Se suicidaron por la muerte de su hijo
He leído una noticia trágica, que me ha hecho pensar bastante. Un matrimonio en Inglaterra, tras perder a su hijo pequeño por una meningitis, se ha tirado por un acantilado. Él llevaba en su mochila el cadáver del niño y ella sus osos de peluche. No fue el impulso de un momento, porque tuvieron que recorrer más de 300 kilómetros en tren, con el cadáver del niño, para llegar hasta el acantilado por el que se arrojaron. No quiero ni pensar en ese horrible viaje de varias horas hasta su destino.
Que Dios tenga misericordia de ellos. El Catecismo dice que el suicidio es “contrario al amor del Dios vivo” y, por tanto, es algo gravísimo. Sin embargo, dice también que: “Trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura, pueden disminuir la responsabilidad del suicida. […] No se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que Él solo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida”. Recemos, pues, por ellos.
Sin duda, esta familia tuvo que pasar por situaciones muy duras. El niño quedó tetrapléjico hace cuatro años, en un accidente de tráfico y se había creado un blog/foro que canalizaba el apoyo económico para sufragar los gastos de los cuidados del pequeño. Lo que más me ha llamado la atención de este asunto son los comentarios de la gente en ese foro. El último artículo del foro, en el que se da la noticia de la muerte de la pareja, ha recibido, hasta el momento 462 comentarios. A mi entender, esos comentarios son muy reveladores de lo que piensa la gente sobre la vida y la muerte, el amor, el suicidio, Dios y lo que hay después de la muerte.
Una buena parte de los comentarios considera que el suicidio de estos padres es signo del gran amor que tenían a su hijo. Muchos lo ven como algo comprensible o incluso admirable. No me sorprende, la verdad. Nuestra sociedad es una sociedad adolescente y su concepción del amor es también adolescente. Es un amor idealizado, muy intenso y apasionado pero breve, ajeno al compromiso y que no es capaz de aceptar el sufrimiento y las dificultades. Es decir, algo que está bien para los catorce años, pero que revela una evidente inmadurez y que, en adultos, tiene consecuencias muy graves sobre la vida familiar y de pareja.
Por otra parte, lo más curioso es que un gran número de comentarios dicen cosas como “ahora ya están todos juntos otra vez”, “que descansen con los ángeles” o “ya están todos en un lugar mejor”. ¿En qué se pueden basar para decir algo así? Ciertamente, no en el cristianismo. Un cristiano rezará por esos padres y pedirá para ellos la misericordia de Dios, esperando que no fueran conscientes de lo que hacían, pero desde luego no dirá que ya están en el cielo. Tampoco se basan en creencias sobre la reencarnación, ya que esas creencias coinciden en afirmar que los reencarnados no son conscientes de sus vidas anteriores. Por supuesto, tampoco son muestras de ideologías materialistas o inmanentistas que defienden que todo se acaba con la muerte.
A mi juicio, estos comentarios lo que revelan es una vaga idea optimista de que las cosas “van a ir bien” que contrasta brutalmente con el terrible pesimismo de los padres, que pensaban que las cosas ya sólo podían ir mal. Estas ideas confusas, muy extendidas, me recordaron a las consideraciones de Gallizo que, desde su postura atea, afirmaba que el cristianismo era equivalente a creer “porque sí", en algo de lo que no podemos saber nada. Creo que éste es el ejemplo perfecto de lo que decía Gallizo… y no se parece en nada al cristianismo. Se trata de creencias vagas y confusas, continuamente cambiantes, individualistas, que no afectan en nada a la vida de los que las exponen y que no se basan en la experiencia, ni en la razón ni en nada más allá de un lógico deseo de que las cosas sigan como hasta ahora o mejoren un poco.
El cristiano no es optimista ni pesimista. El optimista cree, sin ninguna razón para ello, que las cosas siempre van a ir bien. El pesimista, también sin ninguna razón para ello, considera que siempre van a ir mal. El cristiano lo que tiene es esperanza. Es decir, confía en el amor de Dios porque tiene muchas razones para hacerlo, porque ha experimentado en su vida ese amor de Dios, porque ha visto milagros en su vida, porque ha comprobado, en multitud de ocasiones, que podía confiar en Dios, porque sus creencias afectan a toda su vida y la transforman como sólo Dios podría hacerlo, porque su razón encuentra su plenitud en su fe y porque su corazón ha reconocido en Dios al único que podía satisfacerlo. Por todo ello, el cristiano puede afrontar la muerte de otra forma, diciendo “sé de quién me he fiado”.
Que Dios tenga misericordia de esta familia inglesa y nos conceda a todos el don de la esperanza.
131 comentarios
Entiendo, pues, la calficación de Bruno: "amor adolescente", que es el que es capaz de todo sin prever las consecuencias, porque no es un "amor responsable". La responsabilidad, asignatura pendiente de nuestra sociedad (reclamadora sólo de derechos y pocas veces consciente de sus deberes).
De todos modos, la noticia es brutal... ¿De cuántas cosas más aún nos habremos de espeluznar? Oración y reflexión.
PD. La gente (así en general) tiene sustrato cristiano pero no sabe ni de dónde viene ni para qué sirve, ni qué significa y a qué les compromete; por eso hay ideas diluidas de la vida eterna. Si esa gente es cristiana alejada, es difícil de recurrir a retomar la catequesis; si son cristianos de misa de domingo (aunque no sean todos los domingos), aún desde las parroquias se podría hacer algo. Pero creo que la cosa es más amplia y no tan fácil de transformar.
Sabiamente, y al margen de su destino personal (conocido sólo por Dios), las sociedades tradicionales querían enfatizar, con fines preventivos, el grave e irreparable error que significaba recurrir al suicidio. En la Iglesia Catolica, esta condenacion objetiva del crimen producía un horror y un sentido del pecado imprescindible, profiláctico. Lo que no quitaba que la Iglesia considerara que el destino del alma es cuestión del último diálogo de Dios y de la persona. Se recuerda la admonición del Santo Cura de Ars a la viuda desesperada de un suicida que se había arrojado de un puente: "mujer, entre el puente y el río está la misericordia de Dios".
Un mejor conocimiento de la psicología del suicida (afectada muchas veces de causales de inimputabilidad)por una parte y la demagogia y el modernismo subjetivista al uso por la otra ha llevado a relajar aquellas vallas, llegándose al extremo opuesto: el suicida recibe ritos públicos y no es raro el caso en que es elogiado o canonizado por el sacerdote, convertido en una suerte de terapeuta familiar. Hace poco, uno de estos sacerdotes-terapeutas, en el responso de un suicida, llegó a decir que tenía la conviccion de que "ya estaba en el Cielo". Un irresponsable, por más que haya tranquilizado a la familia, y un mentiroso. Como si hubiera dicho que estaba condenado. Tendría que haber recurrido a la misericordia de Dios, sin pretender dar visiones que no tiene.
Del ilegítimo trasvase del concepto de abominacion objetiva del suicidio a la suerte subjetiva de tal suicida concreto, se ha pasado a un subjetivismo total, donde en nada importa el acto suicida.
Conclusion: aumentan los suicidios, que tienen un efecto contagioso sobre las mentalidades débiles, se desvanece el horror al suicidio, nadie concibe como pecado dicha conducta.
Por el contrario, el pensamiento clásico hace residir la validez del amor en el orden objetivo en el que ese amor se enmarca. El amor altruista es la expresión máxima del amor ("nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos"), siempre y cuando se inscriba en el marco del orden moral, de la razonabilidad prudencial y del orden, incluido el necesario amor a sí mismo y sobre todo a Dios.
Dante, con todo el dolor del mundo, condena al Infierno a Paolo y a Francesca, víctimas de un amor altruista, pero desordenado.
No es cuestión de ensañarse con el pecado cometido por estos padres, pues sólo el juicio divino de Dios sabrá, en su caso, perdonarles. Pero si que debemos reflexionar sobre el modelo de hombre que la sociedad actual está creando. Muchos, incluidos los católicos, se han alejado de esa esperanza innnata a la condición humana que hace sobreponerse a cualquier adversidad material, y la han sustituido por un hedonismo de "supermercado" que, ante lo que racionalmente parece un obstáculo no se sabe reaccionar y las consecuencias son nefastas.
No nos queda más que rezar por unos padres que no supieron ver en la muerte de su hijo el resro redentor de Cristo. Sólo Él sabe si finalmente morarán en la Casa del Padre.
En Roma, por ejemplo, el suicidio era preferible a una vida sin honor o indigna (cosa con la que estoy totalmente de acuerdo).
No todas las culturas han considerado el suicidio de la misma manera. Aquí os dejo un link:
http://montedeoya.homestead.com/suicidio.html
Un cordial saludo.
Creo que es cierto que varias culturas y filosofías paganas o heréticas han aprobado el suicidio en casos extremos: romanos, japoneses, albigenses...
Lo que no creo es que un cristiano pueda estar de acuerdo con que el suicidio es preferible a una vida indigna o sin honor. Primero, porque el suicidio es la mayor indignidad. Segundo, porque la vida no nos pertenece, sino que es de Dios y no nos corresponde a nosotros acabar con ella.
Un saludo.
Pues sí, todos podemos alegrarnos de que Dios no se haya limitado a darnos lo que merecíamos por nuestros pecados, sino que tiene misericordia del pecador arrepentido. El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Eso de que el suicidio es la mayor indignidad, depende. Ya se ha hablado aquí del suicidio altruista; me parece que es el acto más digno que se puede realizar. De todas formas, ya sé que para el cristianismo cualquier tipo de vida, por patética que sea, debe ser vivida. En ese punto no nos vamos a poner de acuerdo. No seremos los dueños, pero tampoco somos gusanillos que se tengan que aferrar a ella miserablemente más allá de lo razonable. Dignidad y elegancia ante todo (y lo máximo de lo anterior es el suicidio altruista).
Un cordial saludo.
No estoy hablando de las de los demás; estoy hablando cuando una persona considera que su vida, la que le ha tocado en suerte, su propia vida, no es digna de ser vivida. No se habla para nada de la de otras personas.
Un cordial saludo.
