Creo por los pecados de la Iglesia
Signos de la fe (III). Cuando se habla de la fe, siempre se encuentra uno con alguien que cuenta una mala experiencia con los religiosos o las monjas de su colegio o que habla de la inquisición, de las cruzadas o de lo que hizo el cura de su parroquia hace veinte años. Es decir, se suelen percibir como un gran obstáculo para la fe los pecados de la Iglesia o, mejor dicho, los pecados de los miembros de la Iglesia.
Por supuesto, muchísimas veces lo que se atribuye a la Iglesia son falsedades o leyendas negras, inventadas por ignorancia o por malicia. Aun así, si eliminásemos todos los infundios, calumnias, falsedades históricas, tergiversaciones y leyendas negras (y probablemente se tardarían varias vidas humanas en hacerlo), aún nos quedarían innumerables pecados cometidos por los cristianos a lo largo de los siglos.
Estos pecados los han cometido y los cometen cristianos de todo tipo y condición: laicos, sacerdotes, religiosos, obispos o papas. Cuando se habla de estos temas, los españoles solemos pensar enseguida en Alejandro VI, el papa Borgia nacido en Játiva, un claro exponente de Vicario de Cristo que, aunque era ortodoxo en cuanto a la doctrina, tuvo una vida personal totalmente desastrosa, mezclando intrigas políticas, el nepotismo y una conducta licenciosa de la que daban fe sus cinco hijos (para ser justos, también podemos estar orgullosos de un papa español santo, San Dámaso).
Muchos afirman que estas cosas les impiden creer en Dios o en la Iglesia y, por eso mismo, a veces se intenta negar o esconder estos pecados. La verdad es que a mí me sucede lo contrario. Por supuesto, no apruebo en lo más mínimo los pecados de nadie, pero el hecho de ver esos pecados es, para mí, un signo más de fe que me ayuda a creer.
Por voluntad de Dios, la Iglesia está abierta a los pecadores. No he venido a salvar a los justos, sino a los pecadores. Soy plenamente consciente de que, si la Iglesia no fuera para los pecadores, no me dejarían estar en ella. De hecho, no se le permitiría la entrada en ella a ningún ser humano, porque hasta el justo peca siete veces cada día. Por eso los cristianos empezamos siempre nuestras celebraciones admitiendo públicamente nuestros pecados y faltas, ante Dios, ante nuestros hermanos y ante nuestra Madre Iglesia que nos comprende perfectamente.
Los mismos santos han sido pecadores antes de convertirse. Incluso después de su conversión, Dios los ha ido perfeccionando poco a poco (que es la única forma verdaderamente humana de crecer, por eso la utiliza Dios). La experiencia que ellos mismos cuentan es de verse como pecadores de los que Dios ha tenido misericordia, sacándolos de sus pecados y de la muerte en la que se encontraban.
Para mí, todo esto es un signo clarísimo de que es Dios quien ha construido la Iglesia. La construcción puramente humana de una iglesia perfecta se ha intentado multitud de veces en dos mil años de cristianismo. Todo tipo de grupos heréticos como cátaros, tertulianistas, montanistas, puritanos, etc. intentaron crear una iglesia “sólo para los buenos”, en la que no cupieran los pecadores. Esta exigencia de coherencia constituye una pretensión muy lógica, pero meramente humana. Todas esas sectas intentaban construir una iglesia santa “a fuerza de puños”, por el esfuerzo humano e, inevitablemente, terminaban por fracasar.
La Iglesia fundada por Jesucristo es otra cosa, su santidad viene de Dios. Precisamente porque su santidad tiene un origen divino, no se ve anulada por los pecados de sus miembros. Al ser Dios el que garantiza los sacramentos, un sacerdote indigno, apóstata e inmoral puede perdonar los pecados igual que el Santo Cura de Ars. De la misma forma, es el Espíritu Santo el que guía la doctrina de la Iglesia, tanto en la fe como en la moral, a pesar de las carencias, infidelidades e ignorancias de sus miembros.
En definitiva, aun siendo conscientes de los pecados de los cristianos, gracias a que la santidad de Dios es inagotable y se derrama continuamente sobre su pueblo, podemos proclamar en el Credo nuestra fe en la Iglesia que es una, santa y apostólica.
Este misterio divino de la Iglesia santa con miembros pecadores tiene su origen en un misterio aún más profundo: Dios respeta nuestra libertad, hasta el punto de dejarnos hacer lo contrario a su Voluntad. Esto es algo inconcebible. El dueño del universo, que a cada estrella la llama por su nombre, que ha creado todo y tiene la tierra como escabel de sus pies, permite que unas insignificantes criaturas se rebelen contra él. La razón humana se confiesa incapaz de abarcar este prodigio y, de nuevo, distintas herejías, como el calvinismo, han negado esta verdad, demasiado divina para el que intenta dominarlo todo por la razón.
Pero no se terminan ahí los prodigios, sino que, más increíblemente aún, cuando pecamos, Dios no nos trata como a niños malcriados que no son responsables de lo que hacen y a los que es mejor ignorar, sino que nos toma en serio. Tan en serio que, en vez de dejarnos a nuestra suerte o hacernos desaparecer de un plumazo de la faz de la tierra, nos ha enviado a su Hijo, que tomó sobre sí nuestro pecados y entregó su vida para borrar esos pecados en la cruz. La cruz es el signo más claro de que Dios se toma en serio nuestra libertad. Por rescatar al esclavo, ha sacrificado al hijo.
Todo esto está tan alejado de lo que podríamos esperar racionalmente y a la vez es tan maravilloso, que nadie puede inventarse algo así. Tiene que ser, por fuerza, la manifestación de una libertad y una misericordia divinas y no humanas, que sobrepasan nuestro entendimiento y nuestras expectativas.
Cuando oigo hablar de los pecados de los cristianos o cuando soy testigo de esos pecados, no puedo evitar pensar en el milagro de una Iglesia Santa que acoge a los pecadores sin perder su santidad, de un Dios omnipotente que respeta nuestra libertad y del Hijo eterno que ha derramado su sangre por esos pecados, amándonos hasta el extremo.
Trabajando con la peor materia prima del universo, nuestros pecados, Dios ha conseguido hacer maravillas sin igual. Sólo Él podía hacer algo así.
140 comentarios
El problema son las estructuras de pecado que se injertan en la Iglesia: el cover up o encubrimiento de crímenes, las estructuras sectarias (tenemos un ejemplo reciente de ambos en el caso de Maciel), el fariseísmo, la oposicion al Santo Padre de ciertos episcopados. Y si bien no hacen vacilar la fe, generan escandalo en los simples. Por cierto que la fe no puede vacilar, y muy providencialmente Jesus eligió como discípulo a un traidor para que no perdamos de vista las posibilidades del mal incluso en la estructura visible de la Iglesia. Nada peor puede pasar que Judas.
He puesto en el título "los pecados de la Iglesia" porque así los llama la gente cuando hace de ellos un obstáculo para la fe. En el texto aclaro: "mejor dicho, los pecados de los miembros de la Iglesia" y hablo siempre de los pecados de esos miembros.
La iglesia se puede entender como Cuerpo de Cristo, como institución y como conjunto de bautizados. Son tres aspectos de una misma realidad. Al primero no se le pueden atribuir pecados, porque Cristo "no cometió pecado". Al segundo tampoco, porque las instituciones no pueden pecar. En cambio, al tercero sí se le pueden atribuir pecados, aunque de forma impropia, son los pecados de los miembros de la Iglesia.
El ejemplo de Judas (o el de Pedro) lo he usado al hablar con Testigos de Jehová, que, como ha sucedido tantas veces en la Historia, caen de lleno en la tentación de una "iglesia de los perfectos".
Lo que he querido subrayar (no sé sin con éxito) es que no tengo fe a pesar de lo que la gente llama los "pecados de la Iglesia", sino en buena parte precisamente por esos pecados. Son para mí una clara muestra de la presencia divina real en medio de hombres también reales.
Saludos.
Quizá la profunda ignorancia acerca de la ideas platónicas que actualmente nos encontramos en la sociedad haya provocado esta triste situación. No confundamos el Ideal con el comportamiento material. La Iglesia siempre dirá que matar es malo y a ellos aspiramos, otra cosa es que por desgracia la historia nos demuestre lo alejados que hemos estado.
Por otra parte no deja de sorprenderme que una sociedad tan propensa a la amnesia colectiva. Basta con pensar en todos aquellos políticos corruptos y mentirosos que legslatura tras legislatura son elegidos, en esos equipos de fútbol que fracasan deportivamente, en ese amigo o colega que te deja colgado, esa pareja que te traiciona y un largo etcetera, ¡que rápidamente olvidamos esas decepciones!.
¡Pero cómo nos encanta recordar a la Iglesia el Pleistoceno!. Curioso, muy curioso.
La permanencia de pecadores sin convertirse en la estructura visible, de injusticias no reparadas o de estructuras de pecado, es, más bien motivo de tropiezo o escándalo, necesarios pero de terribles efectos, como dice Nuestro Señor.
Habría que recuperar un poquito la estrictez de la Iglesia de los primeros siglos, con su aborrecimiento de ciertos pecados, su penitencia pública y la idea de que algunas iniquidades eran too much, sin llegar a la intransigencia de Tertuliano o Montano
Esto lo escribí hace unos años en un foro protestante:
Hace unos años, cuando estaba en medio de un proceso no exento de miedos, dudas y angustias, el Señor en quien creí para mi salvación, me mostró a una mujer con aspecto desastroso, llagas por todo el cuerpo, señales de haberse ido a la cama con millones de amantes, etc, etc, etc
Me dijo: ámala, es mi novia
Dije: ¿eh? ¿cómo? ¡¡No es posible!! ¿Acaso no ves quién es realmente?
Me respondió: Tú la ves con tus ojos de hombre. Mira ahora
Vi una novia blanca, inmaculada, radiante
Me dijo: Así es como la veo yo. Así la vi cuando derramé mi sangre en la Cruz. Así la verás tú también por los siglos de los siglos
Y, desde entonces, no paro de darle gracias por ayudarme a ver a su Iglesia como Él la ve.
Por eso sé que Dios siempre escucha nuestra petición en la misa: No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia.
Por eso soy católico. Pura y simple gracia de Dios
Yo diría que no creo en la Iglesia institución, porque compuesta de hombres falibles no puede hacer otra cosa que meter la pata.
Creo en Jesucristo y que él está con la Iglesia "pueblo de Dios" "Madre", hasta el final de los siglos.
Y suplico: Aumenta mi fe. Porque sé por experiencia como se puede marchitar si no es regada con la gracia, la oración y los sacramentos.
Saludos
Si la conversión de los pecadores es, como afirma luis, una razón para creer en el origen divino de la Iglesia, ¿ como interpretar la existencia del pecado y de pecadores no conversos ?
La conversion es un milagro moral, porque de suyo sólo una institucion divina puede transformar al hombre de pecador en miembro vivo de Cristo.
Me pregunta sobre la obstinacion en el mal. Dios todo lo puede, menos el absurdo. El ùnico milagro que Dios no realiza es el forzamiento de la voluntad humana. Puede inducirla, seducirla, persuadirla. No puede forzarla o violarla, del mismo modo que no puede hacer un circulo cuadrado, porque dejaria de ser voluntad libre.
Vamos al punto: es de fe cristiana que el hombre tiene una voluntad libre, y que la inteligencia puede conocer el bien y el mal, esto es, la ley natural inscripta en la naturaleza humana. Este conocimiento se llama "conciencia" o juicio del intelecto en funcion moral. Un solo ejemplo: la inteligencia advierte que el ser humano tiene una inclinacion a perseverar en el ser. Ergo la conciencia le dice que debe preservar su vida, que tiene derecho a ello, y a la vez surge la obligacion de preservar la vida de los demàs, y la idea de que es "malo" matar.
Este juicio de la conciencia aparece en el individuo tempranamente, aun en contextos culturas hostiles.
Por otra parte la doctrina catolica no desdeña las existencia de condicionantes geneticos o ambientales de la conducta. Condicionantes que en situaciones extremas pueden anular la libertad, en cuyo caso la persona no comete pecado alguno. También puede ocurrir que disminuyan la responsabilidad.
Pero la humanidad ha dado rendidas pruebas de que, a pesar de viento y marea, con las peores condiciones culturales contrarias a la moral, con las peores condiciones ambientales, aparecen individuos que proclaman la ley moral. En medio de la esclavitud, en medio de las aberraciones, en medio de las practicas inmorales aceptadas y los genocidios, surgen individuos, desde Antígona, que impulsados por la voz de la conciencia, dicen NON POSSUMUS. No podemos, no nos es lìcito. Nos autorizan las leyes humanas, pero no nos autoriza la voz de nuestra conciencia. Nos fuerza la opinion, la cultura, la religion, pero algo nos dice que esto está mal.
Es un fenomeno historico comprobado, y habría que explicarlo, si todo se reduce al medio ambiente social y cultural
1) No, no puede pecar un alma desprendida del cuerpo. En el compósito psicosomatico llamado hombre, la falta de uno de sus elementos acarrea la imposibilidad de actuar u operar; el alma es la estructura del cuerpo, y el cuerpo es la encarnacion del alma.
El cuerpo sin alma es un cadáver. El alma sin cuerpo está privada de su operatividad, no puede obrar ni bien ni mal, al no tener encarnacion de sus principios operativos. Es un software sin hardware.
2) Parece un poco pobre la variedad de conductas que usted observa. Si hacemos un analisis fenomenologico, encontramos que las singularidades en el mundo humano son frecuentes. Viktor Frankl observó que en los campos de concentracion y ante situaciones límite, los hombres reaccionan de manera muy disími: algunos siguen sus instintos básicos, otros se abandonan, otros realizan acciones sublimes... Lo curioso es que no siempre los que realizan actos heroicos son buenos tipos.
