Alma de Cristo
Pocas oraciones hay tan bonitas como el Anima Christi o Alma de Cristo. San Ignacio de Loyola la incluyó en los Ejercicios Espirituales y por eso muchos piensan que es el autor de la misma, aunque en realidad su origen es medieval. El papa Juan XXII concedió numerosas indulgencias a todo aquel que la rezara, lo cual ha hecho también que algunos le consideren el autor. Lo cierto es que no importa quién la inventase, porque nos ha sido entregada por la Tradición de la Iglesia, como un precioso tesoro.
Es una oración que todo el mundo debería rezar y meditar a menudo. Por si acaso puede ayudar a alguien a aprender sus versos, he compuesto una sencillísima melodía para ellos, que puede repetirse una y otra vez hasta que uno se empape bien de su esencia.