La vida es un sacramento de la existencia.
Y ambas, las da el Señor. Una, la vida, la quita solo El. La otra, la existencia, ni siquiera El la quita.
No podemos renunciar a la existencia, no debemos renunciar a la vida.
Para aclarar malentendidos, yo NO estoy a favor de la eutanasia, pero sí respeto el suicidio. Es decir, si alguien considera que su vida no merece ser vivida, pues esa persona sabrá, pero que no implique a nadie, ni pida ayuda a nadie para lograr el suicidio (otra cosa es que pida ayuda para no llegar a eso, para tal fin toda la que necesite, desde luego). Ni a familiares, ni al Estado ni a los médicos. Y, por supuesto, el Estado no es quién para dictaminar nada.
Un cordial saludo.
Aunque estos días estoy con bastante trabajo y tengo poco tiempo para intervenir en su blog ( nota: me tengo que comprar un portátil, lo del móvil me desespera ), me permito intervenir por "alusiones".
Yo ( ya sé que desde su punto de vista no es así ), distingo la parte "real" o "vital" y si se quiere filosófica del cristianismo de la estrictamente metafísica y teológica y es en esta última donde sería aplicable lo de creer en algo que ni conocemos,ni, según su doctrina, podemos llegar a conocer ( al menos completamente ).
Discrepo de su visión del cristiano como muestra de temple y equilibrio ( me refiero a la generalización y a las personas reales, no a modelos teóricos ), y tampoco considero acertada su descripción del no creyente como cambiante, individualista, confuso, sin base en la experiencia y en la razón, etc...
Sinceramente, no me veo en su descripción ( tampoco le veo a usted en ella ), si veo a mucha gente que encaja en el perfil, creyentes y no creyentes.
En cuanto al tema de su artículo, como no conozco más del asunto, poco puedo opinar. Creo que el suicidio de esos padres encaja más en una patología que en ninguna otra cosa.
Un cordial saludo.
¿El suicidio altruista también va en contra de la moral cristiana?. Me parece que no. Que yo sepa, el cristianismo coloca otros valores por encima de la vida física, como es el darla por una serie de valores como la generosidad, entrega, etc...sí que en ese punto no estoy tan alejada.
Otra cosa es lo que se refiere a la dignidad, que se puede aplicar en varios puntos. Por ejemplo, si yo estoy gravemente enferma y considero que es mejor quedarme en casa para morir en paz que ir a un hospital a que me llenen de tubos y máquinas y traten de conseguir lo imposible, no creo estar tan alejada de la doctrina de la Iglesia.
Respecto a otros puntos se podría discutir.
Un cordial saludo.
Al comenzar a leer tus comentarios pensé en los cuidados paliativos y en el no encarnizamiento terapéutico (cuestiones bioéticas, vaya). Y tu último comentario me reafirma en ello. Eso está plenamente de acuerdo con la fe y la praxis católica. Pero el tema del suicidio es otra cosa.
Un saludo cordial.
El suicidio (quitarse la vida por mano propia) es el tema del post. Nunca es lícito, como el aborto.
Comparar suicidio y salida honorable es un engaño diabólico(no confundamos honor con sobérbia)
Y algo sé por haber sufrido esta gravisima herida en el entorno familiar, y además vivir en una sociedad, donde culturalmente de forma arcaíca, y en la actualídad es una lácra generalízada.
Por otro lado asociarlo a cierta idea romántica es una necedad de gente alienada en el pecado de la egolatría.
Luis, un psicópata entra en tu casa (Dios no lo quiera) donde estás con tu mujer e hijos, te muestra un puñal y te dice que si tu te matas, deja huir a tu familia. Dices que sí, tu familia huye y tu te apuñalas (y mueres). Tu te has quitado tu vida por tu propia mano, pero lo hiciste por salvar la vida de los tuyos. ¿Eso va en contra de la doctrina de la Iglesia?. No creo que eso sea condenable. Y, desde luego, es el máximo de la dignidad.
Un cordial saludo.
Me alegra mucho su comentario, porque veo que no he conseguido explicar lo que quería decir. Intentaré modificarlo.
No estaba hablando de los no creyentes en general, sino de la mentalidad que revelan esos comentarios sobre la vida después de la muerte. Me pareció que eran un ejemplo perfecto de lo que usted decía, hablando de creer en algo que no se puede conocer, sin nada que justifique esa creencia". Estas personas que dicen que esta pareja estará "en un lugar mejor" o "con los ángeles" o "todos juntos", no lo hacen, aparentemente, basándose en una religión, ni un sistema de pensamiento, ni nada definido más allá de su deseo de que, después de la muerte, haya un lugar mejor. En ese sentido, cumplen perfectamente su definición.
Señalaba este hecho porque se puede ver que lo que muestran esos comentaristas cumple su definición y, a la vez, es evidentemente algo totalmente distinto del catolicismo. En el catolicismo, nuestra fe es algo definido, con consecuencias, que afecta a nuestra vida, que no depende de nuestro estado de ánimo, que se basa en nuestra experiencia de Dios y en nuestra razón, que determina una cosmovisión... en cambio, para estas personas, la creencia en la otra vida es algo que no afecta a esta, ni al comportamiento, que no está definido en absoluto, que cambia según las modas o los estados de ánimo.
Quería mostrar con ello que su idea de la fe cristiana en sí como afirmaciones sobre algo que no conocemos ni podemos llegar a conocer es injusta, porque, si fuera correcta, el catolicismo se parecería a esos comentarios y no se parece en nada.
¿Me he explicado mejor ahora?
Un saludo.
Sin duda alguna, tu ejemplo va totalmente en contra de la doctrina de la Iglesia. Luis puede y debe lanzarse valientemente contra el agresor, aunque eso le cueste la vida, pero no puede matarse. No se puede cometer un mal gravísimo para evitar otro mal, aunque sea con buena intención. El fin no justifica los medios.
Saludos.
Yo lo único que puedo pensar respecto a este tema concreto del post, es que el dolor era tan intolerable que ya no podían más. No todo el mundo tiene la misma fuerza para soportar los golpes de la vida.
Un cordial saludo.
Bueno, pues son cuatro agresores psicópatas y le dicen que si no se mata van a torturar a sus hijos de todas las maneras posibles. De todas formas, también existen suicidios pasivos, y eso la Iglesia sí lo acepta.
Un cordial saludo.
No defiendo principios sobre la base de casuística.
Dicho esto, no es lícito quitarse la vida como medio para ninguna otra cosa. El suicidio es un acto malo per se, y ni la buena intención del suicida, ni las supuestas consecuencias buenas que depare el acto justifican nunca la realizacion de un acto intrínsecamente malo.
El consecuencialismo moral (juzgar la bondad o maldad de un acto por las consecuencias positivas o negativas que se siguen)es una ética radicalmente contraria a la doctrina cristiana y condenada por el magisterio.
Sin Fe la Cruz para ti es un escándalo, que hace imposible continuar el cámino de la vida.
¿Pero tu te crees que a un tigre le vas a distraer con una hostia por muy consagrada que esté?.
Hablando es serio, la Iglesia sí admite el suicidio pasivo, y de hecho, llega a canonizar por ello.
Un cordial saludo.
Pero obrará objetivamente mal, sin perjuicio de que la voluntad estará condicionada por un factor que producirá inimputabilidad moral. Es un grave error confundir la moralidad objetiva de un acto que siempre es malo, con las causales de atenuacion o exencion del sujeto que realiza el acto moral.
La moral clásica y catolica es consciente de las circunstancias subjetivas en un caso límite, pero no traslada el juicio de imputabilidad hacia el acto objetivo en sí.
En el caso de estos padres, es probable que su juicio estuviere obnubilado por la depresión en una instancia patológica.
Además, es posible que no hayan escuchado en su vida que el suicidio era pecado, ni remotamente que el pecado mortal acarrea la condenacion eterna. Es màs, seguramente no sabían que existía una cosa llamada "pecado".
Esta ignorancia de la ley natural (aunque asequible siempre a la razón) y sobrenatural, reforzada por la depresion nerviosa, puede determinar la inimputabilidad de los sujetos, de modo tal que algo objetivamente grave no se les toma como responsabilidad, por no ser actos voluntarios propiamente dichos. Eso lo sabe sòlo Dios, y por eso decimos que "no juzguéis y no serèis juzgados"
Respecto del acto objetivo, debemos juzgar siempre si queremos vivir una vida moral.
Te aseguro que la Cruz no es para mi ningún escándalo. Pero bueno, me callaré para que te quedes tranquilo.
Un cordial saludo.
Suicidio pasivo, me refiero a saber a ciencia cierta que te van a matar si no cumples las condiciones que te exigen y, sin embargo, dejarse matar. Sabes que vas a una muerte segura y que fácilmente podrías evitarlo, pero no accedes. Lo siento si alguno se escandaliza, pero el mejor ejemplo es Jesucristo. Teniendo poder para evitar la Cruz, sin embargo la asumió para la salvación de todos, pero sabía lo que iba a pasar. A eso me refiero con suicidio pasivo, y eso hicieron también los mártires.
Un cordial saludo.
P.D. Respecto a dar la vida por los demas, otra cosa es que me digáis que nunca debe ser por medios violentos, pero no se os ha ocurrido.
Yo , ni siquiera de personas muy buenas me atrevería a decir que están en el Cielo, cuanto más de gente que era bastante mediocre en su vida cristiana , o incluso ni eran practicantes.
Sería mejor que los curas nos pidiesen que rezásemos por sus almas, confiando en la Misericordia de Dios. (por supuesto que esto también lo he oído muchas veces)
La persona no quiere de ningún modo morir pero aún menos quiere que atacan a otra persona o un bien nobilísimo como la fe, y la vida se la quita un injusto agresor. De hecho, la Iglesia siempre ha condenado a quienes arriesgan su vida inútilmente o "provocan" el martirio.
RAE: "1. prnl. Quitarse voluntariamente la vida"
Creo que, cuando Crispín decía "Sin Fe la Cruz para ti es un escándalo" no se refería a ti en particular, sino que hablaba en general. Igual podría haber dicho "Sin Fe la Cruz para uno es un escándalo".
