Vaticano verde que te quiero verde
Según declaraciones del Cardenal Lajolo, el Vaticano tiene la intención de construir una gran planta de energía solar en terrenos, donados por el Estado italiano, cerca del pueblo de Santa Maria de Galeria. La construcción supondrá unos gastos de quinientos millones de euros.
La estación entrará en servicio en el año 2014 y, según lo previsto, sería la mayor planta solar de Europa, generando unos 100 megavatios de energía solar. Es una cifra muy alta, equivalente al consumo de varias decenas de miles de hogares, especialmente teniendo en cuenta que el Vaticano, con menos de un kilómetro cuadrado de territorio, no llega a los 1.000 habitantes, a cuyas necesidades hay que sumar el consumo energético de la basílica de San Pedro, los museos y la radio vaticana.
¿Qué se hará con la energía sobrante? Probablemente, según afirma el Cardenal Lajolo, gobernador de la Ciudad del Vaticano, se exportará a Italia, muy necesitada de fuentes de energía renovable que le ayuden a cumplir sus compromisos europeos en materia de emisiones de carbono, etc. Se matarán así dos pájaros de un tiro. Por un lado, la planta contribuirá a sufragar los gastos de la Ciudad del Vaticano. Por otro, aumentará la independencia con respecto a Italia en una materia importante como es el suministro energético, confiriendo así una mayor libertad al Papa en sus relaciones con el Estado Italiano.
Además, por supuesto, el Vaticano estará contribuyendo a un uso más responsable de los recursos energéticos. Aunque, como sabemos, la energía solar no es la panacea que soluciona todos los problemas, sí que constituye una energía renovable y más limpia y racional que el desperdicio que supone quemar un recurso tan valioso como el petróleo para obtener energía. El Vaticano pasará a ser el primer país “verde”, ya que será el primer Estado soberano cuyas necesidades energéticas estén cubiertas al 100% por energías renovables en cifras absolutas (compensando la energía que tenga que importar por la noche con los excedentes diurnos). Quizá más de un grupo ecologista de los que han criticado tanto al Vaticano por sus políticas también se ponga “verde”, pero esta vez de envidia.
No sé que pensarán los lectores, pero creo que esta noticia es un signo de que Benedicto XVI se toma en serio sus declaraciones sobre la importancia de cuidar la creación que Dios ha encomendado a nuestro cuidado. Eso sí, de forma seria y económicamente razonable, alejándose de retóricas vacías, con actos concretos y, sobre todo, sin idolatrar la Naturaleza.
Quid vobis videtur?
27 comentarios
A mi me parece muy bien, sobretodo la "concienciación" en sentido cristiano que se realiza.
La planta cubrirá sin duda las necesidades de electricidad del Vaticano. Respecto a la energía, yo no estaría tan seguro. San Pedro, los museos vaticanos y otros monumentos requieren mucha energía no eléctrica. Una cantidad muy difícil de estimar.
A mí me gusta, especialmente, que se sigue el consejo de San Pablo: "examinadlo todo y quedaos con lo bueno". Es decir, se examina la preocupación moderna sobre la ecología y se retiene lo bueno: el respeto y el cuidado de la creación que Dios ha encomendado al hombre, el uso responsable de los recursos, la importancia de pensar en las generaciones futuras... Pero todo ello sin caer en la idolatría de la ecología que pone a los animales o a los ecosistemas por encima del hombre.
Saludos.
Me parece muy razonable el consejo y más razonable aún segurirlo.
No sé que imagen tendrá usted de la Ecología ( que no es los ecologístas ), pero leyendo lo que ha escrito, parece que ahora es usted quien confunde donde estamos, los hombres somos animales y formamos parte del ecosistema, no quiera mirarlo desde fuera porque no es posible estar fuera.
Un saludo.
A mí me ha sucedido lo mismo. Sin embargo, como cualquier otro sacerdote, probablemente sea el color litúrgico que use más a menudo. Supongo que lo que sucede es que sólo se suelen retransmitir sus misas en ocasiones especiales, que generalmente coinciden con solemnidades que exijan vestiduras blancas o rojas.
Sería dificilísimo estimar toda la energía consumida, creo yo. Los mismos alimentos son, para nosotros, fuente de energía y, por ahora, no hemos aprendido a comer luz del sol. Lo que sí se podría investigar es la calefacción utilizada, que debe de ser la partida energética más importante, si es de tipo no eléctrico y a cuánto asciende.
Soy consciente de que somos parte del ecosistema, pero los cristianos pensamos que somos una parte muy especial del ecosistema. Creemos que los seres humanos tienen un valor infinitamente superior al de los animales, plantas, etc.
En ese sentido, nunca aceptaríamos que el bien del ecosistema en general esté por encima del bien de cada persona. He oído muchas veces a ecologistas para los que el bien de los murciélagos enanos del Beluchistán es más importante que las personas y me parece algo inaceptable.
Quid vobis videtur? La respuesta es: me parece perfecto.
En cuanto al murciélago enano del Beluchistán, concretamente, me parece más interesante y merecedor de ayuda que algunos elementos supuestamente "sapiens" que pululan por ahí :-)))
Un saludo.
Somos espectadores que forman parten del espectáculo. ¿Algunos de nuestros compañeros de espectáculo comparte palco con nosotros?
