Destruyendo templos
Me ha llamado mucho la atención este vídeo obtenido en Internet, que muestra imágenes reales de la profanación de una Iglesia en Kosovo hace tres años, por un grupo de milicianos albano-kosovares:
No sólo me resulta sorprendente que estos hombres se dediquen a destruir esta pequeña iglesia de pueblo, sino también que lo graben en vídeo, como si fuera una proeza.
En pueden ver otro vídeo en el que una multitud de civiles incendia una iglesia, también en Kosovo, mientras algunos jóvenes se suben al tejado para arrancar con saña las cruces. En esta de la agencia rusa de noticias, Interfax, pueden encontrar fotos del “antes” y el “después” de gran cantidad de iglesias destruidas en ese mismo territorio de los Balcanes. Todo esto a dos pasos de Italia.
Los que profanan estas iglesias son, aparentemente, musulmanes que muestran así su odio al cristianismo. Pero no me hago muchas ilusiones. A fin de cuentas, aquí en España, los que en tiempos de mis abuelos quemaban las iglesias y mataban a curas y monjas o a quien llevara una medalla al cuello estaban prácticamente todos bautizados y seguro que habían hecho la primera comunión. El odio es, por desgracia, un patrimonio común de la humanidad y ya lo dice la Escritura: el que odia a su hermano es un asesino.
Si así se destruyen las iglesias, no me quiero ni imaginar lo que habrá sucedido en los últimos años por aquellos lares con los templos vivos de Dios, que son los seres humanos.
En un primer momento, estos vídeos e imágenes me han causado una gran indignación, por la pasividad internacional ante estas cosas, por los sufrimientos de hermanos en Cristo y también de inocentes de cualquier credo.
Después, la verdad, me han animado a la conversión personal del corazón a Dios. Son para mí un signo de lo necesitado que está el mundo de la presencia de Cristo. Como dice un amigo mío, “el mundo se muere a chorros". Está pidiendo a gritos encontrar a quienes reflejen en sus vidas el amor al enemigo de Aquel que murió perdonando a los que le crucificaban.
13 comentarios
"Por la senda del sinsentido, ni contigo ni sin ti".
Lo cierto es que es divertido esto de las frases lapidarias sin mucho significado, pero, si lo que quiere decir (?) es que algo de lo que afirmo es mentira, agradecería más detalles.
Respecto a la pasividad internacional, sin buscar justificar a nadie. Se puede entender que lamentando y condenando todas estas barbaridades, se sigan cometiendo donde no existe un control policial y judicial que ponga orden.
Con sinceridad, contra la multitud no valen buenas razones.
Es decir, estamos ante la incubación de una nueva gran guerra en los Balcanes. Tiempo al tiempo.
si,si,para usted todo "esta en orden" me apunto al "chollo".Pero el problema no es si yo estoy "fuera de la Iglesia" el problema es si la JERARQUIA que usted adora ESTA FUERA DE LA IGLESIA.Si,la Iglesia "institucional" existe,pero la Iglesia como CUERPO MISTICO ha sido TRAICIONADA,y las promesas de NUESTRO SEÑOR tambien.Y no hay mas ciego que el que no quiere ver.Continue con su Iglesia del MAGNIFICO MOMENTO.
LA IGLESIA QUE USTED CELEBRA Y YO SOPORTO.
Supongo que nadie (ni siquiera ZP ni Lutero) se puede equivocar en todo.
Luis Fernando:
Temo que esto siembre un descontento permanente entre las minorías existentes en los demás países balcánicos, que, desde ahora, aspirarán siempre a la secesión de sus respectivas regiones.
Yo no creo que todo vaya bien en la Iglesia, ni mucho menos. No creo que eso se haya podido decir en ningún momento de su larga historia.
Si este momento es mejor o peor que otros para la Iglesia, así en general, yo me confieso incapaz de valorarlo y se lo dejo a Dios.
Le recuerdo que en el Credo hablamos de una sola Iglesia, de manera que si usted la detesta está detestando al Cuerpo de Cristo.
Los cristianos podemos traicionar a Cristo en muchas cosas, pero sus promesas permanecen válidas a pesar de todo. "Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo".
Ubi Petrus, ibi ecclesia. No sé cual es su criterio...
Un saludo y gracias por su comentario.
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