Siempre recuerdo a San Antonio de Padua, a quien le pidieron que fuera a oficiar un responso por el rico más importante de la ciudad. Se negó. Le insistieron, y finalmente aceptó. Subió al altar, abrió el Evangelio y leyó la cita de "donde está tu tesoro, allí está tu corazón", y a continuacion fustigó la avaricia del difunto, invitando a quienes lo conocían a ir a su casa y abrir el cofre donde guardaba el tesoro. Lo hicieron, y encontraron el corazón en el cofre.
Otra de san Francisco Solano. Lo invitaron a un banquete fúnebre en honor de un difunto, rico encomendero, aquí en Argentina. No comía, y cuando le preguntaron por qué, contestò que el pan estaba amasado con la sangre de indios que habìa derramado el difunto.
Bueno, de aquellos curas poco correctos políticamente hemos pasado a estos terapeutas. Sería bueno mantenerse en el fiel de la esperanza, que no defrauda.
También el hipotético que te puse antes es dar la vida por otros, aunque eso sí, directamente. Entonces, en vez de pasivo, llámalo suicidio indirecto pues deja que se la quiten.
Un cordial saludo.
1-Dios es el Padre de todos los hombres desde antes de la creación, los hijos que venimos a este mundo somos producto de su divina povidencia
2-Somos eternamente suyos y los hijos no somos prpiedad de nuestros padres terrenales
3-Ser padre es producto de la divina providencia que nos escoge para administrar las vidas de los hijos que ayudamos a llevar a reconocer este amor de Dios más fuerte que la muerte, y por tanto más allá de ella
Teniendo estas premisas que llevan aparejada humildad y no soberbia para reconocer a Dios como tal, supongo ayudarían a romper esta cadena del mal en y a :
-Católicos en la Iglésia que limitan a sus criterios con más o menos razones a la aceptacion de los hijos según voluntad de Dios por su divina providencia, o en caso contrario la no aceptación de la no providencia de hijos violentando su voluntad con métodos "anti" o procreativos.
-En relaciones sexuales muy tempranas fuera del sacramento del matrimonio y con fin meramente egoista.
-En abortos como consecuencia de la huida de la colaboración con la ayuda paterna de traer hijos queridos por Dios para la eternidad ya que son producto del caso anterior
-En csos excepcionales violación, malformación en su divina providencia Dios es capaz de obtener bien de un mal, si el hombre acepatamos su voluntad colaboramos a ser luz entre la tiniebla
Y que tiene que ver con estos padres pues si loves como: Ese niño no era de su propiedad.
Tal vez Dios tenia ma´s hijos provistos para esos padres
El destino de ese niño no era la muerte sino el cielo
Iban camino de ser luz, pero la tiniebla les cegó
Todo cultura de muerte es sello diabólico ¿Que Dios os ha prohibido comer de todos...?
Parece que la sociedad comtemporanea est ciega ante sete dialogo con el diablo.
Peromás ciega al sacrificio redenter de la Cruz de Cristo, que tan vital sería para nosotros que Dios no perdonó al Cordero sin mancha.
Vamos a ver, que esto no tiene ni pies ni cabeza. Resulta que para defender mi propia vida puedo recurrir a medios violentos y para defender la vida de los mios ¿no? aunque sea el caso ese que te puse, cuando resulta que la de ellos tiene más valor para mi que la propia?. A la porra, de eso nada.
Un cordial saludo.
Te agradezco la aclaración; pensé que se refería a mi.
Un cordial saludo.
Matar a un inocente siempre está mal, seas tú mismo u otra persona. Y cuando no es inocente, sólo es admisible como legítima defensa (sea personal o legítima defensa de la sociedad).
Por cierto, bienvenida al blog, que hace mucho tiempo que no te veía (leía).
Saludos.
No sé, no sé...lo pensaré.
Respecto al otro tema que se está tratando. ¡Hombre, el sacerdote también tiene que consolar a los que se quedan, digo yo!, sobre todo si era una persona normal.
Un cordial saludo.
Muchas gracias.
Bueno, el tema es que llegado el caso a ver quien no reacciona si ve a sus seres queridos en peligro. Se hace lo que sea.
Un cordial saludo
Siempre estamos igual...y esto me está comenzando a recordar el ejemplo ese de quién se tira de la barca para que los demás sobrevivan. Si tu hijo va en ella, claro que te tiras, así que al final vence el amor hacia los demás por encima de otras consideraciones.
Un cordial saludo.
Mas razones para evangelizar el mundo!, para llevar la esperanza que esta sobre todas las esperanzas como dice su santidad BXVI . Mientras mas avance el mundo lejos de Dios mas se multiplicaran estos casos, gente que se suicida, gente que mata y después se mata. Porque al final todo es una cuestión de desesperanza. Mucha gente piensa que es cuestión de "salud mental" cuando en realidad es una cuestión mucho mas profunda en la espiritualidad del hombre.
¡Qué manera de marear la perdiz!. ¿Que no es un suicidio tirarse de la barca en mitad del, pongamos el Atlántico, quizás rodeado de tiburones!. Te aseguro que no vas a llegar a nado a ninguna de las orillas, ni es probable que pase un barco, además el agua está muy fría y te morirías de hipotermia si antes los tiburones no se dan un banquete a tu costa, pero bueno, lo dejaremos en voluntario indirecto (y lo otro, ambos casos, también).
Un cordial saludo.
http://www.orthodoxytoday.org/articles/AnscombeChastity.shtml
Es que no veo yo ninguna diferencia entre tirarse de la barca y apuñalarse; ambos tienen la misma finalidad y ambos son agresiones contra la propia vida, aunque en ninguna de ellas se desee acabar con ella, pero se sacrifica por otra cosa. Que la primera sea más lenta que la segunda, esa es la única diferencia que veo.
Y sí me interesa el tema; la bibliografía me vendría muy bien. Gracias, Luis.
Un cordial saludo.
Me quedo con estas palabras de crispín:
"Ese niño no era de su propiedad. Tal vez Dios tenia más hijos provistos para esos padres. El destino de ese niño no era la muerte sino el cielo. Iban camino de ser luz, pero la tiniebla les cegó"
Quiera Dios perdonarles.
Es un tema muy interesante. En general, la gente piensa que querer a alguien como "lo más importante del mundo" es el amor más grande, pero no es cierto. Ese lugar está reservado a Dios y, cuando se pone a una persona en ese lugar, se cae en la idolatría, que siempre tiene consecuencias nefastas. Como dice, una vida así termina siendo "inhumana, sin sentido..."
De hecho, normalmente, según mi experiencia, ese amor se transforma fácilmente en resentimiento, ya que se espera que esa persona, como lo más importante del mundo, te dé la felicidad y, como no puede hacerlo, surge el resentimiento.
Saludos
Los he leído todos y vuelvo a sentir, con algunos, el mismo desconcierto de la primera vez que entré en estos blogs católicos ultraconservadores hace ya casi dos años.
Como no soy sospechosa de tirar la fe por la borda cuando vienen mal dadas, ni de caer en la desesperanza, puedo hablar con rotundidad: la dureza de los comentarios que antes de nada piensan en el pecado; la dureza de los comentarios que vituperan a quienes quieren consolar con plabras quizá torpes, pero movidas por el claro y simple deseo de consolar; la dureza de los comentarios que juzgan temerariamente acerca de las causas, dejando a la víctima de la que hablan, en el mejor de los casos, como frívola... todos esos comentarios me repugnan. Y me repugnan como cristiana. Y a pesar de ser yo de quienes predican la esperanza por encima de cualquier consideración.
Ese afán, indisimulado muchas veces, mal disimulado otras, de condenar al pecador sufriente, antes de buscar en el sufrimiento isnsoportable la causa que quizá absuelva su pecado, es algo intrínsecamente anticristiano, propio de quienes están muy seguros de que la "verdad" está por encima de los corazones, por encima de las personas y por encima del amor.
El oráculo de Jeremías 31,31-34, de una belleza extraordinaria, no parece haber entrado en algunos corazones.
Bruno, luis, Ugl1820, susi, Crispín, ¿realmente creéis que son esas inmisericordes palabras, transidas de sentimientos de superioridad y, digámoslo claramente, de desprecio a esos miserables "pecadores, frívolos, inmaduros" las primeras que habría dicho Jesús?
Cuando ayer recordaba en el anterior post mis huidas períodicas de la IC, dando un portazo desde fuera, debí señalar (lo hago ahora) que son estas actitudes de los buenos, los fetén, los cumplidores, los poseedores de la verdad, sobre todo cuando aparecen encarnadas en la jerarquía o en los fieles que más van por el mundo de modélicos, comprometidos, ortodoxos y demás, las que me escandalizan hasta el punto de no querer parecerme en nada a esas personas y desear que ni mi familia ni yo lleguemos nunca a asemejarnos a quienes exhiben esas actitudes.
La culpa la tienen quienes callan la doctrina cristiana sobre el pecado, la muerte y la salvación. Más de uno no se suicidaría si tuviera los novìsimos en el magín. Una consecuencia màs de la "desistencia" de muchos "perros mudos", como decìa Isaìas de la jerarquìa religiosa de su tiempo.
Gracias por la aclaración, no había interpretado correctamente el sentido de su comentario.
Un saludo.
Todos los comentarios, prácticamente, hacen una diferencia rotunda entre la situacion de estos pobres padres y la objetividad y gravedad del suicidio. Si quieres comprendernos, como yo intento comprendenterte, la clave es distinguir la ley moral objetiva y la doctrina catolica, de la condición subjetiva del pecador, que somos todos.
Me da la impresión que al no hacer la distinción, crees que estamos juzgando desde afuera, cuando, como decía Pusey, "el infierno es para mí y sólo para mí", es decir, nos aplicamos todo lo que decimos a nosotros. Como decía un Padre del desierto, tenemos la experiencia de que hoy mismo podemos cometer todas las abominaciones y perversiones si nos falta la gracia. Creo que lo ha demostrado bien Cristhian, haciendo de "paciente" para exponer su post sobre el adulterio.
