Un cuadro algo sombrío
Los aficionados a la pintura sabrán que no existen los colores aislados. Cada pincelada de un cuadro toma su color no sólo del tinte utilizado, sino de todos los demás colores que tiene a su alrededor. Un rojo es mucho más rojo cuando está rodeado de verdes. No es lo mismo utilizar un naranja en una puesta de sol, donde sólo será uno más entre los muchos tonos cálidos presentes, que introducirlo en el entorno gélido y azulado de un campo nevado, donde sobresaldrá de forma llamativa y resaltará con fuerza los demás colores.
Este principio fundamental de la pintura, también nos puede servir para mejorar nuestra comprensión de nuestro mundo, nuestra sociedad y el pensamiento dominante. Algunas veces, las cosas no nos llaman la atención aisladamente, pero, al unirlas con otras, revelan de pronto su importancia fundamental. Voy a contarles dos sucesos recientes, uno bastante conocido y otro no, que espero que nos ayudarán a esbozar un cuadro, algo sombrío de una tendencia actual que me preocupa.
Como se pudo leer en Religión en Libertad hace unos días, una enfermera inglesa, Caroline Petrie, ha sido expedientada por preguntar a un paciente si quería que rezase por él. Es decir, no por evangelizar explícitamente, por presionar o por dar la lata, ni siquiera por poner una cruz en la habitación, sino, simplemente, por preguntarle educadamente al paciente si quería que rezase por él, en ese momento difícil de su vida.
Es evidente que rezar por un paciente no es parte del trabajo por el que las enfermeras reciben su sueldo. La salud espiritual de una persona no se incluye en su historial médico ni está sometida a ensayos clínicos. Sin embargo, tampoco le pagan a una enfermera por hablar de fútbol, preguntar por los hijos del paciente o hablar del tiempo, pero las (buenas) enfermeras lo hacen con sus pacientes, porque son seres humanos que no pueden reducirse a un historial médico y a unos cuantos resultados de análisis. Esto es evidente y esa relación humana entre enfermera y pacientes se acepta y se promueve… excepto si, como en este caso, tiene algo que ver con Dios.
Un par de días después de que saliese a la luz la noticia de la enfermera, una amiga mía llevó a su hija, de diecisiete años, al médico de medicina general, porque tenía un resfriado y le dolía la garganta. Después de mirarle la garganta y recomendar las medicinas apropiadas, el médico dijo a la chica: Bueno, ahora que ya hemos terminado con esto, te voy a hablar de otra cosa. Tú llevarás siempre preservativos para usarlos cuando te acuestes con tu novio, ¿no? La pobre chica se puso colorada como un tomate y mi amiga, tras reponerse de la impresión, le dijo al médico: Mire, yo la he educado para que no se acueste con ningún chico hasta que esté casada… Enseguida, el doctor le interrumpió: Sí, pero ya sabemos el caso que le va a hacer… Lo importante es que esté preparada.
Al médico en cuestión, no le importó nada que estuvieran allí para hablar de un resfriado, que la chica fuera una menor o que su madre le diese a entender claramente que eran católicas y cuáles eran sus convicciones morales. Ni siquiera se limitó a preguntar o a sugerir modestamente, sino que utilizó su posición de autoridad como médico para lanzar una carga moral de profundidad en la conciencia de una chica: 1) Lo normal es que los hijos no le hagan caso a los padres en materia de sexualidad. 2) Hazme caso a mí y no a tu madre. 3) Antes o después te vas a acostar con tu novio, es inevitable. 4) Lo verdaderamente importante en la sexualidad es que no tenga consecuencias desagradables, como embarazos y enfermedades (al mismo nivel, y luego se extrañan de que la gente no tenga hijos). 5) Mientras uses preservativo, lo demás es secundario. Este tipo de propaganda es terriblemente dañina, porque utiliza una excusa médica para adoctrinar moralmente.
Por desgracia, estos dos sucesos no llaman mucho la atención por separado. Son cosas a las que estamos acostumbrados. Nos hemos habituado al veneno, como Mitrídates, y ya no nos afecta. Ni siquiera lo notamos. Es lo normal, lo de todos los días.
