Sonetillo cuaresmal
Hoy, por ser viernes de Cuaresma, me limitaré a ofrecer un pequeño sonetillo, para animar a los lectores a aprovechar este tiempo de gracia.
Ahora es tiempo de gracia, ahora es tiempo de salvación. Y hay que aprovecharlo. ¿Quién sabe si tendremos otras cuaresmas para convertirnos? Lo que sabemos es que ahora tenemos una oportunidad de cambiar lo que no funciona en nuestra vida, lo que nos hace infelices, que es, simplemente, que no tenemos puesto a Dios en su lugar. Y como el centro de nuestra vida está puesto en cosas que no son Dios, todo se nos oscurece, no comprendemos nada, continuamente deseamos lo que no podemos tener y, cuando al fin lo alcanzamos, nos cansamos y queremos otra cosa.
La Iglesia nos regala, en este tiempo, tres poderosas medicinas para sanar nuestras heridas: la oración, el ayuno y la limosna. Las tres resultan incomprensibles para el mundo, pero a nosotros se nos dan como un don. No importa lo mal que estemos, estas tres medicinas, con la gracia de Dios, pueden darnos la salud. No las desaprovechemos.