Eso nada tiene que ver con la ortodoxia. Parece que la ortodoxia, es decir, la recta doctrina, se asocia en tu mente con falta de misericordia, como la palabra dogma hoy se asocia con la idea de autoritarismo. Esto es falso, es tan heterodoxa una persona rígida y que, por ejemplo, cree en la predestinacion o en la salvacion para unos pocos como aquel que niega la salvacion eterna.
Revisa un poquito eso, a ver si nos entendemos.
Lo cierto es que no sé muy bien a qué te refieres. Apenas he hablado de esos padres, ya que mi intención era hablar de los comentaristas de ese foro y de su visión del amor y de la vida después de la muerte.
En el artículo, he empleado una línea en decir que el suicidio es algo muy grave, porque es contrario al amor de Dios (creo que había que decirlo y es cierto). Y luego me he pasado otras seis diciendo que hay que rezar por ellos, pidiendo para ellos la misericordia de Dios, recordando que el Catecismo dice que no hay que desesperar de su salvación, que Dios puede haber tocado sus corazones, que han sufrido muchísimo... No sé qué más se puede decir.
¿Quieres que diga que no soy mejor que ellos? Pues así es. En su situación, sin conocer a Dios y creyendo que su hijo era lo único bueno en sus vidas, probablemente hubiera hecho lo mismo o barbaridades mayores aún. La fe que he recibido me la ha dado Dios gratis, sin que yo lo mereciera y ciertamente no creo que sea un mérito mío, aunque se lo agradezco enormemente, porque verdaderamente me ha sacado de la Muerte y de todo lo que ella implica.
Saludos.
Se odia al pecado, se ama al pecador.
¿Y si, quizá con torpeza, sólo buscan consolar, ser misericordiosos con el sufriente? ¿Por qué confundirlo, a la primera con frivolidad?
"""...cuanto más de gente que era bastante mediocre en su vida cristiana , o incluso ni eran practicantes...""""
Ya salió el situarse como el fariseo que da gracias a Dios por no ser como los pecadores: cómo pensar que se salve un no-practicante, un mediocre... Cómo pensar que la familia de un mediocre o de un no-practicante merezca consuelo.
"""un acto que siempre es malo, con las causales de atenuacion o exencion del sujeto que realiza el acto moral"""
Pues claro, hombre, claro... Si ya lo decía Jesús, no recuerdo ahora en qué versículo, el caso es que lo tecleo en google y no aparece nada parecido. Lo más pareceido que sale son textos leguleyos, de sos que manejaba Jesús con gran soltura para sus parábolas.
Y como han citado a San Juan María Vianney, yo creo que la versión citada no es exacta. Se suicidó un pobre desgraciado y su esposa, temiendo la suerte que podría haber corrido el alma de su esposo", le respondió:
""La conducta de tu esposo revela una concepción "infantiloide" de la vida, es decir, a la más mínima eventualidad adversa, se tira por por un puente, vaya, la solución más fácil. No puedo decirte nada reconfortante de sus salvación ya que era poco practicante y mediocre.¡Ay, ojalá el estado hubiera hecho profilaxis contra el suicidio desde las instituciones educativas! Si tu esposo hubiera sido un buen católico, sabría que la fe no depende de nuestro estado de ánimo, que se basa en nuestra experiencia de Dios y en nuestra razón, que determina una cosmovisión... en cambio, esas otras personas que intenten consolarte hablando de la salvación de tu esposo, son de esas para quienes la creencia en la otra vida es algo que no afecta a esta, ni al comportamiento, que no está definido en absoluto, que cambia según las modas o los estados de ánimo. Vaqmos, que si tu marido se ha suicidado, como sospecho, por seguir la moda, apañada está su alma. No obstante nos queda algún resquicio de esperanza para él: un acto como el suicidio, que siempre es malo, con las causales de atenuacion o exencion del sujeto que realiza el acto moral, que no conocemos, quizá obtenga la remisión de su pecado. Total, que si la culpa la tuvieran quienes callan la doctrina cristiana sobre el pecado, la muerte y la salvación, a lo mejor se salva pese a todo"
Y por tan sabias y reconfortantes palabras, tan ortodoxas sobre todod, fue canonizado Juan María.
No puedo decir que esos padres sean mejores que tú. Quizá eran unos malos bichos. No sé nada de ellos más que la manera en que han muerto. Y en cualquier caso, no me corresponde juzgar ni a esos suicidas ni a ti. Pero, puestos a elegir, tú te puedes defender; ellos no. Tú estás muy seguro y satisfecho de ti, aguantarías el chaparrón, no produces tanta empatía como un triste suicida que no ha soportado el dolor. Si los suicidas hubieran tendido una mano misericordiosa cerca... Sólo por lo que humanamente conmueve el pecador sufriente, menos que nadie debe ser juzgado con dureza.
luis:
""""en el caso del suicidio, creo que no hay nada màs inmisericorde y peligroso"""" que dejarte a ti opinar.
Ya lo había leído, por supuesto. Y todos los demás comentarios tuyos.
Nuevamente, el sabio luis que ilumina las conciencias de los pobres imbéciles que no recitan la Summa del derecho y del revés, cree que leerle a él es garantía de no "decir tonterías".
"el Hijo del hombre, se va, como está escrito de Él; pero ¡ay de aquel hombre por quien será entregado el Hijo del hombre!; mas le valiera no haber nacido"
En fin, si no lo ves no lo ves y ves lo que quieres ver.
Veo que sólo has citado un texto mío y no hablaba de la pareja, sino de los comentaristas, así que creo que tu acusación de que no hablaba de esa pareja con misericordia está fuera de lugar.
En cuanto a los comentaristas, no dudo en absoluto de su buena voluntad. De lo que he hablado es de la confusión de ideas que tienen en general sobre ese tema, como clarísimamente muestran esos comentarios. La buena voluntad no anula esa confusión ni la hace menos cierta.
Sobre tu frase "No puedo decir que esos padres sean mejores que tú. Quizá eran unos malos bichos." Es que lo cierto es que yo, cuando me alejo de Dios, soy un mal bicho, por eso sé que no soy mejor que ellos. Y repito, no creo haberles juzgado en ningún momento, ni con dureza ni sin ella.
Saludos.
Creo que has acertado en lo peor de la costumbre de decir que todos los difuntos están en el cielo: que quitan la motivación para rezar por ellos.
Una de las obras de misericordia es, precisamente, rezar por los vivos y los difuntos, pero las homilías que ponen al difunto por las nubes y garantizan que está en el cielo en realidad están desaconsejando esa obra de misericordia. A todos los santos, como decía tu madre, se les recuerda el 1 de noviembre y no en los funerales. Yo, por mi parte, en mi funeral prefiero menos elogios y más rezar por mí: obras son amores y no buenas razones.
Un saludo
Tengo unos amigos que sufrieron la muerte de un hijo pequeño y fue algo terrible para ellos, difícilmente describible. Sin la menor duda, la fe en Dios es un asidero firme y un consuelo inigualable en esos casos... aunque no quita el dolor.
Saludos.
""""Bruno, luis, Ugl1820, susi, Crispín, ¿realmente creéis que son esas inmisericordes palabras, transidas de sentimientos de superioridad y, digámoslo claramente, de desprecio a esos miserables "pecadores, frívolos, inmaduros" las primeras que habría dicho Jesús?""""
Ergo a cada uno lo suyo. Tu haces juicios sobre el mundo, ese mundo ante el cual siempre manifiestas tu conciencia de superioridad (aunque sea "inmerecidamente" siempre apareces como tocado por un don que te permite clasificar a los demás como superficiales, arrastrados or las modas, hijos de la frivolidad de este mundo...).
Por supuesto que el juicio más duro e inmisericorde es el de ugl1820.O el de Susi. Tú, en realidad, vas a lo tuyo de siempre: ay, qué malo es este mundo de hoy en día. Menos mal que yo estoy en el lado bueno.
En quienes comentan con torpeza o palabras no muy reflexivas pero cargadas de compasión, tú, como siempre, apocalípticamente ves el signo de lo horriblemente superficiales y frívolos que son estos tiempos, ves mentalidad bobalicona y "buenista" (esta tontería de palabra la pongo porque sé que os gusta mucho), y ni se te ocurre pensar que esas palabras para refconfortar y reconfortarse quedan plenamente justificadas por lo que tienen de amoroso. Porque la gente buena no está permanenntemente procupada por la ortodoxia. Esa preocupación ya vemos a lo que lleva:a lavar la vajilla por fuera, a colar un mosquito y tragarse un camello, a tener la ley muy bien escrita en sus códigos pero no enelcorazón.
No sé por qué la primera reacción de un cristiano ante esta noticia no es sentir que se le encoge el corazón; sentir una verdadero mareo ante el abismo de desesperanza al que debió asomarse con vértigo esa desdichada familia, a compadecerse de un dolor tan insoportable, y a pensar, cuando el dolor permita pensar, cómo se podría haber ayudado a esa gente, cómo se puede ayudar a otros en esas situaciones.
Esto es realmente triste, sinceramente no puedo juzgar a este matrimonio porque no estaba en sus zapatos, la realidad es que uno desde afuera puede decir "debieron hacer esto" o "que bobos por pensar de esa manera", pero solo el que ha atentado alguna vez contra la vida misma sabe como es esa confusión mental, revuelto con dolor y la desesperanza mas profunda, que es lo que te lleva a ese extremo.
Mas razones para evangelizar el mundo!, para llevar la esperanza que esta sobre todas las esperanzas como dice su santidad BXVI . Mientras mas avance el mundo lejos de Dios mas se multiplicaran estos casos, gente que se suicida, gente que mata y después se mata. Porque al final todo es una cuestión de desesperanza. Mucha gente piensa que es cuestión de "salud mental" cuando en realidad es una cuestión mucho mas profunda en la espiritualidad del hombre.