En cambio, unidos, estos dos ejemplos son una clara muestra de la dirección que está tomando la sociedad española. No es cierto, creo yo, que nuestra época sea más tolerante o más abierta que las anteriores. Lo que sucede es que tolera cosas diferentes, las que están de moda o son políticamente correctas o indiferentes, mientras que es terriblemente intolerante con todo lo que se salga de sus parámetros habituales. Poco a poco, están cambiando los criterios sobre lo que es aceptable y lo que se considera absolutamente inaceptable.
Por desgracia, si hay algo que cada vez se sale más de los parámetros habituales del mundo de hoy, es la forma cristiana de ver la vida, la moral, la sexualidad, la muerte, la familia, etc. Si esa enfermera inglesa hubiera adoctrinado a una menor para convencerla de que acostarse con su novio es lo más normal del mundo siempre que use preservativos, no hubiera tenido ningún problema. Es más, habría recibido la aprobación de colegas y superiores. En cambio, el cristianismo y Dios no se pueden ni mencionar, so pena de burlas, desprecios y, cada vez más frecuentemente, penalizaciones y sanciones oficiales.
Poco a poco, como Mitrídates con el veneno, se van dando pasos en esa dirección, de manera que la sociedad se insensibilice, hasta el momento en que ya no resulte extraña la discriminación que sufren los cristianos. En las paredes de las escuelas puede haber de todo: cartelitos de “póntelo, pónselo”, fotos del Che Guevara o anuncios del día del orgullo gay, pero ay de los que se empeñen en mantener las cruces en las aulas, porque serán llamados integristas. Todo el mundo puede opinar libremente sobre cualquier cosa, pero ay de la Iglesia si se atreve a defender cosas tan evidentes como el derecho a la vida desde el primer instante o el derecho de los padres a educar a sus hijos, porque entonces caerá sobre ella el peso de acusaciones de todo tipo y se sacarán a relucir desde la inquisición hasta las cruzadas o los tesoros vaticanos.
Vivimos en tiempos difíciles. El cristianismo, su forma de ver la vida y sus signos externos resultan cada vez más intolerables para nuestro tolerantísimo mundo. Ser cristiano se está convirtiendo en un secreto inconfesable que hay que ocultar a toda costa. Y lo más grave es que todo esto no es simplemente una situación difícil, sino que parece ser una tendencia que va a peor.
Sé que es un cuadro sombrío, pero también sé que Cristo es el Señor de la Historia y que, como tantas veces ha hecho, puede integrar esos tonos oscuros en la Obra de Arte que es nuestra salvación, siempre que nos pongamos en sus manos. Así lo hicieron San Pablo y los Apóstoles y gracias a ello hoy somos cristianos: si nos insultan bendecimos, si nos persiguen, lo soportamos, si nos difaman, respondemos con bondad. Hemos venido a ser como la basura del mundo y el desecho de todos… Pero ¡gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo! Así pues, hermanos míos amados, manteneos firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que vuestro trabajo no es vano en el Señor.
24 comentarios
El caso de EpC es un claro exponente de lo que digo. ¿Quién ha actuado cómo, dónde y cuándo?
ADVENIAT REGNVM TVVM
Espero que no nos encojamos de hombros. Todo menos la indiferencia. Aunque nuestra palabras no pasen de ser testimoniales.
Tremendo lo de la enfermera, me quedo helada.
Por otro lado, viendo el post de hoy, me doy cuenta cuanto nos ama Dios dandonos la iglesia, pienso en mis hijos ¿Como será el mundo cuando mis hijos tengan 16, 18, 20 años? ¿Como será cuando sus hijos (mis nietos) tengan esas edades? No lo se!, supongo que cada vez peor, porque como hablabamos en mi comunidad: "ser un animal esta de moda".
Cada vez el hombre se va esforzando por volverse un animal, a dar rienda suelta a sus instintos, a entrar en brama como los animales, a no pensar, a no creer, a no meditar sobre sus acciones, en fin, a abandonar las cosas que te alejan de la bestia y te acercan a Dios.
Lo que si estoy seguro es que el evangelio será el mismo, que este Dios amoroso seguirá llamando a los hombres desde la misma cruz, que si hago bien mi transmisión de fe a mis hijos ellos harán lo mismo con sus nietos.
Animo Hermanos, que no hay suficiente maldad en el mundo para vencer la cruz luminosa de Cristo.
Y la luz de la Cruz debe aparecer enmedio de las tinieblas del mundo.