Joseph de Finance, un gran moralista, hablaba del "significado moral del acto insolito". Llamaba asì a los actos realizados por personas comunes o menos que eso, gente por la que no darìamos un centimo, y que en forma disruptiva con su educacion, con su medio ambiente, incluso con su historia personal, hacen algo muy malo o muy bueno. Decìa que cuando realizan algo muy bueno, se puede casi palpar la fuerza de la libertad personal, de la voluntad de la persona superando todos los condicionamientos. Es tal el esplendor de esa conducta, que esplende la ley moral en la forma en que maravillaba a Kant. Ese "non possumus"es la gloria de la especie humana, el fulcro de la Humanidad. Y es inextirpable, generacion cada generacion aparece. En buenos y en malos que dejan de ser malos.
Es un tema apasionante. Recuerdo a Schindler y su famosa lista. Recuerdo al protagonista de Amazing Grace, luchador contra la esclavitud. Recuerdo al magnate que en la cubierta del Titanic cediò su lugar a una mujer pobre...
La naturaleza del angel es distinta.
La estructura de su psiquis, si podemos llamarla así, no cuenta con una composicion con la materia. Ergo, sus operaciones son simples (angelicamente simples, jaja). El alma humana està diseñada para operar en forma encarnada, en una unidad llamada hombre. Sin esa unidad es poco menos que un fantasma.
2) Tengo en cuenta conductas analogas de ciertos mamìferos. Las mas parecidas son las del instinto materno o el sacrificio por la manada, que son sin duda conductas imperadas por la supervivencia de la especie. En cambio, "estas" conductas suelen ser con los más pobres y desamparados, a veces con los moribundos (Teresa de Calcuta), que nada le aportan a la especie y en realidad son una rémora de la misma. A veces, tambien, se sacrifica por un ideal o una causa.
Por eso, son conductas cualitativamente distintas.
Llamaré esta vez en mi ayuda a un filósofo no cristiano (ya que a Gallizo no le convencen los "testigos de parte"). Kant invoca en reiteradas ocasiones la experiencia universal del remordimiento como confirmación “empírica” de la libertad del sujeto moral : cuando nos remuerde la conciencia, SABEMOS que hemos actuado mal, y no nos sirve de alivio decirnos que no pudimos obrar de otra forma (negar nuestra propia libertad). Kant condena el “recurso mezquino [elender Behelf]” al determinismo genético-ambiental como expediente exculpatorio, la tesis según la cual las “condiciones empíricas” (por ejemplo, “la mala educación, las malas compañías, [...] la perversidad de un carácter insensible a la vergüenza”) abocaban indefectiblemente al sujeto a perpetrar determinado acto reprobable (lo cual implica que el sujeto no es realmente responsable de él):
"“Con esto [la existencia de la “libertad práctica”] concuerdan también completamente las sentencias de aquella maravillosa facultad nuestra que llamamos conciencia [Gewissen]. Un hombre puede sutilizar [künsteln] cuanto quiera para representarse una conducta [...] contraria a la ley [...] como algo [...] a donde ha sido arrastrado por la corriente de la necesidad natural ; puede tratar así de considerarse inocente. Encuentra, sin embargo, que el abogado que habla en su favor no puede de ningún modo acallar al acusador en él, [...] no puede librarlo de la propia crítica y del reproche que se hace a sí mismo” (KANT, I., "Kritik der praktischen Vernunft", en "Kants Werke", Akademie Ausgabe, Bd. V, pp. 175-176).
El título es shocking intencionadamente. Todos los buenos títulos lo son. Intenta atraer al que se escandaliza ante los pecados que él llama "de la Iglesia", precisamente para mostrarle que esos pecados son también un signo de la verdad del cristianismo, que en lugar de alejarle de la fe deberían acercarle a ella.
En cuanto a lo del mérito de congruo, creo que, como suele suceder, aciertas en lo que dices y yerras en lo que niegas. Sin duda alguna, las conversiones son un signo para la fe, por eso recojo todas las que puedo en el blog. Sin embargo, también los pecados son un signo que lleva a Dios. De hecho, absolutamente todo tiene que llevar a Dios, si sabemos considerarlo adecuadamente, porque el es el Primer Principio y el Fin Último de todo. Los pecados, como sabes, son la ausencia de un bien debido y una ausencia señala, de forma especialmente llamativa, a lo que "debería estar ahí" pero no está. Por eso el problema del mal está tan presente en el pensamiento humano y es una de las cosas que más acercan a los hombres a Dios.
Un saludo.
La verdad, me cuesta pensar que el pecado lleve a Dios, al menos la existencia victoriosa, escandalosa y obstinada del pecado. Parecería que los escandalos en sì no llevan a Dios. El mal nunca puede ser causa de nada -volvemos a la metafísica- a lo sumo ocasion de victoria del bien. La famosa frase de Agustín "etiam peccata", debe entenderse en el contexto de la Providencia ordenadora de Dios, que saca bien del mal.
El mal no es difusivo de suyo, más bien el bien. En todo caso, "la presencia de la ausencia del bien", si me permites el calembour, sería lo que tiene caracter de signo hacia Dios.
El mal victorioso, entronizado, persistente, no lleva decididamente a Dios. La gente que ha sufrido abusos de parte de jerarquìa de la Iglesia, los escandalizados con Maciel... en realidad se distancian. Como decía Castellani, una injusticia no reparada es una cosa inmortal.
No me convence el pensamiento falsamente paradojico (propio de algunas estructuras sectarias eclesiales) de que "cuanto mas mal hay, mas creo". Ese irracionalismo no està fundado metafísicamente, y me parece un atajo para justificar lo injustificable. Lo he escuchado mucho de ciertos movimientos religiosos "creo aunque me digan tal cosa del fundador" "creo aunque sea escandaloso" "es de buen espíritu no escandalizarse" "a mí no me turba mi fe que pase lo peor".
Es la resiliencia del bien, la fuerza del bien frente al mal, su capacidad sanante, lo que lleva a Dios. O su derrota, Catalina de Siena decìa que en la contemplacion del Infierno veía la gloria de Dios. O como dicen las Hermanitas del Cordero "Herida no dejaré de amar"
Igual me dejas pensando. ¡Es un blog que te obliga a pensar!
Creo que hay que hacer una matización importante a lo que dices.
El ideal, es cierto, no se encuentra en ninguna realidad humana: políticos, equipos, parejas... Por lo tanto, en principio no es justo exigírselo a la Iglesia.
Sin embargo, también hay que recordar que la Iglesia es algo diferente. Es una realidad humana pero también sobrenatural. Por eso, en la Iglesia, junto con las debilidades humanas, sí que se realiza el ideal: en Jesucristo y, por la gracia y en la medida en que nos dejemos, también puede realizarse en nosotros.
Un saludo.
Gracias por el comentario, me ha recordado a aquel pasaje de Ezequiel:
Yo pasé junto a ti, te vi revolcándote en tu propia sangre y entonces te dije: "Vive y crece como un retoño del campo". Tú comenzaste a crecer, te desarrollaste y te hiciste mujer; se formaron tus senos y crecieron tus cabellos, pero estabas completamente desnuda.
Yo pasé junto a ti y te vi. Era tu tiempo, el tiempo del amor; extendí sobre ti el borde de mi manto y cubrí tu desnudez; te hice un juramento, hice una alianza contigo –oráculo del Señor– y tú fuiste mía.
Yo te lavé con agua, limpié la sangre que te cubría y te perfumé con óleo. Te puse un vestido bordado, te calcé con zapatos de cuero fino, te ceñí con una banda de lino y te cubrí con un manto de seda.Te adorné con joyas, puse brazaletes en tus muñecas y un collar en tu cuello; coloqué un anillo en tu nariz, pendientes en tus orejas y una espléndida diadema en tu cabeza. Estabas adornada de oro y de plata, tu vestido era de lino fino, de seda y de tela bordada; te alimentabas con la mejor harina, con miel y aceite. Llegaste a ser extraordinariamente hermosa y te convertiste en una reina.
Tu fama se extendió entre las naciones, porque tu belleza era perfecta gracias al esplendor con que yo te había adornado –oráculo del Señor–.
Dice usted: "no disponemos de ninguna prueba, más allá de la fe de quien cree, de que haya una entidad superior". Quizá no me he explicado bien en todo lo que hemos hablado: Millones y millones de personas en la Historia han conocido la existencia de Dios por la razón, sin necesidad de la fe (por citar algunos ejemplos de no cristianos: Aristóteles, Platón, Sócrates, Kant, Rousseau y un interminable etc.) . Yo tengo fe, pero conozco la existencia de Dios por mi razón. Hay cristianos que sólo han conocido a Dios por medio de la fe, pero no es ése el único medio. He escrito bastantes artículos (y si Dios quiere, escribiré muchos más) sobre argumentos racionales o experienciales que señalan hacia Dios, entre ellos los dos o tres que ha leído usted.
Por lo tanto, podrá usted decir que a usted personalmente no le convencen las pruebas racionales de la existencia de Dios, pero no que la fe es la única prueba, porque eso, evidentemente, no es verdad.
Además, la fe es otra cosa, no se limita ni mucho menos a la existencia de Dios. La fe cristiana se refiere, ante todo, a la relación con una Persona que ha salido a nuestro encuentro. Incluso si uno conoce por la razón la existencia de Dios, por definición la distancia entre él y nosotros es infinita. La fe cristiana no es más que la respuesta pobre y asombrada del hombre ante la sorpresa de que el mismo Dios ha venido a nosotros, porque, contra toda previsión, le importamos. Como ve, eso implica mucho más que simplemente la opinión de que Dios existe.
Un saludo.
Algunas precisiones:
- Acertar en lo que se afirma y errar en lo que se niega es una tendencia común a todo el género humano. Dios nos ha hecho así, nuestra voluntad sólo la puede mover el bien, por eso lo que perseguimos, defendemos o proclamamos suele ser realmente bueno (porque, de otro modo, no nos atraería), el problema está en que lo preferimos a bienes mayores o lo buscamos excluyendo otras cosas importantes, etc. En tu caso es, quizá, más evidente porque así suele serlo en todas las personas entusiastas y muy convencidas de lo que defienden (el tibio no se entusiasma por defender nada y no yerra pero tampoco acierta en nada).
- El pecado, de por sí, aparta de Dios. Pero aparta de Dios al que lo comete. En los demás, sus efectos pueden ser muy distintos. A quien tiene una fe poco firme o es muy débil, le puede animar a pecar también o a escandalizarse. En cambio, a quien es más firme o experimentado en la fe, le llevará a: a) escarmentar en cabeza ajena, b) amar más a Dios (la "reparación" clásica), c) maravillarse del respeto a nuestra libertad por parte de Dios, d) reconocer que sólo Dios es Dios y que todos los hombres están necesitados de su misericordia, e) encontrar en la falta de un bien debido la verdad de que lo real y originario es el Bien, como dice nuestra conciencia... y un largo etc. Es decir, el pecado de otros puede llevar hacia Dios (lo que decía San Pablo: "TODO sucede para el bien de los que aman a Dios"). El propio sólo mediante la gracia directa de Dios que, como tú dices, saca bien de donde no lo hay.
- En lo que dices sobre personas en "estructuras sectarias", creo que mezclas dos cosas: 1) que esas personas piensen que lo malo es bueno (por ejemplo, pensar que es bueno que sus "jefes" sean malvados) 2) que a esas personas todo les lleve a amar más a Dios. Creo que es evidente que 1) es rechazable y 2) es encomiable. Por supuesto que es bueno que alguien mantenga y fortalezca su fe por muchas barbaridades que cometan los miembros de su grupo (su fe en Dios, no su fe en su jefe, que no debería existir). Tú mismo actúas según 2) al leer la Historia de la Iglesia (¿o es que no dices "creo aunque me digan tal cosa del papa X." "creo aunque sea escandaloso" o "a mí no me turba mi fe que pase lo peor"?)
Saludos.
Tengo tantas preguntas abiertas en varios posts diferentes, que no me da tiempo a responder todo. Seguiré haciéndolo, poco a poco.
Yo no digo que el bien y el mal que usted conoce sean fantasías, sueños o alucinaciones. Al contrario, estoy convencido de su realidad. Lo que intento mostrarle es que, si de verdad sólo existieran en su cabeza (como usted dice) entonces serían sueños, fantasías o alucinaciones. Pero no lo son (ni usted en su vida de todos los días piensa que lo sean), luego necesariamente tienen una existencia objetiva fuera de su cabeza, como algo real. Es decir, usted actúa en la práctica como el que sabe que el bien y el mal son algo real y objetivo, igual para todos (aunque se puedan conocer más o menos), pero en teoría afirma que son únicamente subjetivos: es decir, su práctica no es coherente con su teoría. Yo me quedo con su práctica, la verdad, porque es común a todos los seres humanos.
Mi Dios es el mismo que el de Aristóteles, Spinoza o Kant. Otra cosa es que estoy convencido de que yo se mucho más sobre Dios que ellos, porque he tenido la suerte (como todos los cristianos) de conocer personalmente a Dios mediante la fe en su Revelación y no sólo racionalmente.
Es lo mismo que pasa, por ejemplo, con mi mujer. Quizá un vecino que sólo la ha visto un día enfadada crea que es una persona irascible y antipática. Yo la conozco mucho mejor que ese vecino y soy consciente de sus innumerables cualidades. Por lo tanto, yo sé más de ella que el vecino y él está equivocado en sus suposiciones, pero esa mujer que conoce (poco) el vecino y mi esposa son la misma mujer. De igual modo el Dios que conocieron (de lejos) Aristóteles o Platón es el mismo que conocemos (personalmente) los cristianos.
Millones de no cristianos y millones de cristianos movidos por la razón han afirmado firmemente que opinaban que Dios existe. Sus argumentos pueden convencerle o no, pero es ridículo despreciarlos como "teorizar sobre la posibilidad de su existencia". Sin necesidad de hablar de fe, por la simple razón, estoy más convencido de que Dios existe que de que exista usted (y, por ejemplo, Platón, Descartes o Newman le habrían dicho exactamente lo mismo).
En cuanto a lo del pecado, habría que precisar más la pregunta. ¿Se refiere a actualmente o a la posibilidad de que hubiera existido alguna vez ese mundo sin pecado? ¿Se refiere por las meras fuerzas humanas o teniendo en cuenta a Dios?
Saludos,
Bruno
Me ha gustado mucho su enfoque "práctico" de la cuestión. En efecto, todo esto no es una simple cuestión teórica sin importancia, sino que nos jugamos cada uno nuestra propia vida.