¡Para un rato que me voy, os ponéis a pelear! Tendré que hacer guardia todo el día... (uf, qué rollo) ;-)
Bueno, aquí cada uno saca sus armas y sus cachibaches y se los lanza al cogote del que pasa más cerca, jeje, está bien, deberían designarlo deporte nacional u olímpico... ;-)
Vamo a vé... A ver si pongo paz (que siempre me toca a mí, ¿eh? :p )
Tal vez pueda resumirse así: si todos fuéramos especialistas en derecho canónico (o civil o filosofía del derecho o algo así, que no sé muy bien el qué), nos entenderíamos a las mil maravillas con el hermano Luis... / Si todos fuéramos alejados itinerantes o intermitentemente alejados, entenderíamos perfectamente las rabietas de Yolanda, es más, compartiríamos rabieta y unos a otros nos iríamos calmando... / Si todos formáramos parte de una comunidad en la que los primeros pecadores fuéramos nosotros, pero, tras escrutar la Palabra enseguida nos acogieran los dos besos de paz, de shalom, nos entenderíamos a la perfección con Bruno... / Si... (bueno, perdónenme los demás que no cito, pero aún no he intimado con ustedes-vosotros-ellos-oyes...)
Así que tal vez, o quizá, o peut-être, o posiblemente, o por una de aquellas, o fíjate tú... pequeños matices tales como las experencias vitales y el lenguaje y el punto de partida (nada, zarandajas, como digo) puede hacer que cada uno tenga un modo distinto, diverso y hasta diferente, de acercarse a la cosa, hecho, situación, persona, etc., y de entenderlo y hasta de expresarlo y, por supuestísimo, también de traducirlo según sus categorías existenciales (y eso que todos compartimos la misma fe... ¡bueno, menos mal!) ;-)
Espero que nadie se haya enfadado conmigo, por haberles hecho un guiño cariñoso a cada uno... (por favor, todos no me devuelvan el guiño a la vez, no sea que acabe "guiñao" [que no sé lo que es, pero suena mal...]).
Evidentemente este matrimonio ha cometido un error absurdo -al margen de las calificaciones morales- porque no tiene ningún sentido lo que han hecho. Por eso pienso que es un caso claro de enajenación mental transitoria.
Si hubiera habido alguien más que impusiera un punto de vista sensato, alguien en quien apoyarse, no lo habrían hecho. Por mucho que quieras a alguien no tiene sentido quitarte la vida porque se muera. Es una percepción errónea del significado que tiene ese hecho en tu vida. Alguien se lo tenía que haber hecho comprender. Alguien debió estar ahí para hacerles tener un motivo para superarlo poco a poco, para transmitirles un poco de amor a la vida y esperanza.
En su caso otros padres habrían considerado que tenían en el cielo un angelito. Podían pensar que el niño ya no sufría nada, que quizás su vida habría supuesto un gran sufrimiento, en sus condiciones, de haber sobrevivido.
Podrían no haber pensado en nada, pero sentirse acompañados por otras personas.
¿Dónde estaban los demás?
Y también a la hora de decidir no suicidarnos deberíamos tener presentes a los demás. No es sólo tu vida, estás afirmando que la vida en esas condiciones no tiene sentido y transmitiendo ese mensaje a otros que estén en tus circunstancias. Les estás diciendo que tampoco su vida vale nada.
Ese es mi punto de vista. Aunque reconozco que lo mismo que Ana, me siento próxima a los que se suicidan, les comprendo en muchos casos. Les compadezco siempre. Pero es un error que habría que saber prevenir.
Hasta mañana.
Si me permito usar buen humor con vosotros para rebajar un poco la tensión que siempre os encanta crear :) es porque dentro de mi corazón llevo dos experiencias de niños prematuros muertos a los pocos días... En una de ellas, yo presidí el funeral-entierro... la cajita (féretro) era pequeñita... y la fe de los padres muy grande... pero quedaron (especialmente la madre) destrozados... además, porque ansiaban tener una hija más (sólo tienen una) y después de varios abortos naturales... pues eso fue un mazazo... Nunca me hubiera imaginado que me habría tocado a mí celebrar un funeral así... Fue una bebé prematura (5 meses) y al cabo de tres días o cuatro, se fue... Lo mismo ocurrió con el primero de los casos (hijo de una muy amiga mía), que la dejó un año en pura depresión (sin apoyo de su madre especialmente, o sea la abuela), de la cual logró salir, y al cabo de un año que no supe qué decirle (más por cobardía que por otra cosa -de esto hace ya casi 9 años o por ahí y yo debía ser demasiado joven o inexperimentado o ambas cosas mezcladas con más ingredientes; aún no era sacerdote), volvimos a encontrarnos y no supe decirle al principio más que me perdonara por no haberla llamado en todo el año o haberme hecho presente... en fin, todo un drama, que superó con la compañía y apoyo de los amigos (entre los que me encuentro) y al cabo de poco más de un año de entonces se quedó embarazada de nuevo y tuvo a luz un niño precioso, juguetón, etc., que le dio nuevo sentido a su vida...
En fin, perdón por el rollo... Pero me he atrevido a "meterme" humorísticamente con vosotros (que al cabo de dos o tres días me parece que ya estuviera aquí como un año entero... y me siento como de la familia, con vuestra venia claro...), porque he estado cerca y palpado con mis propias manos y mi corazón... situaciones parecidas. (Y eso por no hablar de las personas con intentos de suicidio... pero eso es harina de otro costal, por eso no dije nada al respecto).
Un abrazo fraterno.
Si me permites el atrevimiento, después de pensarlo un poco (casos diversos que he conocido, más o menos cercanos, hace más o menos tiempo), yo soy uno de esos "los demás". Me ha tocado (sin buscarlo) animar, ayudar, acompañar, bromear [para que de la lágrima o tozudez pasaran a la risa y a pensar en otras cosas], dar sentido, orientar, etc., etc., a varias personas a las que la idea del suicidio se les ha pasado por la cabeza alguna vez o incluso ya lo habían intentado no una sino varias veces (uys, se me pone la piel de gallina). Los padres, los hermanos, el novio o marido o la novia o mujer, los amigos, el psicólogo, el psiquiatra, el trabajador social, etc., hacen su labor; a veces me ha tocado, como amigo, alentar; otras como confesor; otras como una especie de acompañante espiritual a distancia [sin haber sido requerido, por eso lo de "a distancia"].
En fin, con la ayuda de la Gracia (¡todo es gracia!), se experimentan pequeños (grandes) milagros de transformación. Lo importante, creo, es no ahuecar el ala (y lo dice alguien que ha tenido la experiencia de ahuecarla, vaya) sino "mojarse", por muy molesto o sinsentido o raro o lo que sea... que resulte. / También pa ti otro abrazo :)
Nadie juzgó la subjetividad de estos pobres padres, sino para establecer probables causas de exculpación.
En todo caso, le propongo a todo el foro, si alguien no lo hizo antes, una oración por estos pobres muchachos.
Requiem aeterna dona eis Domine, et lux perpetua luceat eis.
Evidentemente también: oramos por ellos, eso lo primero (por ellos, de los que conocemos la historia, aunque sea poco; y por aquellos de los que no sabemos absolutamente nada y se estarán tirando por la ventana en estos momentos... [y ojalá fuera una expresión hecha, algo lingüístico nada más... pero seguro que alguno en el mundo está a punto de hacerlo o lo ha hecho ya, sin habernos enterado nosotros...] también por ellos va nuestra oración).
Y también por los vivos (los vivos, los vivos son quienes te alaban, dice el salmista...): Virgen de los Desamparados, ruega por nosotros...
A nosotros nos salvo la Iglesia, no podre nunca dar suficientes gracias a Dios por tenernos en su Iglesia. El entierro de nuestro hijo lo cambio todo. Un cura amigo nos pregunto si creiamos que nuestro hijo estaba en el cielo. Al responder que si nos dijo que el funeral/entierro debia reflejar eso. Es mas, nos dijo que nuestro hijo era ya Santo y por tanto la liturgia cambiaba: ya no era una asamblea que intercedia a Dios por el muerto sino que era una asamblea que pedia al muerto, ya Santo, que intercediese ante Dios por ellos. Hasta ese dia mi mujer y yo solo intentabamos ser fuertes y ayudarnos en la oracion pero a solas nos desmoronabamos con nada. Despues de esa liturgia todo cambio, vimos como en medio de esa cruz, de ese horror, aparecia Dios entre nosotros que nos amaba profundamente y que nos abria el cielo: Cristo esta resucitado y nuestro hijo con el. Cristo con su muerte habia derrotado a la muerte, si, la muerte de mi hijo tambien, de forma que el cuerpo inerte de mi hijo no era el fin de nuestro hijo sino el principio de su vida eterna.
Mi mujer y yo somos felices, sabemos que tenemos un hijo en el cielo que intercede por nuestra familia cada dia. Porque nosotros podemos vivir este acontecimineto de esta forma y a esta otra familia les lleva al suicidio? Por que somos mejores que ellos? NO y NO. La respuesta es porque hemos sido evangelizados y ellos no. Tenemos una respuesta ante la muerte y el sufrimiento y ellos no. Por eso me subleva cuando se ponen trabas a la evanglizacion de dentro de la Iglesia!! tantos debates, tantas discusiones y rivalidades. Pero no entienden que se trata de un asunto de vida o muerte? que la gente sufre a mansalva, sin respuesta alguna ante los sufrimientos que la vida les presenta? Como hubiesemos afrontado este acontecimiento de muerte fuera de la Iglesia? os aseguro que no mejor que esta pareja. A mi me ha salvado Cristo en su Iglesia, a traves de gentes concretsa que se dejo de remilgos y teologias infantiles de salon y me anuncio lo que la Iglesia proclama desde hace 2000 anyos.
Cristhian, ¿ como hace usted para distinguir una cuestión de "salud mental" de una espiritual ?, ¿ donde podemos percibir la diferencia ?.
Un saludo.
Dicho sea de paso, me encanta su estilo (al estilo expresivo, a los aspectos lingüísticos me refiero, al margen de contenidos).
Coincido con luis en que esn las cosas tan serias tan serias tan serias es las que bajo ningún concepto puede ha ber componendas. Sólo cabe actuar cristianamente, es decir: ante todo, el estremecimiento de la compasión, exactamente igual de humano que la razón (ya heremos análsis doctrinales, pero incluso si no los hacemos ¿qué?).
