Los debates que necesitamos
Lo que más me llamó la atención del debate político de alto nivel de ayer no fue lo que dijeron los dos participantes, ni como se comportaron, ni sus propuestas o acusaciones. Lo que verdaderamente me fascinó es el interés suscitado por el debate en sí. Se calcula que siguieron el evento unos 13 millones de espectadores, es decir, una de cada cuatro personas en España.
Sin duda, es bueno interesarse por las cuestiones políticas, informarse sobre los programas y contrastarlos, pero ¿cuánta gente muestra ese interés sobre lo más importante, sobre las cuestiones fundamentales de la vida, de la fe, de la existencia? Parece que nos da miedo pensar sobre lo esencial y preferimos dedicarnos a lo “práctico” y lo “seguro”, olvidando la trascendencia, que a mucha gente le parece más problemática.
En otras épocas, era común mantener debates públicos sobre temas de fe. Las universidades medievales institucionalizaron las disputationes o las quaestiones quodlibetales, en las que se discutían los temas más variados relacionados con la teología o la filosofía y que atraían a multitudes. En el siglo XV, San Vicente Ferrer organizó numerosas discusiones públicas con rabinos sobre temas teológicos, fruto de las cuales se convirtieron al cristianismo muchos judíos. En el siglo diecinueve, la controversia entre Newman, converso al catolicismo, y Mr. Kingsley mantuvo en vilo a toda Europa. Incluso hoy en día, es relativamente frecuente en los Estados Unidos que se produzcan debates en directo entre teólogos, apologetas o predicadores católicos y protestantes, de forma que se discutan ambos puntos de vista sobre cuestiones particulares.
Me parece que nosotros tendríamos mucho que aprender en ese aspecto. ¿Cuánta gente seguiría un debate, por ejemplo, entre Luis Fernando y Pedro Tarquís sobre protestantismo y catolicismo? ¿O entre el blogger de Humanismo sin Credos y yo mismo sobre la existencia de Dios? ¿O entre Pagola y Sayés sobre el Jesús de los evangelios? Cuanto más serios fueran esos debates y más importantes para la vida de las personas, menos numerosos serían los espectadores, me temo.
En ese sentido, los lectores de estos blogs de Religión Digital, al margen de sus opiniones, son una selecta minoría, que se ha dado cuenta de que es necesario tener claro lo esencial, para que las cosas concretas puedan tener un sentido. Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura.
20 comentarios
Aprovecho el hueco para preguntarte si sabes qué le dijo a La Stampa el arzobispo Ranjith. Eso es lo que me ocupa, preocupar no, esta mañana, después de leer los titulares del corresponsal del ABC y el post de 21RS. ¿Dónde estan los periodistas de Religión en España?
Y no considero que sea un interés por lo práctico o seguro, era más bien (por mi parte) ver quién estaba a la altura de las circunstancias.
Si ofreciesen debates religiosos de altura, los seguiría, al igual que leo libros de temática religiosa. Para mí mi creencia en Dios es fundamental en mi vida.
Para el enriquecimiento personal de cada uno (ahora no hablo de los políticos) es mucho mejor un debate como los que sugieres. Pero eso le importa a pocas personas y es un tema tabú. De cualquier forma, para el país es muy bueno que haya debates políticos. No como lo de ayer, que ya lo habíamos oído todo. Yo me dediqué a hacer tablas de números mientras escuchaba los mismos discursos y reproches de siempre. Así que no me fijé en si leían o no.
Y ya puestos a hablar de ello, me parece mal que en la conferencia episcopal digan que no se debe votar a partidos que negocian con los terroristas, etc. refiriéndose claramente al PSOE. El PP t...
Estoy completamente de acuerdo. No intento defender que haya que prescindir de la política y otras cosas concretas. Al contrario, es deber de todo cristiano participar, en la medida de sus posibilidades, en la creación de una sociedad mejor para todos.
Lo que sí rechazo es interesarse sólo por la política u otras cosas y olvidar lo verdaderamente importante, que es el sentido de la vida, la fe, Dios en definitiva. Si tenemos lo más importante, dispondremos de criterios seguros para orientarnos en lo demás.
Libertas:
Intentaré enterarme bien de lo que ha dicho Ranjith.
Un saludo.
Me parece una idea genial. Y estoy segura que también tendría su público. Aquí han surgido verdaderas polémicas por ciertos temas, como bien sabes.
Lo que está claro es que este rincón tiene un público determinado. Aunque cada vez se anima más.
El enfrentamiento entre Luis Fernando y Pedro Tarquis sería curioso. Todo es cuestión de proponerlo.
El de Pagola, tampoco estaría mal, dada la polémica que ha levantado su libro.
