El rostro de los hombres
Mucho antes de analizar asuntos más complicados, creo que una de las cosas que hacen que me resulte imposible no creer en Dios es el rostro de las personas. Esos rostros, siempre diferentes, que reflejan innumerables historias distintas, cada una de ellas mucho más rica e interesante que la mejor de las novelas que puedan escribirse, como decía Papini. Es decir, una sobreabundancia tal de ser y de sentido que sólo puede venir de Dios, porque supera con creces nuestra misma imaginación.
En ese sentido, me ha alegrado que el título del último libro publicado por Vita Brevis sea El rostro de los hombres, escrito por Alejandro Sanz Peinado. Y me alegra más aún que los relatos que incluye reflejen tan bien esa sobreabundancia que tienen las historias de personas particulares.
¿De qué trata este libro? Cuando la literatura es buena, no es fácil resumirla. Es como si te pidieran que resumieras la vida misma o una montaña: No se puede, no se puede.