Yo lo que veo es que algunos hacen sus blogs católicos-a-más-no-poder, los van paseando de portal en portal según vamn exasperando al personal y NO ADMITEN más que los comentarios laudatorios y los que digan Amén.
Para eso, digo yo que no se hacen blogs abiertos al mundo mundial en internet. Te vas a tu congregación, a tu comunidad, a tu grupito o a tu... como se llame, predicas a los convencidaos, se van levantando para gritar Amén Aleluya, y te quedas feliz.
Si la polémica y la contradicción no se admiten (salvo que se trate de fingir que se discute entre A subuno o A subdos, pues lo mismo digo. Y si quieren audiencias multitudinarias, montan su ya habitual estrado faraónico en una Gran Plaza se una Gran Ciudad, van por cientos de miles y se jalean mutauamente los discursos cuyo contenido prefabricado siempre dice lo mismo y allí nadie les contradice.
mi condolencia pero, sobre todo, mi enhorabuena, por haber sabido y podido afrontar el desgarro de la pérdida de vuestro bebé. La esperanza os ha acompañado y os acompaña, y vuestro hijo os "sonríe", os acompaña y os espera desde la Eternidad.
Que Dios os acompañe a tu mujer y a tí todos los días de vuestra vida.
Muchas gracias por tu testimonio, es muy importante. Mis condolencias por vuestra pérdida, pero como Yolanda, mi enhorabuena por haber sabido "ver".
Un abrazo.
Gracias por el piropo.
Si puse un post con alguna pizca de humor (no dirigido a la cuestión, que obviamente es dramática, sino dirigido a los contertulios o comentaristas) es porque el doctor me lo recetó (ahora no recuerdo qué doctor, pero debió de ser alguno) y me sienta muy bien desde que me lo tomo con una tisana; y como piensa el ladrón que todos son de su condición, me dije que a lo mejor les sentaría igual de bien o mejor a los cohermanos concaminantes. Nada más (ni menos).
Por otra parte, y comulgando con todos los que se han estremecido alguna vez ante el dolor extremo... ¡¡Viva la comunión de los santos!! Gracias a este "símbolo de la fe" podemos vivir y experimentar el gozo que comenta Albert en la segunda mitad de su post. (El mismo gozo de muchos otros que nunca conoceremos y que nunca dejarán en este blog sus comentarios, opiniones u otras observaciones.)
Y para los que hicieron pedazos la comunión, cortándola de raíz, existe (por nuestra parte) la intercesión. Se puede decir de diversos modos (más antiguos, más nuevos; más crípticos, más abiertos): si hay comunión de los santos, es posible la oración de intercesión. Practiquémosla, pues el 100% de los especialistas está de acuerdo en que fortalece la salud (espiritual) y no tiene efectos secundarios adversos.
[1. Esto es un medicamento.
2. Lea las instrucciones.
3. Consulte a su médico o farmacéutico.]
Acabo de ojear el artículo y los comentarios y he quedao exhausto.
Deciros pa empezar que me ha encantao la pluralidad de opiniones y algo más. Ese algo más lo veo fundamental: claridad y profundidad de explicaciones dadas y hacer las paces.
Ha habido una frase que me ha impactado especialmente:
"debemos juzgar siempre si queremos vivir una vida moral".
Yo soy tendente a quedarme en el no juzgar y no ser juzgado, pero no voy más allá y estas palabras me han puesto en ascuas.
"Respecto del acto objetivo, debemos juzgar siempre, si queremos vivir una vida moral".
El precepto evangélico veda juzgar a la persona, no al acto moral. Es imposible llevar una vida moral sin juicio moral, esto es, sin conciencia.
Yo veo que:
- Desde un punto de vista únicamente humano nace el impulso a sentir lástima por el matrimonio y por su pérdida.
- Desde la psicología se trata de un trance durísimo, que está baremado como uno de los mayores dolores que una persona puede atravesar.
- Desde el punto de la fe católica se distingue entre el pecado y el pecador (mucho mejor que yo ya lo han dicho).
Hay organismos que ayudan, por lo menos en España, a ir conviviendo sanamente con este acontecimiento duro. Yo conozco el Teléfono de la Esperanza pero me imagino que habrá profesionales especializados en el duelo.
Otra cosa es que un hecho así nos puede hacer pensar en el pecado social. Me explico, dado este caso, ¿habría personas y organismo en su entorno que pudiendo y sabiendo ayudarles durante la enfermedad de su hijo y tras su muerte no lo hicieron?
El pecado no es un compartimento estanco, las personas no somos compartimentos estanco. Tenemos ojos, manos, boca... Las Escrituras, ya al principio nos ponen en alerta:
¿dónde está tu hermano?
Un saludo fraterno
Pd. Gracias también por las intervenciones que nos han contado sus experiencias personales (fray y albert, que recuerde en estos momentos)
De tos modos, me cuesta trabajo ponerme en clave de Moral. Si puedes poner un ejemplo pa concretar lo de acto objetivo vendría bien, gracias de nuevo.
Respecto de la pastoral del sacerdote (que se ha alabado al sacerdote conocido por Albert), me impresionó un comentario que Bruno dejó en su artículo sobre "El Gran Torino". Dice así:
"""...en cuanto llevan algo de tiempo como sacerdotes, los curas inmediatamente quedan "empapados" de los sufrimientos de todos, que siempre se los cuentan a ellos.
Como sucede con todos los grupos humanos, puede haber curas santos y pecadores, orgullosos y humildes, envidiosos y generosos, pederastas o castos, pero lo que es raro es encontrar un cura que no conozca el sufrimiento humano... a no ser, como digo, que acabe de salir del seminario.
Saludos.
11.05.09 @ 20:22"""
Me impresionó realmente.
Tocamos el mal y luchamos contra él a fuerza de bien.
¡¡Ven Espíritu Santo!! Y toca todos nuestros corazones.
___________________________
Sobre el "juzgar" mencionado por Raffaelo:
De la Acción Católica aprendí el método sencillo de:
VER, JUZGAR, ACTUAR.
El VER era a partir de una actividad (juego con valores, pensado para niños): qué habíamos hecho, cómo lo habíamos hecho, qué actitudes habíamos tomado, etc.
El JUZGAR era, a partir de lo VISTO, hacer una reflexión en grupo partiendo de la Palabra de Dios (Sagrada Escritura). Se trataba de poner nuestro modo de ser a la luz de la Palabra y juzgar en consecuencia.
El ACTUAR consistía en la celebración: bien oración en grupo, bien celebración litúrgica conclusiva de la jornada, bien una Eucaristía (en momentos especiales, por ejemplo). En ellas nos comprometíamos a ACTUAR en consecuencia con lo VISTO y lo JUZGADO.
(No se utilizaban estas tres palabras, pero estaban a la base del método sencillo. Mi infancia, adolescencia y juventud fueron moldeadas así. Y me sirvió mucho, la verdad. Doy gracias por ello.)
En un nivel más concreto, también se puede calificar el acto objetivo, si es necesario hacerlo: Juan con Herodes: "Vive en adulterio". "Hitler era un genocida".
En este caso, se puede y se debe hacer los juicios "Cometieron suicidio" (juicio objetivo) y "el suicidio es un pecado grave" (juicio abstracto o universal). No podemos hacer el juicio práctico concreto:" pecaron"o "se condenaron".
De hecho, cuando nos confesamos tenemos que hacer tanto el juicio abstracto como el juicio práctico, y el práctico concreto en relacion con nosotros: pequé.
Propiamente entonces, lo que no se puede hacer es decir: "cometieron a sabiendas un pecado" o "se condenaron". Porque no conocemos el contenido de su conciencia, si tienen factores de inimputabilidad o falta de responsabilidad moral, que sólo Dios conoce.
Hilando más fino, ni siquiera podemos juzgarnos, realmente, a nosotros mismos. Pero eso es otra historia...
El objeto es la materialidad del acto, aquello que se hace. Eso siempre se puede juzgar como bueno o malo.
La intención, en tanto no se exteriorice, es imposible juzgarla. Queda reservada a Dios.
Las circunstancias, en parte las conocemos, y podemos juzgarlas, en parte se nos escapan, y también quedan reservadas a Dios.
entiendo que vienes a decir con el Ver, Juzgar y Actuar. También yo lo he practicado alguna vez pero no lo he interiorizado, será cuestión de práctica.
Luis
desbordante respuesta, das respuesta con creces a mi pregunta.
Saludos y hasta otra
Pues, sencillo: puede juzgar, por el mismo motivo por el que puede decir "Tus pecados te son perdonados". Porque es Dios.
Trasladado al caso del sacerdote, el también juzga en el confesonario (junto con el juicio del penitente), para poder decir, en la persona de Cristo, "tus pecados te son perdonados"
Me ha gustado mucho lo de que ni siquiera, estrictamente hablando, podemos juzgarnos a nosotros mismos. En efecto, tenemos que discernir nuestra conducta y poner nuestros pecados ante Dios en la oración y en el sacramento de la confesión, pero, al final, el juicio le corresponde a Dios y sólo a él.
Si el juicio sobre nosotros nos correspondiese a nosotros mismos, seríamos muy indulgentes en algunas cosas y terriblemente severos en otras. De hecho, todo el mundo tiene cosas que no acepta de sí mismo y que no se perdona a sí mismo, que le avergüenzan, que intenta ocultar a cualquier precio, en las que, inconscientemente, no quiere ni pensar.
Menos mal que el juicio le corresponde a Dios y que ese juicio ya ha sido pronunciado y ha sido un juicio de misericordia. Por eso, si ponemos nuestros pecados ante Dios con arrepentimiento, siempre los perdona, siempre tiene misericordia. Esa misericordia que muchas veces no tenemos con nostros mismos, Dios siempre la ofrece gratis.
Muchísimas gracias por contarnos tu experiencia. En estos temas, una vivencia real vale más que mil palabras.
Además, creo que has reorientado el tema a su núcleo fundamental: el mundo se muere y necesita desesperadamente la evangelización. El suicidio es una muestra del vacío existencial que sólo Dios puede llenar.
