Entrevías y los cartujos
Navegando por la red, he descubierto con sorpresa que uno de los artículos que he publicado en este blog, “” había sido recogido por una página web.
Algún lector malintencionado podrá pensar que mi sorpresa venía de que a alguien pudiera interesarle lo que escribo, pero no es eso (solamente) lo sorprendente. Lo que me sorprendió fue cuál era la página web que había re-publicado el artículo:
Eso es, lo han adivinado: la página web de la propia ex-parroquia de Entrevías. Es ciertamente sorprendente, porque los que leyeran mi artículo recordarán que no era favorable a la conducta de los entrevieños o entrevienses, más bien todo lo contrario.
Examinando con algo más de detalle esta página, encontré bastantes artículos publicados aquí, en Religión Digital y en otros medios de comunicación. Muchos de ellos eran de autores favorables o, al menos, comprensivos con la postura de los sacerdotes de Entrevías: Juan Masiá, Xavier Pikaza, Benjamín Forcano o Manuel Unciti. Sin embargo, había también tres o cuatro artículos, como el mío, que criticaban fuertemente la actitud de sacerdotes y allegados de la ex-parroquia, como, por ejemplo, uno de , publicado también en Religión Digital.
Pensando bien sobre esta curiosa mezcla, quizá se deba a un deseo de equidad y de que los interesados puedan sopesar todas las opiniones sobre la cuestión. De ser así, me parece algo admirable y un ejercicio de verdadera humildad y amor por la verdad.
En segundo lugar, se me ocurre que es posible que el encargado de recoger los artículos no se los haya leído todos y, entre los favorables, hayan pasado desapercibidos algunos contrarios, pero con títulos indefinidos. Un descuido sin mayor interés ni importancia.
También es posible que los creadores de la página, hayan pensado aquello de “toda publicidad es buena publicidad” y hayan incluido artículos de todo tipo sobre el tema para mostrar que Entrevías interesa y seguirá interesando. Desde este punto de vista, nada habría peor que el olvido de sus reivindicaciones por parte de la opinión pública y sería mejor que se les criticase que dejar de ser tenidos en cuenta.
Este tipo de posición, al margen ya del caso particular de San Carlos Borromeo, me parece, como poco, bastante menos admirable. Las presiones de la opinión pública, en gran parte totalmente alejada del cristianismo, no me parecen un modo adecuado de solucionar los problemas dentro de la Iglesia. Estas actitudes, por desgracia tan frecuentes hoy, convierten cualquier cuestión en un espectáculo político y reivindicativo, en lugar de intentar solucionarla de manera cristiana: mediante la caridad fraterna, la humildad, la verdad y, por supuesto, también la obediencia cristiana.
Al ver estas cosas, me vienen a la mente los monjes cartujos, que, debido a mi nombre, siempre me han fascinado. Tienen como carisma especial una vida totalmente escondida en Dios. Entre otras cosas sorprendentes, los cartujos, a diferencia de las demás órdenes, no promueven nunca procesos de beatificación o canonización de sus miembros. Tienen un adagio que lo resume muy bien: Non sanctos patefacere sed multos sanctos facere. Es decir, su deseo es hacer muchos santos, no darlos a conocer. De hecho, al morir, ni siquiera ponen en la tumba el nombre del monje que ha muerto, no buscando el recuerdo de nadie más que de Dios, que no olvida a los que le aman.
Es evidente, que ni los sacerdotes y fieles de Entrevías son cartujos ni tampoco lo son ni deben serlo la mayoría de los cristianos. Sin embargo, estoy convencido de que todos podemos beneficiarnos de contemplar a estos monjes, como un signo para nosotros de que la opinión pública, las ruedas de prensa, los actos reivindicativos, el salir en la televisión o en la prensa son, a fin de cuentas, vanidad de vanidades. Si ponemos en esas cosas nuestra confianza, no tardaremos en vernos defraudados. Mejor es confiar en el Señor que fiarse de los hombres.
25 comentarios
Vivimos una nueva era en la que "Todo aquello que ocultéis será proclamado desde las azoteas."
Si sabes citar el versículo te lo agradecería Bruno. Yo hablo de oidas, pero sé que es Palabra de Dios.