CCCP:
Completamente de acuerdo. Lo más sorprendente (y triste) de una gran parte de la filosofía de los últimos tres siglos es su capacidad de aceptar la contradicción intrínseca sin ningún problema.
Por eso, hablé de la pseudo paradoja. Una irracionalidad que hace decir "es lo contrario". El espectaculo del pecado victorioso, macana que te fortalece en la fe. Fortalece la fe el bien que resiste al pecado, la sangre de los martires, el daño que provoca el pecado. La cruz sin resurreccion no hubiera reavivado la fe de los apostoles.
En fin, decimos cosas parecidas, con matices.
Abrazos.
Maravíllate de que tengamos conciencia moral. Como Kant:
"Dos cosas llenan mi alma de una admiración siempre renovada: el cielo estrellado sobre mí, la ley moral dentro de mí" ("Fundamentación de la metafísica de las costumbres").
No me he debido explicar bien. Lo que intento expresar es que yo afirmo la existencia de Dios de la misma forma que usted niega su existencia: por la razón.
Pero es que, además, igualmente se puede decir que yo afirmo la existencia de Dios de la misma forma que usted afirma la existencia de, por ejemplo, sus compañeros de trabajo. Mediante mi capacidad de razonar.
Los ejemplos que daba no eran para convencer de que Dios existe, sino para mostrar que su existencia es una opinión racional (acertada o no) y no únicamente algo de fe.
En cuanto a lo del pecado, depende (una vez más) de si consideramos el bien y el mal como algo objetivo o puramente subjetivo.
- Si el bien y el mal son algo puramente subjetivo: es muy fácil conseguir un mundo sin pecado: basta que todos nos convenzamos de que nada es bueno ni malo y ahí se acabará todo el mal (en nuestra mente, que sería el único sitio en el que existiría el mal, según esa hipótesis). ¿A usted le convencería un mundo así, en el que todos pensaran que matar, robar, envidiar, calumniar, odiar, violar o esclavizar eran igualmente aceptables que sus opuestos?
- Si el bien y el mal son algo objetivo y sin la ayuda de Dios: en nuestra situación actual resulta imposible, por nuestras propias fuerzas, conseguir un mundo sin pecado. Todos lo hemos visto en nuestra propia experiencia: nos gustaría ser buenos, amables, simpáticos, pacientes, generosos... pero la realidad es que no lo conseguimos. Si no lo consigue una persona individual, mucho menos lo conseguirán todos los hombres.
- Con la ayuda de Dios: mi experiencia personal me dice que Dios saca del pecado, que sana las heridas internas que nos llevan al mal, que nos transforma totalmente, si nos dejamos. Eso sí, no creo que todos los hombres se vayan a dejar hasta el cielo: allí veremos cara a cara lo que verdaderamente deseaba nuestro corazón y ya no tendrá sentido ni aliciente alguno pecar.
Como estas cosas son muy conocidas para un católico, no sé si las he explicado bien para alguien que no está en antecedentes, así que no dude en pedir que aclare lo que esté confuso.
Saludos.
Sin el más mínimo deseo de ofender: ¿No le resulta curioso lo que se resiste usted a sacar las consecuencias lógicas de su teoría de que el bien y el mal son meramente subjetivos?
Vamos a ver que sucedería con su propuesta. Reduzcamos, como ejemplo para facilitar las cosas, los actos malos a cinco al azar:
- Asesinato
- Calumnia
- Pederastia
- Tortura
- Violación
Según su sugerencia del último comentario, podríamos quedarnos con dos por consenso (por ejemplo): asesinato y pederastia, quizá. Entonces, quedaría el trabajo de eliminar esos dos de la conducta humana (los demás ya no se considerarían malos y no importaría que siguiesen existiendo). Sin embargo, en toda la historia humana nunca se ha conseguido eliminar de forma general esos dos males de ninguna nación del mundo, así que parece que seguiría siendo igual de difícil hacerlo. Dos imposibles son menos que cinco imposibles, pero siguen siendo imposibles.
En cambio, si sacamos la conclusión lógica de que el bien y el mal son puramente subjetivos, parece que sería muchísimo más fácil decir: "de los cinco, no nos vamos a quedar con ninguno". A partir de ahora, decidimos que ninguna acción es mala (podemos hacerlo, porque su maldad es puramente subjetiva). Entonces, inmediatamente se consigue la meta buscada: un mundo sin mal, sin pecado.
¿No es eso lo que todo el mundo desea...?
Me temo que a usted (al igual que a mí o a cualquier otra persona) no le satisfaría un mundo así ¿Por qué? Porque sabe que, digamos lo que digamos todos y pensemos lo que pensemos todos, es mejor que no haya asesinatos, es mejor que no haya violaciones, es mejor que no haya pederastia, es mejor que no haya calumnias y es mejor que no haya tortura... ergo, la tortura, las violaciones, la pederastia, los asesinatos y las calumnias son objetivamente malos.
No puedo evitar pensar que su posición es contradictoria y para acertar en algo, es necesario, como mínimo, que una posición no sea contradictoria. Su teoría del bien y el mal subjetivos me llamaría mucho más la atención si usted no se negase a sacar las consecuencias necesarias de la misma, la verdad.
Un saludo.
En primer lugar señalaré algo obvio: El Bien y el Mal son conceptos esencialmente opuestos porque en el orden moral nada puede ser bueno y malo a la vez, y, tienden, por tanto, al Absoluto, porque nada puede ser bueno y malo con el paso del tiempo. Son valores que orientan nuestra decisión ante las opciones y alternativas que se nos presentan en la vida, en un sentido u otro, y no de forma aleatoria, sino en relación con un referente concreto, la fuente de esa Moral. Por eso la moralidad es un orden específicamente humano, porque sólo puede darse entre quienes pueden elegir.
En segundo lugar, otra obviedad. En civilizaciones diferentes hay distintas ideas del Bien y del Mal y un mismo acto puede ser bueno para unos y malo para otros. Un crudo ejemplo de Morales contradictorias lo constituye el terrorismo islámico suicida que vienen sufriendo los países del Mundo Occidental, cuando hombres y mujeres islámicos, en el extremo de la generosidad que supone entregar la propia vida por una causa, se inmolan a sí mismos para causar entre personas occidentales cuanta más muerte y más indiscriminada, mejor. Héroes y mártires de una Cultura, encarnación del Mal para la otra. Perseguir delincuentes es fácil, son conscientes de hacer el mal y su propia Sociedad los aísla; perseguir mártires convencidos de la bondad de sus acciones, no. Su Sociedad los admira, los convierte en héroes y los emplea como modelo. Su conducta se reproduce y extiende. Esto es una prueba de relatividad moral cultural.
Otro ejemplo es el castigo al que la sociedad rural hindú somete a una mujer de casta inferior sorprendida en relación sexual con un hombre de una casta superior: Debe ser violada por todos los hombres del pueblo. Algo aberrante en nuestra cultura.
La matanza de hijas, despeñándolas por un barranco, en China; la ablación del clítoris en sociedades musulmanas; la poligamia; el vendaje de pies para reducir su crecimiento; la esclavitud; los sacrificios humanos… lo bueno y lo malo es visto de modo muy diferente en culturas distintas y en tiempos diferentes.
En tercer lugar, muchos han tenido el empeño de invocar la Ley Natural para dar apoyo a sus ideas morales, a sus concepciones del Bien y del Mal. No lo digo sólo por Bruno o Luis. En el siglo XVII, Locke argumentaba que los individuos, para defender sus derechos naturales, pueden sublevarse contra su gobernante y quitarle la vida y así justificó los asesinatos del rey de Inglaterra y su hermano. Cuestión de Derecho Natural. Seguro que Bruno no tiene la misma acepción de ese Derecho basado en la Ley Natural.
Cuando hablamos del Bien y del Mal tenemos tendencia a considerar únicamente las acciones y decisiones humanas. Sin embargo, el Mal más absoluto, el que todos reconocemos, al que todos estamos sometidos en tanto que seres humanos sujetos a las leyes de la Naturaleza y cuya eliminación es el objetivo último de la socialización de los individuos, es el Dolor. A nivel elemental y primario, la felicidad no es otra cosa que la ausencia de Dolor. La huída del Dolor es la Ley más Universal con que la Naturaleza somete a los animales superiores. En cada mínima superficie de tejido hay multitud de terminaciones nerviosas capaces de producir Dolor. Un Dolor tan intenso que un animal hará cuanto pueda para evitarlo, un Dolor tan fuerte que su sola insinuación o premonición despertará el pánico. Tal es la situación de la gacela perseguida por el león, del ciervo corriendo hasta la extenuación delante de una manada de lobos, y cuando el agotamiento ya no permite la huida, el pánico inmenso de esos últimos instantes de Dolor siendo devorado por un Poder salvaje e irrefutable de dentelladas hambrientas y dolorosas por todo su cuerpo, hasta que alguna de ellas, o todas ellas juntas, acaban con su vida. Esta es la manera natural de que cada animal dé el máximo de sí mismo hasta reventar. No hay excusas ni circunstancias atenuantes. En la Naturaleza no hay buenos ni malos, sólo ganadores y perdedores, vencedores y vencidos, y Dolor. Éste es el motor. Ésta es la trampa de la que tratamos de huir y de la que no podemos escaparnos. Esta es la Ley Natural que controla poblaciones y obliga al mayor de los esfuerzos sin garantía de recompensa. El individuo no importa, sólo cuenta la especie. La ruidosa algarabía de los gorriones tratando de arrebatar una miga de pan al que la encontró, la destreza ocultadora de la ardilla escondiendo un fruto para que no se lo quiten, la mirada amenazante de las hienas alrededor de la presa muerta por un depredador o el expolio de la misma al cazador por un predador más grande, o la matanza de los cachorros de una leona por el león erigido en nuevo jefe de la manada, el robo de huevos de un nido aprovechando una leve ausencia de los progenitores, … Tantos y tantos ejemplos crueles que muestran la realidad de la Ley Natural, cómo puede Locke concluir que el estado de naturaleza tiene una ley que a todos obliga: nadie ha de atentar contra la vida, la salud, la libertad ni las posesiones de otro. Nace así, lo que se ha dado en llamar el Derecho Natural, cuando bastaría con llamarlo Derecho Humano. Mucho más concreto pero menos sólido y más relativo.
En realidad, el Orden Humano se opone al Natural. El asesinato no existe si un león mata a otro en una pelea por la supremacía de la manada, pero sí cuando un hombre mata a otro para quitarle algo. No acepta la Ley del Dolor como regla de vida y trata de superarla. No admite que sólo sobrevivan los fuertes y los débiles desaparezcan, que unos vivan a costa de la muerte de otros. Para ello necesita articular una Moral que defina lo bueno y lo malo para que los individuos orienten sus acciones en un determinado sentido cada vez que se presenten ante sí opciones o alternativas diferentes.
Por eso, como muy bien dice Asun, lo primero de todo es preguntarnos qué meta elegimos para dar sentido a nuestra vida, qué fuente será la que nos diga lo que está bien y lo que está mal. Porque sabemos que nuestra vida será muy distinta si aceptamos que Dios nos diga lo bueno y lo malo o si nos ponemos nosotros en su lugar para hacerlo. Todos tenemos nuestro propio Génesis y nos toca elegir si comemos o no de la fruta del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal.
Me temo que voy a cansar demasiado. Basta, pues, por hoy. Además es tarde, pero el tema es apasionante.
Saludos.
Gracias por su meditado comentario.
Una precisión importante:
Sus ejemplos no son tan evidentes como pueden parecer a primera vista. En todos ellos, los hombres de esas culturas son conscientes de que lo que hacen está mal, pero lo encuentran justificado como mal menor o por un bien superior. Es decir, ven los mismos bienes y males que nosotros, pero en la cuestión mucho más complicada de la jerarquización de esos bienes y males pueden, en algunos casos poco evidentes, sacar conclusiones distintas. Por ejemplo, lo de la violación de la mujer de casta inferior: el mismo hecho de que esos bestias de hindúes lo utilicen como castigo muestra que son conscientes de que violar es algo malo, aunque en ese caso concreto lo justifiquen como un castigo a lo que erróneamente consideran un mal mayor.
En otros ejemplos, se trata simplemente de errores de hecho sobre temas que no son de moral pero pueden afectar a la moral. En el caso extremo de los sacrificios humanos, las culturas que los practicaban deducían, correctamente, que si existen Dios o los dioses, éstos tienen potestad sobre la vida humana, por definición. Eso sí, como no conocieron al Verdadero Dios, que no desea la muerte del hombre, sacaban conclusiones sanguinarias de los dioses sanguinarios que se habían inventado.
En otros casos, ni siquiera se trata de que las culturas acepten esos hechos, sino simplemente que, a pesar de rechazarlos, se siguen produciendo, igual que en la nuestra siguen existiendo la prostitución, los robos o los asesinatos. Puede estar seguro de que los chinos saben, igual que nosotros, que matar a sus hijas es malo, pero aún así en muchos casos lo hacen, movidos por el deseo de tener un hijo varón y por la presión de no poder tener más hijos.
Por lo tanto, los ejemplos que ha puesto, más que probar la relatividad de la moral, prueban un hecho asombroso: fundamentalmente es la misma para todas las sociedades, aunque en cuestiones complejas o de detalle pueda variar. Si fuera algo subjetivo o cultural, como las costumbres sobre el vestido, variaría totalmente de unas sociedades a otras.
Un saludo.
Por supuesto que los ejemplos que yo pongo de mal están vinculados a causar daños a alguien. No existe ninguna norma verdaderamente moral que no se refiera a eso. La relación con una piedra no tiene nada que ver con la moral, porque no se puede hacer daño a una piedra, ni amarla ni respetarla. La envidia, la insolidaridad, la especulación, la blasfemia y el adulterio si son malos es porque causan daño a alguien.