Un saludo
Nosotros tenemos que perdonar sin juzgar, a todos nuestros "enemigos" (sensu CNC).
Y no nos podemos juzgar,en rigor, porque "Dios es más ancho que nuestra conciencia".
Sólo Dios sabe, más íntimo a mí que yo mismo, sólo El "sondea los corazones y los riñones"... y varios órganos más. Ahora, nos vemos como en un espejo empañado, sin poder conocernos. Sólo viendo a Dios, me conoceré como El ahora me conoce.
Dijiste: ""Hay organismos que ayudan, por lo menos en España, a ir conviviendo sanamente con este acontecimiento duro. Yo conozco el Teléfono de la Esperanza pero me imagino que habrá profesionales especializados en el duelo.""
Además del Teléfono de la Esperanza (muy presente en toda España), estás las Asociaciones de Logoterapia, que están muy activas en toda Latinoamérica (especialmente en Argentina, México, Colombia y Uruguay). En España he hallado dos casos: en Madrid y en Valencia (creo que también hay en Barcelona).
Desde la Asociación Viktor Frankl, se ha comenzado una nueva experiencia que es el "Observatorio del Duelo", por importantes especialistas (de gran solvencia y católicos); el enlace es el siguiente:
http://www.asociacionviktorfrankl.org/nou/page2/page29/page29.html
También han realizado el año pasado el I Symposium del Observatorio del Duelo; el enlace es el que sigue: http://www.asociacionviktorfrankl.org/nou/page38/files/21%20julio%202008.pdf
Un saludo cordial.
Volvamos al hilo de este matrimonio en cuestión, ¿será que eran de antes de esta tragedia del niño personas desequilibradas psicológicamente? o ¿simplemente eran como cualquier ser humano "normal" y ante una tragedia se encontraron con la nada, sin respuestas, sin esperanza, sin a quien acudir por ayuda en el momento de la destrucción total?
Esa es la diferencia del creyente y el no creyente, ¿salud mental o vacío espiritual?
Yo no le he preguntado sobre lo que sabe Dios, le decía que cómo sabe usted separar lo que es un problema psicológico de uno espiritual y donde se encuentra la diferencia entre ambos.
Respecto al tema del artículo, no puedo juzgar la decisión de los padres y tampoco tengo suficiente información para opinar sin ser excesivamente especulativo. Pero sí me permitiré opinar sobre su distinción entre personas desequilibradas psicológicamente o "normales" pero vacías, sin respuestas ni esperanza ( imagino que reserva otra categoría para los creyentes ).
Las cosas no creo que sean tan simples, desiquilibrios los podemos encontrar en todos los colectivos humanos y no están forzosamente relacionados con las creencias. De hecho hay ejemplos de desequilibrados por creer y de quien cree por que está desequilibrado, ( puede sustituir el "creer" por "no creer", a mi me vale igual ). Lo que no puedo aceptarle es que alguien que opta por el suicidio ante la situación que nos ocupa, tenga un equilibrio psicológico adecuado y menos aún cuando se trata de dos personas, así que descarto su opción de "normales" ni vacios de esperanza ni llenos a rebosar de ella. Ignoro si eran creyentes o de que confesión eran, caso de serlo, pero repito que lo único que para mi explica su acto es un trastorno psicológico grave.
Un saludo.
Aunque no me dieron vela en este entierro, pues su pregunta va dirigida a Cristhian, me hizo pensar la primera de sus preguntas o cuestiones: cuestión o problema de salud mental (psicológico) por un lado; y, por otro, cuestión o problema espiritual.
Si me da alguna velita o candelabro, se la acepto con mucho gusto e intentaré encenderla y ponerla ante un icono (como hacen los orientales) o a algún santo o santa o a María Santísima (como hacen los occidentales). Entiéndase: escribir alguna palabrita sobre ello. Pero para no acaparar, me mantengo calladito y escuchándoles... que da gusto.
Un cordial saludo.
Al estar sobrecargado de trabajo, no me da tiempo a comentar más, pero le aclaro una cuestión de "etiqueta". No hay ningún problema en que conteste usted una pregunta realizada a otra persona, todos lo hacemos constantemente. A fin de cuentas, así se aprovecha la ventaja de Internet, que permite que mucha gente pueda participar si quiere en la discusión de un tema. Como es lógico, Cristhian dará su opinión, pero nada impide que usted dé la suya también.
En general, en los temas que tratamos, las intervenciones de personas diferentes suelen ser una riqueza, al aportar puntos de vista o experiencias diferentes.
Un saludo.
Totalmente de acuerdo en que hay desequilibrados en todos los grupos sociales y que, en algunos casos, esos desequilibrios se pueden vincular a las creencias religiosos. Seguro que algún sacerdote podría hablar largo y tendido sobre esquizofrénicos y obsesivo-compulsivos y la confesión.
En cuanto a lo de que estas personas tenían que tener un trastorno psicológico grave, no lo sé. La Historia está llena de personas que se suicidan en principio con pleno uso de sus facultades mentales, ante una situación que no pueden/quieren soportar o por condicionamientos sociales: Marco Antonio y Cleopatra, samurais japoneses, Hitler y Eva Braun, Sócrates, Séneca, Judas... Creo que la pérdida de lo que hacía que la vida mereciera la pena para alguien puede ser, de hecho, un motivo que induzca a esa persona al suicidio, aunque no esté "mal de la cabeza".
Saludos.
Es un tema muy interesante: diferenciar entre asunto psicológico (salud mental) y asunto espiritual.
Para decir las cosas con total corrección habría de ser (el que las dice), por un lado, licenciado en psicología o bien en psiquiatría y, por otro, licenciado en teología espiritual. Como no soy ninguna de las dos cosas (es decir, no tengo el papelito que diga que tengo un título y otro que diga que tengo el otro título), no me avanzaré por esa vía, aunque la tenga muy en cuenta, claro está (ya que por leer, estudiar, consultar, citar, pensar, etc., a uno no le dan un título... se tiene que matricular :)
Me gustaría avanzar más, al menos por ahora, por la vía de la logoterapia (que tampoco soy un experto en ello, vaya), en cuanto al "sentido de la vida".
Lo digo por el último comentario de Bruno: en perfectas condiciones psicológicas y espirituales, puede que la causa central (y tal vez la única) que me dé sentido a mi vida... desaparezca. (Esto así dicho puede sonar raro; pero me explicaré.) Si ella desaparece, el círculo o espiral en que caigo, me lleva al absurdo. Y éste a la muerte (suicidio). Ya digo que puede no ser exacto, claro, porque nos dejemos cosas por el camino. Pero tal vez puede que algo de eso sea posible que suceda...
Me explicaré luego, que tengo que salir.
Mientras, un saludo muy cordial.
Prosigo con lo anterior.
Sabiendo que a todos nos faltan datos respecto al caso de la pareja que se ha suicidado, pongamos un caso hipotético, de otra pareja, Pepe y Pepa, que tienen un niño y éste fallece por enfermedad.
Pepe y Pepa apenas tienen vida social (1); cada uno trabaja en lo suyo pero sus respectivos trabajos no les atraen tanto como para "centrarles" demasiado o, por mejor decir, no más allá del tiempo estipulado del trabajo (2); los grupos de amigos de ambos... digamos que ya desaparecieron, pues Pepe y Pepa se vieron abocados a cuidar de su niño (máxime, sabiendo que de salud andaba muy mal) y eso hizo que su atención se centrara sobre todo en el cuidado del niño y desatendieran, por tanto, las amistades y algún otro tipo de relaciones sociales (3); dada la precaria salud del niño, ni siquiera se relacionan en el barrio, pues temen que algún virus de visitas pueda empeorar la cosa -en verdad, no es por ser huraños o antisociales, sino por un bien mayor, que es la posible prosperidad de su hijo (4). Como la situación es la que es, y el tiempo muchas veces apremia entre unas cosas y otras, los hobbies y pasatiempos que otrora pudieron tener, quedaron en un tercer o cuarto plano, con lo cual tampoco dedican tiempo a pensar en otras cosas y a entretenerse, al menos por higiene mental (5). Tan obcecados están, que sólo y exclusivamente se centran en lo suyo... que bastante es, vaya... (Y, claro, nadie se lo va a reprochar.)
Bueno, hasta aquí una enumeración de posibles posibilidades que les puede acaecer a una pareja que nos hemos inventado. Hay que decir en su defensa que psicológicamente son normales (en cuanto "norma", no se salen fuera de la norma estadística). Y espiritualmente son cristianos católicos, llevan una vida "normal" (de nuevo la norma estadística), ni muy exigente (no dedican horas a orar) ni flácida espiritualmente hablando; vida sacramental típica, tienen fe, ponen en funcionamiento la esperanza (en Dios de que su hijo irá adelante) y vuelcan sobre él todo su amor, etc. O sea, que supongamos que tanto en lo psicológico como en lo espiritual, andan fuera de peligro.
Pero, solamente la enumeración del principio ya hace temer algo. ¿Y si la causa de toda la actividad (en este sentido, actividad psicológica y espiritual incluidas) que es el niño, desaparece de repente? Una crisis nerviosa, un infarto, etc., y se muere. Lo que sobreviene, muy seguramente, es la desesperanza total.
Lo que les habría ayudado en otro momento (relaciones sociales, amigos, compañeros, apoyo en el trabajo, en la parroquia, etc., etc. // haber cuidado la mente en el sentido de que no haber puesto todo, absolutamente todo, en la esperanza de que el niño viviría... y no haber dejado un resquicio a la posibilidad fatal, terrible sí, pero dentro de lo posible...). Toda la amalgama podría haber causado el descentramiento, la pérdida de orientación, del "oremus", de no saber qué hacer a continuación..., puesto que sólo vivían para el hijo (causa de sentido) y éste ya no está (desaparece la causa de sentido y no hallan otra, aunque fuera mala sustituta temporalmente). La falta absoluta de sentido en sus vidas podría acarrear la desidia en todo lo demás (alimentación, higiene, virtudes sociales [que para ese momento ya estarían ausentes, por no haberlas usado anteriormente], autoestima o similar, etc.). Y esta desidia la decisión de que ya no vale la pena nada (tampoco vivir). Y dejarse llevar por esa idea hasta consumar el suicidio (de la pareja, pues ambos estarían en la misma situación y ni uno ni otro hallarían en el otro causa para seguir viviendo).
