en fin primordial. Hasta el paroxismo.
Sólo dos peros, si es que se pueden poner, al artículo anterior:
- las manifestaciones difícilmente cambian leyes. Las leyes se cambian en el Parlamento y son los votos los que deponen a los Gobiernos.
- la ley de la ahijada de Chaves, lo único que ha hecho es corroborar lo que ya se estaba haciendo. Los hechos tienen un desarrollo histórico. Si hoy la sociedad española está madura para esta ley es por lo mucho que se ha permitido anteriormente, por acción y por omisión.
Si queremos acabar con el aborto, las manifestaciones son insuficientes: hay que ir al origen del problema.
11 comentarios
Nos llevaríamos muchas sorpresas, estoy seguro. La principal, ésta: la de comprobar cómo muchas personas que por la protección de los pingüinos de la Antártida -lo cual hay que hacer, no digo que no, en absoluto- estarían dispuestas a matar a un burro a pellizcones si tal acción no la considerasen criminal, se manifiestan partidarias del aborto.
Es fruto todo ello de la ideología progre. Y del ecologismo terracentrista capaz de situar en el centro de la cración no a Dios Creador sino a Gaia. Es una suerte de ideología roussoniana rediviva. En el fondo, es la negación misma del pecado oroginal: hoy domingo no hace falta que vayamos a la iglesia a celebrar el día del Señor -total, hace años que ya dejamos de hacerlo-, puesto que mola más conquistar todas las playas posibles, por ejemplo: paradisiacas, virginales, preadánicas...
Que el Gobierno es una Casa de Putas.
Este gobierno sí que no es un hecho natural. Es una aberración del demonio.
Que el Gobierno es una Casa de Putas.
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Creo que eso es injusto con las prostitutas. Son personas humanas. En cambio, en las ministras del gobierno y las "miembras" de su "ministerio de igualdad" es difícil encontrar el más mínimo rasgo de humanidad. O siquiera de "biologicidad", incluso las hembras de los animales más fieros aman a sus cachorros.
Este artículo está muy ligado al de Luis Fernando: “¿Y Quien nos defiende de la pederastia del estado?”
Si me permite Isaac me gustaría volver a poner el último comentario que aparece en el blog, como respuesta a una de Luis López.
“Luis López;
Me llena usted de una enorme alegría con su respuesta y estoy totalmente de acuerdo con usted cuando dice: “El triunfo en este caso sería meramente haberles sentado a esos degenerados en el banquillo, o pedirles indemnizaciones civiles por extralimitarse el Estado en sus funciones educativas” Esto es todo lo que necesitamos para empezar: Paso a paso se anda el camino. O como decía Antonio Machado: “Caminante no hay camino, SE HACE CAMINO al andar”
Ahora necesitamos encontrar a ese juez imparcial.
Desde aquí me gustaría animar a todas las personas que expresaron y expresan su desagrado/repugnancia/incredulidad etc. etc. para unirse en oración y en apoyo vocal para que encontremos a ese juez y a más gente que pueda formar un equipo para luchar, desde los tribunales, para suprimir esta propuesta.
Otra idea que me vino a la mente al levantarme esta mañana es la de unir fuerzas en esta lucha con la comunidad o familias musulmanas. No me imagino que los padres de una menor (¡ni mayor!) se sometan a esta ley y dejen que los profesores enseñen a su hija como “disfrutar” del sexo y a practicarlo con sus compañeros. ¿Cree que valdría la pena contemplar esta propuesta? ¿Cree que los obispos españoles podrían reunirse con los líderes religiosos musulmanes con este fin?
La salud física, emocional y psicológica de nuestros hijos merecen todo esfuerzo que esté en nuestras manos -¡con la ayuda de Dios!-“
No sé si lo escribí demasiado tarde o es que nadie está interesado. Pero de qué nos vale “despotricar” con palabra o pensamiento, contra algo si no intentamos buscar juntos una solución.
Esas sí que pueden hacerlo, mucho mejor que personas individuales.
NOTA: Art. 189-4 CP.- "El que haga participar a un menor o incapaz en un comportamiento de naturaleza sexual que perjudique la wevolución o desarrollo de éste, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año"
Art. 154-1 Código Civil.-" LOs hijos no emancipados están bajo la potestad de sus progenitores.
La patria potestad se ejercerá siempre en beneficio de los hijos de acuerdo con su personalidad y comprende los siguientes deberes y facultades:
1º.-Velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, EDUCARLOS Y PROCURARLES UNA FORMACION INTEGRAL"
Por no hablar del Art. 28-3 de la Constitución que establece la obligación del Estado de velar no por formar a los ciudadanos -como creen estos ingenieros sociales progres- sino velar porque los padres den a sus hijos la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus convicciones.
Está claro que el gobierno no está respetando los artículos de ley que menciona, y me gustaría hacer algo para que los responsables sean juzgados en los tribunales; aunque no lleguen a ser condenados.
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