En lo de la lista, sin duda se puede hacer más larga, pero, si esas cosas no son buenas ni malas en sí mismas, ¿para qué hacerla más larga? ¿por qué mantener la lista? Intentar eliminar esas cosas nos causa esfuerzos y problemas enormes. Y, si podemos simplemente reducir la lista a cero, ya que se trata de cosas puramente subjetivas, ¿por qué no hacerlo y evitarnos problemas? (yo creo que, para usted y para todos, la razón para no hacerlo es que son males reales y objetivos, no cosas puramente subjetivas, pero ya me dará usted su razón, si tiene otra).
Nosotros estamos convencidos de que los milagros son reales. Puede que estemos equivocados, pero pensamos que son reales y por eso los mantenemos en nuestra visión del mundo. En cambio, usted piensa que el bien y el mal no tienen ninguna realidad objetiva, ¿por qué los mantiene entonces en su visión del mundo? ¿por qué ese esfuerzo tan grande en educar a sus hijos para que actúen bien, en no robar o calumniar aunque tenga la oportunidad, en ser sincero cuando habla conmigo, etc.? Según sus premisas, son esfuerzos enormes sin utilidad real.
Le agradezco su crítica sobre "saltar según me conviene de la realidad material al plano de las puras ideas". Sin embargo, para que la crítica sea útil tiene que ser concreta: "en este argumento A usted ha pasado de la realidad material a las ideas injustificadamente porque B". La crítica general de la forma de discutir es poco útil en una discusión, en mi opinión. Yo he intentado criticar sus argumentos concretos (o su falta de respuesta a preguntas concretas) y pienso que eso es más provechoso.
Gracias de nuevo por esta interesante discusión y saludos.
Les pido, si es posible, que no pierdan eso.
Saludos
En el hombre, la inteligencia es "natural", dado que pertenece a la naturaleza humana. Ser "social" y "polìtico" es natural en el hombre. Y la ley de la selva y el principio de supervivencia del mas fuerte, es "antinatural" para el ser humano, supuesto que no es una bestia más.
Dicho de otro modo: "la ley natural" se da de modo analogo, de acuerdo a la especificidad de cada ser. En el hombre, ese orden natural inscripto en su naturaleza racional al ser creado, es "descubierto" "develado" (Tomás de Aquino usa el energico termino "promulgado") por su inteligencia.
Preveo la objecion: si la inteligencia y la voluntad es "natural", todo lo que hagan, bueno y malo será "natural". Pues no, hay en la inteligencia, potencia ordenadora, un orden inmanente. Está ordenada a la verdad de las cosas, así como la voluntad está ordenada al bien que le presenta la inteligencia. Como ha dicho Bruno, nadie hace el mal por el mal en sí. Se hace mal porque se lo considera un mal menor, preferible al bien que se procura.
Un breve excursus sobre el dolor. No, no es el mal absoluto ni siquiera en el orden físico. En realidad el dolor es un bien, inevitable en un ser encarnado, y tiene una funcion dual: establecer el placer y servir como alerta para salvaguardar el bien, como lo han advertido los médicos clínicos desde hace siglos.
Disculpe las precisiones, pero este pensamiento ni con mucho viene de Locke, que saqueó unas cuantas nociones clasicas y las combinó con un empirismo enragé.
No creo que no tenga en cuenta que lo natural en el hombre es usar la razón, como dice Luis. Pero sí me parece interesante que luis lo subraye.
En cuanto a las pegas de Bruno:
No es cierto que los que castigan con la violación piensen que es algo malo puesto que lo utilizan como castigo. Saben que es algo que es malo para la violada, pero que en sí es bueno porque es lo que se merece, de modo que la violación en este caso les parece totalmente aceptable porque es buenísimo castigarla y disuadir a las mujeres que pudieran hacer lo mismo. Además la empatía con la mujer brilla aquí por su ausencia.
Pero es que otros ejemplos que ha puesto son aún más claros. El del terrorista suicida es de lo más gráfico.
En cuanto reflexión ética para decidir qué es bueno y qué es malo necesitamos como referencia objetiva una interpretación del mundo.
Normalmente no se da tal reflexión ética, sino que las personas aceptan las normas de la sociedad en la que viven. Hasta el punto que si en Esparta se negaran a exponer a la intemperie al recien nacido para ver si la resiste, la sociedad tal vez lo considerara una debilidad moral.
Por supuesto que coincidimos en la mayoría de las cosas, gracias al sentimiento de empatía y a un tácito pacto social que establece unas normas para que sepamos a qué atenernos.
Estas normas tienen siempre en cuenta las necesidades de supervivencia de la sociedad y la necesidad de seguridad del individuo. De ahí el no robar, no matar etc (al menos a los que consideras de tu grupo, pues matar al enemigo siempre estuvo bien considerado, y no sólo como un mal menor, muchas veces como motivo de gloria para el "héroe")
Es un hecho que los seres humanos tenemos razón y tenemos conciencia, pero el contenido de ésta no es innato, a pesar de la tendencia general a la empatía y de la necesidad de pertenecer a un grupo social, con las consiguientes normas necesarias para sobrevivir.
Hay filosofías envenenadas que conducen a códigos "morales" venenosos, y por supuesto que los que los practican no tienen la menor noción de que lo que hacen sea malo, sino absolutamente normal. Ya sea violar a la que se ha atrevido a burlar el sistema de castas, porque consideran que eso es lo primordial, o lapidar a la adúltera, porque que los hijos sean de uno mismo y no de otro es el bien esencial a salvar, o tirar en la pira funeraria a la viuda india, porque sin su marido no merece vivir y va a ser una carga para todos.
Y el que no siga la norma, no es bueno para ellos, sino un blandengue.
Evidentemente la regla de oro sólo se la aplican a sus iguales, y no consideran prójimo a cualquiera.
LA igual dignidad de todos los seres humanos es una propuesta que tiene todo su sentido desde el cristianismo (y muchas otras religiones e ideologías humanistas, pero no desde todas las ideologías.
Me gustaría que este diálogo sirviera para arrojar luz. Si creéis que los seres humanos coinciden espontáneamente en todo, demostradlo. Si coincidimos en muchas cosas, buscar la explicación de por qué sí o nó según en qué. Creo que es un tema en el que nunca llegamos al fondo.
Saludos cordiales a todos.
Es difícil decirle a otro que trascienda de la gente, que busque a Dios sobre las personas (y después a través de las personas). La única manera que he encontrado para tratar eso es cuando, algo inevitable, las personas escandalizadas hacen las mismas cosas que los alteraron.
Es difícil entender al otro y sus debilidades, si uno no ha pasado por lo mismo.
Tanto Bruno como quien escribe postulamos la existencia de un orden moral objetivo, ínsito en la naturaleza humana, cuyos contenidos la conciencia o razòn pràctica puede percibir y formular como ley moral.
Frente a eso, W y Asun postulan la diversidad de criterios sobre el bien y el mal y sobre lo bueno y lo malo en tantas culturas, por lo que no habría tal percepcion de un orden natural único en materia moral.
En todo caso, la fe cristiana y la orientacion de la vida en torno a una finalidad o intencion religiosa permitirían construir una regla moral.
¿Voy bien?
Contemplaré la hipótesis de que usted sea una excepción a todo ello: posiblemente sea usted un ciudadano ejemplar que ayuda a las ancianitas a cruzar la calle, no defrauda a Hacienda, se comporta como un marido fiel, padre amantísimo, etc. Pero afirmo que todo ese esfuerzo moral es ABSURDO de parte de alguien que considera que sólo somos animales y que los criterios morales no son otra cosa que respuestas adaptativas seleccionadas por la evolución natural. Si uno está convencido de que la Moral no-es-más-que eso ... ¿qué sentido tienen los ímprobos esfuerzos que demanda con frecuencia la rectitud moral? (sí, ser honrado con frecuencia es muy arduo: piense, por ejemplo, en las ocasiones de placer adúltero que habrá dejado escapar en caso de que sea usted un marido fiel). ¿Por qué sacrificar la propia felicidad y el propio placer a "la evolución natural", "la adaptación de la especie al medio" y demás mecanismos biológicos que nos traen sin cuidado?
Así lo reconocía otro materialista como Freud: “cuando me pregunto por qué me he esforzado siempre en ser honrado e incluso bondadoso con los demás, y por qué no desistí al notar que todo ello sólo me acarreaba perjuicios y contradicciones, […] no tengo una respuesta".
El hombre es un ser moral por su percepción del futuro y de la muerte. Toda sociedad necesita que sus individuos orienten sus actos hacia un fin común. Somos muy débiles y vulnerables en un entorno muchas veces hostil y nuestra potencia sólo se multiplica desde la colaboración, voluntaria o forzosa.
El código moral cumple este cometido con la definición del Bien y del Mal, y da cohesión e identidad al grupo.
De hecho, esta cualidad del ser humano como ser moral con sentido de futuro es la que mejor evidencia la racionalidad de los homínidos prehistóricos. En los albores del hombre, con un mínimo desarrollo de las habilidades técnico-científicas y de la comunicación, son los enterramientos y objetos del ámbito religioso-trascendente los que más nítidamente acreditan si unos restos corresponden a seres humanos.
Así pues, toda sociedad desarrolla su propio código moral, verdadero estímulo para el esfuerzo y el sacrificio, para que los individuos realicen cosas no apetecibles, fatigosas, contrarias a sus instintos, una estimulación en el ámbito sicológico que da fuerza a sus voluntades para imponerse sobre sus deseos y pasiones inmediatos. Existe un mecanismo de transmisión de este código moral en el que todos intervienen: el ámbito familiar, el de la enseñanza, los medios de comunicación … Es el proceso de socialización del individuo durante el cual incorpora los valores morales de su sociedad. Este proceso lleva unido un empeño de universalización de los mismos, como garantía de verdad y respaldo de las opciones tomadas en las diferentes circunstancias de la vida.
Pero la sociedad también establece mecanismos coercitivos para el cumplimiento de las normas morales, justificados en la verdad universalizada y en el supuesto bien común. Existe una transposición escrita de los criterios morales, que es la Ley, respecto de la cual nuestros actos pueden ser justos, si la cumplen, o injustos, si la vulneran. Por eso los actos no son justos o injustos en sí mismos, sino en referencia a una Ley, y por tanto, a la idea moral que la inspira.
Ninguna sociedad elabora leyes de forma aleatoria o accidental. En realidad constituyen una condensación de sus normas morales más importantes. Toda ley encierra una idea de lo que es bueno o malo para el legislador en relación con el objeto de la misma. Por eso, cuando genéricamente muchos afirman que las leyes del Estado no pueden estar dictadas por la Moral o normas morales, quieren significar con ello su deseo de que la moral cristiana sea sustituída por otra norma moral para redefinir e imponer una nueva idea de lo bueno y lo malo.
Las leyes no sugieren o recomiendan. Las leyes imponen y el Poder sirve para someter a las personas a la Ley. Si yo participo de los valores morales que la inspiran, no tendré noción interior de sometimiento e imposición, me sentiré libre. Pero si mi Moral es diferente a la que inspira esas leyes viviré un conflicto que me cuestionará a quién debo guardar mayor fidelidad, que me interpelará sobre la legitimidad para hacer, justificar, consentir o colaborar con el Mal por imperativo legal.
Hoy en nuestra sociedad, la misma imposición moral encuentra una persona polígama convencida, que un separado a quien se le impedía divoriciarse años atrás. Sin embargo, el legislador sólo ve imposición en la prohibición del divorcio porque éste forma parte de su modelo moral, y no la ve en la prohibición de la poligamia, porque no es un valor suyo. En general, es obvio que cualquier ley que regule un supuesto derecho también impone su límite. Imposición por lo tanto.
Muchas personas de otras culturas venidas a nuestro país se enfrentan a verdaderos conflictos morales en una sociedad extraña que les impone conductas y actitudes en la vida contrarias a sus ideas sobre lo bueno y lo malo. Al final, imposición, siempre imposición… Pero, ¿cuál es legítima y cuál no? Se podría decir que la verdadera. Pero qué verdadera, ¿la tuya o la mía?
Esto lleva a la experiencia de que una ley moralmente válida para muchos puede ser inmoral para mí, por mucha mayoría que tenga quien la ha promulgado. ¿Cuál es la solución cristiana a este conflicto? ¿Son negociables los principios morales? ¿Se puede hablar de una Moral de consenso? ¿Qué está por encima, lo legal o lo moral?
Todo esto tiene un aire bastante determinista, en la medida que representa el “modo de funcionamiento” de la sicología del ser humano, un “animal superior con noción de futuro y capacidad de reconocer opciones diferentes y elegir”, que se alegra de la lluvia hoy sobre sus cultivos y se angustia ante la posibilidad del granizo el próximo verano, que aunque hoy coma, sabe que mañana volverá a tener hambre, que si hoy le quieren, mañana le pueden olvidar… En un ser con una sicología tan compleja la moral vendría a ser lo que el instinto en animales inferiores de sicología mucho más simple. En definitiva, ambas sirven para orientar sus actos en orden a un fin.
Esta interpretación “naturalista” de la Moral explica la “coincidencia” de que “todos los convencidos de la Verdad musulmana nazcan en países musulmanes” y “todos los convencidos de la Verdad cristiana hayan nacido en países de raíz cristiana”, e igual con los judíos…¡Qué suerte hemos tenido por haber nacido donde la Verdad reside! Es obvio que se trata de un patrón de conducta idéntico de supervivencia cultural, por lo que ninguno de ellos presenta una especial singularidad en sí mismo.
¿Es aquí donde nos lleva el sesudo análisis del Bien y del Mal?¿Es la Moral una especie de “institnto superior” y como tal predecible y determinista?
Es muy tarde y tengo sueño. Si no nos hemos aburrido, mañana, más. Buenas noches.
Saludos.
No he perdido el interés, ni mucho menos. Ocurre que, al ser autónomo, mi trabajo no es regular, sino que tiene "puntas y valles", de manera que a veces tengo mucho tiempo y a veces nada. Ahora mismo tengo mucho trabajo, con el agravante de que mañana jueves me voy de Madrid hasta el domingo y tengo que preparar el viaje. Sin duda, esta conversación es mucho más interesante que el trabajo que estoy haciendo, aunque por necesidad tenga que anteponer éste a áquella. Espero que lo comprendan.