Volviendo al tema del debate de ayer, puedo decir que ví claro que el PP no es ninguna alternativa para los católicos. Ciertamente, su cosmovisión es la misma que la del PSOE. En los temas donde la cosmovisión progresista cabalga con descaro frente a la católica el PP no manifestó ninguna objeción. Con total descaro exibió ZP sus logros al haber impedido que la clase de religión fueran evaluable, al editar el divorcio express, defender la interrupción del embarazo y promocionar la experimentación con células madres. Con total impunidad afirmó Zapatero que eso eran logros, sin que Rajoy se lo replicara. Antes bien, se centró cansinamente en el ...
Y sin embargo, cada domingo, 9 millones de Españoles acuden a misa. Todos y cada uno de ellos. Y no se sientan en el sillón y encienden el mando: deben vestirse e ir específicamente a un sitio, a veces teniendo que recorrer grandes distancias o con climatología adversa (o arrastrando a niños o adolescentes). Y lo que se encuentran allí no es un espectáculo creado para seducirles, como en la televisión, sino con un rito rutinario, en ocasiones aburrido, y en algunos casos, aparentemente diseñado para disuadirles de acudir, por lo monótono o estrafalario.
Y sin embargo, 9 millones de españoles, en esta sociedad de la información donde e...
Y este comentario mío también habla de política y de elecciones. Un abrazo, Bruno.
Y este comentario mío también habla de política y de elecciones. Un abrazo, Bruno.
¡¡¡30 millones de personas no lo vieron!!!
Pues no es tan mayoritario su seguimiento.
Yo personalmente no lo vi, porque no pienso votar a ninguno de los dos (ninguno de ellos piensa acabar con el aborto) y tenía cosas más interesantes que hacer, por ejemplo leer este blog.
Un saludo.
Ayyy filliño, ¿ tú, en que mundo vives ?. Dices nada de los temas de interés cristiano se debatió. Es que era un debate político, po-lí-ti-co. No hay que caer en la confusión de mezcolanzas imposibles, son PODERES diferentes, la Palabra de Jesús se anuncia para todos desde la atalaya de la Iglesia ( mal, bien, mejor ó peor ), pero me has parecido super tierno con tu ingenua reclamación. Por cierto creo firmemente que la Palabra de Jesús tiene PODER sobre los hombres, por eso no se vacian las Iglesias pese a todos los errores de la Jerarquía caduca que nos traduce el mensaje de Jesús con ciertas injerencias no deseadas. Tiene tal Luz esa Palabra que dispersa las sombras de las humanas figuras que se interponen en su camino. Yo votaré al P. P. porque defiende posturas más cercanas al mensaje de Jesús que el PSOE, que defiende un humanismo inhumano de la mano ( todo termina en ano, que jocosa casualidad ), de posturas progres, que son vetos a la necesaria contención...
a la necesaria contención moral, que debe presidir toda acción humana, que no coloque como meta su propio ombligo, su propio interés, por encima y sobre límites que no le son precisamente propios, entendidos como propiedad, me refiero al aborto libre que se está llevando a cabo en España con garantias legales. Y aquí, no acorralo a las mujeres como únicas responsables de este dislate, jejeje, eso es porque soy equitativa en todo, y no hago reparto de culpa selectiva. Tan grave es un aborto como una moral corrupta que lo relativiza todo ( incluido el aborto,¡ que menos ! ), me parece que mezclar libertades con ese razonamiento de si no hago daño a nadie y soy adulto, cojo a Jesús de modelo y todo el monte es orégano. Me aterra esa visión "propia" e interesada para arrinconar la voz de la conciencia, que sale en forma de agresividad hacia la Iglesia que es quien recibe las patadas en el culo de los intensos y "propios" remordimientos de conciencia que no se conforman...
que no se conforman con los argumentos aparentemente lógicos, que la argucia egoista de nuestro subconciente esgrime para "autorizar" lo que es intrínsecamente nocivo para la salud del alma, sustento que anima el cuerpo, unidad de dos, Alma enferma, cuerpo corrupto, he ahí el pecado original, que se lava en el bautismo, somos templos del Espíritu Santo sí Santo, y debemos buscar la excelencia en el ejempl de quien fue excelente. El órden natural de las cosas y su proceso vital tienen una ética y un protocolo, alterarlo y mancillarlo es ERROR, FALLO, perjudicial, no solo con el aborto, sino con toda otra acción que lo revierta. Quien se aparta del camino, elige otra senda, que no es la de Jesús, sino la de su enemigo.
Las cosas que desde nuestro visión católica nos interesan son insuficientemente tratadas por nuestros políticos, que no se preocupan de las verdades de fondo, sino que sólo ven en la política una técnica útil. Tanto derecha como izquierda no son alternativas reales pues se fundan en una misma cosmovisión liberalista distinta de la cristiana.
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