Creo que te refieres a Mt 10,26:
"En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: ?No temáis a los hombres. No hay nada oculto que no llegue a descubrirse; no hay nada secreto que no llegue a saberse. Lo que os digo de noche, repetidlo en pleno día, y lo que os digo al oído, pregonadlo desde las azoteas."
Espero que se entienda que no quiero decir que haya que ocultarse del mundo. Los que sí opino es que intentar movilizar a la opinión pública no-cristiana para hacer presión en una disputa intraeclesial es totalmente contraproducente y no es evangélico. El mundo juzga con criterios que no son los de Dios.
Por supuesto que deseo lo mejor a todos los feligreses y sacerdotes de Entrevías.
Creo que sería una situación un poco incómoda escribir a San Carlos y preguntar algo así como: ¿ponéis un par de artículos contra vosotros en vuestra página por la humildad de vuestro corazón, por descuido o por deseo de armar cuanta más bulla mejor?
Entiendo que lo normal sería que me respondiesen que no es asunto mío.
De hecho, lo que me interesa no es cuál sea la intención de los creadores de la página, sobre lo cual no tengo una opinión, como puedes ver en el artículo.
El haber encontrado mi artículo en su página me sirve simplemente como anécdota para tratar el tema de utilizar las presiones de la opinión pública para conseguir algo en la Iglesia. Sobre eso sí que tengo opinión y la expongo.
Un saludo.
En cualquier caso, gracias por indicarme que el artículo podía entenderse de manera distinta a lo que yo deseaba.
He modificado un poco el texto para que quede más claro que no deseo juzgar las intenciones de los creadores de la página web.
Un saludo.
Yo creo que en el post sí se ve tu opinión: demasiada sospecha.
Bueno, da igual. A mí me parece -ya te lo imaginarás-, puestos a criticar excesos litúgicos, mucho pero la capa magna de marras.
Temo que hoy no te has levantado muy perceptiva, porque la verdad, a mí me parece mucho más probable la segunda opción, ya que entre un montón de artículos favorables, sólo hay un par de ellos desfavorables.
Sin embargo, como no conozco a los autores y, además, el tema no es de mi incumbencia, quiero decir formalmente y con claridad que no deseo juzgar cuál sea su intención, porque no es asunto mío. Lo repito, el caso de Entrevías sólo era una anécdota curiosa para introducir el tema que me interesaba.
En cuanto a lo de la capa de marras, a mí personalmente me parece feísima y fuera de lugar en nuestra época y en cualquier otra.
Sin embargo, creo que hizo bien en ponérsela para celebrar la ordenación de un grupo tradicionalista que aprecia mucho esas cosas. Dar gusto al pueblo, a los fieles, en lo que esté permitido, me parece algo bueno y creía que tú eras de la misma opinión en esas cosas.
En cambio, en Entrevías, ha habido abusos muy grandes. Precisamente al leer algunos artículos de su página web había uno que contaba cosas que se habían hecho allí y que me han puesto los pelos de punta.
No sé si has leído bien el artículo. En él he dicho que los cartujos nos sirven a todos como ejemplos. Todos tenemos que vivir escondidos en Dios en sentido amplio. Por otra parte, me parece que no negarás que los cartujos viven escondidos en Dios en un sentido mucho más estricto y material que el de los demás cristianos.
Desde luego, me parece que un lacónico "Vivio admirablemente" al final de la vida de un monje no se puede comparar a un proceso de canonización. Ni siquiera se asemeja a la práctica de otras órdenes (costumbre que también es buena, pero distinta) que escriben la vida de ese monje o esa monja y se lo envían a los demás conventos para que sirva de ejemplo.
Un saludo y bienvenido al blog.
De acuerdo con el texto que has puesto. La vocación cartujana es muy dura y, claramente, no es para todos, sino sólo para los llamados a ella por Dios (y ya se encargará Él de darles la gracia que necesitan).
Para el que no esté llamado a ella, puede convertirse en un obstáculo. Por eso es tan importante el discernimiento cristiano y eclesial de la Voluntad de Dios.
Sobre el tema principal, el uso de la presión pública, puede tener una razón de ser cuando es la opinión del pueblo cristiano, el sensus fidelium. pero no parece que ese sea el caso. más bien parece un calco de procesos políticos, de usos de medios de presión como en la política. Y de cualquiera que meta ruido, sea o no cristiano. No parece que ayude a crecer al tejido eclesial.