Winston:
Lo que le he dicho sobre las culturas no es ninguna trampa. Fíjese: usted alegaba el hecho de que las culturas tienen distintas normas morales y yo le he respondido mostrando el hecho de que esas normas son en esencia las mismas, aunque en casos complicados o de conflicto pueda haber muchas equivocaciones, como es lógico. Es decir, la cosa iba de hechos y no de aprobación o no. Con eso no justifico las equivocaciones (por eso las llamo equivocaciones), sino que simplemente muestro que se basan en presupuestos comunes (que luego se pueden desarrollar mal o incompletamente, como sucede con todo lo humano). Así, por ejemplo, no he justificado que se viole a esas mujeres, sino que he demostrado que incluso esa cultura considera que la violación es algo malo (no se castiga a nadie con algo bueno, como los pasteles, sino con algo malo como la prisión, la muerte o los castigos corporales que, cuando no se utilizan como mal menor, se denominan esclavitud, asesinato o tortura).
De todas formas, usted admite que todas las culturas defienden que la moral es absoluta. Eso prueba lo que yo afirmo. Pueden equivocarse al decidir si algo es moral o no (igual que pueden equivocarse en cuestiones de Historia, de sociología, de economía o de Física), pero al ser humano no le satisface una moral relativa. Como todos los hombres, yo aceptaré la posibilidad de equivocarme sobre el Bien y el Mal, pero no que el bien y el mal no existan. En cambio, según la teoría de Gallizo (inexistente en la práctica, porque nadie vive así), el bien y el mal sólo son el camuflaje de instintos, evolución, presiones y, en definitiva, la materia.
Por supuesto, para un cristiano y para cualquier hombre de bien es mucho más importante la Moral (o la justicia o la ética o el bien o como quiera llamarlo) que la Ley. Si las dos se enfrentan, siempre hay que optar por la primera. La ley es algo bueno y necesario para vivir en sociedad, pero no es más que un reflejo social y "de segunda mano" de la Moral.
No entiendo bien lo que quiere decir con "instinto superior". En cualquier caso, sólo es predecible lo que cambia, como el bien y el mal en sí son inmutables no tiene sentido decir que son predecibles o impredecibles (sería como decir que el color azul es predecible... no, simplemente es).
Sobre el lugar de nacimiento, obvia usted el hecho evidente de las conversiones. Como es lógico, nosotros aprendemos de la visión de la verdad que nos enseñan nuestros padres, pero el amor a esa verdad hace que podamos ir más allá de lo aprendido y corregirlo cuando sea necesario. Es la forma humana de vivir (igual podría decir que es una "coincidencia" que todos los partidarios de la física aristotélica vivieran antes del s. XV y que los partidarios de la física newtoniana sean posteriores al XVII, es evidente que, a grandes rasgos, tiene que ser así).
Un saludo.
En cuanto al comentario del día 17, creo, la verdad, que entiendo perfectamente su postura. Lo que sucede es que la veo totalmente contradictoria con la forma en la que usted vive. Si de verdad piensa usted que la moral es una simple racionalización y socialización de los instintos:
- Entonces actuar bien no constituye un deber, ni ningún tipo de obligación. ¿Por qué va a ser obligatorio o razonable actuar según los instintos? No veo porqué tendríamos que ser esclavos de los instintos, por muy racionalizados o socializados que estén. Los instintos son algo ciego e irracional, someterse a ellos es esclavizarse.
- Cuando su hijo miente, usted le enseña que mentir es malo y no que mentir va contra sus instintos.
- De hecho, cuando un niño miente, lo hace porque sus instintos le llevan a ello, para protegerse de una regañina o cualquier otro resultado no deseado. Es decir, lo que va contra los instintos, al menos en este caso, es el "bien", que es decir la verdad.
- Si de verdad el bien y el mal fueran una racionalización de los instintos, comportamientos como el de Maximiliano Kolbe serían se considerarían malvados y estarían prohibidos, porque sustituye el instinto de supervivencia por el salvar la vida de otra persona con la que no tiene ningún parentesco genético (frontalmente en contra de la evolución). También se considerarían inmorales y estarían prohibidos el celibato de frailes y monjas o la regulación de la natalidad.
- Cuando alguien le golpea y le roba por la calle, usted no tendría derecho a quejarse, porque sin duda los instintos del ladrón le empujan a conseguir lo mejor para él a costa de los demás. En cambio, usted exige de los demás que actúen contra sus instintos... ¿por qué?
En cuanto a su último comentario, buena pregunta. Óscar hablaba para cristianos y, por eso, no se ha molestado en ser preciso. Su frase incluye (sólo implícitamente) lo siguiente:
- Dios no convierte a la fuerza, sino que ofrece al hombre la posibilidad libre de aceptar o no la fe y la gracia
- Dios no nos necesita para evangelizar, podría hacer sonar una voz del cielo, pero quiere que colaboremos con él. ¿Por qué? De la misma forma en que un padre se complace en que su hijo le ayude a arreglar algo que está roto, aunque lo que haga sea más estorbar que otra cosa.
- No es un esfuerzo inútil. En primer lugar, multitud de veces da frutos incomparables, con la gracia de Dios. Dios aprovecha lo poco que hacemos y lo multiplica por infinito. Incluso cuando no da frutos en otras personas, los da en el que evangeliza, que ha puesto su vida en manos de Dios (lo cual es la única forma de ser feliz, esto se lo digo por experiencia).
Un saludo cordial.
Obrar bien es una obligación moral, no una necesidad. Las obligaciones y los deberes (de cualquier tipo) se pueden incumplir, las necesidades no.
Me parece muy bien que acepte que podemos elegir. Pero, ¿en qué nos basamos para elegir?
- ¿Sólo en los instintos? Ya ha dicho que no
- ¿En los instintos más lo que nos ofrece mejores posibilidades de recompensa? No parece, porque buscar la mejor recompensa es un instinto y, además, eso lo que implica es una moral del egoísmo. Y, curiosamente, la moral condena siempre ese egoísmo a ultranza. La mejor recompensa suele venir de mentir o robar, por ejemplo, siempre que no nos pillen, pero la moral dice que robar y mentir son algo malo.
- ¿En los instintos más la mejor forma de vivir en común con otros? Esto tiene dos problemas fundamentales. Primero, no se puede poner lo definido en la definición, así que decir que "la buena acción es la mejor forma de vivir en común" es una mala definición, porque bueno y mejor (más bueno) son lo mismo. En segundo lugar, "la mejor forma de vivir" es algo totalmente ambiguo. ¿Quiere decir la forma de vivir más años? ¿De que yo viva más a gusto? ¿De que todos vivamos sin problemas? Si queremos tener en cuenta esta opción hay que precisarla más.
- ¿En que algunas formas de comportarse son malas en sí, porque son contrarias al propio ser del hombre? Es lo que yo defiendo.
En cuanto a la evangelización, Óscar no dice que sea inútil, sino que no consigue automáticamente su fin. Uno evangeliza y puede obtener resultados o no (en los demás) ¿Por qué? Porque interviene la libertad de tres personas: la de Dios (fundamental, ya que la conversión es un regalo), la de la otra persona (para aceptar o no ese regalo) y la del evangelizador (que es la más humilde, porque lo único que hace es ponerse a disposición de Dios para colaborar en lo que pueda).
Saludos.
Me alegra que me robe tiempo (siempre que lo tenga para que me lo roben).
Lo de la definición es la regla básica de toda definición, que aprendemos en el colegio. La definición de "coche" no puede incluir el término "coche", porque en ese caso no se define nada. No se puede definir: "Un coche es un coche que..."
Su contraejemplo no tiene que ver con la cuestión, porque no es una definición, sino una frase que habla de la utilidad de la buena alimentación, no dice lo que es una buena alimentación sino simplemente que la buena alimentación sirve para estar sano. Es como si dijera "un buen coche es la mejor manera de ir a Cuenca". Eso es cierto, pero no define en absoluto lo que es un coche. Además, al hablar de "buenas acciones" usted lo que quería definir era "buenas" y no lo que son las "acciones", porque en esto último estamos de acuerdo.
Actuar bien crea enormes conflictos en nuestro interior. Cuando cuesta portarse bien, la tentación es precisamente acabar con el conflicto mintiendo, robando o liándose a tortas. El camino difícil es, a menudo, el moralmente bueno: por eso no se puede definir la moral como una búsqueda de recompensa o de las acciones que creen menos conflictos en nuestro interior.
Esa moral que usted imagina (insisto en que creo que es distinta de la que practica) es egoísta en el peor sentido de la palabra, porque no le importan nada los demás: si me porto bien con otros, si ayudo a alguien, si no les hago daño es únicamente para obtener yo una recompensa. Según eso, el ser humano es incapaz de hacer algo desinteresadamente o por deseo de hacer bien a los demás.
No estaba en la mente del padre Kolbe, así que hablaré de mí mismo. Cuando yo he hecho algo bueno pero difícil (a enorme distancia de lo del padre Kolbe, por supuesto), a veces me he sentido bien y otras muchas no me he sentido bien, he sentido el sufrimiento ocasionado por decir la verdad cuando lo fácil era mentir o por tener que privarme de algo que quería comprarme por dárselo a otros. Del mismo modo, puede usted suponer que, cuando dejaron al P. Kolbe que muriese de hambre y lo remataron con una inyección letal, debió de sentirse fatal, pero, aparentemente, no se arrepintió de lo que había hecho. Basar la moral en "sentirse bien" no responde en absoluto a los hechos más evidentes de nuestro alrededor.
Yo creo que es evidente que la acción del P. Kolbe (por seguir con el mismo ejemplo) es admirable, pero, según su teoría, es igualmente interesada que la del ladrón que roba un banco y no es mejor en nada que ésta. Confieso que no puedo evitar pensar que eso es absurdo.
No hay que confundir: la neurología y la psicología, por definición, no tratan este tema que estamos discutiendo. Estas disciplinas pueden hablar sobre las formas fisiológicas o psicológicas en las que se manifiestan nuestras ideas morales, pero no sobre si el bien y el mal son objetivos o no, sobre si esas ideas son acertadas o no. Es decir, por su propia naturaleza tratan el aspecto meramente subjetivo de la cuestión. Pero, si usted dice que esta cuestión sólo tiene aspecto subjetivo es usted el que está realizando esa afirmación (de fe, por cierto), pero no la ciencia.
En cuanto a las incógnitas, lo que intento mostrarle es que su postura, que no debería de tener incógnitas, está llena de ellas. Si no me equivoco, aún no ha respondido a ni uno sólo de los ejemplos concretos de incoherencia práctica que le he planteado (y deben de ser más de veinte ya). Usted, que no deja sitio en su teoría para el misterio, misteriosamente vive en la práctica de una forma que no tiene nada que ver con su teoría.
Saludos.
No has probado absolutamente ningún hecho, pues el único ejemplo que te sirve es el del castigo, y eso haciendo trampas, pues lo que se discute entonces es la noción de castigo.
Habría que discutir si castigar es algo bueno o malo, para empezar, y en qué casos etc.
No haces el menor caso del meollo de lo que te dicen.
Y es cierto que existen las conversiones -y por tanto las apostasías. La razón es que la forma de ser y la reflexión sobre las propias experiencias de una persona le hacen modificar su forma de ver la vida. A veces son una forma de adaptarse a la cultura a la que se convierte y a veces una forma de afirmar su propia identidad.
Y se dan en ambas direcciones, no lo olvides. Claro ya sabemos que para ti las que se hacen al cristianismo son las buenas. Para mí también porque creo en Jesucristo y su mensaje. Pero para el que se convierte al Islam la conversión a la verdad es la suya y la errónea la del que abandona el Islam. Al que se llega a condenar a muerte, con la convicción de que esa es la voluntad de Alá, lo que él quiere, lo bueno por consiguiente.
Yo no sé expresarme bien, pero suscribo al cien por cien lo que dice Winston que se corresponde exactamente con lo que yo veo que es la realidad.
Saludos cordiales y adiós.
Y me callo ya, porque no soy capaz de mejorar lo que tan bien argumenta (y, además, después me dicen por ahí que tiro pedradas).
En el caso hindú, el problema no es cómo cosideran el acto de la violación, sino, como dijo Asun, que los violadores están cumpliendo su deber, están haciendo algo bueno para ellos mismos, que con la violación defienden un Bien superior, irrefutable y absoluto: Que los seres humanos no somos iguales, sino que unos han nacido para servir y otros para ser servidos. Éste es el Orden Moral que defienden.
Disculpa (o disculpe, como quiera/s), si no he sabido explicarme al plantear la posibilidad de considerar la Moral como un “instinto superior” predecible y determinista. Predecible es aquello que sólo puede ser de una manera, por eso se puede predecir, en contraposición a lo que mantiene grados de libertad hasta el mismo momento de su realización, en cuyo caso es impredecible. El instinto hace que los animales sean predecibles en su comportamiento. En ese sentido planteaba la cuestión.
El código moral está, y esto es lo que yo opino, en la naturaleza del hombre, “animal superior”, para orientar sus actos como lo hace el instinto en los “animales inferiores”. Ambos buscan la supervivencia del individuo, del grupo y de la especie.
El dolor y la muerte son el enemigo de la supervivencia, y esto es común para todos los hombres, por lo que los códigos morales de todas las culturas definirán las conductas más adecuadas para evitarlos. Esta es la base de la coincidencia que todas tendrán entre sí, respecto de sus propios individuos, ya que en este objetivo último todos coinciden. Luego, las circunstancias en las que cada sociedad se desenvuelve son diferentes, más o menos hostiles, y a partir de ahí surgirán las diferencias a la hora de definir lo bueno y lo malo. No es lo mismo sobrevivir en el desierto que en la zona templada; en terrenos aislados o en zonas de paso y enfrentamientos; etc.
La experiencia personal del dolor es la base capaz de despertar el sentimiento de empatía en muchos, siempre que no se trate de situaciones competitivas “o tú”, “o yo”.
La moralidad se interioriza en el individuo en un proceso de socialización que no es voluntario ni elegido y que desemboca en la esclavitud farisea a la Ley por la Ley. A nivel primario, el orden moral es una manifestación de la naturaleza de un ser vivo de compleja sicología con una anomalía en el orden natural: Tiene gran capacidad para elegir. Debido a este “detalle singular”, su sometimiento a las leyes naturales de supervivencia de la especie necesita un mecanismo “programador” que dirija sus decisiones, sus opciones, en el sentido correcto. Este es el orden moral a nivel somático, sicológico, neuro-vegetativo.
