Credos destructivos
Dedica un capítulo de su libro “Razón, fe y la lucha por la civilización occidental” Samuel Gregg a analizar lo que afirma (y muestra) como credos destructivos; el marxismo, el liberalismo de J.S. Mill y la filosofía de Nietzsche. Los considera llenos de patologías de la religión nutridas de patologías de la razón. Me voy a fijar en un par de aspectos de su crítica al marxismo.
Critica Marx el cristianismo por retrasar el Paraíso al momento posterior a la muerte, no “importándole” la vida presente sino como preparación de la última. Pues bien, el marxismo no propone sino un Cielo en la tierra; “la etapa final de la historia en la que se resolverá toda discordancia y la sociedad quedará libre de toda mácula". No se trata por ello sino de una utopía y el modo de llegar a ella no debe ocultarse a nadie; como dirá Marx “cuando llegue nuestro turno, no pondremos excusas al terror".
Pero si algo ha facilitado al marxismo su éxito y su supervivencia es su evidente parecido a una religión. Así, disponen de un canon de libros sagrados (las obras de Marx, Engels y Lenin) que son estudiados por los adeptos; disponen de una organización cual iglesia (el Partido) con sus fieles (los miembros del partido), con su jerarquía (miembros del Politburó, el Comité Central…) sus “teologos” (los teóricos marxistas) e incluso sus santos (Lenin, al que tienen ambalsamado y veneran, o el Che Guevara cuyo rostro llena las camisetas y posters).
Por ello, cuando los marxistas afirman que “la religión es el opio del pueblo” no buscan sino sustituir cualquier religión por la suya, la buena, la científica. Y resulta una religión que no tiene ningún problema en hacer proselitismo. Mucho cuidado.
GREGG, SAMUEL
“Razón, fe y la lucha por la civilización occidental“
Homo Legens, 2020
8 comentarios
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NOTA DEL BLOGGER: La soberbia en Marx está más que acreditada. Un saludo
Hay muchos fenomenos como es describe, con un corpus teorico y una organización que fracasan estrepitosamente. Y eso que dice de los textos sagrados del comunismo, de marx, engels y Lenin, y podríamos seguir Stalin, Mao, etc, es que no se los ha leido nadie. Solo cuatro gatos. Entre los comunistas, como nadie se ha leido a marx, cuando alguno hace alguna cita, o se posiciona como el experto que ha leido a marx, aunque no lo haya hecho en realidad, todos los demas asienten para parecer que tambíen lo han leido, pero es mentira en una reunión de partido en la que alguien cita a marx, lo mas probable es que sea una cita de otro texto. El capital, aparte de una sarta de sandeces, por falsas, como la plusvalía, la teoría de la autodestrucción del capitalismo, la lucha de clases inevitable, etc, etc, es un autentico coñazo. Casi es menos aburrido leer a Kant, por lo menos con Kant, puedes ejercitar un poco el pensamiento, aunque sea para darte cuenta de su error.
Asi que si menos del 0´1 por cien de los comunistas se ha leido el capital, y menos del 0´01 se ha leido a Engels, y menos del 0´001 se ha leido a lenin,mal se puede comparar esos textos con la biblia por ejemplo. Si alguno ya estara pensando que la biblia igual la han leido menos del 10% de los cristianos, pero es que esa proporción es mucho mayor, y aunque no la hayan leido, su conocimiento por ir a misa el domingo, o por transmisión cultural mediante pinturas o esculturas o representaciones piadosas, supone que la mayoría conoce lo esencial del contenido al menos de los evangelios. Es decir esa afirmación de Greeg, suena muy bien, porque encaja muy bien como historia pero sencillamente no es cierta. Y lo de la organización igual. El exito del comunismo no viene por la conjunción de esos tres factores que los podemos encontrar en otros fenómenos. El exito del comunismo viene por dos razones, por el sentimiento de agravio y la envidia, y por la misma razón por la que triunfa el timo del tocomocho. Porque estamos deseando dejarnos engañar por alquien que nos venda que existe un atajo gratis, y que alguien externo nos va a tener que solucionar la vida sin responsabilidad o esfuerzo por nuestra parte.
El timado por el tocomocho es igual que los que votan comunismo o podemos, cuando descubren el engaño no pueden quejarse porque ellos primero pretendían engañar a la realidad.
Y tambien es cierto que ese libro que tu comentas ha sido leido por algunos neocomunistas periféricos, no del todo ortodoxos y que es la base de muchas de las aberraciones antifamiliares que tanto se han extendido. Algunas feministas creen beber de las fuentes de Alexandra Kollontai, pero en realidad ella era un putoncillo verbenero que se apuntaba a un feminismo de la epoca, eso si con mucho cuidadin de no enfadar ni un pelo a Stalin. Es probable que KOLLONTAI hubiese leido a Engels. Pero el puterio de la URSS, y el abuso sexual de sus dirigentes no tienen nada que ver con Engels, aunque pusieran a veces un retrato suyo inmenso en los desfiles. Era puro desenfreno aunque luego de cara a la galería guaradasen las apariencias de la moral socialista.
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