Como no la virginidad, la esperanza del enfermo el sentido redentor del y sufrimiento son enemigos del Demónio y este es el enémigo acérrimo de la humildad de la Cruz, ya que en élla Dios se dejó matar, la humildad de la virginidad de María, y el mundo no es más que la escenificación de la batalla entre el principado del Demónio y el Reinado ha instaurar de Cristo y como sus primeras palabras públicas, para que se instaure definitivamente es necesaria la conversión, y ésta se lleva a cabo en la plena manifestación de los hijos de Dios, y como no, para manifestarnos hay que hacerlo en la aversión, o sea que hoy y siempre, la Fe es el motor de estas manifestaciones, la clave como dijo Jesús, es si habrá Fe en la tierra cuando se instaure su venida y reinado definitivo, y la Fe viene por la predicación, la de la enfermera, la enferma y ... Ay de mí si no predico el Evangélio.
El criterio de "normalidad socava los principios y más que "tolerantes" nos volvemos "normales".
En mi caso particular (no puedo evitarlo), siempre reacciono con mucha violencia verbal. Si alguien delante de mí le dice lo del preservativo a mi hija de 17 años (da la casualidad de que tengo una de esa edad), mis gritos -y puede que hasta insultos- se oirían en el ártico. Puedes estar seguro de que ese médico habría deseado que se lo tragase la tierra antes que aguantar mi reacción. Luego me arrepiento y tengo que pedir perdón, es cierto.
Un saludo muy cordial.
Temo que yo habría reaccionado de forma parecida a lo que dices. Eso sí, como es un abuso de autoridad intolerable del médico, no descarto que esa sea la reacción más adecuada, porque un médico así necesita que le paren los pies, para que no siga haciendo daño a sus miles de pacientes.
Por suerte, mi hija tiene 3 años y aún no tengo esos problemas.
Saludos.
La primera carta de Pedro lo dice de forma sorprendente:
"Alegraos de ello aunque de momento tengáis que sufrir un poco, en pruebas diversas: así la comprobación de vuestra fe —de más precio que el oro, que, aunque perecedero, lo aquilatan a fuego— llegará a ser alabanza, gloria y honor cuando se manifieste Jesucristo."
Alegraos, dice. Difícilmente se puede imaginar mayor audacia.
1º- Deslizas una supuesta imprecación que recibirían los católicos que "adoctrinasen" como ese médico: "ay de....porque entonces caerá sobre ella el peso de acusaciones de todo tipo y se sacarán a relucir desde la inquisición hasta las cruzadas o los tesoros vaticanos"
No hagas burla con eso: eso, entre otros abusos y simonías, históricamente, es lo que ha restado credibilidad a la Iglesia. Y sin credibilidad del adoctrinante, su doctrina se va al garete.
2º- Te excedes en la interpretación de las consecuencias del "adoctrinamiento" del médico: al menos la 2 y la 5 son gratuitas
3º- Ya empezamos con el reduccionismo al 6º. ¿No ve esa madre más y más graves bombardeos adoctrinadores (muy especialmente y gravísimamente los de tipo consumista) con los que escandalizarse?
Yo, que sí soy, como sabes, madre un chaval de justo 17 años (claro qeu es varón...¿eso cambiaría radicalmente la cuestión?) no montarí en cólera como fredense y tú si vivo tal escena. Monto en cólera varias veces al día con la tele, los anuncios, la publicidad en buzones, internet, tele, radio, cine, etc... dirigida al consumidor adolescente e infantil, y en un sentido tan grosero, agresivo, y desde luego alejadísimo de la moral cristiana de la austeridad y el abandono en la Providencia, que espanta a cualquier madre.
Frente a eso, un presvativo de más o de menos es una gota en el océano de la inmoralidad de estos siglos-cambalache.
Yo no te creas que estoy orgulloso de montar en cólera, simplemente no puedo evitarlo. Y lo hago también varias veces al día en los casos que tan bien has descrito.
Un saludo muy cordial.
Si eso le dice un medico frente a uno ¿que diran los compañeros?¿los maestros?¿los amigos?
Te lo voy a decir como me lo dijo mi jefe directo: "ser cristiano es OLD FASHION", pues a pelear por enseñarles a ser "old fashion" a nuestros hijos!
Si una hija mia le oye decir eso a un medico y no le contesta ella misma lo que deberia decirsele es que algo he hecho mal en mi transmision de fe, porque si tengo que responder yo, ¿como defenderá su fe cuando no este conmigo?