Pero el ser humano es capaz de mucho más, es capaz de enfrentarse a la Ley y definir su propia meta, como dice Asun (de quien aprecio su gran capacidad de síntesis). A ciegas, sin apenas soporte racional, es capaz de hacer una apuesta para dar sentido a su vida abandonando la seguridad del “rebaño”, interiorizando una idea del Bien y del Mal con su voluntad. Necesita Fe para ello y fiarse para acoger un referente moral elegido, porque, como dijo ella, nada se puede demostrar. Pero cuando hace esto, se convierte en el hombre libre, verdaderamente libre, que rompe las ataduras del determinismo de la moral natural.
Entre el numeroso grupo de individuos dispuestos a ser “buenos” cumplidores de la Ley haciendo cola para violar a la mujer que ha transgredido el sistema hindú de castas, uno se vuelve, se sale de la fila, se apiada de la mujer y se enfrenta al insulto de esos hombres convertidos en rebaño.
Entre quienes abandonaron su conciencia y se sometieron al imperio de la Ley, al dominio moral del Führer, un hombre, (Schindler) y una mujer, (Irena Sendler), se enfrentaron a la Ley para salvar del exterminio a los perseguidos.
Entre los fieles cumplidores de la Ley judía, que compran piedras para lapidar a una mujer adúltera, uno se enfrenta a ellos y les dice: “Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Este hombre dice de sí mismo que es Hijo de Dios, y a nosotros nos dice: Convertíos y creed en el Evangelio. Yo puedo dar sentido a vuestra vida, puedo romper vuestras ataduras a lo material y perecedero, a la muerte, haciéndoos verdaderamente libres. Yo soy el camino, la verdad y la vida: Creedme.
Y cuando vemos estos seres humanos libres, nuestro corazón se conmueve y nos anima a hacer la apuesta que mencionaba Asun, a correr el riesgo de la falta de certeza racional, porque cuando hemos vislumbrado ese hombre nuevo de que nos habló, ese volver a nacer, sólo nos queda una pregunta, como a Pedro: ¿Dónde iremos, Señor? Sólo Tú tienes palabras de Vida eterna.
Saludos.
No busca la verdad, ya la posee de antemano, y si hace falta hacerse miope a los problemas que le plantean le da lo mismo.
Suelta que hay conversiones y ahí queda.
Una lástima, porque el tema del por qué de la moral y la ética es interesantísimo y creo que hoy día es más necesario que nunca planteárselo.
Gracias a los que me habéis aportado un poco más de luz para comprender mejor la naturaleza humana.
Paz y bien
Parecería que tanto Asun como Usted no reconocen que la natura humana, al ser "creada", tiene ínsito no un instinto, sino una razón que permite desentrañar la moral objetiva, el código de operaciones, de esa naturaleza. Que comienza con una evidencia indemostrable pero absoluta; "debes hacer el bien y evitar el mal"Esto se puede hacer con la razon sola, sin necesidad de fe. Y es universal, a pesar de las desviaciones culturales que puedan acaecer en la percepcion del orden moral.
Voy a poner un ejemplo políticamente aceptable (pondría la homosexualidad, pero genera mucho ruido): la monogamia. Es evidente que la naturaleza humana tiene igual dignidad, sea en el hombre, sea en la mujer. Ergo, la única unión condigna con una naturaleza racional, en tren de union conyugal, es de uno con una, no con dos o tres (lo que sería lógico en los animales). Y esto es objetivamente así, digan lo que digan los musulmanes. Lo mismo la esclavitud. Lo mismo el homicidio. Hay una ley natural inscripta en la conciencia, por el hecho de ser un hombre ser racional. No es un instinto determinista, es un conocimiento de lo que está bien y está mal (es condigno con la naturaleza) y un apetito de hacer el bien, que es libre y por lo tanto puede elegir ese bien adecuado o un bien inferior, a lo que llamamos mal (la poligamia, por ejemplo, que no es un mal absoluto, que tiene su explicacion de contexto, etc. Pero que no es lo adecuado a la ley natural. Como dijo Cristo "al principio no fue así".
La fe viene despues. La ley natural es universal, todo hombre tiene conciencia moral y, con los problemas de contexto cultural, la posibilidad de saber qué sea el mal y el bien en sus determinaciones esenciales. La fe viene después, pero es la que ayuda a realizar el orden moral perfectamente, con la gracia, y a trascender ese orden moral natural, adoptando "las costumbres de la Trinidad", actitudes que no son inhumanas pero que en cierto modo son suprahumanas (perdonar al enemigo, poner la otra mejilla, devolver bien por mal).
Voy a ver si traduzco y adapto la doctrina de Tomas de Aquino sobre ley natural, que es muy clara y creo que luminosa aún para el hombre de hoy. En otro post
Después están los aspectos psicológicos que nos hacen ver las cosas de determinada manera.
Me doy cuenta de que mi comentario anterior podía interpretarse de forma equivocada. Presumo la buena fe de Bruno. Pero es curioso como nuestra forma de ser determina en gran medida como vemos la realidad.
Buenas noches.
Siento no haber tenido tiempo para responder a tus comentarios sobre la moral, pero me tengo que levantar a las tres de la mañana y necesito dormir algo. He dado algo de prioridad a los de Winston y Gallizo por ser más nuevos en el blog.
Winston y Gallizo:
Espero publicar el lunes otro artículo de esta serie para poder seguir discutiendo con tranquilidad. Muchas gracias por esta interesante dicusión.
Saludos.
Claro que hay que hacer el bien y evitar el mal.
La cuestión es que lo que entendemos por bien y mal no siempre coincide. Habría que ponerse de acuerdo en la definición.
Para mí es bueno todo lo que nos haga crecer en amor y libertad, porque eso es lo que siento en mi corazón y porque me educaron en esa línea. Además ando bien de empatía y estoy conforme con la regla de oro.
Jesús es un modelo de hombre libre entregado a amar a los demás, y yo creo en su mensaje. Y creo que Dios le dio la razón resucitándolo.
Pero ¿qué es bien o mal para cada cual?
De todos modos me resultaría interesante leer lo de Tomás de Aquino.
Y definitivamente me tengo que despedir.
Paz y bien.
Me gustaría aclarar que además de modelo de hombre libre, Jesús es para mí el revelador de Dios, su rostro humano. Por eso es el criterio para discernir qué está bien y qué está mal.
Buen viaje, Bruno.
No había visto tu comentario cuando escribí los anteriores.
Saludos.
luis: una vez puestos los ejemplos de feundadores de sectas como los del Opus o el de los legiuonarios, ¿por qué no seguiste con más ejemplos", parecía que tenías más cuando añadiste """...y no sigo"""
18.03.09 @ 21:46
y... la verdad, resume lo que pienso, bueno, ya sabes, pienso exactamente eso.
jajajajaja, asun... es que...
De todas formas, Gallizo, ya que tanto andas por aquí, se te podía pegar algo de los creyentes. Malas acciones (¡y buenas buenísimas!) hacemos todos, así que, visto lo que habéis hablado sobre Kolbe, por ejemplo, no habría que añadir gran cosa...salvo, salvo el sentido, la esperanza. Acerca de ello no voya arzonar, y menos aquí y ahora. Pero te podías preguntar por qué incluso quienes estamos yendo y viniendo de la Iglesia, quienes nos vamos cabreados dando un portazo, volvemos a ver si hay remedio, nos volvemos a cabrear, etc. nos caracterizamos por encontrar el sentido de cuanto hay. Y, encontrado, de ello se deriva nuestra esperanza.
Un saludo.
Ya ves, tambien los tradicionalistas damos sorpresas.
Saludos
tú, al menos a mí, no me sorprendes nunca, estás tan pagado de ti mismo que incluso puedes vituperar a legionarios y opusinos y seguir tan tranquilo en tu pedestal, tradicionalista sí, pero varios peldaños por encima del resto de mortales, progres o tradicionalistas.
Y SÍ has mencionado. Fataba la etiqueta exacta del nombre de Escrivá O de Maciel, pero señalaste sus pecados flagrantes, los más visibles, conocidos, universalmente criticados, sus marchamos de identificación. Te faltó valor para poner los nombres de pila, no más.
Por eso me preguntaba, cuando dijiste "Y no sigo", (ironía habitual de quienes amenazan con seguir.... ) ¿por qué no añadiste a otros jefes sectarios de los que hay también mucho que decir, líderes de multitudes que, subidos a estrados faraónicos, (con su Eva o su Ciara al lado), mueven conciencias, controlan intimidades, abducen hombres mujeres y niños, incluidas personas cultivadas que renuncian a su racionalidad, traen y llevan masas unánimes e inventan iglesias paralelas que cuesta encajar sin enormes chirridos en la Gran Iglesia?
Sólo eso te preguntaba.
La historia acelera. Por eso estamos tan asombrados, tan anonadados y exultantes con los progresos de los últimos 200 años, ¡¡¡o de los últimos 10 años, o de los últimos seis meses!!!
Yo soy de letras (lo más de letras que se puede ser porque soy filóloga) y aficionadilla a la divulgación científica más o menos seria (es decir, suelo sospechar que si algo está "demasiado" a mi alcance, quizá no sea alta divulagación, ja ja ja).
Pero creo que debemos hacer un constante doble movimiento: abrazar la ciencia con rendida entrega cuando nos hace las magníficas revelaciones de los últimos tiempos y dar un frenazo seguido de marcha atrás para mirar la ciencia con cierta distancia y perspectiva. La verdad produce adhesión por sí misma, pero también la produce el simple entusiasmo de una apriencia de racionalidad cegadora (y no hay paradoja en esta asociación).
A los cintifistas-rigoristas (que los hay, los hay, Gallizo, y algunos muy talibanes, por no hablar del intelectual orgánico pagado por amos a los que sirve en intereses espurios) les suele gustar decir que lo que los creyentes llaman "misterio" no es otra cosa que lo que pronto conseguiremos explicar, lo que queda por descubrir, y dejará así de ser tal misterio.
Hace poco leía un libro de texto para muchachos, de fecha de 1802. El maestro preguntaba qué produce las mareas. El discípulo respondía que la voluntad de Dios. Y todo ello en medio de una didáctica bastante seria, bastante moderna por lo demás, sobre ciencias naturales para chicos de bachiller de finales del Antiguo Régimen. Graciosa anécdota que parece corroborar que no hay misterios sino aspectos AÚN sin comprender.
Y, sin embargo, entre quienes se entregan a la ciencia más pura y estricta también hay estremecimientos de fe, tanto más cuanto más sensacional y revolucionario es un descubrimiento, un invento, una revelación, una confirmación de hipótesis. La diferencia cualitativa entre nosostros y nuestros primos hermanos tan cercanísmos, los bonobos, es tan abismal, hay tal vértigo en lo que sabemos, en lo que queda por saber, en lo que teorizamos e investigamos en este terreno de nuestra diferencia con los grandes simios o con nuestros congéneres homínidos extintos, que el vértigo (que ciertamente también se puede cuantificar y calificar) nos rinde ante la majestad de la Creación.
Seguro que ese vértigo y esa percepción de majestad son mensurables y sometibles a una categorización psicológica; y explicables desde muchos supuestos antropológicos, Y, una vez medidos y clasificados, el escalofrío, el vértigo y la majestad siguen siendo escalofrío, vértigo y majestad cuya explicación racional me confirma en la fe: cuanto más sé, más fe tengo. Cuanto más me explican los científicos, más me rindo ante la majestad de lo existente y lo posible.
Cuanto más me enfrento al desgarro del dolor, a la perplejidad de esa muerte que arrasa con todo lo que amamos, a la casi incomprensible maldad de algunos, más me confirmo en que todo está transido de sentido.
Y una vez que ves y vives el sentido del que TODO está empapado, la fe y la esperanza son ineludibles.
Espero no haber sido pesada, gallizo.
Un abrazo.
Por lo demás, me interesa el "pattern" que se emplea en las derivas sectarias, para poder prevenirlo y curarlo, no andar denunciando públicamente para escarnio de anticatolicos y heterodoxos.
Curar para lograr ortodoxia y ortopraxis, no para sumergirse en la heterodoxia.
Porque además, en la mayoría de las estructuras sectarias, la gente que la integra es buena, es la sociedad la mala (algo así como la doctrina de Rousseau), a partir de cierta heteropraxis o desviacion de los principios prácticos de la Iglesia y la adopcion de sistemas de movilizacion y técnicas modernas. Si te interesa, tengo algo escrito. Pero no esperes sensacionalismo o pornografía, la idea es curar, ayudar y sacar a flote. Sin más, estoy muy preocupado con el tema de los Legionarios, porque es lamentable que tanta buena gente esté paralizada por un fundador y una estructura con fallas basales tan graves. Y no me gustaría tirar a la basura toda esa gente, decirle que a partir de ahora apostaten total o parcialmente, es decir, se hagan progres.
La conciencia cristiana,con su fortaleza, su docilidad,su resistencia, su tradicion, su creatividad, es una obra de arte.
Y lo del pedestal... hay un comentario mío en otro post donde opino de mí mismo, ahí sí que no tengo reservas. Leelo y despues hablamos.
Me preguntaba algo mucho más simple. Por qué mencionas a Maciel o a Escrivá sy sus...mmm ¿cómo lo llamas? Ah, sí_: organizaciones con patterns sectarios (jijijiji)
Hay más sectas en la Iglesia Católica. ¿No mencionas a su líder porque este no es el sitio más idóneo?
Bien, gallizo, en cualquier caso ya sabía que usted no era de los que pierden la fe porque le va mal en la vida. Usted es una persona inteligente. No tiene fe porque no, o por todo lo que y usted dice, pero cuando dice "Dios" sé que no habla de ese mago con barbas en el que creen aún muchos. Yo tampoco hablo de ese Dios.
