InfoCatólica / Espada de doble filo / Categoría: Liturgia

12.06.11

Día de bendición

PentecostésLa Iglesia, como madre sabia y también cariñosa, quiere que celebremos cada fiesta con la bendición de Dios. Y el día de Pentecostés es un día de especial bendición, porque el Espíritu Santo se derrama sobre la Iglesia. El don de los dones, el Consolador, el rocío del cielo que humedece nuestra tierra seca.

Hoy traigo al blog la preciosa bendición solemne de Pentecostés, para que podamos meditarla. Y añado mis oraciones para que todos los lectores reciban el Espíritu Santo. Que él consuele a los que sufren, dé la fe a los que no la tienen, inflame a los tibios, sostenga a los débiles, cure a los enfermos, revele la verdad a los que están en el error, convierta en carne los corazones de piedra y lleve a los cristianos a amar a sus enemigos y a anunciar el Evangelio hasta los confines de la tierra.

Un feliz y santo Pentecostés para todos.

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27.05.11

Experimento sobre los viernes

viernesVamos a hacer un pequeño experimento, basado en la pregunta “¿Qué tiene de especial el día de hoy?” El lector, antes de seguir leyendo, debe pensar esta pregunta y apuntar mentalmente lo primero que se le pase por la cabeza.

Una vez hecho este pequeño experimento, podemos compararlo con los resultados estadísticos de una encuesta similar. Según un grupo de científicos de Melbourne, Estados Unidos, de cada cien personas encuestadas, doscientas dieciocho respondieron “Porque es viernes y mañana empieza el fin de semana”, trece dijeron “porque es mi cumpleaños” y cuatro respondieron “verde".

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10.05.11

Para casarse con cuatrocientos años de retraso

Estos días, estoy ayudando con la edición de una tesis de Historia de la Iglesia que me está resultando particularmente interesante. Trata sobre el matrimonio en el Virreinato del Perú, en el siglo XVII. En aquella época, el matrimonio canónico presentaba ciertas dificultades para los indios conversos, debido a costumbres como la poligamia entre las clases más altas o algunos grados de incesto permitidos en la cultura incaica y a la posibilidad de que uno de los dos cónyuges se convirtiese y el otro no. Ante esta situación, es magnífico ver el enorme esfuerzo de evangelización que se hacía en todos los ámbitos en la América española.

Para que los indios tuvieran absolutamente claro lo que era el sacramento del matrimonio, los Concilios de Lima y los diversos manuales editados preveían no sólo una catequesis teórica, sino también una serie de preguntas concretísimas para asegurarse de que se entendían los requisitos y las consecuencias del matrimonio. Por ejemplo, se preguntaba a los novios sobre los grados de parentesco entre ellos, mencionando los diversos casos concretos de afinidad y consanguinidad, por las posibles uniones anteriores en todas sus modalidades, por los errores sobre el matrimonio más frecuentes en la cultura indígena, por los impedimentos, etc.Todo ello de la forma más concreta y clara posible, para que no hubiera lugar a error. Y, para evitar cualquier posible malentendido, se traducían las preguntas y catequesis al quechua (en algunos casos, con un gran esfuerzo, por la necesidad de traducir conceptos nuevos, que no existían en la cultura incaica).

Al leer estas cosas, me he quedado pensando en la situación actual en España. En los cursillos prematrimoniales que conozco, de primera mano o por conversaciones, se prescinde de la cuestión de lo que significa en realidad y de forma concreta casarse ante Dios. En el mejor de los casos, se habla en general sobre ello, pero sin explicar de forma concreta las consecuencias que tiene este acto y, sobre todo, sin señalar las diferencias con lo que promueve la cultura dominante. Lo más triste es que los asuntos omitidos son, normalmente, los que más necesidad tienen de clarificación y explicación. Sin duda, habrá parroquias ejemplares en las que esto no suceda, pero, desgraciadamente, todo apunta a que la situación es muy general.

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25.04.11

La verdadera marcha

Yendo el sábado por la noche hacia la parroquia en la que celebramos la Vigilia Pascual, me fijé en la gente que pasaba por la calle. Como eran ya las once, se trataba de los jóvenes habituales vestidos para irse de marcha, que entraban y salían de los bares de la zona. Y otros no tan jóvenes, decididos fuera como fuese a divertirse y a mantener al menos la apariencia de la juventud. Es decir, lo mismo que cualquier otro sábado por la noche. Aparentemente, ignoraban por completo qué día era.

Después, cuando empezó la vigilia, disfrutamos del maravilloso espectáculo de la Iglesia vestida de fiesta como una novia que espera a su Esposo. El cirio pascual, signo de Cristo, luz del mundo. El canto desafiante e indescriptiblemente poético del Exultet. La proclamación de las nueve lecturas que, desde la creación hasta la nueva creación del domingo de Resurrección, explican el verdadero significado del mundo y de la Historia humana. Los bautismos de niños que, en ese momento, eran hechos hijos de Dios, coherederos de Cristo y templos del Espíritu. Los cantos de alegría por la resurrección del Salvador del mundo, llenos de un gozo que es más fuerte que la muerte. Y el grito de victoria: ¡Cristo ha resucitado! Respondido con una fe teñida de sorpresa agradecida: ¡Verdaderamente ha resucitado!

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14.04.11

Un poema cantado a la Dolorosa

Para meditar en este Viernes de Dolor, traigo hoy al blog un sonetillo (es decir, un soneto de arte menor) que compuse en honor de la Virgen de los Dolores y al que luego puse música. Es una grabación hecha deprisa y corriendo por mi mujer, pero espero que guste a los lectores y les ayude a entrar en la Semana Santa que ya va a comenzar.

Nadie mejor que la propia Virgen para ayudarnos a meditar la Pasión de su Hijo, pues nadie estuvo tan unido como ella al Salvador. Con la pasión de Cristo, se cumplieron las palabras que le profetizó Simeón: “Y a ti una espada te atravesará el corazón".

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