El problema es que se confunde "habitual" con "normal". Es decir, "lo que hace todo el mundo" se convierte en la norma, en lo bueno. Es la moral borrega.
Desde luego, si esperamos a que deje de haber persecuciones, ya podemos esperar sentados. Y, si alguna vez sucediera, sería que nosotros habíamos dejado de ser cristianos. Ya lo decía el Señor: "Ay de vosotros cuando todo el mundo hable bien de vosotros..."
Educar a un hijo en la pureza implica el hacerlo en muchas virtudes anexas. No se es casto de bóbilis bobilis y ni se reduce a no acostarse con el novio, es mucho más. es una afirmación del propio yo, del dominio de sí mismo, de la reserva para quien de veras se ama. cuesta el cultivo de otras virtudes. Unos padres que educan adecuadamente a un hijo no pueden verse desautorizados por un matasanos que solo es requerido por un resfriado. Seguir el consejo del médico puede estropearle la vida futura. Yo lo hubiese denunciado, porque el condom es inmoral, contraproducente, no seguro, etc. al menos, los antiguos advertían: coraza de placer, telaraña para las infecciones, encima.
Un católico bien formado sabe que es templo de Cristo, sabe que la castidad no es negativa...
Otrosí ¿de dónde se deduce que los padres no les encauzan lo que ven, oyen o viven?
Gracias por tus comentarios.
No quería decir en absoluto que la inquisición, simonías, corrupciones, etc. no tuvieran importancia. Lo que quiero decir es que, a no ser que se esté hablando específicamente de esos temas, generalmente, no vienen al caso cuando se mencionan. Es, en cierto modo, como si el Presidente del Gobierno estuviera hablando de los nuevos colegios bilingües en España y alguien le echara en cara la Armada Invencible. Se nos intenta exigir lo que no se exige a nadie, la perfección a lo largo de dos mil años. Eso no es racional.
No creo ser culpable de reducir todos los mandamientos al sexto. En el artículo de hoy, había dos ejemplos y uno tenía que ver con el sexto mandamiento, pero el otro se refería más bien al primero. He contado el caso del médico simplemente por lo que he dicho en el artículo, porque me enteré de él a la vez que el de la enfermera y la comparación me llamó mucho la atención.
Lo de varón o mujer sólo cambia la cuestión, como es lógico, en cuanto a la reacción subjetiva para los padres. Como ya sabes, los padres tendemos a ser mucho más protectores con las hijas. Es algo natural. En lo demás, el problema es el mismo (quizá más grave con un hijo varón, porque tienden a ser menos maduros con la misma edad).
Finalmente, yo creo que los puntos 2 y 5 sí que se desprenden de lo que dijo el médico, porque:
- Da a entender que es evidente que los chicos no hacen caso a sus padres, pero le está dando consejos a la chica para que a él sí que le haga caso.
- Le parece normal que la chica se acueste con su novio del momento, pero le echaría una bronca si no utilizase preservativos. Sin embargo, las consecuencias psicológicas de una sexualidad mal enfocada son, como mínimo, tan graves como las consecuencias puramente biológicas (y ambas corresponden a un plano médico, sin necesidad de meternos en la moral). Yo he conocido a varias chicas (más que chicos) traumatizadas durante años por malas vivencias de la sexualidad.
Un saludo.
Claro, y yo, y todo el mundo. Pero dale la vuelta: me darías la razón. De toda la vida los pecados sexuales de varones son pecadillos y los de las mujeres son castigados de la manera más injusta y cruel. Para una mujer TODA vivencia de la sexualidad, hata hace dos días, era necesariamente mala.
A la Iglesia no se le ha exigido la perfección. Bastaría con que no hubiera cumulado tal montón de hipocresías e inconsecuencias con lo que predica. Eso es lo que ha anulado su credibilidad.
Lo de la Armada Invencible no es comparable ni de lejos.
A ver si un día de estos veo aquí un post sobre el sombrío panorama que el consumismo atroz cierne sobre nuestros hijos y la subliminal o directa manera de socavar la formación que las familias católicas les dan al respecto...porque se la dais, ¿verdad?
No sigo, porque es lo mismo seguir que no seguir. Ese victimismo de perseguidos os pierde.