Yo también he leído alguna vez sobre ellos. No sé que tal resultado dará, aunque la idea es atractiva y curiosa.
Montaraz:
Yo hablaba de la utilizar la opinión pública no cristiana como un instrumento de presión. Aparte de eso, sin duda, los cristianos tienen derecho a manifestarse públicamente y a hacer uso de su sensus fidelium, en armonía con el magisterio y con la Tradición.
Interesante el texto (aunque no alcanzo a ver del todo la relación con el tema). Tres reflexiones sobre él:
- No sé que tiene que ver lo de ser de derechas o de izquierdas con la fe. Rodrigo, por ejemplo, es claramente de izquierdas y no creo que nadie dude de su ortodoxia.
- Curioso el desliz: Dice el diccionario que "Contumacia" significa "Tenacidad y dureza en mantener un error"
- Lo de la necesidad de aliados políticos y cardenales, etc., me parece, claramente, una forma antievangélica de ver las cosas. Digo lo mismo que en el post: Mejor es confiar en el Señor que fiarse de los hombres.
De todas formas, la palabra disenso es demasiado general ¿no?
un abrazo.
Los comentarios están en el orden en el que fueron hechos (puedes ver las horas de cada uno). Yo vi el primero que habías hecho (cuando sólo estaba ése) y lo respondí. Luego vi el segundo y respondí a ese.
De hecho, los bloggers no tenemos (que yo sepa) la capacidad de cambiar los comentarios de orden.
En cualquier caso, lo de que se separen dos comentarios seguidos nos pasa a todos, por el tiempo necesario para colocar el segundo.
Sobre lo de no haber leído bien el artículo, tienes razón y me disculpo. Debería haber dicho que no me he debido expresar bien.
En cuanto a lo de vivir escondido en Dios, repito que todos debemos vivirlo de algún modo, pero creo que está claro que los Cartujos, por su vocación especial, lo viven de una forma especial, como el texto que citaste demuestra claramente.
Un ejemplo distinto: un religioso que hace voto de pobreza debe vivir esa pobreza sin poseer nada propio. Los demás cristianos debemos vivir también la virtud evangélica de la pobreza, pero nuestra vocación diferente hace que los laicos la vivamos de otra forma: no apegándonos a los biene y compartiendo con los necesitados, aunque poseamos bienes propios.
Precisamente porque compartimos las mismas virtudes pero no la misma vocación, los monjes y religiosos son o deben ser para nosotros un signo que nos ayuda a seguir a Cristo: un signo de pobreza, de vida escondida en Dios, de castidad y de obediencia radicales.
Un saludo.
¡Ah! ¿Es que el texto de Zizola se refería a los lefebvrianos? No lo entendía, me faltaba el contexto.
Con todo, hay bastantes diferencias entre lefebrianos y "entrevieros". Aparte de las doctrinales, sobre las que podíamos discutir años sin ponernos de acuerdo, y que voy a evitar, los lefebrianos, aunque rompieron la eclesialidad, jamás hicieron un espectáculo ante el mundo (en todo el significado evangélico del término) de su desobediencia, ni desde luego buscaron el apoyo de ateos y anticatólicos para defender su modelo o visión de eucaristía o eclesialidad. Yo tengo claro que los curas de san Carlos, probablemente por error y sin mala intención, han traicionado al cuerpo místico de la Iglesia, y rezo para que recobren la razón.
Desconozco cual es la verdadera intención de los responsables de la web al publicar tu artículo. Simplemente aporto una constatación general para el que le sirva:
Una técnica clásica de aumentar la veracidad y credibilidad de un medio (y por tanto su poder de influencia) es mostrar una imagen de pluralidad, de diálogo, de que se recogen todas las opiniones, cuando en realidad la inmensa mayoría son de un "bando" y muchas veces las que se ponen supuestamente del otro bando o son contemporizadoras o son ridiculamente extremistas (no creo que la tuya sea ninguna de ellas).
Los maestros en esta técnica son los de la SER y el PAIS, y ultimamente me parece tb que 21RS.
¿sincero diálogo o apariencia interesada? Cada uno que juzgue.
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