Fray Pascual Saturio, un dominico contra el Motu Proprio
La liberación total del Misal del Beato Juan XXIII hace ya dos años, por parte del Romano Pontífice Benedicto XVI ha sido una bendición y un regalo para toda la Iglesia.
Los que como yo, hemos nacidos y vividos bajo el Novus Ordo, el Usus Antiquior ha supuesto el encuentro con un verdadero tesoro litúrgico, una espiritualidad riquísima, con la que la Iglesia se ha conducido durante siglos.
Sólo una persona acomplejada, con prejuicios, totalmente obtusa, puede ver una cosa distinta a la que es, es decir, “la continuación del oficio sacerdotal de Jesucristo por medio de la Sagrada Liturgia” (Mediator Dei 5); al fin y a la postre la Liturgia a la que han asistido y participado tantos y tantos fieles y santos.
Fray Pascual Saturio, O.P. ha escrito un lamentable artículo que deja en el lector una extraña mezcla de rabia y pena. Rabia por la manera con la que un hijo de Santo Domingo de Guzmán arremete tan injustamente contra la doctrina de la Iglesia. Injusta, torticera y mentirosamente. Rabia porque se permita que este fraile cause tanto dolor a los fieles, sin que nadie le llame a capítulo.
Y también pena. Pena porque la iracundia con la que se expresa el fraile es el reflejo de una vida frustrada, una vida de oposición a todo lo que es la doctrina de la Iglesia: una verdadera lástima, pero no por ello incomprensible.
Para estas personas el telón cae definitivamente. La fantasía en la que habían vivido, un cristianismo sin Cristo, sin el Señor, sino en manos de un revolucionario, un muñequito muy bonito pero que no se corresponde con la fe de la Iglesia, esa fe que nos transmitieron los Apóstoles, la fe vivida por los santos y los fieles, la gente sencilla, en definitiva, la fe en ese Dios “en el que vivimos, nos movemos y existimos” (Hech 17,28), contra la que este tipo de personas han estado luchando toda su vida, nunca se fue.
Los frutos de los que como Fray Pascual se mueven en el rupturismo, de los que han reinventado y reinterpretado el Concilio Vaticano II torticeramente, engañando al pueblo (¿a cuántos habrá confesado Fray Pascual ofreciéndole «su» doctrina y no la fe de la Iglesia? Mejor no pensarlo) se cuentan por muertos, y ya se sabe que Dios no es «un Dios de muertos, sino de vivientes» (Mt 22,32). Él es «el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob» (Mt 22,32).
Este dominico está pidiendo por caridad que le llamen al orden, que lo manden a un retiro. Lo necesita. Por eso brama y echa espumarajos por la boca, contra lo más precioso, contra la Iglesia, atacando indirectamente al Romano Pontífice.
Afirma Fray Pascual Saturio, O.P., que esa Liturgia era una expresión de una manera de pensar. Claro. Lex orandi, lex credendi. Igual que el Novus Ordo. Efectivamente, tal como lo afirma Sacrosanctum Concilium 7:
Con razón, pues, se considera la Liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella los signos sensibles significan y, cada uno a su manera, realizan la santificación del hombre, y así el Cuerpo Místico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro. En consecuencia, toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdotes y de su Cuerpo, que es la Iglesia, es acción sagrada por excelencia, cuya eficacia, con el mismo título y en el mismo grado, no la iguala ninguna otra acción de la Iglesia
Para Fray Pascual es triste volver a esa mentalidad, sea esta la que sea, porque ¿se ha ido acaso? No hay otra doctrina, es la misma, lo que hemos recibido. Por eso siguen vigente los mandamientos. Sexto y el noveno inclusives. Siguen resonando las palabras de San Pablo donde dice el apóstol de los gentiles:
No sabéis acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? ¡No os engañéis! Ni los impuros, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los ultrajadores, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios (1 Cor 6, 9.10).
Piensa Fray Pascual Saturio, O.P., que la forma extraordinaria de la Iglesia es una Liturgia sin vida. Es el único consuelo que le queda ante tanto dolor, pero por mucho que se quiera engañar, lo cierto y verdad es que las Misas están llenas de jóvenes.
Son los estertores de un mal sueño de unos miembros de la Iglesia que están viendo que su tiempo llegó a su fin, si es que alguna vez fue.
¡Qué pena de Fray Pascual!
Lo que otros dicen: La Cigüeña de la Torre (I); La Cigüeña de la Torre (II)
17 comentarios
La verdad, el artículo me ha dejado mal sabor de boca.
Saludos
La verdad que si un cura doctrinalmente impecable como el que me dijo eso piensa así, la batalla está perdida. Si la Iglesia lo único que ve en la prensa son las reacciones de los 'progresaurios', nunca va a darse cuenta de que no es solo por "el latín" o "el misal" sino por la inmensa riqueza que suponen 20 siglos de tradición católica que estos grupos crecen y crecen.
Eventualmente, la Verdad siempre triunfa. Pese a los silencios impuestos desde algunos sectores y a los berrinches mediáticos de estos individuos, el amor a a Cristo y a su Iglesia prevalecerán, y en ella se verá sin sobresaltos que el rito romano tiene dos formas.
Se pongan como se pongan Canals o Fray Pascual.
Y lo más gracioso es que Saturio no pasa por ser un cura "progre", sino más bien lo contrario, pero ya ves que bajo el barniz de "conservador" se esconde mucho "progre".
Miguel: tienes razón, son prejuicios, por no decir otra cosa.
Hermenegildo: tremendo lo que cuentas. No lo sabía. Por cierto, ¿tiene este fraile alguna relación con las hermandades gaditanas?
Leandro: pues tienes razón.
Teon: No he borrado nada. Por desgracia al fraile se le entiende todo. Y la cuestión, no es "la idea" de Dios - Dios no es una idea, sino Uno y Trino -, sino si se corresponde con la fe de la Iglesia.
Asimismo, dirige la Archicofradía del Santísimo Rosario, que forma parte de la Orden Dominicana y rinde culto a la Patrona de Cádiz.
Y -agárrate- Pascual Saturio fue pregonero de la Semana Santa de Cádiz hace algunos años, aunque entonces no escribía artículos tan lamentables como éste.
Así es imposible que las cofradías y hermandades tengan vida espiritual, con sacerdotes que disuelven la vida cristiana.
Pues bien Isaac califica, ya en el enlace, de lamentable al artículo y se dedica a atacar al fraile como si fuera un hereje por lo que opina. Llega a afirmar "vida frustrada, una vida de oposición a todo lo que es la doctrina de la Iglesia" sin conocer al autor. La conclusión es que los católicos ultramontanos, como el que ha escrito esto, se creen poseedores exclusivos de la verdad y anatematizan a todos los demás sean laicos, sacerdotes, cardenales, papas, padres de la iglesia o lo que sea.
Hay que ser deudos de la Verdad. No usar argumentación "ab hominem". No insultar. Respetar sobretodo cuando no se sabe prácticamente nada del que se pretende ofender. Y dar argumentos.
Pongo los tuyos:
"arremete tan injustamente contra la doctrina de la Iglesia. Injusta, torticera y mentirosamente."
"Sólo una persona acomplejada, con prejuicios, totalmente obtusa"
No sigo porque tendría que reproducir todo el artículo. Y esta forma de conducirte debería hacerte reflexionar. Apacigua tu espíritu que tanta ira te hará daño.
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