Te Deum Laudamus: Estatutos del Camino
Ahora que se ha confirmado oficialmente la noticia de la aprobación definitiva de los Estatutos del Camino Neocatecumenal, creo que ya es el momento de entonar un Te Deum.
Aunque ahora es menos habitual, antiguamente era frecuente celebrar las ocasiones de alegría y gozo, de tipo religioso, político o social, con el canto del Te Deum. Nada más llegar a América, por ejemplo, Colón y sus marinos rezaron el Te Deum en las playas del Nuevo Mundo, para agradecer a Dios haber llegado con bien hasta allí. Se trata de un himno antiquísimo, compuesto quizá por San Ambrosio, en el siglo IV. A lo largo de la Historia de la Iglesia, se le ha puesto música en multitud de ocasiones, dando lugar a algunas composiciones musicales maravillosas. Hoy en día sigue rezándose los domingos en la Liturgia de las Horas y en ocasiones especiales.
Me parece muy significativo que el principal himno de alegría y celebración de la Historia de la Iglesia comience con las palabras Te Deum Laudamus, “a ti Dios te alabamos”. Los cristianos sabemos que todas las alegrías nos las regala Dios, porque ¿qué tienes que no hayas recibido? Por eso, nuestras celebraciones son siempre acciones de gracias, que es lo que significa, en griego, Eucaristía.

Una lectora me ha enviado su testimonio de familia en misión, en una zona muy pobre de Filipinas. Creo que les llamará la atención que, en este caso, no son los padres de la familia los que cuentan su experiencia, sino una de las hijas, Ana.
He recibido estas líneas de Fernando, que, como recordarán, se encuentra con su
Leo en Religión en Libertad que un grupo de obispos japoneses ha acudido a Roma, para presentarle al Papa su queja por la “la poderosa actividad sectaria de los miembros del Camino”. Desde un punto de vista muy diferente, tenía ya noticias desde hace tiempo sobre las tensiones entre varios obispos de Japón y el Camino Neocatecumenal, gracias a lo que me había contado sobre su experiencia personal en este tema Fernando y Kuki,
Hoy les presento unas líneas de Fernando que, como recordarán, ha sido