Un saludo
Iba a decirte algo similar a lo que ha dicho Marco.
Por mucho que lo repitas no va a ser más cieto. Somos parte del espectáculo. Eso es verdad. ¿Pero ahí acaba toda la verdad? Resulta que no. Que ciertamente no tenemos compañía en el palco. Que somos los únicos que "sabemos" que somos parte del espectáculo, que somos los únicos que sabemos que hay escpectáculo, que somos los únicos que podemos modificar el guión del espectáculo y observarlo desde fuera y desde dentro, interviniendo sobre él... Empiezo a pensar que yo también voy a necesitar un diccionario yolanda-gallizo gallizo-yolanda.
Y el día que dispongamos de ese diccionario verás que nos asomamos al abismo yno retrocedemos... pero tampoco intentamos sortearlo sin más y sin querer apasionadamente (¿por qué no apasionadamente?) ver el fondo del abismo.
Que estén de acuerdo conmigo o no es una cosa, que interpreten a su modo lo que digo para adaptarlo a su argumentación es otra muy distinta.
Muy ocurrente el comentario de Marco, si yo aceptase que hay observadores externos ajenos al espectáculo, pero esa es SU visión, no la mía. El escenario y la platea son una misma cosa.
Pueden compartir mis argumentos o rechazarlos, pero no cambiar su sentido, ni inventarlos por mi.
Un saludo.
Nos leemos cuando usted lo desee.
Un saludo.
Sobre eso, no tengo ni idea. En mi opinión (quizá descabellada), la organización de estas cosas habría que encomendarla siempre a laicos, porque a menudo los eclesiásticos no conocen bien el mundo de los negocios y, por muy buena que sea su intención, tienden a meter la pata hasta la coronilla.
A un nivel más bajo, suele meterse también la pata con la construcción de parroquias, que terminan siendo proyectos horrendos, carísimos y anti-litúrgicos, porque el eclesiástico de turno se deja engañar por la correspondiente firma de arquitectos.
Un saludo.
Ya he dicho que no creo que la energía solar sea la panacea, al menos por ahora. A mí, en particular, me parecen mejor la energía nuclear (cuando ya se haya usado antes en el país) y la eólica. Sin embargo, creo que el proyecto tiene algunas ventajas claras:
- Mayor independencia respecto al suministro energético externo. Esencial para mantener la libertad de acción.
- En principio, se autofinanciará o producirá beneficios (no veo qué tiene que ver la especulación con vender la energía a los precios de mercado en Italia).
- Signo público de la importancia de cuidar y usar responsablemente la creación (siendo conscientes de las limitaciones actuales de la energía solar, pero también de que no existe ninguna solución perfecta).
Saludos.
A mí la planta de energía verde que me gustaría ver es el rito de la misa restaurado en su belleza, sacralidad y esplendor propios.
Esa sí sería una fuente de "energías", como decía el bienaventurado Palamas.
¡ si el rito de la misa ya ha sido "restaurado en su belleza, sacralidad y esplendor propios" !.
¿No dices que frecuentas el rito extraordinario? Puews ya lo tenés, qué más querés, ¿que fuera obligatorio?
Aún no he idoa ninguna misa de ésas, ni siquiera las conocí de pequeña. recuerdo el velo obligatorio en las mujeres cuando era muy, muy, muy niña, pero no la misa en latín, que sólo he conocido por los misales antiguos d la familia, ni al cura de espaldas, ni nada de eso. Seguramente algún día acuda a una misa así por curiosidad. Y seguro que disfrutaré esa belleza. Sobre todo lo del latín, lo mismo que me fascina en Taizé o en Sto. Domingo de Silos, lo hará en una misa de estas que tanto te gustan.
Y sí, tengo una visión muy negativa del dinero. ¿Propia de quién lo tiene? ¿Comparado con quién? ¿Con los dos tercios o más de la humanidad que malvive en la indigencia? Sí, y me hace sentir responsabilidad en esa misera. Sí me crié un poco entre algodones y pijerío, pero desde los 14 años no tengo vocación de rica.
¿Comparado con vos? Ah, no, entonces soy sólo una pobre viuda que vive de su sueldo de profesora de instituto (que en España es una sueldo insultante para un titulado superior) y de una pensión de viudedad con la que mantiene a dos huerfanitos.... Buaaaaaaa, fijate so soy pobre.
Y no dejés de fijarte tampoco en cuán poquito tiene que ver la propia condición con el odio al dinero y todo lo que representa. Sobre todo la palabra "negocio" me repugna como una de las más nauseabundas del diccionario.
Creo que mas que gloriarnos de proyectos faraonicos, de cara a la galeria, debemos gloriarnos de fidelidad al mensaje evangelico, e intentar buscar la autenticidad.
No es un tema de "humildad". Es algo que te alimenta. Particularmente, me hace bien el rito extraordinario, para mí no es algo accesorio u ornamental. Y, en segundo lugar, es un tesoro de la Iglesia. Tanto bregar por las especies en riesgo de extinción o los patrimonios artísticos, y no protegemos una riqueza secular
De eso se trata la decision del Motu Proprio Summorum Pontificum: poner a disposicion esta riqueza a quienes tienen sensibilidad tradicional.
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