1)No hablo más de este tema porque sigo los hilos del blog. No tengo ninguna inhibicion de hablar fuerte y claro. Y si saqué el tema, fue porque detecté una idea que he visto incoada en alguna deriva sectaria, que es la irracionalidad como demostracion de algo. Bruno aclaró el sentido y listo el pollo.
Si me preguntas por el olfato, Bruno es una de las personas cristianas más completas, ortodoxas y ortoprácticas que he conocido en internet. Así que no detecto en él tendencias antropologicas sectaristas, más allá de que discrepe frecuentemente. Y anoto ese punto para la organizacion que integra, for the record. Tampoco indulto sus estructuras, habría que estudiarlas más.
2)Efectivamente no hay diferencias estructurales entre los modelos de deriva sectaria católicos o no catolicos.Responden a similares bases conductuales y psicologicas.
La diferencia es que la doctrina catolica tiene elementos que restringen drásticamente el sectarismo, si seguidos ortodoxamente. Por eso la heteropraxis habitualmente es precedida por cierta heterodoxia, incluso en los movimientos que vosotros los progres llamais conservadores o de derecha.
El mejor estudio que he leído es el del canonista Peter Vere, "Diez signos de alarma en una organizacion religiosa".
Puedes leer mi opinion y lo que creo que habría que hacer en los comentarios a este hilo, bajo el nick Ludovicus :
https://www.blogger.com/comment.g?blogID=3867065999767864372&postID=9215851504806112838
Pero es de fe cristiana (definido por el Concilio de Trento) que el cumplimiento sostenido y perfecto de los mandamientos es imposible sin la gracia de Dios.
El cristianismo no es un atletismo moral, es una vida de metamorfosis por la cual Dios transforma al pecador en un ser distinto, introduciendolo en su vida y como consecuencia de ello, adoptando las "costumbres de la Trinidad".
Jesus no se encarnó para que seamos buenos hombres, hombres perfectos, atletas de los mandamientos, sino para que fueramos dioses, ni mas ni menos. El centro de la vida cristiana es la Vida, no la ley. Es la gracia y la virtud, no el pecado.
El cristianismo es una disciplina de transformacion del hombre, no una religion. De transformacion en consorte de la Trinidad, de introduccion de nuestro ser en la corriente infinita de amor de Dios.
La moral es un correlato, una redundancia de esta vida abundante que Cristo nos trajo.
Por lo demas, y permíteme personalizar, ya que tu lo has hecho, soy un pecador que confía sòlo en la gracia, porque de lo contrario está frito. Que expresa lo que sostiene la Iglesia a pesar de sus pecados, no a causa de sus virtudes.
Nunca me he jactado en este foro de cumplir los mandamientos o tener las virtudes. Soy un enfermo en el Hospital de Cristo, y solo puedo alegar en mi favor mi deseo (raquítico) de ser curado. Si no fuera cristiano, sería un monstruo, porque no reconozco en mí las virtudes naturales que veo en gente no creyente, que es moral aunque no crea.
Así que de fariseo nada, más bien de publicano y prostituta. Con un solo merito: no llamo al bien mal y al mal bien, no me autoengaño. Si soy un cochino, me siento un cochino. Aún en mis peores épocas, nunca he justificado los pecados mortales que he cometido (y tampoco jamas dejé de ir a misa, ni cuando era agnostico - gracia de María Santisima).
Sostengo firmísimamente la necesidad de la gracia de Dios para cualquier tipo de acto meritorio, y que sin la gracia de Dios todas nuestras justicias son como trapos sucios.
Sostengo ademàs que si Dios no me da la gracia, soy capaz hoy mismo de hacer las cosas màs aberrantes y las injusticias mas enormes, porque me conozco y sé perfectamente que soy un miserable pecador.
Y esto no lo digo por conocimiento teorico sino por la experiencia de mi miseria. Ser soberbio en mi caso, si fuera considerarme mejor que otros, sería una imperdonable mentira y estupidez.
Sostengo además que soy absolutamente indigno de la verdad que predico o explico, y que la ortodoxia que gratuitamente me otorga configurar mi pensamiento con el de la Iglesia de Cristo no me otorga mayor o menor excelencia moral, al contrario, seré juzgado sin poder alegar ignorancia invencible (seré juzgado con el agravante de haber enseñado Etica Cristiana por veinte años en la Universidad)
No, por favor, no me deje en el "debate" con luis, luis no debate: toma pie en otro comentarista para su particular oratoria acusatoria.
Yo sólo intervine, no para vituperarte -al menos no tanto como tú acostumbras a ensañarte con los progres en general y con algunas, con sus nombres, nosotras sí, en particular- como a sugerirte que te atrevieras a completar la tríada de líderes sectarios.
Tus seis sugerencias, más el corolario fuera del post (¡¡¡direccion espiritual y confesion fuera de la organizacion !!!) suponen de facto la desaparición de los nuevos movimientos. De todos. Si se va uno por uno siguiendo tus seis sugerencias, ´dónde irían a para no sólo el opus y los legionarios, sino , desde luego y sin la menosr duda el CNC. Punto 1, punto 2, puntos 3.... así hasta tu corolario 7º. Se acbaron los movimientos. Que es lo que vengo a decir siempre que han salido estos temas: si ya pertenezco a la Iglesia, ala chachi, la guay, la auténtica, que además es UNIVERSAL, ¿a qué más tengo que pertenecer? ¿Qué nuevas disciplinas se me deben imponer? ¿Qué más líder se necesita? ¿Para qué las parroquias si tengo que buscarme una comunidad subterránea?
Ya sabes -lo sabías desde el principio, luis- adonde iba yo a parar. ¡Qué respetos humanos te impiden ser claro y directo con algunos, pero no te impiden ser mordaz y cáustico con... otras!
En la Iglesia no hay propiamente sectas, hay tendencias sectarias que hay que combatir.
El progresismo, en cambio, en tanto herejía, es irreformable.
Y no tengo respetos humanos, trabajo con la informacion que tengo y las consultas que recibo. Sobre el CNC, que aquí no tiene demasiada presencia, no tengo mucha informacion. Creo que hay aspectos que podrían analizarse críticamente, por cierto. Y aspectos positivos.
No, la profunda reforma que sugieres es un barrido que acabaría con todos los carduras que alimentan su ego a costa de las fragilidades de muchos y el miedo a la soledad. Y, acabados esos personajes, acabarían las sectas católicas. Surgirían por doquier, pero al menos, no las engordemos en la Iglesia.
Allá en la Argentina pululan más los Legionarios, ¿no?
Me parece que tienes una óptica un poco externa a estos movimientos, lo que te hace, primero, identificarlos (hay de todo). No es lo mismo Escribá, con sus cosas, que Maciel. Tampoco creo que sea lo mismo Lumen o los focolares.
Sí, hay que limitar un poco la vieja Idea del Fundador, que apareció hace unos siglos y se consolida en el siglo XX, como un visionario que ha recibido un carisma directamente del Espíritu Santo y actúa como un pequeño Papa en sus dominios. Y por sobre todo, desvincular la direccion espiritual de la vía jerarquica, prohibir ficheros, eliminar el secretismo.
Y la idea de la "segunda revelacion", tan cara al pensamiento progre tambien.
La Iglesia tiene toda la ley y los profetas, no hay "segunda revelacion", ni cristianos de tropa y de mando, iniciados y exotericos o de lujo y comunes. No hay nuevas doctrinas, no hay morales particulares, no hay secretos.
Esto, la tradicion lo tenía claro. La adhesion era a la regla, no a las personas.
Lástima que las ordenes tradicionales están demolidas por el progresismo.
Y claro, la idea de segundas revelaciones, progre también. Venga luis.
En cuanto a que en tu tierra predomine el opus, allí como en todas partes. Aquí son abundantísimos. Y mi óptica no es tan externa. De verdad.
Por supuesto que hay grados de corrupción. Ya has enumerado a unos cuantos movimientos. Ejem, no todos, te sigues resistiendo, experto, a nombrar a uno de los más llamativamente raritos y peligrosos, eh.
Las órdenes tradiconales quizá estén demolidas por el progresismo. Pensemos, sin embargo, en cuando eran nido de solteronas, de locas, de pilladas en falta, de fregonas o criadas para las monjas nobles... Muy santas, sí, eran entonces las órdenes. Y qué decir de los frailes crápulas, glotones, rijosos, catetos, hijos del pueblo a los que no había manera de alimentar en hogares hacinados de hijos hambrientos. Los hijos hambrientos a tomar hábitos. Entonces no había progresismo. Ni espiritualidad, desde luego. No había heterodosxia porque no había "doxia" alguna. Quizá lo que ocurre es que en la segunda generación de cada orden fundada, ésta perdía su sentido. ¿Qué falta hacen las órdenes, con y sin progres?
Me voy a dormir, que no son horas. te quedas con la última palabra, como a ti te gusta, luis.
Del apolillado clima preconciliar vino el desastre del postconcilio. De la repeticion de ritos venerables pero de los que se había perdido la clave. De una moral transformada en moralina, sin la recia fuerza antroologica de la dogmatica medieval. De un barroco vacío de contenido, antropocentrico, donde el Misterio y Dios estaban ausentes.
La Tradicion solo es tal cuando está viva. De aquellos lodos vinieron, con perdón y nunca mejor dicho para hablar de los sesenta, estos polvos.
El que mejor lo ha dicho es Maritain, "El paisano de la Garona", (puedes encontrarlo en este link con el titulo "la vez que Maritain acertó":
http://tollers.jack.googlepages.com/etvoil%C3%A0!
Bien, creo que coincido mucho con tu vision, pero increiblemente en esto soy mas moderado.
Ahora más en serio, luis, aunque no del todo: esa página que me indicas tiene a ratos un tudillo heterodoxo...
Pero supongo que tu pregunta es retórica, ¿no? Si ya tienes tu propia opinión acerca de por qué no se le menciona en este portal, y sabes que con seguridad coincide con la realidad, pues, como toda interrogación retórica, se responde por sí misma.
¿Se dedica V.Ferrer a defender cánones, dogmas y doctrinas o se dedica las obras? Pues eso: por sus obras los conoceréis. Será pecador como yo, como luis, como Bruno, como el coordinador de ReL, pero seguro que mucho se le perdona a quien mucho ha amado. Claro que eso no es motivo suficiente para que se le mencione aquí, se pidan oraciones por él, o se aproveche la ocasión para reconocer sus méritos.
Me alegra que te haya parecido heterodoxo el blog de jack, Yolanda, estás en el buen camino. Y respecto a compartir el pathos, como diría Baudelaire, "hypocrite lecteur, mon semblable, mon frére"
Y, la verdad, estimado Gallizo, al unico Vicente Ferrer que conozco es mi hermano de orden, el santo. En cualquier caso, cuando la caridad y la ortodoxia se encuentran y se besan en la boca, como en el Cantar de los Cantares, es muy bueno. No sé si será el caso.
Toto corde.
Ah, bueno,no, luis, olvidaba que las citas de Escrituras valen para demostrar algo o su contrario, sobre todo en tus tradicionalistas manos.
Para conocer al actual Vicente Ferrer, busca en google.
Pero la caridad sin verdad es una loca.
¿Cómo amar lo que no se conoce?
Una sin la otra es ciega, la otra sin una no puede caminar.
Tienen que asociarse, como el ciego y el paralítico.
Es un matrimonio obligatorio, necesario.
Si me dicen que me quede con una de las dos, digo lo que Jacob con Lía y Raquel: las dos o ninguna.
¿Cómo amar lo que no se conoce?"""
Vaya, es decir: que si no se ama desde el "conocimiento" en esa que llamáis "verdad" (la más rancia ortodoxia tipo Pascendi o Humanae Vitae incluso) entonces ¡¡¡no se ama!!!
Pues mira, luis: el movimiento se demuestra andando y ni se ha sacado de la miseria a nadie con la Rerum Novarum; ni consentiría a nadie que cuestionara el amor que he profesado durante más de tres décadas en vida, y profesaré hasta la eternidad a Carlos, a pesar de que la Casti Connubii nos la refanfinflaba y la mitad de la Humanae Vitae también; ni es razonable, ni cristiano, exigir que se proclamen según que dogmas para que sea verdadero el amor con que se entrega uno al prójimo, o auténtica la dignidad cristiana con que se pone la otra mejilla.
Así que si para ti verdad y caridad van unidas, entendiendo por verdad 2000 canones, tropecientas encíclicas, y un número cerrado de artículos de fe, por ejemplo, mejor ninguna que las dos.
O las dos o ninguna, pues ninguna, luis. Ya ves donde para tanta "verdad"
Y el dogma que tanto te escalda, pues es la verdad revelada sobre Dios y el hombre.
Tal como la proclamó Cristo y lo proclama la Iglesia como Cristo expandido en el tiempo. No los 2000 canones.
Esas verdades se reflejan en lo que llamas dogmas o articulos de fe, que no creo que sean una selva de palabras como lo quieres hacer aparecer.
Incluso es metafísicamente imposible el amor sin conocimiento: en tu caso, tienes la conviccion intelectual de que la Humanae Vitae está equivocada y que el amor tiene sentido por encima de ese "error". Pues ya ves, vos misma pensas que la caridad va unida a lo que crees que es la verdad (con buena fe, seguramente).
No somos tan esterotipados los ortodoxos, como no son tan típicos los progres.
Tu desprecio por el concepto "Verdad" me parece muy postmoderno y muy poco cristiano. ¿Cómo puede un cristiano relativizar, recortar o colocar bajo sospecha [sospecha de "fundamentalismo", "literalismo", "intolerancia", etc.] la verdad? Jesucristo no le hacía ascos al término "verdad"; es más, incluso proclamó que El era la Verdad: "yo soy el camino, la verdad y la vida".
Además, los cristianos vamos siendo los últimos que nos atrevemos a hablar de "la verdad" sin rebajas relativistas. La cultura postmoderna hegemónica considera a la "verdad" como un concepto reaccionario, peligroso y anticuado. Que es lo que pareces pensar tú también.
Y, como bien recuerdas, Jesucristo es el Camino, La Verdad y la Vida. No luis, ni León XIII, ni Cigoña, ni Kiko ARgüello, por ejemplo.