En fin, yo no soy psicólogo ni similar. Pero creo haber sido más o menos lógico en el seguimiento del proceso. Si me he saltado algo importante, corríjemelo (tú o cualquier otro lector).
Ahí, en este caso o similares estaríamos en un momento previo a la discusión que se planteaba, entre la diferencia de lo psicológico y lo espiritual (que también se puede hacer). Pero he querido pensar en algo previo. Espero que sea creíble al menos en el modo de plantear las cosas. Y si nos hace pensar, mejor que mejor.
Gracias por la paciencia y perdón por la largura del post. Un cordial saludo.
Todas las causas espirituales (falta de sentido de la existencia, idolatría de las criaturas, pérdida del sentido del pecado, falta de temor de Dios, "pecado estructural" de no evangelizacion). Seguramente. Hay una correlacion inversa entre cristianismo y suicidio, sin dudas. Lo dicen las estadísticas.
Pero tampoco me saco de la cabeza que el chico murió el viernes. Y se mataron el domingo. El viaje de 200 km, el despeñadero "tradicional" de los suicidas, el cuerpo en la mochila...
No alcanza a explicar todo.
El hombre que no se ha bañado en la sangre de Cristo está desnudo frente a poderes superiores a él. No nos olvidemos de una influencia nefanda que, cuando todas las protecciones espirituales faltan, nos deja inermes. Cristo ha venido a quebrar el poder de la muerte, del Infierno y del diablo.
Le pasó a Judas, cuando dejó a Jesús y se hundió en la noche. "Después de escuchar esas palabras, Satanás entró en el, y salió afuera"
Me da no sé qué hablar de esto... Pero intentando ponerme en el lugar de la persona que baraja el suicidio, los días y las horas ya no cuentan como para los demás. Al menos según la siguiente componenda mental: si no tiene sentido vivir, ¿qué más me da una hora, dos, cinco o veinticuatro? Si solamente quiero desaparecer del mapa (ambos, en este caso), nos vamos lejos (a algún sitio mínimamente conocido, si no, no habrían ido allá) y nos echamos. En fin, es más que terrible... Pero supongo que los criminólogos y otros especialistas similares se tendrán que ver con situaciones como ésta en muchas ocasiones... Supongo que hay que estar hecho de una pasta especial para hacer la especialidad en los estudios en algo así...
Con todo, entiendo todo lo que tú dices y supongo que es lo normal que ocurra (causa-consecuencia). Solo que la mente humana es tan... retorcidilla que... En fin, como el profeta: "el corazón del hombre, ¿quién lo entenderá?". Ni ahora, tras miles de años, se ponen de acuerdo los especialistas al hablar de los sentimientos ("El laberinto de los sentimientos", creo que es uno de los títulos de José Antonio Marina, por poner un ejemplo de autor leído hoy en España). (Con eso no quiero criticar nada, sólo que entiendo que la cosa es complicada, la verdad.)
Gracias por la atención; y el diálogo. Un abrazo LuisOP ;)
Bruno, en los ejemplos que cita encontramos que se anticiparon a un final igual pero que presumían más doloroso, física o psicológicamente. Por otra parte, Hitler en particular no me parece el paradigma de alguien cuerdo o equilibrado, ser un sociópata o un psicópata no significa ir babeando y hablando con las paredes. En el caso de los samurai, el seppuku era un ritual que se enraizaba en el desapego a una vida desprovista de otro fin que no fuera la propia existencia, y a unos valores unidos de forma inseparable al honor y el servicio a su señor que son difíciles de entender hoy en día y más aún desde nuestra cultura.
Repito que sólo puedo opinar desde el desconocimiento de los pormenores del caso, pero lo poco que sé, no me indica otra cosa que una perversión del valor de la vida y una personalidad más que frágil por parte de ambos, si eso no es sintoma de trastorno mental...
Fray Nacho, apunta maneras como novelista ;-)))
En su ejemplo, la disfunción del raciocínio aparece mucho antes del desenlace. Se produce cuando son incapaces de establecer otro horizonte que no sea el que ellos se marcan. Proponerse metas inalcanzables, jugarlo todo a una carta, son muestras de inmadurez, temeridad, ( llámele como quiera ), pero no de lucidez y templanza.
Un saludo.
Con la venia (y mira que el tema es tan espinoso y, si no vamos con cuidado, hasta morboso), añado una cosa más:
Tú dices que son muestras de inmadurez, etc. Y tienes razón (visto desde fuera). Ahora por un momento, metámonos dentro y... y resulta que todos apoyan esas decisiones de los padres que, en principio, no hacen temer nada malo para ellos... pero que luego resultan (o pueden resultar) fatales. Que se dediquen a su niño (pon que no son muchos años, sino que son sólo unos meses, vividos muy intensamente...). Y después ¿qué? Claro, quien no piensa ni un momento en el después... si no se proyecta en el futuro próximo de algún modo... si no sueñas algo, si no tienes ilusión por algo más allá de lo que tienes en el momento... (Bueno, todo esto es bastante complicado de diseccionar y andamos aquí metidos algo así como a cirujanos.)
El que es huraño, no se suicida enseguida.
El que es antisocial, tampoco.
El que es un hipocondríaco, tampoco.
El que es un idealista (o incluso infantiloide), tampoco.
Es decir, que cada cosa, por sí misma, no es causa directa del suicidio. Ahora bien, se juntan todas, una gran presión afectiva (los comentarios de los padres cuando comen, cenan, ven [o no] la tele, etc., pueden ir sobre el niño y su salud, por ejemplo), presión psicológica (impuesta por el trajín de los médicos, las numerosas pruebas, etc.), psico-social (la poca cultura y nulas aspiraciones a tenerla o a aumentarla). Al mencionar lo de la cultura, me ha venido a la mente una tríada que propone el cristiano psiquiatra español Enrique Rojas (autor de "El hombre 'light'") en sus obras, para conseguir la felicidad (en lenguaje no eclesiástico ni doctrinal): amor, trabajo y cultura.
El amor de estos padres en verdad es pura afectividad volcada sobre el hijo.
El trabajo no colma el ansia de dignidad (que tanto han repetido los papas al tratar la Doctrina Social de la Iglesia - "Laborem excersens", etc.).
La cultura es aspiración nula.
Así que tenemos que no hay felicidad. (Y hasta ahora puede no haber un trauma psicológico o espiritual, aunque si no hay amor, poca espiritualidad puede haber claro está...).
Conclusión: pueden ser "niños" psicológicamente hablando y también espiritualmente hablando. Y en eso no va un juicio, sino una constatación. Estadísticamente (no tengo cifras) creo que abundan los "niños" respecto de la fe... Es una pena, pero creo que es nuestra realidad.
Gallizo: gracias por el piropo ;-) aumentaste de repente en muchos puntos mi autoestima jeje...
1) ¿[Tener] Hijos? ¿Para qué? ¡¡Ya tengo más que suficiente con mis perritos!!
2) El que no tienen hijos (pero anda con complejo de paternidad o similar) y no está casado y vive solo, rodeado de gatos..., se encariña de los gatos. (Conozco uno que antes los odiaba y ahora los trata mejor que si tuviera hijos... ¡De locos, vaya! - Y eso que no llega a ser el síndrome de Noé [acumular en casa todo tipo de bichos, animalitos y animalotes])
3) El mito de Narciso: el que tan pagado anda de sí que no soporta estar con nadie más que consigo mismo y si está con alguien es para que todo se centre en sí mismo. (Insoportable, probrecito.)
4) El mito del rey Dimas (creo que así se llamaba: que todo lo que tocaba, se convertía en oro). Algunos tan ricachones y tan "forrados", que pierden ilusión por las cosas, porque cualquier cosa la tienen al instante. Y empiezan a perder esperanza en la vida... (Qué triste, con la de cosas que se pueden hacer y vivir y ver o escuchar o leer o pintar o... -- Lo que falta es el valor del esfuerzo: esto que tengo me gusta mucho [aunque no sea nada del otro mundo] porque lo he conseguido con mi esfuerzo, perseverancia, paciencia, tesón, etc.)
5) El mito del hablador: que sólo quería hablar y hablar y hablar y nada más que hablar... (uys, ése se parece a mí... mejor me callo, no sea que me vayan a poner de ejemplo... ¡de lo que no se ha de hacer! ¡Glups!)
No pretendo contradecir a Nadie, solo dar mi punto de vista, para unos padres que hemos predio un hijo de la manera que fuere, es algo tan fuerte y tan doloroso que simplemente no podemos explicar para los demás lo que sentimos.
Te carcome el dolor, entras en depresión, coraje hacia la vida, hacia ti mismo por no poder haber hecho mucho por salvar a tu hijo, pierdes interés de todo en tu vida, NADA de lo que los demás nos digan hará que nuestro dolor termine.
Mi esposo y yo perdimos un bebe en las primeras semanas de embarazo, para la mayoría de las personas no fué más que un simple legrado, para nosotros es lo peor que hay en la vida, y aquí es donde todo es confusión, desgraciadamente vivimos en una sociedad que nos quiere obligar a olvidarnos por completo de la memoria de nuestros hijos fallecidos, creen que con un simple "Dios sabe por que hace las cosas", estaremos más confortados.
Nosotros nunca renegamos a Dios por la muerte de nuestro pequeño, más sin embargo sin ser conscientes, poco a poco nos alejamos de él, sabemos que como Católicos estamos empeorando nuestra situación, pero simplemente es algo con lo que luchamos día a día, más no logramos como quisiéramos una verdadera reconciliación con él.
Me entristece leer lo que yo misma escribo, pero no sabemos como actuar, sinceramente y con todo respeto cuando perdimos a nuestro hijo en la Iglesia no encontramos mucho material con el cual confortarnos, ni mucha ayuda espiritual.
No defiendo lo que esos padres hicieron, pero como madre que ha perdido un hijo, puedo entender un poco lo que por sus mentes pasó.
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