Es mas, la mayoría de los ateos que conozco ante la imposibilidad de demostrarme que Dios no existe esgrimen esos mismos argumentos para por lo menos decir que si "acaso" existe no vale la pena seguirlo o por lo menos tomarlo en cuenta.
Ahora bien, con semejante historia ¿Podrá ser la iglesia DE Dios? Yo no se de teologia, pero lo que he visto me dice que Dios existe y que esa Iglesia sin credibilidad, hipocrita e incongruente es SU Iglesia. Y que a esa sopa de imperfectos, "old fashion" y pecadores actuales e historicos, no me preguntes porque, Dios decidio dejarles lo mas valioso del universo a guardar.
Imperfecta, perseguida, victimizada, llena de pecadores de toda calaña, o lo que sea pero esa Iglesia es mi Madre. Una mama que no merezco y que Dios me la escogio. Y por lo menos al sol de hoy puedo decir que me ha educado, civilizado, me ha enseñado a tratar a mis hijos, a ver con amor a mi esposa, a saber lo que significa DIGNIDAD. Que ha cometido errores, ¿y no la misma biblia dice que somos vasos de barro?
Y al final quien ha cometido los errores ¿La Iglesia? u ¿Hombres concretos con nombres y apellidos que han sido parte de ella? Porque en 2000 años de historia ¿cuantos millones de millones de "miembros" habra tenido? Y si a todo lo juzgamos por los miembros no quedaria absolutamente nada, ni nacion, ni institucion, ni ningun grupo social, ni mucho menos la raza humana entera sin que lo condenemos porque donde hay humanos hay errores.
Es cierto, muchísimas hipocresías han acumulado los miembros de la Iglesia a lo largo de dos mil años. Pero eso no son inconsecuencias con lo que se predica, sino consecuencias de que Dios es Dios y absolutamente todos los humanos (los primeros los cardenales y los autores de blog) estamos necesitados de la infinita misericordia de Dios que perdone nuestros pecados. Eso es exactamente lo que predica la Iglesia.
En cuanto a lo del consumismo y el dinero, he escrito bastantes veces sobre el aburguesamiento de los cristianos, sobre cristianos que han dejado su trabajo y todo lo que tenían para ir con su familia a anunciar el evangelio, sobre la reacción de un cristiano ante quien le roba, sobre la pobreza, etc.
El próximo que tengo previsto sobre un tema similar es el tercero de lo que podríamos llamar "cristianos ante la crisis" (los dos primeros han sido de Cristhian y de Lucía). Lo estaba retrasando porque quería ilustrarlo con una poesía, pero ya que me animas a ello, lo aceleraré y dejaré la poesía para otra ocasión.
Finalmente, en cuanto al victimismo: los dos ejemplos que he dado son reales y concretos.
Un saludo.
Y no soy el único.
Uno de los libros que más se han vendido últimamente en Alemania es el titulado Kurzgefasste Verteidigung der Inquisition ("Breve defensa de la Inquisición"), de Hans Conrad Zander. Los capítulos se titulan así: 1. "La Santa Inquisición era joven y avanzada"; 2. "La Santa Inquisición defendía a las mujeres"; 3. "La Santa Inquisición era eficiente"; 4. "La Santa Inquisición tenía razón"; 5. "La Santa Inquisición era santa". Te lo aseguro, el libro es una verdadera delicia. No sé si está traducido al español.
Me encanta ir contracorriente.
Un saludo muy cordial.
Nosotros lo tenemos mejor, no nos crucifican, no nos hechan a los leones. Nos discriman.
Pues ahora es cuando tenemos que dar testimonio, ahora es cuando llega el momento de predicar con el ejemplo, ahora es, como apunta alguien, el momento de "salir del armario".
Vivimos en una época en que es habitual el no aceptar responsabilidades ni consecuencias, pues ahora es cuando tenemos que demostrar nuestra Fe.
¿De qué nos sirve darnos golpes de pecho?, ¿de qué nos sirve ir de víctimas?, lo verdaderamente importante ahora, y en los tiempos por venir, es dar testimonio, evangelizar, hacer apostalado, y sufrir las consecuencias, así podremos dar ejemplo de vida, así podremos dar testimonio de la Palabra.
Evidentemente no es un momento cómodo ni fácil para los cristianos, pero nunca el Señor dijo que lo iba a ser. ¿Pues saben qué? Ahora me siento más orgulloso que nunca de ser católico, de ser cristiano.
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