De posmodernidades sólo has hablado tú. Abandonad esa manía de poner en boca d elos progres lo que os gustaría quen hubieran dicho para que os cuadre la respuesta estereotipada.
Asun, no te creas mucho lo del diálogo ecuménico integrista-progre. Suele llevar trampa.
Cristian, emn cuanto a los juntarnos a tomar café, sguro que tú yo nos reiríamos mucho y lo pasaríamos genial. Aun tengo cosillas que preguntarte acerca de los TJ, que ya sabes que estos alumnos míos me tienen cada día más perpeleja. :)
Estoy con Christian: si nos reuniéramos en mitad del Atlántico, sería importante que pudiéramos terminar bromeando. Significaría que todavía es más fuerte lo que nos une que lo que nos separa. Debería ser así.
Un cristiano progre debería tener más en común con un cristiano conservador que con un ateo. Lo que me inquieta, Yolanda, es que en estos blogs siempre terminas alineada (que no alienada ...) con los Gallizo, Claudio, Maltés, Mario o cualquier otro "ateo de guardia".
Esto debería darte que pensar.
Es una custión de "talante", que diría nuestro común enemigo zapatero. Gallizo es una persona benévola, simpática, educada, tolerante, afable...
Los conservadores que he conocido por aquí tienen siempre el ceño fruncido, hablan preferentemente para condenar, miran con lupa los defctos del prójimo e ignoran sus grandezas.
Eso es lo que me hace sentirme más cercana a ellos. Desde luego, me siento muy lejos de quienes se tareven a escribir sin sonrojarse que la Iglesia debería abrir para ecar a los progres, echar incienso para quitar su tufo y luego cerar a cal y canto para que no se cuele ningún progre. Con esas palabras y con ese epíritu no me verás cerca. Ni con quienes escriben sin sonrojarse tampoco que ellos, varones, mandan sobre su esposa porque lo dice la Escritura. Ni con quienes al hablar del "gaymonio" como os gusta llalamrlo, no se limitan a argumentos antropológicos o religiosos sino que atacan a las personas con solapada -y no tan solapada- cruelad y añaden que respetan a los gays después de haberlo cubiertos de `desprecio. Ni con quienes no paran de hablar del princípal o casi único mandamiento (el 6º of course), ni con queires hacen juegos de palbars entre verdad y caridad para concluir que la caridad es "buenismo" ) o sea, fuera la doctrina básica del cristianismo) y la Verdad se contiene en el CDC.
No, no estoy más cercade quienes así ìensan y hablan. Y en cuanto a las obras, desde aquí es difícil adivinar quién es más buenecito en sus obras. Seguro que no soy yo. Pero menos aún quienes ya de entrada predican la exclusión, la denuncia malévola, el desprecio del prójimo sufriente y de la doctrina del amor.
Eso debería preocuparte más: ¿por qué cualquier ateo es más buena persona que los intyegristas? ¿eso no te preocupa?
Un saludo a todos.
Repasa los grandes asesinos del siglo XX: Hitler, Stalin, Mao, Pol Pot, Eichmann, Beria, Mengistu, Fidel Castro ... Todos ateos.
En cuanto a mi experiencia diaria, mi impresión es que la calidad moral de las personas creyentes (con todas las flaquezas, inconsecuencias y agujeros que se quieran) es, como promedio, muy superior a la de los ateos.
Es algo que confirman las estadísticas y estudios sociológicos, por otra parte. Los creyentes donan más a obras caritativas, invierten más tiempo en voluntariado, son más fieles a sus cónyuges, se divorcian menos, abortan menos, educan mejor a sus hijos ... ¡Hasta gozan de mejor salud y viven más tiempo! Te traigo los datos cuando quieras ("Alfa y Omega" publicó un artículo sobre este tipo de estadísticas hace cosa de un mes).
""" la calidad moral de las personas creyentes (con todas las flaquezas, inconsecuencias y agujeros que se quieran) es, como promedio, muy superior a la de los ateos. """"
Completamente de acuerdo. lo compruebo a diario
Pero yo no dije "creyentes" sino integristas. Ahí la comparación da jsuto el resultado contrario. Cualquier ateo es más compasivo y misericordiosos que los ultraconservadores.
Si te refieres a los miembros de los movimientos como Opus, Comunión y Liberación, Focolares, Neocatecumenales, Schoenstatt, etc., (yo no pertenezco a ninguno), no estoy de acuerdo en tu apreciación. Mi experiencia de trato con miembros de esos grupos es en general positiva: me parecen gente muy comprometida, muy apostólica, muy coherente con su fe. Conozco casos de transformaciones radicales (para mejor) a raíz de la incorporación a alguno de esos movimientos.
Entre creyentes de a pie, serios, comprometidos, pero sin la rigidez de movimientos sectarios, sí se observa una conciencia y conducta morales destacadamente superior a la media, y más alegría,confianza, serenidad, equilibrio, etc.
No confundamos creyente con esas otras lamentables suituaciones de quienes necesitan un grupo, un jefe de su conciencia, unas normas extraordinarias, un rito iniciático, una liturgia críptica y un código interno semisecreto para sentirse amparado y seguro.
Claro que podría ser que no llamásemos "mejor" y "peor" a lo mismo.
¿No te parece un cambio a mejor? Y antes de entrar no eran ateos: eran católicos tibios de los de misa dominical y ya está. Lo que tú llamas "la Gran Iglesia" no sectaria ...
Para ser un buen cristiano hay que tener un gurú, un grupo cerrado que te controle, unos ritos iniciáticos, una liturgia críptica, un sentido de pertenencia al grupo (y sí, claro, a la Iglesia que alberga a la secta), una disciplian interna del grupo, etyc.
Y, si no, eres un tibio cosumista que se preocuipa de andar todo el día en el Cotrte Iglés preocupado por tus frivolidades, qeu no comparte sus bienes y se conforma con la misa del domingo.
Vaya, pejuicios típicos del espíritui sectario: somos los bunos, somos los puros, nuestro grupo es el guay y "los de fuera) (es decir, casi todo el mundo( podríaa ontaminarnos asíq ue permenezcamos muy unidos en la secta de elegidos.
Por el contrario, en esa Gran Iglesia de tibios hay,ciertamente muchos tibios. Y mucha gente tan comprometida o más que la que pueda haber en las sectas católicas más signiicativas. Solo que además son libres, no tienen miedo ni presiones ni otra seña de identidad que la Cruz de Cristo.
¿Alguien está procurando abducirte CCCP y lo está consiguiendo?
Pero yo no haría cuestion de las personas, se podría ser muy injusto. Incluso me parece infantil pensar que los conservadores o los tradicionalistas sean mejores que los progres o que los tibios. No lo sé. Hay de todo. El gran tema en la Iglesia es la ortodoxia y la ortopraxis, y en eso todos cojeamos, de alguna u otra forma. Eso es lo que hay que restaurar, la gran Tradicion, tanto en el pensamiento ortodoxo como en la metodología (que cuanto más laxa, menos rubricada y especificada, menos estructurada en selvas de normas y estatutos mejor).
Regla general, en mi opinión: cuanto el cristianismo más se acerca a la tradicion monastica (que es nada menos que vivir con radicalidad el Evangelio), vamos bien. La tradicion monastica y contemplativa es el corazon de la experiencia eclesial, sobre todo en su metodología, su praxis.
Nada más ortodoxo que un monje, nada menos fanatico que un monje.
Es la gran ventaja de nuestros hermanos separados rusos o griegos: nunca han perdido su ligamen con la gran Tradicion monastica. Todos sus obispos son monjes, toda su tradicion esta embebida en el monacato.
Aquí en Occidente, esta tradicion se cortó en el barroco, y definitivamente se ha olvidado en estas ultimas decadas. Los nuevos movimientos deberían acercarse más a este modelo, y algunos lo están haciendo.
Siempre recuerdo el libro de Benson, "Amo del Mundo"; es el fin de los tiempos, y el Papa decide promover una Orden religiosa para los cristianos que... se identifica con la Iglesia. Me ha parecido una fina ironía del autor.
Casi de acuerdo en todo. Pero no cero que se deba pretender que los rasgos secarios de los "movimientos" se combatan desde su interior. Eso no va a ocurrir por la misma naturaleza sectaria de esos movimientos. Poerr el contraio, si se deja en sus manos ese pulimento dejarán a su aire la retroalimentación continua del sectarismo.
Mi opinión es que debe desaparecer sin más, que no hacen ningún bien a la IC, que de hecho dañan la imagen de la IC peligrosísimamente, que dañan a sus miembros, eso por descontado, pero que quien queira estar en uan secta que no pertenezca al mismo tiempo a una Iglesia U-NI-VER-SAL.
Pero creo que mejor es dejar este tema, que obviamente, a la vista de la irónica bendición que me ha proferido Bruno, no sólo es que mis ppiniones no el gusten -con eso contaba y tiene que contar también todo blogger- sino que le están fastidiando más de lo soportable. Y Bruno, a pesar de todo, no me cae mal.
La bendición no era irónica en absoluto, te la deseo de todo corazón. Intento seguir con ello lo que me aconseja la Palabra de Dios y, además, en este caso no me cuesta absolutamente nada hacerlo.
Saludos.
Y crees que el retrato robot que has hecho de los miembros de los movimientos se corresponde con tipos como Bruno o Christian?
Yo creo que no. Y como soy tomista, no puedo desmentir la realidad. Las cosas no se solucionan dinamitando todo, tirando al bebe con el agua sucia de la bañera
Muchas gracias por la extraordinaria discusión, que había pasado por alto hasta ahora. No tengo nada que añadir.
Apartando a los que como yo nacimos desde niños en una secta y eso comimos toda nuestra infancia, la gran mayoría que toman actitudes sectarias igual se comportaran como maravillosos fariseos no importando en que esten. Para mi que no es necesaria la secta para comportarse como tal, un simple club de señoras que se juntan a leer a su autor favorito es suficiente para que la que tiene "alma sectaria" se sienta superior a otros y empiece a repartir a diestra y siniestra golpes de soberbia.
Francamente yo conozco igual que tu muchos en el CNC, Opus, etc. que toman actitudes sectarias pero al menos por lo que he visto no es que este de "fabrica" en los genes de los movimientos, sino que son personas concretas que si los analizas en sus personalidades te das cuenta que ellas YA ERAN ASI antes de entrar.
Igual te digo, conozco gente que no pertenece a nada e igual se comportan como sectaria, pero es algo personal no institucional. Diferente es cuando de verdad estas en una secta, viene en los genes, es estructural, es parte de todo.
Así como en el fondo de todo liberal hay un enano fascista asustado, en el fondo de todo cristiano hay un pequeño enano sectario.
¿por qué? Basicamente por la inclinacion maligna (fomes) a la idolatría, que en el cristiano toma la forma de la "búsqueda de seguridad". Como decimos en mi paìs, querer tener la vaca atada.
Esa búsqueda de seguridad psicologica y metafísica lleva a idolatrar las propias ideas, las reglas, la voluntad de los superiores, las visiones de los fundadores, como regla segura de salvacion. Las "cosas de Dios" o de la organizacion, y no Dios.
Por eso, el "homo sectarius", que puede ser progre, conservador, protestante o catolico, básicamente es una persona insegura en su personalidad y religiosamente en su fe que busca rodearse de seguridades que sustituyan esa fe. La fe es un salto, y el componente de inseguridad y riesgo, desnudez y desamparo frente a Dios es esencial a ella, como explicaba Kierkegaard. Por eso, buscar seguridades es un rechazo implícito de la fe.
Lo que no estaría tan seguro de negar es la existencia de estructuras con derivas sectarias, en las que el "homo sectarius" se desarrolla. Este busca figuras parentales fuertes, los dichosos "Fundadores": y cuando se junta el narcisismo del líder con la indigencia psicologica del adepto... BUM
Se necesitan dos para bailar un tango: el sectario y la estructura. Por eso, estructuras neutras o no necesariamente sectarias no le hacen mal a muchos, porque como tú dices no llevan el gen sectario en las venas.
"El niño que es llorón y la sirvienta que lo pellizca"
;)
Y mirad, cristian, bruno, luis:
Sí va en la estructura. Todo lo que sea fundador, estatutos, reglas, ritos de iniciación, liturgias propias, directores espirituales, bla, bla, bla, lo ya sabido, se lala SECTa. luis lo dice suavito y con sus explicaciones muy bien dadas pero revela lo mismo que digo yo. Aunque a luis se le da mejor lo de no molestra a cristian y a Bruno.
Pero en el fondo es lo mismo: queienes tienen un miedo atroz a su propia libertad se buscan un director espiritual, una setructura de premios y sanciones, unos ritos estereotipados, una diferenciación respecto a la masa, un tótem, una pertenencia, un líder, un grupod e referencia, una protección de clan...
y de verdad q yo ahora ya preferiría dejarlo que yo no quireo ser hiriente con Bruno y menos con Cristian. Y si pensáis que es muy fácil decir dejémoslo quedándose con la última palabra, tenedla vosotros (no me lo pongáis difícil )
:)
No pienso que toda asociacion en la Iglesia sea sectaria, porque no estaría en la Orden de Santo Domingo.
Ni pienso que todos los nuevos movimientos son sectarios, es más, creo que no hay sectas en la Iglesia, hay derivas o tendencias sectarias. Ni el problema reside en tener estatutos, ni ritos propios (los tiene la Orden, estoy asistiendo a misa rito dominico), ni autoridades, ni fundadores. Estaríamos tirando a la basura a San Agustín, a San Benito, a Santo Domingo, a San Francisco... y no sigo.
El problema, como dije en un comentario anterior, es un problema psicologico y espiritual, vinculado con la pertenencia a grupos en la modernidad. Para decirlo breve. Narcisismo en el fundador, búsqueda idolátrica de seguridad en los miembros, cierta heterodoxia en la doctrina (es inevitable que donde haya heteropraxis haya heterodoxia).
Y así como hay sectarios en estructuras tradicionales o en la "Iglesia grande", hay gente perfectamente no sectaria en los nuevos movimientos.
No estoy siendo hipocrita, es lo que creo, despues de estudiar a decenas de movimientos. Que no me gustan, es obvio. Pero de allí a juzgar a quienes los integran, no.
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